viernes, 14 de enero de 2011

Otra ración de rock

Retorno a la escena del crimen. Rock de aquí a mayo. Rock sin desperdicio, atentos a la valiente programación. Como canta Calamaro en "Qué ritmo triste", un aguja en un pajar, una oportunidad entre un millón. La cultura oficial arincona al rock y derivados, el Once se presenta complicado también para los conciertos en directo, la oferta gaditana ha pasado en poco tiempo de la escasez a la saturación. Y vicerveza. Cerró la sala W, lástima. La Supersonic sigue viva. Los garitos aguardan la abolición de la ley del silencio urbanístico. Los promotores, que los hay muy buenos, buscan soluciones, en la brecha. Los músicos autónomos picotean, grupos que van y vienen, no está la cosa para florituras, o quizá todo lo contrario.
"Retorno a la escena del crimen" presenta:
El 18 de enero, The Birtday Suits, punk y garage, gente salvaje que "hará las delicias de los fans de White Stripes, Jon Spencer Blues Explosion o Inmortal Lee County Killers".
El 22 de febrero, desde Los Ángeles, Rhino Bucket, "una formación de leyenda inspirada en Ac/Dc" cuyo nuevo álbum ofrece riffs asesinos, y los jerezanos Uchi Q.
El 19 de abril, la Stacey Collins Band, pura dinamita, con el bajista de Jason & The Scorchers en sus filas y un prestigio creciente. De Nashvile, Tenessee.
El 3 de mayo, los Quireboys, ahí es nada, una banda inglesa puntera de los años ochenta, otra leyenda del hard rock.
El 17 de mayo, North Mississipi All Stars, música de todos los colores, magia en escena, la banda de Luther Dickinson, hasta hace poco guitarrista de los grandes Black Crowes. Oh.
Cada artista marece capítulo aparte. Martes de rock & roll en la sala Supersonic.

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