Hay que ser carajote para vestir a tus niños de negro carrefú en la fiesta de la desolación. Miedo, tenemos miedo al diablo empresario que se aprovecha de la crisis para montar negocios de muerte y fusilar el futuro de la gente, pero no claudicaremos. Ni truco, ni trato, tus muertos por si acaso. Bueno, quizá tengamos que bajarnos los cucos un rato, pero sólo un poquito, en?, no vayan a confiarse los hombres azules, otro día hablaremos de los hombres azules, ineptos versus el resto del planeta, victoria del fracaso, elogio de la derrota, calabaza muñeco tonto comandante de los harapos.
domingo, 31 de octubre de 2010
Tus muertos por si acaso
Baja la vecina con sus dos monstruos vestidos de negro. Mi vecina es una bruja, así que no hace falta que se disfrace. Por cierto, ¿han comprobado el detalle machista? Las mujeres malas responden por brujas, según se mire, y los hombres brujos hacen milagros, por las narices. Lo dicho, dan por saco los susodichos pidiendo caramelos. Ni truco, ni trato, indemnización, y tus muertos por si acaso. Dolores Fuertes de Cospedal también me parece una bruja, ya que estamos, y en esta tarde rara hemos visto a la popular Ana Mato por la calle, a ver si su marido devuelve el Jaguar. "Yo por el PP mato", diría la ídem. Su compi Rajoy, que también ha sacado hoy a pasear a su niña en plena euforia de la feliz muerte agradecida, avisa que le gusta el programa de trabajo de Cameron de la Isla, cuatrocientos mil funcionarios al carajo y pecado mortal gay, en el día de todos los santos, al rico hueso de santo, los muertos del último. Zapatero es Satanás. Y Marcelino Camacho, santo. Qué farsa, tío. "Si uno cae, se levanta del tirón y palante". Si el otro cae, le pisan la cabeza hasta que haga crack, desnucao, y vamos a dejarnos de pamplinas ya. Vendidos venden el pescao antes de la catástrofe mayor. La fiesta del sacrificio. Va a haber que dejar el periodismo antes de que el periodismo nos deje a todos, uno por uno, compuestos y sin mafia. Mejor guardar los caramelos para sacarle un ojo a algún rey majo.
Agárrate a mí, María
Estoy metido en un lío
y no sé como voy a salir
Me buscan unos amigos
por algo que no cumplí
Te juré que había cambiado
y otra vez te mentí
Estoy como antes colgado
y por eso vine a tí
Abrázame fuerte a mí, María
Agárrate fuerte a mí
que esta noche es la más fría
y no consigo dormir
Agárrate fuerte a mí, María
Agárrate fuerte a mí
que tengo miedo
y no tengo donde ir
Mañana cuando despiertes
estaré lejos sin ti
No creo que pase nada
de otras peores salí
Si acaso no vuelvo a verte
olvida que te hice sufrir
No quiero si desaparezco
que nadie recuerde quien fui
Agárrate fuerte a mí, María
Agárrate fuerte a mí
que esta noche es la más fría
y no consigo dormir
Agárrate fuerte a mí, María
Agárrate fuerte a mí
que tengo miedo
y no tengo donde ir
Agárrate fuerte a mí, María
Y no llores más por mí
Volveré a por ti algún día
y escaparemos de aquí
Agárrate fuerte a mi, María
Agárrate fuerte a mí
que tengo miedo
y no tengo donde ir.
Enrique Urquijo
y no sé como voy a salir
Me buscan unos amigos
por algo que no cumplí
Te juré que había cambiado
y otra vez te mentí
Estoy como antes colgado
y por eso vine a tí
Abrázame fuerte a mí, María
Agárrate fuerte a mí
que esta noche es la más fría
y no consigo dormir
Agárrate fuerte a mí, María
Agárrate fuerte a mí
que tengo miedo
y no tengo donde ir
Mañana cuando despiertes
estaré lejos sin ti
No creo que pase nada
de otras peores salí
Si acaso no vuelvo a verte
olvida que te hice sufrir
No quiero si desaparezco
que nadie recuerde quien fui
Agárrate fuerte a mí, María
Agárrate fuerte a mí
que esta noche es la más fría
y no consigo dormir
Agárrate fuerte a mí, María
Agárrate fuerte a mí
que tengo miedo
y no tengo donde ir
Agárrate fuerte a mí, María
Y no llores más por mí
Volveré a por ti algún día
y escaparemos de aquí
Agárrate fuerte a mi, María
Agárrate fuerte a mí
que tengo miedo
y no tengo donde ir.
Enrique Urquijo
A tu lado
He muerto y he resucitado.
Con mis cenizas un árbol he plantado,
su fruto ha dado
y desde hoy algo ha empezado.
He roto todos mis poemas,
los de tristezas y de penas,
lo he pensado
y hoy sin dudar vuelvo a tu lado.
Ayúdame y te habré ayudado,
que hoy he soñado en otra vida,
en otro mundo, pero a tu lado.
Ya no persigo sueños rotos,
los he cosido con el hilo de tus ojos,
y te he cantado al son de acordes aún no inventados.
Ayúdame y te habré ayudado,
que hoy he soñado en otra vida,
en otro mundo, pero a tu lado.
Ayúdame y te habré ayudado,
que hoy he soñado en otra vida,
en otro mundo, pero a tu lado.
Enrique Urquijo
Con mis cenizas un árbol he plantado,
su fruto ha dado
y desde hoy algo ha empezado.
He roto todos mis poemas,
los de tristezas y de penas,
lo he pensado
y hoy sin dudar vuelvo a tu lado.
Ayúdame y te habré ayudado,
que hoy he soñado en otra vida,
en otro mundo, pero a tu lado.
Ya no persigo sueños rotos,
los he cosido con el hilo de tus ojos,
y te he cantado al son de acordes aún no inventados.
Ayúdame y te habré ayudado,
que hoy he soñado en otra vida,
en otro mundo, pero a tu lado.
Ayúdame y te habré ayudado,
que hoy he soñado en otra vida,
en otro mundo, pero a tu lado.
Enrique Urquijo
jueves, 28 de octubre de 2010
No llores por ti, Argentina
Otra de populismo barato, el show de la muerte, la Argentina mundial, Maradona, la vuidita naviera, el reparto del poder, la oligarquía democrática, el corralito global, la sombra de Evita, el sol de Perón, la exportación del peronismo que azota ya al mundo entero, la vulgarización de las formas y las costumbres, el culto al cuerpo del delito, el mangoneo oficial, el robo a mano armada de un país y medio, la mentira. Y a pesar de todo, el amor a la república universal argentina, a un rincón tan lindo y a una gente maravillosa. Salvo excepciones, claro, como sus gobernantes, sus sindicalistas, sus banqueros ... estas palabras encajan casi al pelo con la Espagna del siglo no sé cuántos, es curioso.
¡A volar!
El pescador de domingos soleados lanza la caña y atrapa una gaviota en el aire, los niños de junto celebran el acontecimiento y la gente ajena come papas con chocos y cazón en adobo, pasean los perros a sus dueños, el vapor pega fuerte a las tres y media de la tarde y sopla la vida una cancioncilla estúpida. La gaviota hace un escorzo, se retuerce suspendida en el cielo durante uns segundos y el nota jala y jala hasta traerla a tierra derrengaíta y asombrada de la voracidad humana. ¿Qué pasó? No pregunte por saber que el viento se lo dirá. El pescador intenta devolver a la gaviota al mar, tras pelearse con ella y con el anzuelo, la operación se demora unos minutos eternos, los niños se aburren y marchan a darle el coñazo a sus respectivos nuevos ricos venidos a mucho menos qie cavilan en torno al dinero y al qué dirán. Está la cosa muy mal. La gaviota se encuentra ahora sobre las rocas, desvencijada, el anzuelo ha resultado mortal, pienso yo, o al menos la ha dejado tocada del ala, del tirón el público se percata de que la pobre ya no puede volar y que se la lleva la corriente, adiós, gaviota. Parece un cuento infantil. Una parábola del destino.
Ocurrió de veras junto a la Bajamar, en la desembocadura del Guadalete, el río del olvido. Un niño, en voz alta, reclamó en voz alta la ayuda de unas cuantas gaviotas que acudieron al liquindoi. "Si son compañeras, tendrán que hacer algo", musitó pa sus afueras. "Eso ocurre sólo en las películas", murmuré pa mí mismo, con tal de no pinchar el globo al chaval. Rescate técnicamente imposible, impotencia del mar adentro, una sensación muy agria se apoderó del personal, que optó por olvidarlo, tal vez.
Cádiz y la joya del Pacífico
Del Diez al Doce. Del Bicentenario chileno al Viva la Pepa gaditano e isleño. Cádiz visita Valparaíso, la joya del Pacífico, y el alcalde de Las Condes visita Cádiz. Catorce mil kilómetros de ida y vuelta. Ahí va la letra de Valparaíso de mi amor, que canta el gran Joe Vasconcellos, hijo de Valparaíso, patrimonio de la humanidad, paleta de mil colores, ascensores hacia el cielo, una reineta con mantequilla, un reloj de flores, la casa de Neruda, el café de los poetas, la punta del cerro, los buses en permanente porfía contra el tiempo, los pasteles ricos, los colores de las casas, las casas de colores, las frutas, el pescado, la madera, el hierro forjado, los churros con manjar y la sonrisa de Lorena mirando al mar.
Eres un arco iris de múltiples colores
tu valparaíso puerto principal
tus mujeres son blancas margaritas
todas ellas arrancadas de tu mar
Al mirarte de playa ancha lindo puerto
allí se ven las naves al salir y al entrar
el marino te canta esta canción
yo sin ti no vivo puerto de mi amor
Del cerro los placeres yo me pase al barón
me vine al cordillera en busca de tu amor
te fuiste al cerro alegre y yo siempre detrás
porteña buena moza no me hagas sufrir mas
la plaza de la victoria es un centro social
o avenida pedro montt como tu no hay otra igual
mas yo quisiera cantarte con todito el corazón
torpedera de mi ensueño valparaíso de mi amor
En mis primeros años yo quise descubrir
la historia de tus cerros jugando al volantín
como las mariposas que vuelan entre las rosas
yo recorrí tus cerros hasta el ultimo confín
Yo me aleje de ti puerto querido
y al retornar de nuevo te vuelvo a contemplar
la joya del pacifico te llaman los marinos
y yo te llamo encanto como viña del mar
Del cerro los placeres... (repite coro)
Con todo mi corazón...hasta el ultimo confín con todo mi corazón...yo te vengo a contemplarcon todo mi corazón...valparaíso de mi amorcon todo mi corazón...como tu no hay otra igual con todo mi corazón...valparaíso de mi amor,con todo mi corazón...valparaíso de mi amor!!!
Eres un arco iris de múltiples colores
tu valparaíso puerto principal
tus mujeres son blancas margaritas
todas ellas arrancadas de tu mar
Al mirarte de playa ancha lindo puerto
allí se ven las naves al salir y al entrar
el marino te canta esta canción
yo sin ti no vivo puerto de mi amor
Del cerro los placeres yo me pase al barón
me vine al cordillera en busca de tu amor
te fuiste al cerro alegre y yo siempre detrás
porteña buena moza no me hagas sufrir mas
la plaza de la victoria es un centro social
o avenida pedro montt como tu no hay otra igual
mas yo quisiera cantarte con todito el corazón
torpedera de mi ensueño valparaíso de mi amor
En mis primeros años yo quise descubrir
la historia de tus cerros jugando al volantín
como las mariposas que vuelan entre las rosas
yo recorrí tus cerros hasta el ultimo confín
Yo me aleje de ti puerto querido
y al retornar de nuevo te vuelvo a contemplar
la joya del pacifico te llaman los marinos
y yo te llamo encanto como viña del mar
Del cerro los placeres... (repite coro)
Con todo mi corazón...hasta el ultimo confín con todo mi corazón...yo te vengo a contemplarcon todo mi corazón...valparaíso de mi amorcon todo mi corazón...como tu no hay otra igual con todo mi corazón...valparaíso de mi amor,con todo mi corazón...valparaíso de mi amor!!!
sábado, 23 de octubre de 2010
Dylan por todas partes
Aluvión de discos de Bob Dylan, manos arriba, preparen las carteras. La caja de los ocho primeros álbumes, la novena entrega de Bootleg Series y un directo inédito del 63 se disputan al dylanita de aquí a los merry chrismas. En total, a precio oficial, saldría la broma por más de ciento veinte moniatos, pero se admiten trucos del almendruco en los amazones, de tal modo que escudriñando entre las tiendas virtuales de Usa, Uk y Francia, descubrimos cajas a 55 "leuros" y ofertas de dos por uno, entre otras rebajas, por así decirlo.
Ahí va un artículo de Manrique sobre la publicación del número 9 de las Bootleg Series, dedicado a los inicios del trovador, del 62 al 64.
Perdón a los mineros
Vergüenza del presunto periodismo español, los de A3 tendrían que pedir perdón a los mineros chilenos, y de paso a la audiencia latinoamericana, por el bochornoso espectáculo de ayer, del que sólo se salvaron precisamente los mineros. Canallas de la farándula, preguntas sonrojantes, un estilo lamentable. Los protagonistas, recién llegados de un largo viaje, para los cuatro su primer viaje en avión, con el jet lag marcado en sus rostros, apenas pudieron reaccionar ante tamaña insidia de los presuntos, que dieron muestras de que únicamente saben enfrentarse al montaje, la mentira, los entrevistados de cartón piedra, putas, maricones, ladronzuelos, amantes despechados, gente que vende a su padre, etc. Cuando se les presenta la realidad delante, se cagan, la cagan. O exhiben su podredumbre y mezquindad, tan propios de este país de trepas y canallas. Mira que preguntar a un minero si pensó en suicidarse, o el regalito del traje de novia, o el embuste de la amante y la mujer cabreada, o la manía de echar a pelear a los mineros, y así hasta el infinito. Como símbolo del dislate, la presunta Nieves Herrero, pionera de la basura. Pensarán que no recordamos el show del crimen de Alcasser. Pues los chilenos, unidos, discretos, sobrios, no fueron al trapo, salieron airosos del trance, mientras se confirmaba la claudicación definitiva del periodismo español.
En Chile, cuya prensa seria trata el tema con delicadeza, están indignados.
viernes, 22 de octubre de 2010
Veneno del sur
será algún dios, quizá una conjunción de planetas, pero cuando vienen mal dadas es mejor no tener miedo. Un error de cálculo, un rencor incurable, el tiempo, la envidia, cualquier anomalía de la naturaleza abre una herida. Una bronca, una crisis, una guerra. Soplan vientos de cambio y desconsuelo. Ahí va la letra de "Dice la gente", de Kiko Veneno:
Dice la gente/ que de algo hay que vivir/ que sólo se muere una vez/ yo creo que eso no es así/ se muere muchas veces/ yo siempre muero por ti/ Nos matará el camión/ que nos llena la nevera/ camino de Benidorm/ un día de primavera/ Nos matará el café/ nos matará la droga/ nos matará tal vez/ un hombre bueno con pistola/ Dice la gente que de algo hay que vivir / que sólo se muere una vez/ yo creo que eso no es así/ Se muere muchas veces/ yo siempre muero por ti/ Dice la gente/ que siempre se está empezando/ que todo vuelve a su fin/ que sólo se muere una vez/ yo creo que eso no es así/ Se muere uno muchas veces/ yo siempre muero por ti/ se muere uno tantas veces/ yo siempre muero por ti/ Dice la gente
El cancionero de Kiko Veneno nos atrapó desde el primer Veneno del 77, por su luminosidad, aparente sencillez y punto canalla y surrealista. Tantos años después del descubrimiento, que ahora aplaude tol mundo pero en su tiempo apenas causó sensación más que ná porque ni los medios ni las discográficas le dieron bola, Kiko renueva su colección con piezas variopintas, algunas de ellas muy bonitas, otras quizá redundantes y más de una sorpresita y cierta demostración de madurez artística y maestría a la hora de escribir imágenes y sugerencias, esa manera que tiene Kiko de dejarlo caer no tiene parangón.
Kiko ama Andalucía desde que recaló en Sevilla, aunque antes pasó temporadas en Cádiz. No dio el pelotazo hasta los noventa, con Échate un Cantecito, piedra angular del rock con acento andaluz. El catalán del sur ya había facturado discos de categoría, alternándolos con trabajos irregulares. Una noche del verano del 93 cantó en Rota, fuimos a cubrir el concierto y a los postres departimos con los artistas, alguien ofreció su casa para tomar unas copas y se vinieron Kiko, Antonio Smash y Raimundo Amador. Vaya trío. Antoñito Rodríguez y Raimundo coincidieron en el mismo coche donde improvisamos la percusión de un tema de Bob Marley, a instancias del mítico batería, del legendario músico sevillano. "Tú haces fssssss, tú haces clack clack, y vostoros dum dum", fue diciendo el tío con todo el arte del mundo, y quedó un momento irrepetible. Luego, en una casa de campo en El Puerto, se sentaron alrededor de una mesa los artistas con total naturalidad. Raimundo hipnotizó al perro, que permaneció toda la velada echao bajo su silla, y luego habló un rato sobre Juanito Valderrama, flamenco, etc. Lo pasamos bien. A las tantas devolvimos a los músicos a su hotel roteño. Va la letra de "Andalucía", de su nuevo disco.
Andalucía/ la ropa tendía/ las uñas partías/ duerme una guitarra en el sofá/ La fiesta, los bares/ el olor a lejía/ las puertas abiertas/ aunque sea en invierno de par en par/ Por la ventana/ sale la comida/ boquerones fritos y papas aliñás/ Andalucía/ despierta a la alegría/ que el sol vuelve a calentar/ Andalucía/ en pijama todavía/ el jamón de cada día/ el campo y las casitas blanqueás/ El compás y el aire/ que nunca te falten/ las gambas cocías/ la cervecita muy frÍa y con mucho gas/ Andalucía/ tú lo sabías/ que yo te quería/ te miraba y me callabas/ niña presumía/ pero nunca te decía ná/ Dímelo otra vez/ que te he escuchao muy bien/ pero me gusta oír cómo me lo dices/ Andalucía/ tu desconfía/ de los golpecitos/ en la espalda que sólo te quieren halagar/ el vino y el arte/ la mecha prendía/ las uñas partías/ duerme una guitarra en el sofá/ Andalucía/ tú lo sabías/ y yo no te decía ná/ dímelo otra vez/ que te he escuchao muy bien/ pero me gusta oír cómo me lo dices.
Dice la gente/ que de algo hay que vivir/ que sólo se muere una vez/ yo creo que eso no es así/ se muere muchas veces/ yo siempre muero por ti/ Nos matará el camión/ que nos llena la nevera/ camino de Benidorm/ un día de primavera/ Nos matará el café/ nos matará la droga/ nos matará tal vez/ un hombre bueno con pistola/ Dice la gente que de algo hay que vivir / que sólo se muere una vez/ yo creo que eso no es así/ Se muere muchas veces/ yo siempre muero por ti/ Dice la gente/ que siempre se está empezando/ que todo vuelve a su fin/ que sólo se muere una vez/ yo creo que eso no es así/ Se muere uno muchas veces/ yo siempre muero por ti/ se muere uno tantas veces/ yo siempre muero por ti/ Dice la gente
El cancionero de Kiko Veneno nos atrapó desde el primer Veneno del 77, por su luminosidad, aparente sencillez y punto canalla y surrealista. Tantos años después del descubrimiento, que ahora aplaude tol mundo pero en su tiempo apenas causó sensación más que ná porque ni los medios ni las discográficas le dieron bola, Kiko renueva su colección con piezas variopintas, algunas de ellas muy bonitas, otras quizá redundantes y más de una sorpresita y cierta demostración de madurez artística y maestría a la hora de escribir imágenes y sugerencias, esa manera que tiene Kiko de dejarlo caer no tiene parangón.
Kiko ama Andalucía desde que recaló en Sevilla, aunque antes pasó temporadas en Cádiz. No dio el pelotazo hasta los noventa, con Échate un Cantecito, piedra angular del rock con acento andaluz. El catalán del sur ya había facturado discos de categoría, alternándolos con trabajos irregulares. Una noche del verano del 93 cantó en Rota, fuimos a cubrir el concierto y a los postres departimos con los artistas, alguien ofreció su casa para tomar unas copas y se vinieron Kiko, Antonio Smash y Raimundo Amador. Vaya trío. Antoñito Rodríguez y Raimundo coincidieron en el mismo coche donde improvisamos la percusión de un tema de Bob Marley, a instancias del mítico batería, del legendario músico sevillano. "Tú haces fssssss, tú haces clack clack, y vostoros dum dum", fue diciendo el tío con todo el arte del mundo, y quedó un momento irrepetible. Luego, en una casa de campo en El Puerto, se sentaron alrededor de una mesa los artistas con total naturalidad. Raimundo hipnotizó al perro, que permaneció toda la velada echao bajo su silla, y luego habló un rato sobre Juanito Valderrama, flamenco, etc. Lo pasamos bien. A las tantas devolvimos a los músicos a su hotel roteño. Va la letra de "Andalucía", de su nuevo disco.
Andalucía/ la ropa tendía/ las uñas partías/ duerme una guitarra en el sofá/ La fiesta, los bares/ el olor a lejía/ las puertas abiertas/ aunque sea en invierno de par en par/ Por la ventana/ sale la comida/ boquerones fritos y papas aliñás/ Andalucía/ despierta a la alegría/ que el sol vuelve a calentar/ Andalucía/ en pijama todavía/ el jamón de cada día/ el campo y las casitas blanqueás/ El compás y el aire/ que nunca te falten/ las gambas cocías/ la cervecita muy frÍa y con mucho gas/ Andalucía/ tú lo sabías/ que yo te quería/ te miraba y me callabas/ niña presumía/ pero nunca te decía ná/ Dímelo otra vez/ que te he escuchao muy bien/ pero me gusta oír cómo me lo dices/ Andalucía/ tu desconfía/ de los golpecitos/ en la espalda que sólo te quieren halagar/ el vino y el arte/ la mecha prendía/ las uñas partías/ duerme una guitarra en el sofá/ Andalucía/ tú lo sabías/ y yo no te decía ná/ dímelo otra vez/ que te he escuchao muy bien/ pero me gusta oír cómo me lo dices.
miércoles, 20 de octubre de 2010
The Who, de nuevo
Qué alegría produce escuchar la misma cantinela acerca de lo que queda del grupo más grande de la historia del rock, aunque suene rimbombante, The Who de nuevo. Pete Townsend anuncia nuevo disco y gira "por mera diversión". Suena conocido, otras veces no se cumplieron las expectativas, la voz y la guitarra de los Who vivirán siempre unidos de una u otra manera, así es, así fue desde la nada tierna adolescencia, así que aguardamos sentados pero ansiosos. El último álbum data del 06, no fue gran cosa, pero rularon por el mundo y tocaron en España. Antes, mucho antes, los Who resucitaron unas cuantas veces, se evaporaron otras tantas, pero ahí está su legado, aún vivo.
domingo, 17 de octubre de 2010
Lindo blues del Guadalete
Jimmy Burns llena Milwaukee de clásicos de la música negra
De vuelta al Delta del Guadalete. Lleno en Milwaukee. Cálido ambiente para disfrutar del blues, menuda paradoja, y rendir pleitesía a un clásico. Jimmy Burns abre fuego con "Whole lot of lovin'", un montón de amor, y guiña a las chicas de toda edad y condición. Antes, rechaza una botella de Jack Daniels que le acerca Carlos Anelo al camerino; prefiere el coñac, y la coña marinera, pues emplea sus inequívocas armas de seducción durante el recital. No tiene que ser nadie ... Girls, girls. El bluesman de Chicago, aunque nacido a la vera del Mississipi, cautiva al personal. Noche de cadencias sin estridencias, la colección de metáforas que encierra la música afroamericana y una falta de respeto absoluta por parte de los de siempre, gente que acude a un concierto a charlar a viva voz, casi a grito limpio. El de la camisa por fuera, su compi con sombrero negro, la rubia del pelo recogido. Hay gente a quien le pones música y se lía a charlar de lo que sea. Pruebe con la familia, con los amigos. Hay gente muy pesada. Y negros tan auténticos como Jimmy Burns, "un señor tan mayor", dice alguien de junto. No hay edad. Ni vergüenza. Jimmy continúa cortejando a las mujeres, no cesa de dirigirse a ellas. "Valiente viejo verde", sueltan con guasa y cariño. Las tres uves de un tío con sombrero, la cartera en el bolsillo superior de la camisa, y un poderío total a la hora de susurrar, entonar o recitar sus blues con alma libre. Risa traviesa y contagiosa. Pulso y púa. Un buen grupo de mercenarios italianos y españoles detrás. Público entendido, con apellidos de músicos portuenses en la primera fila: Delgado, Bastida ... Y el bromista Burns incendiando la escena de blues y algo de soul, fraseo impresionante en "Talk to me", silencios muy expresivos y riffs de guitarras para celebrar. Otros ritmos invitan a bailar lento, algunas parejas se agarran al cuello mientras suena la célebre "Stand by me" de Leiber & Stoller, la misma que Silvio bautizó como "Rezaré". Jimmy Burns dice que no quiere sexo, sólo amistad con una linda muchacha, pero sus canciones convidan al apareamiento, hablan de trenes y corazones.
La foto es de Fito Carreto
Octubre, Cultura, Diario de Cádiz
De vuelta al Delta del Guadalete. Lleno en Milwaukee. Cálido ambiente para disfrutar del blues, menuda paradoja, y rendir pleitesía a un clásico. Jimmy Burns abre fuego con "Whole lot of lovin'", un montón de amor, y guiña a las chicas de toda edad y condición. Antes, rechaza una botella de Jack Daniels que le acerca Carlos Anelo al camerino; prefiere el coñac, y la coña marinera, pues emplea sus inequívocas armas de seducción durante el recital. No tiene que ser nadie ... Girls, girls. El bluesman de Chicago, aunque nacido a la vera del Mississipi, cautiva al personal. Noche de cadencias sin estridencias, la colección de metáforas que encierra la música afroamericana y una falta de respeto absoluta por parte de los de siempre, gente que acude a un concierto a charlar a viva voz, casi a grito limpio. El de la camisa por fuera, su compi con sombrero negro, la rubia del pelo recogido. Hay gente a quien le pones música y se lía a charlar de lo que sea. Pruebe con la familia, con los amigos. Hay gente muy pesada. Y negros tan auténticos como Jimmy Burns, "un señor tan mayor", dice alguien de junto. No hay edad. Ni vergüenza. Jimmy continúa cortejando a las mujeres, no cesa de dirigirse a ellas. "Valiente viejo verde", sueltan con guasa y cariño. Las tres uves de un tío con sombrero, la cartera en el bolsillo superior de la camisa, y un poderío total a la hora de susurrar, entonar o recitar sus blues con alma libre. Risa traviesa y contagiosa. Pulso y púa. Un buen grupo de mercenarios italianos y españoles detrás. Público entendido, con apellidos de músicos portuenses en la primera fila: Delgado, Bastida ... Y el bromista Burns incendiando la escena de blues y algo de soul, fraseo impresionante en "Talk to me", silencios muy expresivos y riffs de guitarras para celebrar. Otros ritmos invitan a bailar lento, algunas parejas se agarran al cuello mientras suena la célebre "Stand by me" de Leiber & Stoller, la misma que Silvio bautizó como "Rezaré". Jimmy Burns dice que no quiere sexo, sólo amistad con una linda muchacha, pero sus canciones convidan al apareamiento, hablan de trenes y corazones.
La foto es de Fito Carreto
Octubre, Cultura, Diario de Cádiz
Ovnis en la Bahía de Cádiz
He visto un ovni. En la Bahía de Cádiz estamos habituados a descubrir señales raras en el cielo, y en las inmediaciones de la Base de Rota, más. Dicen que la Bahía se producen avistamientos de objetos no identificados desde tiempos inmemoriales, y hasta sitúan un cráter la mar de enigmático en los fondos del mar, bajo el puente Carranza. Aquí solemos ver y aeroplanos yanquis sobrevolar pegaditos a las casas, con total impunidad, arremetiendo contra el silencio de un modo abrumador. La otra noche me pareció observar un avión, o algo parecido, posarse en el aire y frenar el tiempo en seco, mientras guiñaba al mundo en mil colores. Quizá fuese un harrier, capaz de suspenderse en el espasio sideral. Pero lo que vi días más tarde en casa de un amigo fue un ovini. Pronto habrá imágenes. Grabó una secuencia de alrededor de media hora, en la playa de La Puntilla, en El Puerto de Santa María, que invita a reflexionar. Ocurrió en la primera semana de septiembre. En algunos foros sobre misterio aseguran que entre el 5 y el 7 se registró una oleada de ovnis en este rincón del planeta, he leido testimonios de gente de Alicante, de Barcelona, y algunos de la provincia de Cádiz que no coinciden plenamente con lo que el amigo ha grabado pero guarda cierta relación. Luna llena, un objeto cilíndrico enorme y plenamente iluminado se mueve por la pantalla en zig zag vertiginoso, a velocidad desconocida. Asombra ver cómo sube y baja una montaña imaginaria, corre hacia adelante y luego vuelve sobre sus pasos, sin dar marcha atrás, encadena movimientos que nunca podría emular un avión convencional. Y deja a su paso una kilométrica estela de espuma de luz, compacta, adherida al cilindro, en permanente trasiego nocturno. Así un rato hasta que la pantalla se llena de mensajes encriptados, algo parecido a planos de diversos colores, letras, cifras, figuras, más planos. Como si alguien estuviera transmitiéndolos o reflejándolos, pues el amigo confirma que a través del platillo o lo que fuera aparecían más mensajes, planos, colores nuevos, durante un rato interminable. Nadie ha manipulado la imagen, imposible. Todo un misterio por resolver o no. No siempre los misterios necesitan claves para lograr su objetivo. Se admiten mil teorías, pero estos son los hechos. Qué sabe nadie.
sábado, 16 de octubre de 2010
La Pepa se va de marcha
Juan Luis Guerra, Miguel Bosé, Calle 13 y compañía, en el macroncierto de La Isla
Cuando La Pepa escuche esta noche algunas letras de Calle 13, el grupo rapero que clama por Puerto Rico libre, quizá entienda que a la libertad le resta mucho camino por recorrer. Los descamisados maestros de la rima sincopada participarán, como gancho para el público juvenil, en el festival que la cadena MTV y el Consorcio para el Bicentenario han organizado como remate de los fastos del Diez en La Isla, compartiendo escenario con Juan Luis Guerra, Miguel Bosé, Efecto Mariposa y Vicente García. Esperan a 40.000 personas en el recinto ferial La Magdalena.
El macroconcierto se retransmitirá para una audiencia potencial de 640 millones de hogares en todo el mundo, los días 26 y 28 de octubre para España y en febrero para el público mayormente latinoamericano. La Pepa, en diferido, las cosas de la tele que reinó en el mundo durante la era del video y que hoy busca fieles en el mundo latino. Trabajito ha costado confeccionar el cartel de esta noche, tras muchos meses de gestiones y contactos. Los promotores se toparon con multitud de dificultades por mor del ajuste de fechas en las giras de los artistas en cuestión (en principio se habló de traer a un impresionante elenco de cantantes latinos), la negativa de algunos cantantes y grupos a actuar en festivales de entrada gratuita como el de hoy, y otras circunstancias. No están todos los deseados, ni se atendieron propuestas de postín, por diversos motivos. Pero aquí están. Lloverá café en el campo.
Trescientos profesionales al servicio de la grabación del concierto, once cámaras, la típica parafernalia y un par de amigos de toda la vida, Juan LUis Guerra y Miguel Bosé, al frente de la escena. El artista dominicano vuelve a la provincia gaditana dieciocho años después de su concierto en el colegio La Salle de Puerto Real, en el verano del 92, con la Expo y el V Centenario del Descubrimiento de América como telón de fondo. Otro acontecimiento histórico cita al dominicano en la Bahía, ha llovido mucho café desde entonces, y hay gente a la que ya no le sube la bilirrubina, y el costo de la vida se ha puesto de aquella manera, y el artista ha engrosado las filas de los cristianos evangélicos y reposado su vida y su repertorio, aunque mantiene su amor por los ritmos de merengue, bachata, salsa, bolero y swing. Con quince grammys en su poder, Guerra ha retornado a la primera línea, tras una temporada de altibajos.
Miguel Bosé, también en fase de reinvención permanente, en continua evolución tras sus últimos trabajos discográficos, ejerce de imán de la afición variopinta que busca el festival de esta noche. Al conocer su participación en La Pepa Mtv, se estimó la posibilidad, o quizá el deseo, de que el artista madrileño reclutase a sus colegas de otros acontecmientos simbólicos o solidarios, tales como Shakira, Ricky Martin, Alejandro Snaz, Ricardo Arjona o Julieta Venegas. No obstante, no se descarta alguna sorpresa para hoy. Precisamente, Miguel Bosé anunció días atrás su renuncia a la Fundación Alas, de acción solidaria y ayuda a la infancia en América Latina, por el extraño manejo de ingresos y fondos económicos, y algunos medios indican que pronto abandonarán la entidad otros compañeros suyos como Juanes, Ricardo Montaner y el mismo Juan Luis Guerra.
Amén de los malagueños Efecto Mariposa y el cantautor dominicano Vicente García, los raperos de Calle 13 completan el heterogéneo cartel. Cerrarán el concierto sobre las doce de la noche, de acuerdo con las previsiones. Residente y compañía anuncian caña al mono, su habitual selección de rimas rebeldes al compás de ritmos caribeños. Los controvertidos y admirados artistas, que a nadie dejan indiferente, llegan al lugar perfecto, y en el momento preciso, para desgranar sus piezas reivindicativas, desde "Calma, pueblo" hasta "Querido FBI" o "Tributo a la Policía". Estos raperos conocen en letra propia la acción de la censura, montaron una buena el año pasado en los premios de la MTV cuando lucieron mensajes diversos en sus camisetas. Al loro La Pepa, imaginemos que esas presuntas libertades mantienen vigencia en América, la de los gringos y la del sur, o acaso nunca se pusieron en marcha. Libertades que se conquistan, se ganan o se pierden, cada día.
Octubre, Cultura, Diario de Cádiz
Cuando La Pepa escuche esta noche algunas letras de Calle 13, el grupo rapero que clama por Puerto Rico libre, quizá entienda que a la libertad le resta mucho camino por recorrer. Los descamisados maestros de la rima sincopada participarán, como gancho para el público juvenil, en el festival que la cadena MTV y el Consorcio para el Bicentenario han organizado como remate de los fastos del Diez en La Isla, compartiendo escenario con Juan Luis Guerra, Miguel Bosé, Efecto Mariposa y Vicente García. Esperan a 40.000 personas en el recinto ferial La Magdalena.
El macroconcierto se retransmitirá para una audiencia potencial de 640 millones de hogares en todo el mundo, los días 26 y 28 de octubre para España y en febrero para el público mayormente latinoamericano. La Pepa, en diferido, las cosas de la tele que reinó en el mundo durante la era del video y que hoy busca fieles en el mundo latino. Trabajito ha costado confeccionar el cartel de esta noche, tras muchos meses de gestiones y contactos. Los promotores se toparon con multitud de dificultades por mor del ajuste de fechas en las giras de los artistas en cuestión (en principio se habló de traer a un impresionante elenco de cantantes latinos), la negativa de algunos cantantes y grupos a actuar en festivales de entrada gratuita como el de hoy, y otras circunstancias. No están todos los deseados, ni se atendieron propuestas de postín, por diversos motivos. Pero aquí están. Lloverá café en el campo.
Trescientos profesionales al servicio de la grabación del concierto, once cámaras, la típica parafernalia y un par de amigos de toda la vida, Juan LUis Guerra y Miguel Bosé, al frente de la escena. El artista dominicano vuelve a la provincia gaditana dieciocho años después de su concierto en el colegio La Salle de Puerto Real, en el verano del 92, con la Expo y el V Centenario del Descubrimiento de América como telón de fondo. Otro acontecimiento histórico cita al dominicano en la Bahía, ha llovido mucho café desde entonces, y hay gente a la que ya no le sube la bilirrubina, y el costo de la vida se ha puesto de aquella manera, y el artista ha engrosado las filas de los cristianos evangélicos y reposado su vida y su repertorio, aunque mantiene su amor por los ritmos de merengue, bachata, salsa, bolero y swing. Con quince grammys en su poder, Guerra ha retornado a la primera línea, tras una temporada de altibajos.
Miguel Bosé, también en fase de reinvención permanente, en continua evolución tras sus últimos trabajos discográficos, ejerce de imán de la afición variopinta que busca el festival de esta noche. Al conocer su participación en La Pepa Mtv, se estimó la posibilidad, o quizá el deseo, de que el artista madrileño reclutase a sus colegas de otros acontecmientos simbólicos o solidarios, tales como Shakira, Ricky Martin, Alejandro Snaz, Ricardo Arjona o Julieta Venegas. No obstante, no se descarta alguna sorpresa para hoy. Precisamente, Miguel Bosé anunció días atrás su renuncia a la Fundación Alas, de acción solidaria y ayuda a la infancia en América Latina, por el extraño manejo de ingresos y fondos económicos, y algunos medios indican que pronto abandonarán la entidad otros compañeros suyos como Juanes, Ricardo Montaner y el mismo Juan Luis Guerra.
Amén de los malagueños Efecto Mariposa y el cantautor dominicano Vicente García, los raperos de Calle 13 completan el heterogéneo cartel. Cerrarán el concierto sobre las doce de la noche, de acuerdo con las previsiones. Residente y compañía anuncian caña al mono, su habitual selección de rimas rebeldes al compás de ritmos caribeños. Los controvertidos y admirados artistas, que a nadie dejan indiferente, llegan al lugar perfecto, y en el momento preciso, para desgranar sus piezas reivindicativas, desde "Calma, pueblo" hasta "Querido FBI" o "Tributo a la Policía". Estos raperos conocen en letra propia la acción de la censura, montaron una buena el año pasado en los premios de la MTV cuando lucieron mensajes diversos en sus camisetas. Al loro La Pepa, imaginemos que esas presuntas libertades mantienen vigencia en América, la de los gringos y la del sur, o acaso nunca se pusieron en marcha. Libertades que se conquistan, se ganan o se pierden, cada día.
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viernes, 15 de octubre de 2010
Jimmy Burns, en el templo del blues
El legendario músico americano amplía esta noche el rico historial de la sala Milwaukee
En la ribera del Guadalete, en pleno corazón de El Puerto de Santa María, suena el blues de un modo especial. Esta noche toca Jimmy Burns, leyenda viva del Delta del Mississipi, precursor del rock & roll y maestro del soul. Un tipo con un estilo peculiar y audaz que engrosará la rica y heterogénea relación de artistas que han pasado por el templo del blues portuense, la sala Milwaukee, madera de música negra, punto de encuentro de los buenos aficionados al rock, jazz y demás músicas sincopadas, que desde hace muchos años organiza conciertos, exposiciones y todo tipo de actividades culturales.
Esta noche toca música de verdad. El guitarrista y cantante Jimmy Burns, que aprendió casi todo lo que sabe en la calle y en las iglesias, que conoce al dedillo la música secular del gospel, el folk-blues y todos los palos del género afromaericano que contagió al mundo, ofrece hoy una lección magistral a quien quiera impregnarse de su particular encanto escénico. No hay edad. Ni fronteras. Bien lo supieron los viejos cantantes de blues cuando Jeff Beck, Clapton y compañía rescataron el blues y lo situaron en la vanguardia de los años setenta en puro hermanamiento con el rock. Burns tuvo su primer grupo a los dieciséis años, y en Chicago, la meca del viento y del blues moderno, electrificó lo aprendido, no en vano su padre participó como artista en los antiguos medicine shows y su hermano mayor tocó con John Lee Hooker. Por la paleta de colores de Burns, no obstante, desfilan también tonalidades de soul y dudúa, con hermosas y curiosas pinceladas vocales que influenciaron a músicos de todas las hechuras.
Carlos Anelo, el incansable gerente de Milwaukee, gran aficionado a la música con fino olfato y buen gusto, ha convocado en su local a artistas como Hook Herrera, Raimundo Amador, Vargas Blues Band, Eddie Campbell y Katherine Davis, entre otros. Hoy recibe a un músico extraordinario, en gira por España e Italia.
En la ribera del Guadalete, en pleno corazón de El Puerto de Santa María, suena el blues de un modo especial. Esta noche toca Jimmy Burns, leyenda viva del Delta del Mississipi, precursor del rock & roll y maestro del soul. Un tipo con un estilo peculiar y audaz que engrosará la rica y heterogénea relación de artistas que han pasado por el templo del blues portuense, la sala Milwaukee, madera de música negra, punto de encuentro de los buenos aficionados al rock, jazz y demás músicas sincopadas, que desde hace muchos años organiza conciertos, exposiciones y todo tipo de actividades culturales.
Esta noche toca música de verdad. El guitarrista y cantante Jimmy Burns, que aprendió casi todo lo que sabe en la calle y en las iglesias, que conoce al dedillo la música secular del gospel, el folk-blues y todos los palos del género afromaericano que contagió al mundo, ofrece hoy una lección magistral a quien quiera impregnarse de su particular encanto escénico. No hay edad. Ni fronteras. Bien lo supieron los viejos cantantes de blues cuando Jeff Beck, Clapton y compañía rescataron el blues y lo situaron en la vanguardia de los años setenta en puro hermanamiento con el rock. Burns tuvo su primer grupo a los dieciséis años, y en Chicago, la meca del viento y del blues moderno, electrificó lo aprendido, no en vano su padre participó como artista en los antiguos medicine shows y su hermano mayor tocó con John Lee Hooker. Por la paleta de colores de Burns, no obstante, desfilan también tonalidades de soul y dudúa, con hermosas y curiosas pinceladas vocales que influenciaron a músicos de todas las hechuras.
Carlos Anelo, el incansable gerente de Milwaukee, gran aficionado a la música con fino olfato y buen gusto, ha convocado en su local a artistas como Hook Herrera, Raimundo Amador, Vargas Blues Band, Eddie Campbell y Katherine Davis, entre otros. Hoy recibe a un músico extraordinario, en gira por España e Italia.
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Contradanza de fuego
Contradanza del mundo de la luz. La biodiversidad del folklore y la poesía de todos los tiempos. Doce años de aguante, un quinteto de voces y sones genuinos, tres discos a cada cual más puntero, la riqueza inmaterial del ser urbano andaluz. Contradanza del ritmo a verlas venir, sin vivir de la música, sin morir de vanidad, a punto de caramelo. Contradanza actúa esta noche en la sala W. Traen instrumentos de verdad, letras de ayer y de hoy, ecos del futuro, buenas críticas y un público fiel. "No tenemos vocación de ser mayoritarios, pero no podemos quejarnos". La gira de otoño, un soplo de vida. Artistas en Ruta, un cable. Contradanza posee, en sintonía con su manera de hacer las cosas, un público variopinto, entendido, agradecido y atento a la jugada. "Estamos en tierra de nadie y en tierra de todo el mundo", ilustra Ricardo de Castro, isleño de voz impar, que habla en boca del heterogéneo grupo compuesto por elementos también diversos de la Andalucía Occidental, donde "el flamenco es una bendición pero también un problema".
Si Contradanza trabaja mayormente con herramientas populares, músicas ancestrales, nueva poesía, actitudes pop y guiños al jazz, entre otros ingredientes que se van sumando a la fiesta, los romanceros tradicionales ocupan un espacio esencial. Ricardo subraya la calidad y cantidad de romanceros de tradición oral en la provincia gaditana, elogia la labor del equipo de la Universidad de Cádiz que ha investigado a fondo y publicado varios trabajos a pie de campo, una base patrimonial de valor incalculable al estilo Alan Lomax. "Es una de nuestras fuentes, un tesoro andaluz en toda regla, por eso digo que el flamenco es una bendición y un problema, porque el flamenco tira mucho y quizá no se conozcan otras músicas debido a su hegemonía. El flamenco usa como fuentes los romanceros y otros legados andaluces, ya se sabe, músicas orientales y músicas del sur. Nosotros mismos, todo sea dicho, también bebemos de muchas fuentes", en virtud de la cultura musical de los cinco músicos, quienes estiman que "para defender las propuestas que salen de Andalucía hay que construir espacios diferentes". Dar cabida a todos. Contradanza lo hace a su modo, abre su mundo, a poetas como Juan José Téllez, Javier Egea o Ferrán Fernández y a músicos como Andreas Pritwitz, maestro de los vientos que también ha tocado casi todos los palos del espectro musical hispano, el guitarrista que colaboró con el eterno Silvio, El Pájaro, o la sección de metales de La Banda de la María. Notable elenco para el tercer álbum de Contradanza. "Nos da igual que las letras tengan siete siglos o dos meses de existencia", apunta quien las canta, Ricardo. Contradanza de cuarentones de largo recorrido que han evolucionado, sin apenas forzar la máquina, del formato acústico al mp3, del directo a la red. Contradanza del mundo del sonido. La humanización de la tecnología. La verdad folk del espacio sideral. Contradanza y el prestigio bien ganado.
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Si Contradanza trabaja mayormente con herramientas populares, músicas ancestrales, nueva poesía, actitudes pop y guiños al jazz, entre otros ingredientes que se van sumando a la fiesta, los romanceros tradicionales ocupan un espacio esencial. Ricardo subraya la calidad y cantidad de romanceros de tradición oral en la provincia gaditana, elogia la labor del equipo de la Universidad de Cádiz que ha investigado a fondo y publicado varios trabajos a pie de campo, una base patrimonial de valor incalculable al estilo Alan Lomax. "Es una de nuestras fuentes, un tesoro andaluz en toda regla, por eso digo que el flamenco es una bendición y un problema, porque el flamenco tira mucho y quizá no se conozcan otras músicas debido a su hegemonía. El flamenco usa como fuentes los romanceros y otros legados andaluces, ya se sabe, músicas orientales y músicas del sur. Nosotros mismos, todo sea dicho, también bebemos de muchas fuentes", en virtud de la cultura musical de los cinco músicos, quienes estiman que "para defender las propuestas que salen de Andalucía hay que construir espacios diferentes". Dar cabida a todos. Contradanza lo hace a su modo, abre su mundo, a poetas como Juan José Téllez, Javier Egea o Ferrán Fernández y a músicos como Andreas Pritwitz, maestro de los vientos que también ha tocado casi todos los palos del espectro musical hispano, el guitarrista que colaboró con el eterno Silvio, El Pájaro, o la sección de metales de La Banda de la María. Notable elenco para el tercer álbum de Contradanza. "Nos da igual que las letras tengan siete siglos o dos meses de existencia", apunta quien las canta, Ricardo. Contradanza de cuarentones de largo recorrido que han evolucionado, sin apenas forzar la máquina, del formato acústico al mp3, del directo a la red. Contradanza del mundo del sonido. La humanización de la tecnología. La verdad folk del espacio sideral. Contradanza y el prestigio bien ganado.
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Viva Chile
Misión cumplida, Chile. "¡Viva Chile mierda!" Treinta y tres razones más para amar a Chile. Viven todos. Y han conmovido al mundo. Necesitaban esta alegría los chilenos. Han dado una lección, una por cada minuto de liberación. Para reflexionar. Sin circos mediáticos. Produce tristeza comprobar cómo confunden algunos el espectáculo con la simple pero extrema realidad, demasiado cínico, demasiado insensible se muestra el soberbio occidente, cabreado nuevo rico venido a menos. Los que auguran películas, o no saben vivir la vida real y valoran más la ficción como vía de escape, o no se quieren enterar. Claro que habrá películas, pero ninguna mejor ni más fidedigna que la que hemos presenciado durante setenta días, cuyos actores han ofrecido lo mejor de sí, a pecho descubierto, uniendo sus capacidades por una sola meta. Quizá haya que conocer a los chilenos para explicar un poco lo sucedido. Aquí aplaudimos o permitimos cosas atroces, en casi todos los ámbitos, nos dejamos llevar por las vísceras y por el corazón de lata, dejamos escapar oportunidades de poner a mucha gente en su sitio, aparentamos lo que quizá no seamos capaces de ser, hasta hace poco gastábamos lo que no teníamos, hasta saliva, y ahora cualquiera nos quita esta tontería de lo alto: concedemos importancia a detalles estéticos o superfluos, pensamos malamente de casi todo, sólo pensamos en el maldito parné, queremos que nos solucionen la vida y cuando ocurre algo inesperado echamos la culpa a los demás, aunque haya resultado un éxito. En fin. Los chilenos han empezado de cero muchas veces, lo hacen cada mañana, y nadie les va a quitar lo bailao. Esta peli con final feliz merece la pena contarla de principio a fin, nunca más. No confundamos tampoco el periodismo de calidad con la basura, si el otro día criticamos a Cnn Plufff, en este instante nos rendimos a la maestría de Gabilondo.
El presidente, el ministro, los ingenieros y directivos de la minera estatal Codelco, los técnicos, los rescatistas liderados por Manuel González, el jefe don Luis y todos y cada uno de los mineros no son personajes, sino personas que han emocionado al mundo, han empleado la alta tecnología en provecho del hombre y han cumplido su misión sin alardear más de la cuenta, sin una palabra de más, a la vista de los focos, claro, pero con la dignidad por bandera.
El presidente, el ministro, los ingenieros y directivos de la minera estatal Codelco, los técnicos, los rescatistas liderados por Manuel González, el jefe don Luis y todos y cada uno de los mineros no son personajes, sino personas que han emocionado al mundo, han empleado la alta tecnología en provecho del hombre y han cumplido su misión sin alardear más de la cuenta, sin una palabra de más, a la vista de los focos, claro, pero con la dignidad por bandera.
Va un enlace interesante, un artículo titulado "Una buena noticia, por fin".
Habituada a observar al mundo a pie de cordillera o asomada al Pacífico, Chile ha sido esta vez el corazón del mundo o algo así, se han escrito muchas cosas estos días, se han leído topicazos pero también reportajes maravillosos. Chile inspira ahora, ojalá sirva el rescate para promover las mejoras en las condiciones laborales en Chile y el resto del mundo, y si los mineros ganan unos milloncejos con las exclusivas, qué coño, la noticia para el que se la trabaja en Atacama, bajo la tierra de Copiapó, lindo nombre, Copiapó.
Los ladrones
Estos tíos son unos ladrones. Nada nuevo. Vaya caterva. Se repartieron el botín de la crisis sin la menor compasión, los escrúpulos son cosa de niños. Los causantes del presunto crack financiero mundial, nacido al calor de Wall Street, entregan ahora primas multimillonarias y se quedan con la mejor parte, of course. Y no pasa nada.
miércoles, 13 de octubre de 2010
El mundo entero con ellos
Ahí está Mario Sepúlveda, el superminero chileno, que salió de la mina San José con la sonrisa en los labios y unos regalitos pa las autoridades: un pedrusco por cabeza. Bromeó con todos, pidió a los periodistas que no traten a los obreros como a artistas, sino como a trabajadores que son de la esperanza, y cautivó al mundo. El mundo entero, con los mineros chilenos. Ya salieron doce más uno. Qué emoción. Como dijo Piñera, habrá que aprender la lección. Políticos y empresarios, obligados ya moralmente a aplicar medidas de seguridad en el trabajo. La tragedia no ocurrió por casualidad, del mismo modo que el rescate no significa un milagro, sino el resultado de un trabajo bien hecho. Escaleras hacia el cielo y hacia el infierno, dignidad para los obreros. Salud para los mineros y para el pueblo chileno. ¿Se fijaron en la suavidad del lenguaje de rescatadores y mineros? Como dice Lorena, en España somos muy brutos para estas cosas, gruñimos, ordenamos, nos quejamos a la primera, mientras que los chilenos lo hacen cantadito, oiga, "tengan cuidado de dejar la puerta cerradita", conminaba un técnico en plena operación de rescate, con la tierra a corazón abierto.
Prima Donna, Hollywood rock
Jovencitos imberbes con mucha cultura de rock & roll. Prima Donna, el quinteto americano que practica el punk y el glam con tal eficiencia que fue elegido casi por aclamación como telonero de los Green Day en su gira mundial, recala hoy en Cádiz (sala Supersonic) a bordo de su máquina de electricidad e inspiración. Trescientos conciertos en tres años, dos álbumes muy aplaudidos, un directo demoledor que, según cuentan, se transforma en un "remolino de colores, energía, bravuconadas, volumen y una avalancha de pegadizos estribillos para cantar a coro", reza la promoción del grupo. Basta con escuchar un par de piezas de la banda para distinguir influencias del punk más transgresor y el glam de los 70, desde los Ramones a Bowie, por citar un par de ejemplos distantes, aparentemente contrapuestos.
Atentos a la autodefinición del grupo, pura mercadotecnia de la vehemencia: "Beautiful punk fantastic sexy pornography", ahí quedó. Promiscuos y altaneros, explosivos y densos en ciertos momentos, los Prima Donna han compartido cartel con leyendas del punk como Sham 69, Vinrators, UK Subs y otros.
El vocalista y guitarrista del grupo, Kevin Preston, participa también en el proyecto paralelo del líder de Green Day, Billy Joe Armstrong, el combo Foxboro Hot Tubs. Otoño calentito en Cádiz, ojo a la cartelera de conciertos.
El futuro es de los viejos, adiós Monkey Week
Ahora sí que no hay futuro. Anarquía financiera, caos filosófico, glaciares en proceso de descomposición, insumisión a Lady Caca. ¿Dónde estaba toda esta gente en el 77? Más público que nunca, mayormente talludito, en el Monasterio de la Derrota. Ambientazo en el patio, en los contornos, en el aparcamiento, donde confluyeron dos botellones, uno rockero y otro a lo pitingo. Al garete la electrónica, más madera, guitarras y cerveza. Punkies de franquicia, punkies de pasarela. Adiós al mono, adiós con el corazón y con las vísceras. Los Buzzcocks pidiendo la independencia del mono.
Tras jugar al ibertren con los caballitos de Dusseldorf o hacer el indie con el nota de la nota suspendida en el aire, el personal cierra filas en torno a los legendarios Buzzcocks, la razón de ser y de estar para bastantes espectadores de las noches del Monkey Week. No decepcionaron los viejos Buzzcocks. En el Penal de El Puerto siempre hubo muchos vascos, sobre todo al calor de la Guerra. La mítica cárcel portuense acogió a numerosos presos políticos vascos, que configuraron tras los barrotes una especie de "masa gris", universidad a distancia y de intercambio. Ilustración contra la muerte, fusilamientos al amanecer, agua baldada en el piso y llamadas a los presuntos juicios sumarísimos. Una mañana, un vasco con mucha retranca acudió al matarile a pecho descubierto y un mensaje pintado en el cuello: "Córtese por la línea de puntos". Eso eran punkies, como los Buzzcocks que rompieron la pana en El Puerto y congregaron en las primeras filas, para bailar el pogo, a decenas de cuarentones con todos los papeles perdidos. Gloria a los prejubilados del vicio.
Los Buzzcocks se mostraron enormes, energéticos, vacilones, atronadores. Y a tenor de sus caritas, sus gestos y sus palabras, lo pasaron de miedo. Enlazaron éxitos, muchos temas de sus primeros discos, diamantes en bruto, rocanroles con melodías ocultas, corazones de fuego. El cantante parece recién salido del bar Manolo. El guitarrista posturita no cesó de alimentar filias, un gran tipo para fotógrafos y camareros, a gustito, animador socio cultural, "ole, ole, ole", y a la postre, verdugo del pie de micro golpeado y revoleado como Dios manda. Shelley y Diggle dirigieron el cotarro con maestría, la gente botó en condiciones y pasó el tiempo raudo y veloz, en permanente pugna contra el aburrimiento, la autonomía del vámonos que nos vamos, el paraíso pobre o las promesas del pasado. Desfilaron los personaes y las historias de antaño, a golpe de vértigo, y los viejos demostraron que para dar diez mil vueltas a los snobs de pacotilla que gastan tanto tiempo y energía en aparentar sólo hay que dar vueltas. Sin respiro. Como los Ramones, salvando las distancias, claro. Todavía hay clases en el género punk ¿Dónde estabas tú en el 70 y tantos? Muerte al gafapastismo, cadenas masoquistas y cinturones de Gibraltar, a un paso de la autocomplacencia. El peligro reside en caer en las mismas tentaciones que repudias. Los punkies originales arrasaron en un par de años contra el poder musical establecido, los dinosaurios del rock, el virtuosismo alejado de la calle.
Tantas décadas después, escuchando a los entrañables Buzzcocks cavila uno en torno al bumerán, los tíos tocan una pieza de cinco minutos con solo de guitarra incluido, un sacrilegio en sus tiempos, y más vale no barruntar incoherencias, las cosas son como suenan, los Buzzcocks abren fuego dando los buenos días y cierran el quiosco clamando de aquella manera: "Fuckin' TV, revolution". Por cierto, en la previa de su concierto surgen de los altavoces, para gusto del espectador veterano, los Television del gran Tom Verlaine. Y mucho antes, como por arte de birlibirloque spanish bombs yo te quiero infinito, los murcianos Triángulo de Amor Bizarro despliegan su sonido de coctelera enciclopédica, de los 70 ingleses a los 80 madrileños, del Nueva York de los Dolls al desierto actual; no sería justo llamarles punkies de academia, pero los gachós tocan todos los palos del género, pop siniestro, o algo así. "Tarde o temprano todo el mundo recibe un disparo", cantan entre alfileres, pesadillas, cuerdas rotas, algún topicazo y buenas maneras. Simplemente poesía de la nada, efervescencias de la juventud, hermanos de sangre y publiquito con cara de bolero acelerado de dos minutos y medio.
Volviendo a los Buzzcocks, tuvieron detalles estéticos para las primeras filas y canciones rotundas para quienes entraban y salían del Monasterio en libertad condicional. Como dice un aparcacoches portuense, hombre péndulo a euro la cambayá, "de allí se escapó el Litri". ¿El Litri? Toreros ladrones de gallinas, letrados del ritmo, punkrockeros devoradores de pizzas, botellas de amor vacío, futuro imposible. Ahora sí que no hay futuro. El lema de la anarquía en UK, no hay futuro, viene al pelo, pruebe a ver Wall Street y luego escuche a los Sex Pistols o similares. La bomba de neutrones. Estamos rodeados. Entre el Ginferno y la Herbaliser, herederos de Joy Orbison, la prima portuense de Sid Vicious y el repertorio redondo de la útima noche del Monkey Week, que dejó para la posteridad un par de teorías más sobre el devenir y el veneno de la industria musical y su azaroso público. Teorías del sitio de paso, teorías del pesado de turno. El sitio de paso puede fijarse en cualquier rincón del recinto, los amantes de la Ley de Murphy saben que si encuentran un hueco, un cuelo maquiavelo en medio de la marea de aficionados medios independientes, siempre puede aparecer una impertinente pandilla de niñatos con sombreritos, dos parejas de tórtolas de Sobona y Gomorra o simplemente una racha de viento que se lleve todo por delante y por detrás. Por el sitio de paso también pasan, y a veces se paran, los pesados, grandes pesos pesados del palique infinito, que acuden a la llamada del señor silencio con ganas de dar el coñazo al prójimo más próximo. ¿Dónde estabas tú en el 77? Leyendo el Melody Maker en el cuarto baño de la casa de tu ...
Unos viejos con edad y hechuras de estar tirados a la bartola o disfrutando o perreando en sus particulares lunes al sol (conviene recordar que el punk británico nació por mor del paro industrial), firmaron acaso uno de los mejores momentos nocturnos del festival. Cada visitante tendrá su lista de favoritos y sus conciertos predilectos. Los caballitos, el nota de la nota, grandes ratitos a la vera del Guadalete. Adiós al puente de los descubrimientos. Holanda ya se ve. One, two, three, four ... guatifó.
Tras jugar al ibertren con los caballitos de Dusseldorf o hacer el indie con el nota de la nota suspendida en el aire, el personal cierra filas en torno a los legendarios Buzzcocks, la razón de ser y de estar para bastantes espectadores de las noches del Monkey Week. No decepcionaron los viejos Buzzcocks. En el Penal de El Puerto siempre hubo muchos vascos, sobre todo al calor de la Guerra. La mítica cárcel portuense acogió a numerosos presos políticos vascos, que configuraron tras los barrotes una especie de "masa gris", universidad a distancia y de intercambio. Ilustración contra la muerte, fusilamientos al amanecer, agua baldada en el piso y llamadas a los presuntos juicios sumarísimos. Una mañana, un vasco con mucha retranca acudió al matarile a pecho descubierto y un mensaje pintado en el cuello: "Córtese por la línea de puntos". Eso eran punkies, como los Buzzcocks que rompieron la pana en El Puerto y congregaron en las primeras filas, para bailar el pogo, a decenas de cuarentones con todos los papeles perdidos. Gloria a los prejubilados del vicio.
Los Buzzcocks se mostraron enormes, energéticos, vacilones, atronadores. Y a tenor de sus caritas, sus gestos y sus palabras, lo pasaron de miedo. Enlazaron éxitos, muchos temas de sus primeros discos, diamantes en bruto, rocanroles con melodías ocultas, corazones de fuego. El cantante parece recién salido del bar Manolo. El guitarrista posturita no cesó de alimentar filias, un gran tipo para fotógrafos y camareros, a gustito, animador socio cultural, "ole, ole, ole", y a la postre, verdugo del pie de micro golpeado y revoleado como Dios manda. Shelley y Diggle dirigieron el cotarro con maestría, la gente botó en condiciones y pasó el tiempo raudo y veloz, en permanente pugna contra el aburrimiento, la autonomía del vámonos que nos vamos, el paraíso pobre o las promesas del pasado. Desfilaron los personaes y las historias de antaño, a golpe de vértigo, y los viejos demostraron que para dar diez mil vueltas a los snobs de pacotilla que gastan tanto tiempo y energía en aparentar sólo hay que dar vueltas. Sin respiro. Como los Ramones, salvando las distancias, claro. Todavía hay clases en el género punk ¿Dónde estabas tú en el 70 y tantos? Muerte al gafapastismo, cadenas masoquistas y cinturones de Gibraltar, a un paso de la autocomplacencia. El peligro reside en caer en las mismas tentaciones que repudias. Los punkies originales arrasaron en un par de años contra el poder musical establecido, los dinosaurios del rock, el virtuosismo alejado de la calle.
Tantas décadas después, escuchando a los entrañables Buzzcocks cavila uno en torno al bumerán, los tíos tocan una pieza de cinco minutos con solo de guitarra incluido, un sacrilegio en sus tiempos, y más vale no barruntar incoherencias, las cosas son como suenan, los Buzzcocks abren fuego dando los buenos días y cierran el quiosco clamando de aquella manera: "Fuckin' TV, revolution". Por cierto, en la previa de su concierto surgen de los altavoces, para gusto del espectador veterano, los Television del gran Tom Verlaine. Y mucho antes, como por arte de birlibirloque spanish bombs yo te quiero infinito, los murcianos Triángulo de Amor Bizarro despliegan su sonido de coctelera enciclopédica, de los 70 ingleses a los 80 madrileños, del Nueva York de los Dolls al desierto actual; no sería justo llamarles punkies de academia, pero los gachós tocan todos los palos del género, pop siniestro, o algo así. "Tarde o temprano todo el mundo recibe un disparo", cantan entre alfileres, pesadillas, cuerdas rotas, algún topicazo y buenas maneras. Simplemente poesía de la nada, efervescencias de la juventud, hermanos de sangre y publiquito con cara de bolero acelerado de dos minutos y medio.
Volviendo a los Buzzcocks, tuvieron detalles estéticos para las primeras filas y canciones rotundas para quienes entraban y salían del Monasterio en libertad condicional. Como dice un aparcacoches portuense, hombre péndulo a euro la cambayá, "de allí se escapó el Litri". ¿El Litri? Toreros ladrones de gallinas, letrados del ritmo, punkrockeros devoradores de pizzas, botellas de amor vacío, futuro imposible. Ahora sí que no hay futuro. El lema de la anarquía en UK, no hay futuro, viene al pelo, pruebe a ver Wall Street y luego escuche a los Sex Pistols o similares. La bomba de neutrones. Estamos rodeados. Entre el Ginferno y la Herbaliser, herederos de Joy Orbison, la prima portuense de Sid Vicious y el repertorio redondo de la útima noche del Monkey Week, que dejó para la posteridad un par de teorías más sobre el devenir y el veneno de la industria musical y su azaroso público. Teorías del sitio de paso, teorías del pesado de turno. El sitio de paso puede fijarse en cualquier rincón del recinto, los amantes de la Ley de Murphy saben que si encuentran un hueco, un cuelo maquiavelo en medio de la marea de aficionados medios independientes, siempre puede aparecer una impertinente pandilla de niñatos con sombreritos, dos parejas de tórtolas de Sobona y Gomorra o simplemente una racha de viento que se lleve todo por delante y por detrás. Por el sitio de paso también pasan, y a veces se paran, los pesados, grandes pesos pesados del palique infinito, que acuden a la llamada del señor silencio con ganas de dar el coñazo al prójimo más próximo. ¿Dónde estabas tú en el 77? Leyendo el Melody Maker en el cuarto baño de la casa de tu ...
Unos viejos con edad y hechuras de estar tirados a la bartola o disfrutando o perreando en sus particulares lunes al sol (conviene recordar que el punk británico nació por mor del paro industrial), firmaron acaso uno de los mejores momentos nocturnos del festival. Cada visitante tendrá su lista de favoritos y sus conciertos predilectos. Los caballitos, el nota de la nota, grandes ratitos a la vera del Guadalete. Adiós al puente de los descubrimientos. Holanda ya se ve. One, two, three, four ... guatifó.
La foto es de Fito Carreto
Octubre, Cultura, Diario de Cádiz
Otra vez pendientes de Chile
Comienza la cuenta atrás. En cuatro horas, si todo sale como deseamos, saldrá el primero de los 33 mineros chilenos encerrados desde el cinco de agosto. El mundo permanece atento a Copiapó, desierto de Atacama, al norte del lindo país andino., que vuelve a ofrecer un ejemplo de fortaleza, superación y buen trabajo, en una operación insólita de rescate. En la frontera del show mediático, la dignidad. Parece que el Gobierno chileno no permitirá el desmadre informativo, ya nos conocemos todos. Los chilenos hablan bajito, son discretos y educados, pero no tontos, así que no se van a dejar engatusar por la manada de buitres de las empresas de comunicación del planeta, no digo periodistas, los periodistas no participan en estos tejemanejes, si acaso se dejan manejar por un puñado de euros o hacen el canelo como la piba de CNN Pluf de España, que no se entera de nada y parece recién llegada de los 40 Impresentables. La cosita le saldrá barata al grupo Deprisa, claro, en sintonía con el empresariado del sector que, salvo excepciones, dio la batalla de la información por perdida y camina ahora por el filo del dinero puro y duro. ¿Nadie va a llamar a la muchacha pa que deje de comenzar todas sus intervenciones con el latiguillo de 'bueno, pues'? ¿Por qué ha preguntado mil veces si los mineros desean ingresar en el libro de los records si es falso? Vaya pifiazos de la gachí, no escucha los testimonios, habla como un loro, confunde tiempos y espacios, un insulto a la audiencia, sólo le falta decir: "Conectamos con la casa de Belén Esteban", que es lo que mola ahora en la tele, o tirar directamente hacia el Gran Hermano o Gran Minero. En fin, así estamos, las cosas ocurren y las contamos cómo nos da la gana. Por no hablar de la preguntita a una hermana de un minero: "Antes daban a los mineros por muertos, bla, bla, bla". Penoso. O la aparición estelar de un enviado especial indignado porque las autoridades han ocultado la escena central de la operación de rescate con un pedazo de bandera chilena. No, si te parece te vamos a enseñar toda la película. Si no lo hicieron en el 11S, ni por supuesto en el 11M, no querramos ahora que, ante una situación tan delicada, nos muestren cada paso. "Eso es que cortarán la imagen si hay problemas y suben a un minero en estado deplorable", dice el tío miserable. Un poquito de respeto, por favor. Hay que hilar muy fino. La historia se antoja apetecible y de gran interés humano, con numerosas aristas, pero creo que en este caso conviene detenerse en la frontera entre el sensacionalismo y el periodismo de calidad. Imaginemos una movida parecida en España ... no quiero ni pensar en ello ... los políticos lanzándose el tema a la cabeza, la prensa rosa jodiéndolo todo, y la gente roja de vergüenza ajena.
Suerte para todos, fuerza Chile !!
martes, 12 de octubre de 2010
Extraños ruidos en la oscuridad
A la segunda, más caña que barro. La vencida del caos controlado y el chunda chunda ilustrado. La nochecita entoldada, que luego da paso a las estrellas, comienza de aquella manera, con una hora de retraso y cierto desapego a la emoción. Fotos a la vera del Monasterio, siglo dieciséis de la era "modelna", la gente viene de pasar una jornada de categoría, según se mire, según gustos, y de recoger unos cuantos litros por metro redondo. Cuentan maravillas de algunos grupos con excelentes maneras que han colmado (o no) los garitos dispersos por El Puerto, los mismos locales donde la autoridad pone pegas, y manda a la Policñia, durante el resto del año en cuanto se enchufa un amplificador. Al mono le sienta mejor la luz del día, los conciertos nocturnos del festival se antojan ya testimoniales, el cierre de la baraja diaria, el encuentro final de músicos y participantes, para desconcierto del aficionado medio, que prefiere descubrir nuevos valores por las calles que toparse con la cruda realidad. Según se mire, claro, según los gustos y disgustos de cada cual. Lo dicho, a la hora no convenida suena algo muy conocido en los parlantes de un coche estacionado junto a la horrorosa estación inoxidable portuense. Tanto rollo, tanta posturita, tanto entendido del tiempo del ritmo y resulta que suena "Rock around the clock". Y un tipo con cara de cometa pasa sin prisa luciendo en la camiseta el lema del puente del mono y sus entretelas: Superdry. Fly, may, extraña noche de contrastes, lindo día de vaivén.
Horas antes de lo inevitable, el paseíto dominical depara sorpresas morrocotudas y cosas que contar a la caída de la tarde. Por ejemplo, la batalla de coplas librada en la avenida Micaela Aramburu, cerquita del Milwaukee, a la vera de la plaza del Castillo, gran pugna entre rocanroles y pasodobles, trasiego de camisetas negras, estudiados desaliños indumentarios independientes, gente ávida de electricidad, y en un recodo del camino, la taberna del Sopa a tope, en espectacular tributo a la comparsa. Por una vez, sin que sirva de precedente, el rock ostenta la mayoría absoluta y a punto está de fundirse en un abrazo estilístico con alguna tribu urbana invasora. Otra guerra, la de precios del vaso de cerveza, a dos euros la verde oficial y a un "leuro" en determinados bares la mar de listos, a la vuelta de las siete esquinas de El Muermo de Santa María. Por cierto, los del MW cobran este año por lo que resultaba gratis en la primera edición, el circuito de conciertos por el casco urbano, el centro histórico de los descubrimientos musicales. Cada aficionado llega al Monasterio, ya por la noche, con un listado mental de artistas favoritos y otro apartado de grandes catástrofes humanas y bodrios superlativos, más vale no señalar.
Más vale empezar por el principio del final. Siglos más tarde, con los pies destrozados, la mente en blanco, la barriga llena y el bolisillo vacío, los Strange Boys liberan la mente colectiva de tanta trepidación sónica. El público llega ya quemado de tanto altibajo y aun así disfruta del ritmo y blues y del loco pinchadiscos artistón, quienes ofrecen cosas dignas de mención, cosas bonitas y cosas rotundas, sin ser nada del otro mundo, como dijo alguien, y conjugando verbos vinculados con el tan en boga "copiar y pegar", el deporte de actualidad. Vampirismo musical y antropológico, un poco de rocanrol antiguo tras la tempestad de ideas y la lluvia de medio lao. ¿Y las canciones? En paradero desconocido, hoy en día priman los ejercicios de estilo más que los repertorios, igualito que en el Falla, mira tú. Menos público que ayer, pero más que mañana. Amor decibélico con todas sus consecuencias, la segunda noche del mono deja un regusto agridulce, aunque la jornada completa lo que deja es un ambiente de postín en terrazas, bares, hoteles y plazas de la ciudad ribereña, así que más vale no quejarse mucho, no todos los puentes del año se concentra un centenar de conciertos. Y además, los rockeros (independientes) no causan destrozos, son más inofensivos que un tigre de plastilina, dejan dinerito y quiebran esquemas.
Un par de detalles pseudosociológicos para reforzar la teoría de cartón piedra: el formalito público de hoy en día apenas consume drogas de forma notoria, salvo dignas excepciones, nunca se sabe lo que puede ingerir un aficionado medio independiente por bajini, pero no huele a porro, si acaso un leve recordatorio eflúvico de los tiempos del rock de pelo largo. De pelos mejor ni hablar, el tópico se va al garete también en este apartado, aunque antes subrayemos que el fumador independiente medio se lía su cigarrito legal delante de todos, saca la bolsa de tabaco legal, se lo trabaja y fuma. A primera vista, ya nada parece lo que quiza sea menester. De hecho, estas noches vista el Monasterio del Monkey el cantautor eléctrico Nacho Vegas, a quien el mal pensado de turno le atribuiría su afición al cigarrito liado. Pues no, era legal lo que consumía. El otro topicazo se refiere al pelo, esta vez sí. ¿Se han fijado cuántos barbudos pululan por la escena independiente? La ruina del gillete. Será la timidez. Mil barbudos con credencial de moderno. Antes, no hace mucho, cuando la imagen peluda pertenecía a rockeros de baja calaña o, lo que es peor, cantautores del siglo pasado, los ya incipientes modernos ponían el grito in the heaven por tamaña demostración de desfase generacional. Hoy el mono es otra cosa, por fortuna, y el aficionado medio independiente es una persona respetable, ábrase el signo de interrogación. Según se mire. Se están perdiendo hasta las malas costumbres.
A veces suena mejor la vida con un par de puntos menos de volumen. La aliteración encandila de primeras, aburre más tarde, hipnotiza al más pintado. La música de Cave, por ejemplo, bien pudiera haber servido décadas atrás como infalible método de interrogatorio, recuerdos de la guerra fría y de los campos de concentración, nostalgia del doctor Jeckyll y su derrotista compinche, el precio de la entrada no olbiga a pasarlo bien, ni mal, pase a la consulta de la música independiente voraz y contagiosa. En determinado momento, el aficionado medio se pregunta qué hace allí, si entiende algo, si esta tierra tiene suficiente cultura musical, si en verdad le gusta lo que escucha o si está obligado a que le mole, si en realidad a él le gustan los Strepsils. Problemas existenciales en la osucridad que provoca el tal Pete Kember, líder de Sonic Boom y de los hombres del espacio sideral. El tipo toca una tecla y no la suelta, se marcha, viene, gesticula a los técnicos, envuelve al personal con una pieza obsesiva, otra machacona, una tercera pa suicidarse dos o tres veces, pa buscar la salida de emergencia. Y los tímpanos revientan de felicidad o así, algo muy molesto, de veras, que sólo remedia un frenadol o el grupo que después salva de la quema al nota, aunque hay gente que vibra con la exhibición e incluso practica el amor libre con ropa puesta, será música para fornicar, la nueva revolución del centrifugado. ¿No los conoces? Gran pregunta del típico listo encantado de conocerse. "Me tiene que gustar".
Sin tiempo para respirar, ni reponerse del trance, la Teo Norica guachisnai, Quintron y Miss Pussycat, indescriptibles, oiga, los B53s titiriteros, los Residents en tripi, la función imposible que asombra a todos con marionetas, musiquita de Ricky Martin, un gachó enchaquetao pegando saltos sobre los restos del olvido, su partenaire tipo años cincuenta con un pompón rosa en la cabeza, una musiquita bailable y atronadora, los Devo a escape libre, hasta que llegó el ritmo y blues. Los chicos emuladores de estrellas del rock de rostro afilado y malas costumbres. A estas alturas la gente ya baila pa sus adentros y apunta maneras de rock y ruido de escarcha, al relente.
Horas antes de lo inevitable, el paseíto dominical depara sorpresas morrocotudas y cosas que contar a la caída de la tarde. Por ejemplo, la batalla de coplas librada en la avenida Micaela Aramburu, cerquita del Milwaukee, a la vera de la plaza del Castillo, gran pugna entre rocanroles y pasodobles, trasiego de camisetas negras, estudiados desaliños indumentarios independientes, gente ávida de electricidad, y en un recodo del camino, la taberna del Sopa a tope, en espectacular tributo a la comparsa. Por una vez, sin que sirva de precedente, el rock ostenta la mayoría absoluta y a punto está de fundirse en un abrazo estilístico con alguna tribu urbana invasora. Otra guerra, la de precios del vaso de cerveza, a dos euros la verde oficial y a un "leuro" en determinados bares la mar de listos, a la vuelta de las siete esquinas de El Muermo de Santa María. Por cierto, los del MW cobran este año por lo que resultaba gratis en la primera edición, el circuito de conciertos por el casco urbano, el centro histórico de los descubrimientos musicales. Cada aficionado llega al Monasterio, ya por la noche, con un listado mental de artistas favoritos y otro apartado de grandes catástrofes humanas y bodrios superlativos, más vale no señalar.
Más vale empezar por el principio del final. Siglos más tarde, con los pies destrozados, la mente en blanco, la barriga llena y el bolisillo vacío, los Strange Boys liberan la mente colectiva de tanta trepidación sónica. El público llega ya quemado de tanto altibajo y aun así disfruta del ritmo y blues y del loco pinchadiscos artistón, quienes ofrecen cosas dignas de mención, cosas bonitas y cosas rotundas, sin ser nada del otro mundo, como dijo alguien, y conjugando verbos vinculados con el tan en boga "copiar y pegar", el deporte de actualidad. Vampirismo musical y antropológico, un poco de rocanrol antiguo tras la tempestad de ideas y la lluvia de medio lao. ¿Y las canciones? En paradero desconocido, hoy en día priman los ejercicios de estilo más que los repertorios, igualito que en el Falla, mira tú. Menos público que ayer, pero más que mañana. Amor decibélico con todas sus consecuencias, la segunda noche del mono deja un regusto agridulce, aunque la jornada completa lo que deja es un ambiente de postín en terrazas, bares, hoteles y plazas de la ciudad ribereña, así que más vale no quejarse mucho, no todos los puentes del año se concentra un centenar de conciertos. Y además, los rockeros (independientes) no causan destrozos, son más inofensivos que un tigre de plastilina, dejan dinerito y quiebran esquemas.
Un par de detalles pseudosociológicos para reforzar la teoría de cartón piedra: el formalito público de hoy en día apenas consume drogas de forma notoria, salvo dignas excepciones, nunca se sabe lo que puede ingerir un aficionado medio independiente por bajini, pero no huele a porro, si acaso un leve recordatorio eflúvico de los tiempos del rock de pelo largo. De pelos mejor ni hablar, el tópico se va al garete también en este apartado, aunque antes subrayemos que el fumador independiente medio se lía su cigarrito legal delante de todos, saca la bolsa de tabaco legal, se lo trabaja y fuma. A primera vista, ya nada parece lo que quiza sea menester. De hecho, estas noches vista el Monasterio del Monkey el cantautor eléctrico Nacho Vegas, a quien el mal pensado de turno le atribuiría su afición al cigarrito liado. Pues no, era legal lo que consumía. El otro topicazo se refiere al pelo, esta vez sí. ¿Se han fijado cuántos barbudos pululan por la escena independiente? La ruina del gillete. Será la timidez. Mil barbudos con credencial de moderno. Antes, no hace mucho, cuando la imagen peluda pertenecía a rockeros de baja calaña o, lo que es peor, cantautores del siglo pasado, los ya incipientes modernos ponían el grito in the heaven por tamaña demostración de desfase generacional. Hoy el mono es otra cosa, por fortuna, y el aficionado medio independiente es una persona respetable, ábrase el signo de interrogación. Según se mire. Se están perdiendo hasta las malas costumbres.
A veces suena mejor la vida con un par de puntos menos de volumen. La aliteración encandila de primeras, aburre más tarde, hipnotiza al más pintado. La música de Cave, por ejemplo, bien pudiera haber servido décadas atrás como infalible método de interrogatorio, recuerdos de la guerra fría y de los campos de concentración, nostalgia del doctor Jeckyll y su derrotista compinche, el precio de la entrada no olbiga a pasarlo bien, ni mal, pase a la consulta de la música independiente voraz y contagiosa. En determinado momento, el aficionado medio se pregunta qué hace allí, si entiende algo, si esta tierra tiene suficiente cultura musical, si en verdad le gusta lo que escucha o si está obligado a que le mole, si en realidad a él le gustan los Strepsils. Problemas existenciales en la osucridad que provoca el tal Pete Kember, líder de Sonic Boom y de los hombres del espacio sideral. El tipo toca una tecla y no la suelta, se marcha, viene, gesticula a los técnicos, envuelve al personal con una pieza obsesiva, otra machacona, una tercera pa suicidarse dos o tres veces, pa buscar la salida de emergencia. Y los tímpanos revientan de felicidad o así, algo muy molesto, de veras, que sólo remedia un frenadol o el grupo que después salva de la quema al nota, aunque hay gente que vibra con la exhibición e incluso practica el amor libre con ropa puesta, será música para fornicar, la nueva revolución del centrifugado. ¿No los conoces? Gran pregunta del típico listo encantado de conocerse. "Me tiene que gustar".
Sin tiempo para respirar, ni reponerse del trance, la Teo Norica guachisnai, Quintron y Miss Pussycat, indescriptibles, oiga, los B53s titiriteros, los Residents en tripi, la función imposible que asombra a todos con marionetas, musiquita de Ricky Martin, un gachó enchaquetao pegando saltos sobre los restos del olvido, su partenaire tipo años cincuenta con un pompón rosa en la cabeza, una musiquita bailable y atronadora, los Devo a escape libre, hasta que llegó el ritmo y blues. Los chicos emuladores de estrellas del rock de rostro afilado y malas costumbres. A estas alturas la gente ya baila pa sus adentros y apunta maneras de rock y ruido de escarcha, al relente.
La foto es de Fito Carreto
Octubre, Cultura, Diario de Cádiz
lunes, 11 de octubre de 2010
Casi se ahoga el mono
Primera noche del Monkey Week pasada por agua
Es lo que tiene el agua, que se convierte en barro. Casi se ahoga el mono. La tormenta de la una de la mañana zanja la primera sesión nocturna del Monkey Week y corta el punto a la gente, que se queda a medias, con el cuerpo interruptus, sin poder escuchar a tres de los cinco grupos del cartel.
Tuvieron suerte Andrew Bird, el peculiar cantautor de Illinois, y los sevillanos Pony Bravo, pero las propuestas de Luger, los veteranos alemanes Faust y Chrome Proof cayeron en saco roto. Cayeron varias mantas de agua en minutos eternos y pa la casa con la mesa de sonido empapadita y la pulsera del MW que delata y condena a los fieles seguidores del mono con escafandra.
Antes de la gran mojada, Andrew Bird colgó en la puerta un cartel pidiendo silencio al personal, un poco de respeto por favor, y se conoce que nadie echó cuentas al mensaje y el músico americano, el Kurt Savoy de la parte de Arkansas, comparte ahora silbidos con charlas, violín y palique, hay mucha gente de gañote que acude a un concierto como quien va a departir con los colegas y otra mucha gente paganini que trata de escuchar entre la marabunta. Andrew Bird se hace con las riendas del Monasterio de La Victoria a duras penas, con bufanda y sonidos bucólicos, pajaritos de estampida, sonidos pregrabados y fantasmas del pasado, aires orientales, aires despreocupados, misterio y sabor a algo diferente. Para quienes exigen que un artista se parezca a otros, el abismo. Bird no se parece ni a sí mismo, aunque por supuesto atrapa ideas al vuelo y hasta se permite el lujo de ofrecer una versión irreconocible de "Oh sister", de Bob Dylan. El maestro no se mosqueará, él mismo moldea su obra a su gusto. Por cierto, va a caer una dura lluvia.
De pronto, un fallo de sonido, cierto desconcierto que Andrew vence con su particular modo de entender el folk mundial, donde confluyen el country americano y los arreglos tradicionales irlandeses, lo clásico y lo etéreo. El artista sale airoso del trance con un notable recital. El tiempo es un océano, pintan la cerveza de verde, sábado noche social y pinturero, y un montón de jóvenes y mayores sentados alrededor del patio conventual. No vea la que va a caer, barrunta el mono con anorak, que antes dibuja signos de interrogación en el cielo mientras suenan los Pony Bravo, que cantan ingeniosas cosas como "Hace falta, niña, un poco de acción", unas gracias superlativas y sobrevaloradas, la voz dentro de una caverna, un ángel desangelado, algo de ritmo pastillero para romper el ritmo al tedio y alguien musita que los conciertos más simples y casi anónimos suponen el verdadero encanto del Monkey Week, a la vista de que el mono no busca cabezas de cartel, prefiere las promesas a las realidades y toca madera. La nochecita recuerda la penúltima función de rayos y truenos del Espárrago Rock, cuando Lou Reed se quedó esperando a que saliera el sol. Y el agua se transformó en barro. Siempre nos quedará el spotify.
Octubre. Cultura, Diario de Cádiz
Es lo que tiene el agua, que se convierte en barro. Casi se ahoga el mono. La tormenta de la una de la mañana zanja la primera sesión nocturna del Monkey Week y corta el punto a la gente, que se queda a medias, con el cuerpo interruptus, sin poder escuchar a tres de los cinco grupos del cartel.
Tuvieron suerte Andrew Bird, el peculiar cantautor de Illinois, y los sevillanos Pony Bravo, pero las propuestas de Luger, los veteranos alemanes Faust y Chrome Proof cayeron en saco roto. Cayeron varias mantas de agua en minutos eternos y pa la casa con la mesa de sonido empapadita y la pulsera del MW que delata y condena a los fieles seguidores del mono con escafandra.
Antes de la gran mojada, Andrew Bird colgó en la puerta un cartel pidiendo silencio al personal, un poco de respeto por favor, y se conoce que nadie echó cuentas al mensaje y el músico americano, el Kurt Savoy de la parte de Arkansas, comparte ahora silbidos con charlas, violín y palique, hay mucha gente de gañote que acude a un concierto como quien va a departir con los colegas y otra mucha gente paganini que trata de escuchar entre la marabunta. Andrew Bird se hace con las riendas del Monasterio de La Victoria a duras penas, con bufanda y sonidos bucólicos, pajaritos de estampida, sonidos pregrabados y fantasmas del pasado, aires orientales, aires despreocupados, misterio y sabor a algo diferente. Para quienes exigen que un artista se parezca a otros, el abismo. Bird no se parece ni a sí mismo, aunque por supuesto atrapa ideas al vuelo y hasta se permite el lujo de ofrecer una versión irreconocible de "Oh sister", de Bob Dylan. El maestro no se mosqueará, él mismo moldea su obra a su gusto. Por cierto, va a caer una dura lluvia.
De pronto, un fallo de sonido, cierto desconcierto que Andrew vence con su particular modo de entender el folk mundial, donde confluyen el country americano y los arreglos tradicionales irlandeses, lo clásico y lo etéreo. El artista sale airoso del trance con un notable recital. El tiempo es un océano, pintan la cerveza de verde, sábado noche social y pinturero, y un montón de jóvenes y mayores sentados alrededor del patio conventual. No vea la que va a caer, barrunta el mono con anorak, que antes dibuja signos de interrogación en el cielo mientras suenan los Pony Bravo, que cantan ingeniosas cosas como "Hace falta, niña, un poco de acción", unas gracias superlativas y sobrevaloradas, la voz dentro de una caverna, un ángel desangelado, algo de ritmo pastillero para romper el ritmo al tedio y alguien musita que los conciertos más simples y casi anónimos suponen el verdadero encanto del Monkey Week, a la vista de que el mono no busca cabezas de cartel, prefiere las promesas a las realidades y toca madera. La nochecita recuerda la penúltima función de rayos y truenos del Espárrago Rock, cuando Lou Reed se quedó esperando a que saliera el sol. Y el agua se transformó en barro. Siempre nos quedará el spotify.
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Omar Faruk vuelve a Cádiz
Vuelve a Cádiz Omar Faruk, el magnífico músico turco, ciudadano del mundo bueno, embajador de la paz y la tolerancia, intercambiador de culturas. Vuelve con su quinteto, en el que se integra, como percusionista, su hijo Murat, y lo hace en extraordinario momento de forma, entre "El árbol de la paciencia", su trabajo más reciente, y la nueva banda sonora que ha compuesto para Kelebek, que traducido resulta Butterfly, mariposa tecnicolor.
El renovador de la música tradicional turca, maestro de cuerdas y vientos, actúa esta noche en el teatro Falla gaditano. Faruk nació al sur del olvido, en la frontera de civilizaciones, a medio camino entre el Islam y Bizancio, allá donde se cruzan los caminos, los mercaderes y los creadores. Hombre místico que quiso ser monje sufista pero se abrazó a la música a los quince años, al sentir la llamada de algo abstracto e infinito, ha sido capaz de fusionar la electricidad con la tradición, los sintetizadores con la esencia de la música de su país. Omar Faruk cree que "tocar es como rezar, el camino más corto para llegar a Dios". Ya son ganas de tocar el cielo, en permanente contacto con el suelo, la realidad del mundo y sus circunstancias. Faruk ha conocido el esplendor y la miseria, los tiempos dorados y los cristales rotos, la búsqueda de la vida en el medio oriente y en Nueva York, donde hizo de todo para sobrevivir como músico y persona. A los veinte años realizó su primera incursión en los Estados Unidos, ya con un bagaje cultural sazonado de ingredientes de uno y otro lado de la imaginación y de los rincones del mundo aparentemente opuestos. Faruk, como otros artistas globales, ha tomado inspiración de aquí y de allá hasta lograr una personalidad musical única. Siempre en la frontera.
El renovador de la música tradicional turca, maestro de cuerdas y vientos, actúa esta noche en el teatro Falla gaditano. Faruk nació al sur del olvido, en la frontera de civilizaciones, a medio camino entre el Islam y Bizancio, allá donde se cruzan los caminos, los mercaderes y los creadores. Hombre místico que quiso ser monje sufista pero se abrazó a la música a los quince años, al sentir la llamada de algo abstracto e infinito, ha sido capaz de fusionar la electricidad con la tradición, los sintetizadores con la esencia de la música de su país. Omar Faruk cree que "tocar es como rezar, el camino más corto para llegar a Dios". Ya son ganas de tocar el cielo, en permanente contacto con el suelo, la realidad del mundo y sus circunstancias. Faruk ha conocido el esplendor y la miseria, los tiempos dorados y los cristales rotos, la búsqueda de la vida en el medio oriente y en Nueva York, donde hizo de todo para sobrevivir como músico y persona. A los veinte años realizó su primera incursión en los Estados Unidos, ya con un bagaje cultural sazonado de ingredientes de uno y otro lado de la imaginación y de los rincones del mundo aparentemente opuestos. Faruk, como otros artistas globales, ha tomado inspiración de aquí y de allá hasta lograr una personalidad musical única. Siempre en la frontera.
Octubre, Cultura, Diario de Cádiz
sábado, 9 de octubre de 2010
¡Aquí Cosquín!
Cádiz renueva esta noche, en clave femenina, su pasión por el folklore argentino como sede del principal festival latinoamericano
Lo suyo sería, ya que Cádiz se ha consolidado como primera sede en España del legendario Festival Folklórico de Cosquín, emular las nueve lunas con todos sus avíos, liarse la manta a la cabeza y fundir carnaval y danza criolla, y celebrar en ambas orillas la semana gloriosa del cante, el baile, los pasacalles, la fiesta en las peñas y carpas, el duende del sur y, en suma, transformar el Congreso del Hombre Argentino y su Cultura en la Enciclopedia Viviente del Ser Humano Comparsista y sus Antifaces de Oro. "¡Aquí Cosquín!", exclama hoy Cádiz, como hiciera por vez primera el creador del festival, Alejandro Gunder, en 1961.
El Teatro Falla recibe hoy a tres exponentes femeninos catapultados por Cosquín, la ciudad de la provincia argentina de Córdoba que construye mitos del folklore americano, no en vano allá triunfaron Atahualpa Yupanqui o Mercedes Sosa. Cosquín nació con vocación turística y del tirón causó conmoción en el país hermano, que vivió el boom del folklore, la renovación de estilos, y así hasta cumplir cincuenta ediciones. En Argentina, al contrario que aquí, cuidan a sus artistas. Aquí nos liamos a cosquis entre vanidades, envidias y pasteleos. Cosquín, que ejerce de imán como el festival de Newport en la América del Norte, trajo consigo un Cosquín de rock, donde grabó Andrés Calamaro un disco en directo. No conviene olvidar que en Argentina nació el rock en castellano. Y que los cantores más grandes tocan casi todos los palos, acústicos y eléctricos, y rinden pleitesía a un Jorge Cafrune, unos Chalchaleros, un Litto Nebia, el gran León Gieco o los revolucionarios Gotan Project, la sofisticación y tecnología del tango reinventado por Piazzola, los sones geniales de Spinetta o la bendita locura de Charly García. Todos se miran en el espejo de sus folkloristas de cabecera. Riqueza natural.
Cosquín dura nueve lunas, nueve días con sus nueve noches. Cádiz reduce la cosa a tres artistas en clave femenina. Marina Cayón viene de Salta, cosecha premios desde los dieciséis años, recrea sus dotes musicales con instrumentales entreverados entre el folk y los clásicos, presenta su cdisco "Simplemente" con su grupo Amalgama. Los orígenes de una raza, los vientos de libertad, la quena y la flauta, la caña de Salta.
Florencia, Mora y Paula pertenecen al Trío Aymama, tres voces, tres instrumentistas, guitarras, percusión, piano, magia y precisión. Dicen que las tres "almitas" argentinas poseen un encanto especial y unas maneras artísticas que asombran al más escéptico.
A la postre, procedente de Cosquín, que es como decir el reino profundo del interior de la república albiceleste, Paola Bernal mostrará su enorme talento, forjado desde las danzas criollas a su participación en festivales junto a los más prestigiosos artistas de su tierra. Hace unos meses brilló con luz propia en la fiesta de los Bicentenarios de las Independencias, celebrada en Colombia. A escasas lunas del cumpleaños de La Pepa, aquí Cosquín.
Octubre, Cultura, Diario de Cádiz
Lo suyo sería, ya que Cádiz se ha consolidado como primera sede en España del legendario Festival Folklórico de Cosquín, emular las nueve lunas con todos sus avíos, liarse la manta a la cabeza y fundir carnaval y danza criolla, y celebrar en ambas orillas la semana gloriosa del cante, el baile, los pasacalles, la fiesta en las peñas y carpas, el duende del sur y, en suma, transformar el Congreso del Hombre Argentino y su Cultura en la Enciclopedia Viviente del Ser Humano Comparsista y sus Antifaces de Oro. "¡Aquí Cosquín!", exclama hoy Cádiz, como hiciera por vez primera el creador del festival, Alejandro Gunder, en 1961.
El Teatro Falla recibe hoy a tres exponentes femeninos catapultados por Cosquín, la ciudad de la provincia argentina de Córdoba que construye mitos del folklore americano, no en vano allá triunfaron Atahualpa Yupanqui o Mercedes Sosa. Cosquín nació con vocación turística y del tirón causó conmoción en el país hermano, que vivió el boom del folklore, la renovación de estilos, y así hasta cumplir cincuenta ediciones. En Argentina, al contrario que aquí, cuidan a sus artistas. Aquí nos liamos a cosquis entre vanidades, envidias y pasteleos. Cosquín, que ejerce de imán como el festival de Newport en la América del Norte, trajo consigo un Cosquín de rock, donde grabó Andrés Calamaro un disco en directo. No conviene olvidar que en Argentina nació el rock en castellano. Y que los cantores más grandes tocan casi todos los palos, acústicos y eléctricos, y rinden pleitesía a un Jorge Cafrune, unos Chalchaleros, un Litto Nebia, el gran León Gieco o los revolucionarios Gotan Project, la sofisticación y tecnología del tango reinventado por Piazzola, los sones geniales de Spinetta o la bendita locura de Charly García. Todos se miran en el espejo de sus folkloristas de cabecera. Riqueza natural.
Cosquín dura nueve lunas, nueve días con sus nueve noches. Cádiz reduce la cosa a tres artistas en clave femenina. Marina Cayón viene de Salta, cosecha premios desde los dieciséis años, recrea sus dotes musicales con instrumentales entreverados entre el folk y los clásicos, presenta su cdisco "Simplemente" con su grupo Amalgama. Los orígenes de una raza, los vientos de libertad, la quena y la flauta, la caña de Salta.
Florencia, Mora y Paula pertenecen al Trío Aymama, tres voces, tres instrumentistas, guitarras, percusión, piano, magia y precisión. Dicen que las tres "almitas" argentinas poseen un encanto especial y unas maneras artísticas que asombran al más escéptico.
A la postre, procedente de Cosquín, que es como decir el reino profundo del interior de la república albiceleste, Paola Bernal mostrará su enorme talento, forjado desde las danzas criollas a su participación en festivales junto a los más prestigiosos artistas de su tierra. Hace unos meses brilló con luz propia en la fiesta de los Bicentenarios de las Independencias, celebrada en Colombia. A escasas lunas del cumpleaños de La Pepa, aquí Cosquín.
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viernes, 8 de octubre de 2010
José Amosa, nominado a los Grammy Latinos
Tercer reconocimiento al ingeniero de sonido portuense, esta vez por "Ruido", de José Mercé, grabado en Cádiz
El portuense José Amosa, ingeniero de sonido, productor musical y alma mater del grupo Mistercometa, ha sido nominado por tercera vez a los premios Grammy Latinos, en esta ocasión por su trabajo en la grabación del nuevo disco del cantaor jerezano José Mercé, "Ruido", que se registró en el estudio gaditano La Kaleta Records. A la tercera, quizá la vencida. Amosa Vargas-Machuca, joven profesional de reconocido prestigio, competirá por el galardón junto a los ingenieros de sonido de los álbumes de Diego Torres, Arturo Sandoval, María Bethania y Bebe, compartiendo honores con sus compañeros Fran Ibáñez y Antonio y Eduardo Ruiz. El disco "Ruido", que hace el número diecisiete de José Mercé, fue producido por Isidro Muñoz, hermano de Manolo Sanlúcar. Al artista jerezano siempre le gustó grabar en Cádiz.
A lo largo de su carrera, Amosa ha trabajado con músicos como Delinquentes, Bebe, Navajita Plateá, Javier Ruibal, Vargas Blues Band y Kiko Veneno. El músico portuense pertenece a la Academia de las Artes y Ciencias de la Música. Ya fue nominado a los Grammy Latinos en 2005 y 2007. El año pasado, el ingeniero se puso al frente de La Kaleta Records, el célebre estudio de grabación cedido por Mario G. Alberni, donde se han registrado trabajos de José Mercé, El Barrio, Estrella Morente, su padre Enrique, Ruibal, Duquende, Sergio Monroy, los Cucas, la Sonora Big Band y casi todas las agrupaciones punteras del Carnaval gaditano. Precisamente, Amosa señala que la nominación para el Grammy y otras situaciones de su trayectoria profesional no serían posible sin la participación de Mario G. Alberni, que ahora se dedica en cuerpo y alma a la masterización y cedió los trastos de grabación a Amosa. Alberni, con un cuarto de siglo de experiencia en el mundo de la música, pese a su juventud, se escribe con mayúsculas cuando se habla de discos andaluces.
Amosa dice que ya está "muy pesado" y se resiste a ocupar demasiado espacio en la feria de las vanidades, de hecho prefiere que el protagonismo lo ocupen Alberni y sus compañeros del grupo Mistercometa, con quienes presentará su segundo álbum en breve. Amosa vuela. Y Cádiz demuestra que no sólo posee una luz extraordinaria para embrujar al mundo; también ofrece un sonido exclusivo.
Octubre, Cultura, Diario de Cádiz
El portuense José Amosa, ingeniero de sonido, productor musical y alma mater del grupo Mistercometa, ha sido nominado por tercera vez a los premios Grammy Latinos, en esta ocasión por su trabajo en la grabación del nuevo disco del cantaor jerezano José Mercé, "Ruido", que se registró en el estudio gaditano La Kaleta Records. A la tercera, quizá la vencida. Amosa Vargas-Machuca, joven profesional de reconocido prestigio, competirá por el galardón junto a los ingenieros de sonido de los álbumes de Diego Torres, Arturo Sandoval, María Bethania y Bebe, compartiendo honores con sus compañeros Fran Ibáñez y Antonio y Eduardo Ruiz. El disco "Ruido", que hace el número diecisiete de José Mercé, fue producido por Isidro Muñoz, hermano de Manolo Sanlúcar. Al artista jerezano siempre le gustó grabar en Cádiz.
A lo largo de su carrera, Amosa ha trabajado con músicos como Delinquentes, Bebe, Navajita Plateá, Javier Ruibal, Vargas Blues Band y Kiko Veneno. El músico portuense pertenece a la Academia de las Artes y Ciencias de la Música. Ya fue nominado a los Grammy Latinos en 2005 y 2007. El año pasado, el ingeniero se puso al frente de La Kaleta Records, el célebre estudio de grabación cedido por Mario G. Alberni, donde se han registrado trabajos de José Mercé, El Barrio, Estrella Morente, su padre Enrique, Ruibal, Duquende, Sergio Monroy, los Cucas, la Sonora Big Band y casi todas las agrupaciones punteras del Carnaval gaditano. Precisamente, Amosa señala que la nominación para el Grammy y otras situaciones de su trayectoria profesional no serían posible sin la participación de Mario G. Alberni, que ahora se dedica en cuerpo y alma a la masterización y cedió los trastos de grabación a Amosa. Alberni, con un cuarto de siglo de experiencia en el mundo de la música, pese a su juventud, se escribe con mayúsculas cuando se habla de discos andaluces.
Amosa dice que ya está "muy pesado" y se resiste a ocupar demasiado espacio en la feria de las vanidades, de hecho prefiere que el protagonismo lo ocupen Alberni y sus compañeros del grupo Mistercometa, con quienes presentará su segundo álbum en breve. Amosa vuela. Y Cádiz demuestra que no sólo posee una luz extraordinaria para embrujar al mundo; también ofrece un sonido exclusivo.
Octubre, Cultura, Diario de Cádiz
jueves, 7 de octubre de 2010
Tahumoraquia
Va la crónica publicada en el Diario.
Bajo el sugerente título de Tahumoraquia, el grupo de empresas San Marcos, propiedad de Antonio Sánchez Aguilera, ha patrocinado la publicación de una colección de cuentos que tienen el humor y los toros como denominador común. Todo con un fin solidario. El libro, que fue presentado en las dependencias municipales del Centro de Congresos en la noche del pasado martes, sale a la calle con una doble vocación: de un lado, divertir con su lectura a todo aquel que se aventure en sus páginas; de otro, recaudar fondos en beneficio del albergue Federico Ozanam de San Vicente de Paúl. De coordinar la edición de esta antología de cuentos que, a modo de homenaje, se dedica a Felipe Benítez Reyes, se ha encargado el autor isleño Rafael Duarte. Y mérito suyo ha sido reunir a un variado grupo de narradores, entre los que se encuentran Ángel Luis Castro Haro, Manuel Cubero Urbano, José María Deira García, Francisco Orgambides Gómez, Francisco Domínguez Guerrero, Manuel Jesús Feria Aliaga, Pedro María González Tuero, José Luis Traverso González, Enrique Alcina Echevarría, José Chamorro López, Gustavo Postigo Briz y Gustavo Postigo Santamaría, además del propio Felipe Benítez Reyes. La presentación que se llevó a cabo en el Centro de Congresos consiguió reunir a un numeroso público. Fue el concejal Manuel Prado el que, junto al empresario Antonio Sánchez Aguilera y a Rafael Duarte, se encargaron de dar a conocer la antología Tahumoraquia. El alcalde, Manuel de Bernardo, cerró el acto. A modo de presentación del libro se procedió a la lectura del cuento de Benítez Reyes, que sin embargo excusó su asistencia al acto al asistir a la entrega de un premio literario en Sevilla. Duarte, por su parte, leyó un poema de su cosecha que dedicó a todos los autores que habían participado en la publicación. Asistieron también a la presentación varios de los autores que con sus cuentos colaboran en la publicación, quienes incluso firmaron algunos ejemplares al terminar el acto. Y amenizaron la velada el grupo musical Hagamos ruido y el grupo teatral puertorrealeño De ida y vuelta.
Posdata, pa mí que el grupo teatral era Animarte. Echamos un ratito la mar de agradable. Los chocos estaban de categoría, la familia de Rafael Duarte, siempre al quite. Buena musiquita en directo, cuarteteros de pro y un pedazo de toro de color azul. Firmé dos libros, uno en el cuarto-baño, "con afecto, menganito", y otro al mismísimo toro de Animarte, mira tú qué arte, a quien le escribí algo así como "al mejor toro de la tarde". A mí no me gustan los toros, por cierto, pero tampoco las prohibiciones. Abajo dejo el relato, algo absurdo y verídico.
Bajo el sugerente título de Tahumoraquia, el grupo de empresas San Marcos, propiedad de Antonio Sánchez Aguilera, ha patrocinado la publicación de una colección de cuentos que tienen el humor y los toros como denominador común. Todo con un fin solidario. El libro, que fue presentado en las dependencias municipales del Centro de Congresos en la noche del pasado martes, sale a la calle con una doble vocación: de un lado, divertir con su lectura a todo aquel que se aventure en sus páginas; de otro, recaudar fondos en beneficio del albergue Federico Ozanam de San Vicente de Paúl. De coordinar la edición de esta antología de cuentos que, a modo de homenaje, se dedica a Felipe Benítez Reyes, se ha encargado el autor isleño Rafael Duarte. Y mérito suyo ha sido reunir a un variado grupo de narradores, entre los que se encuentran Ángel Luis Castro Haro, Manuel Cubero Urbano, José María Deira García, Francisco Orgambides Gómez, Francisco Domínguez Guerrero, Manuel Jesús Feria Aliaga, Pedro María González Tuero, José Luis Traverso González, Enrique Alcina Echevarría, José Chamorro López, Gustavo Postigo Briz y Gustavo Postigo Santamaría, además del propio Felipe Benítez Reyes. La presentación que se llevó a cabo en el Centro de Congresos consiguió reunir a un numeroso público. Fue el concejal Manuel Prado el que, junto al empresario Antonio Sánchez Aguilera y a Rafael Duarte, se encargaron de dar a conocer la antología Tahumoraquia. El alcalde, Manuel de Bernardo, cerró el acto. A modo de presentación del libro se procedió a la lectura del cuento de Benítez Reyes, que sin embargo excusó su asistencia al acto al asistir a la entrega de un premio literario en Sevilla. Duarte, por su parte, leyó un poema de su cosecha que dedicó a todos los autores que habían participado en la publicación. Asistieron también a la presentación varios de los autores que con sus cuentos colaboran en la publicación, quienes incluso firmaron algunos ejemplares al terminar el acto. Y amenizaron la velada el grupo musical Hagamos ruido y el grupo teatral puertorrealeño De ida y vuelta.
Posdata, pa mí que el grupo teatral era Animarte. Echamos un ratito la mar de agradable. Los chocos estaban de categoría, la familia de Rafael Duarte, siempre al quite. Buena musiquita en directo, cuarteteros de pro y un pedazo de toro de color azul. Firmé dos libros, uno en el cuarto-baño, "con afecto, menganito", y otro al mismísimo toro de Animarte, mira tú qué arte, a quien le escribí algo así como "al mejor toro de la tarde". A mí no me gustan los toros, por cierto, pero tampoco las prohibiciones. Abajo dejo el relato, algo absurdo y verídico.
Muerte interruptus
Aquí estuvo el Papa Clemente. Vino con un montón de militantes del ducados y el tinto colorao. Montaron una buena. Un tío los mandó al carajo porque sólo pedían sevillanas, ná más que sevillanas. Antonio, que en realidad no se llamaba Antonio, no sacó el bate de béisbol de milagro. El Papa Clemente se portó bien, dicen que sacó un fajo del bolsillo y pagó la convidá. Equiricuá.
La otra noche hubo bronca en el ocho. Asunto de cuernos. Ella tenía los pitones bien puestos, él iba hecho un toro de Osborne. Cogida de Miura, muerte segura. Bravo por el novillero. Sangre en la arena. Una señora corrida una mijita interruptus. Ella buscaba el bulto hasta que lo encontró, vaya embolao, la película dio bastante juego y la gente lo flipó desde la barrera. Bares, qué lugares. "Porme" otra copita, Antonio, que hoy vengo buscando pelea. Escucha ahí al fondo, hay romance extraño: el novillero y la susodicha, prima hermana de la auténtica, remolona de la noche lunera que se llevó al maromo a su terreno y se la está dando mortal. Disimula, pisha. No te conozco.
Cuatro chavales con el tiempo descuajeringao apoyados en la barra, persiguiendo sombras, ron con limón para apagar el fuego dominguero. Y el novillero y su partenaire, haciendo manitas a escape libre detrás del biombo invisible, un tabique insospechado en el laberinto del esdrújulo garito. Fiesta nacional, cornadas al viento, al nota se le oye bramar por bajini, ella suspira sospechas ininteligibles y placeres mundanos, la cosa va a terminar mal, hazte el longui, no es plan de dar el cante, déjalos que se maten a besos y "rempujones". Antonio pone la música dos puntos más bajita pa morsegar, las conversaciones alivian el tono, el amor es una cosa sensacional. Vaya publiquito, Sebastián.
Nuestra pareja de tortolitos continúa a lo suyo, pura pasión urgente y clandestina, mientras Curro porfía con Elvis en la pared principal de la estancia. A ver quién es más chulo, el de Camas o el de Memphis. Ellos no necesitan cama, pero emplean la pelvis a diestro y siniestro. Rock de la cárcel para los malandrines, brindis al sol a las cuatro de la mañana, ahora suena Loquillo con sus trogloditas, siempre quise ir a L.A. Quien no ha visto bregar con tamaña clientela en este antro de El Puerto de Santa María no sabe lo que es una nochecita en blanco, ni una pelea de gallos, ni un puticlú oficial bendecido por la autoridad, ni una plajatoro que se cae a pedazos, ni un concejal venido a más, ni un ladrón respetable, ni una mafia inmobiliaria. Puyazos al urbanismo, estocá al dinerito público, las cosas del querer y del poder. Al "arcarde" le pilló el toro de la corrupción. Año 2723, sálvese quien pueda. Culito a la pared. Graffiti emocional a la vera del Guadalete. Tu padre es un marrajo, los tuyos por si acaso.
Tras el burladero, gente de cartón piedra. Y en los callejones, silencios rotundos. Muchas frases cortantes, pintadas a favor y en contra, debates sobre la tauromagia, dimes y diretes, luces y sombras, mucha vara, alguna que otra puya, habrá que tirarse al ruedo ibérico para alcanzar a entender la magnitud del caos, la dimensión del absurdo orden de prioridades sentimentales. Ni una cosa, ni la otra, sino todo lo contrario.
Manolito siempre fue un bicho, lo que nadie esperaba de él es que iba a estar a estas horas dándole caña a una morena arrepentida a oídos de tol mundo en el mejor bar del olvido. Más de media, que no es lo mismo que mentira podrida en los mass media. En el centro de la faena, sin palabras, las imágenes del desastre pugnan amistosamente con los sonidos del chunda chunda, si estuviera Chiquito aquí apelaría al fistro diodenal, pero como no hay nadie, aparte de Antonio, la pandilla de descastaos adoptaos y la parejita de animales bravíos, hasta luego, Lucas, guarda sitio en el infierno que llegaremos a lo justo.
Revolcón del quince a plena luz de la noche. Qué poca vergüenza. El empuje del novillero no tiene rival, ella celebra cada pase, cada media verónica, como si fuese la última, y la música apenas cesa de tartamudear: Gabinete Caligari repartiendo suerte, el Pasmo de Triana en insólito baile de la confusión, Antonio no se llama Antonio, pero el día que saque el bate de béisbol ...
En lo mejor del querer, un grito, un estruendo horroroso, Antonio apaga el tocata y aparece una señora completamente lívida, con ojeras de metro y medio y una voz de pito que rompe el encanto del momento, si es que alguna vez la belleza salvaje pudo con el quebranto. La mujer dice cosas raras, no se entiende ná. Los presentes se arremolinan en torno a ella, que farfulla algo así como "un muerto". Hay un muerto. Que suene la música. Que se apaguen las luces. Que alguien ponga coto a doña Ana, que así se llama la señora encopetada pero desesperada que viene en busca de Manué, que resulta ser el novillero que se está pegando el lote tras las cortinas de cal y arena. Manué, no te arrime a la pared, que te vas a llenar de cal, te vas a cubrir de gloria, el descabello, la playa de la puntilla, la estocá a la rutina. Manué, ponte los pantalones, péinate un poco, échate colonia, que se ha muerto tu tío y estamos tós en casa velando armas con la cara desencajá mientras tú y esa ... en fin ... echando de comer aparte al deseo voraz.
Manué, descolocao, con el traje de luces de medio lao, se incorpora, se acerca a la barra y conoce de primera mano el suceso luctuoso, esquela fraternal y vámonos que nos vamos. Manué acude al trapo, su tía se mueve como una peonza, Antonio piensa en el tarot, y los cuatro espectadores de excepción piden la penútima, las orejas y el rabo, echan un capote al futuro novio, permanecen al quite por si las moscas de caballo y ceden los trastos al nostálgico cliente surrealista del asombro torero. Manué pincha en hueso. Maldita sea su suerte de banderillas. Hay bronca en el nueve, los enamorados salieron ranas, el salto de la rana, se nos rompió el amor de tanto usarlo. Ella recompone la figura en el cuarto-baño, Manué ya se ha largado con su tía, con la camisa por fuera, no sin antes pedir un papelito, "¿tiene un papelito por ahí?", y Antonio entiende que una mala noche la tiene cualquiera. Viva la muerte. Ya lo dijo Rafael el Gallo en París: "¡Yo me voy a cagánlomuerto de tó los extranjeros que hay aquí!"
Antología Tahumoraquia
miércoles, 6 de octubre de 2010
Rock en las plazas
El casco histórico gaditano acogerá el concurso de grupos noveles de la Bahía
El rock gaditano sale de las catacumbas, con permiso de la autoridad, y sin qie sirva de precedente. A la espera de que "la ley del silencio" llegue a su fin y vuelva la música en directo a bares y locales nocturnos, los grupos noveles de Cádiz saldrán a la calle por mor del concurso convocado por el área de Juventud del Ayuntamiento. Mejor dicho, las bandas de la Bahía gaditana, pues la iniciativa se expande más allá de Cortadura con la misión de promocionar a nuevos creadores y poner en valor, como se dice ahora, la música eléctrica. Ya se sabe que el rock nunca tuvo demasiada suerte en Cádiz, por así decirlo, así que será cuestión de aprovechar la oportunidad. Puede ser la penúltima. No todos los días, ni mucho menos las noches, se abre la ciudad para que sus músicos rockeros y su sufrida afición puedan aliviarse y saciar su sed. Parece mentira, pero en el entorno de la Bahía funciona un centenar largo de bandas de rock y derivados.
Las plazas de El Palillero, Mercado Central y San Agustín acogerán la fase clasificatoria del certamen, en pleno casco urbano, todos los sábados, de seis a ocho de la tarde, del 16 de octubre al 27 de noviembre. Otro modo de dar vidilla al centro y a su comercio en tiempos tan azarosos.
El primer premio consistirá en la grabación de una maqueta y la inscripción gratuita en un seminario y master class del centro de música joven La Báscula, el segundo en la inscripción en dos seminarios mencionados, y el tercero, en la actuación como telonero en una actuación a celebrar en la Wsala, antigua Woodstock. Ni un euro, que está la cosa muy mala.
El rock gaditano sale de las catacumbas, con permiso de la autoridad, y sin qie sirva de precedente. A la espera de que "la ley del silencio" llegue a su fin y vuelva la música en directo a bares y locales nocturnos, los grupos noveles de Cádiz saldrán a la calle por mor del concurso convocado por el área de Juventud del Ayuntamiento. Mejor dicho, las bandas de la Bahía gaditana, pues la iniciativa se expande más allá de Cortadura con la misión de promocionar a nuevos creadores y poner en valor, como se dice ahora, la música eléctrica. Ya se sabe que el rock nunca tuvo demasiada suerte en Cádiz, por así decirlo, así que será cuestión de aprovechar la oportunidad. Puede ser la penúltima. No todos los días, ni mucho menos las noches, se abre la ciudad para que sus músicos rockeros y su sufrida afición puedan aliviarse y saciar su sed. Parece mentira, pero en el entorno de la Bahía funciona un centenar largo de bandas de rock y derivados.
Las plazas de El Palillero, Mercado Central y San Agustín acogerán la fase clasificatoria del certamen, en pleno casco urbano, todos los sábados, de seis a ocho de la tarde, del 16 de octubre al 27 de noviembre. Otro modo de dar vidilla al centro y a su comercio en tiempos tan azarosos.
El primer premio consistirá en la grabación de una maqueta y la inscripción gratuita en un seminario y master class del centro de música joven La Báscula, el segundo en la inscripción en dos seminarios mencionados, y el tercero, en la actuación como telonero en una actuación a celebrar en la Wsala, antigua Woodstock. Ni un euro, que está la cosa muy mala.
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domingo, 3 de octubre de 2010
Gran Vázquez, qué cabrón
Se lo quitaba a los ricos pa buscarse la vida, Robin Hood era un mandao. Todos tenemos algo de Gran Vázquez, el héroe-villano de la historieta nacional, a quien Santiago Segura emula en la película recién estrenada. Qué cabrón, qué sinvergüenza, qué hombre más entrañable y rastrero, fullero, digno y genial artista del pincel, el lápiz afilado y la mente en continuo movimiento. Radiografía de una época. De ayer y de hoy. Manuel Vázquez Gallego mangaba a sus semejantes pa tirar palante, dibujaba escenas realmente imaginadas, enseñó a los chavales de entonces que la vida no era tan alegre y divertida, hizo reír y llorar, pintó de negro la luz, nos presentó a las hermanas Gilda, a la familia Cebolleta, al mágico Anacleto, y sin embargo se arrastró por oficinas regidas por grises bucrócratas de la risa forzada y les dio coba, y nunca se dejó amilanar por el olvido, hasta la derrota final, y tuvo once hijos, un equipo de fúrbo, sin conocer el amor fraternal. Churumbeles que alguien tendría que juntar. Si las teles y demás medios no anduviesen así, harían grandes reportajes sobre grandes Vázquez, grandes artistas de siempre, y no redundarían en la misma basura presuntamente rentable de siempre. En fin, gloria al gran Vázquez, al tío Vázquez, a la gente peligrosa, a don Cornelio Ladilla y a todos los fantasmas del futuro. Un ejemplo para la humanidad. Como canta Dylan, para ser un "fuera de la ley" hay que ser honesto. Los mangantes y trepas pertenecen a otra categoría más asquerosa, un respeto a los grandes Vázquez.
Piquete de confusión
Nos pueden robar, nos pueden matar, también nos pueden asesinar, pero lo que nunca lograrán es pisarnos los zapatos de gamuza azul. Los demás verbos podrán conjugar sin "poblema", aquí tienen ustedes su casa pa lo que quieran. Una reforma laboral, una batallita en misión de paz, un atraco a mano armada con subvención oficial, un árbitro comprado por el cuco Del Nido, la violación sistemática de los derechos inhumanos, la escandalosa subida de precios, todo el mundo tiene su precio, el jefe se vende barato, el lacayo pone caro su humor resplandeciente, y al cabo de la calle montan barricadas, piquetes de confusión. Esta semana estuvo muy en boga, entre tanto demócrata de cartón piedra, arrojar cantos rodados contra los piquetes pseudoinformativos, como si cada mañana no saliera a la calle un piquete desinformativo y el listo de turno no cogiera el micro hipotecao de su cacique encopetao. Palabras más, palabras menos, ataque sin compasión al piquete churretoso y aplauso sordo al mangoneo diario. Vergüenza para unos y otros, para el sindicalista de fin de semana y para el presunto tonto útil utilizado por la mafia. Qué graciosos los increpadores de piqueteros, ahora resulta que nos han manipulado, nos han atosigado, nos han empujado a protestar a grito limpio y "nojotro", sin apenas rechistar, hemos puesto el grito en el cielo, por la mañana, y luego hemos pedido perdón y convidado a un pastelito a nuestro caudillo de turno. Palos a los piquetes, algodón a los banqueros mafiosos, a los políticos vendidos, a los mequetrefes del mundo que un día sí y otro también nos despachan al mejor o peor postor, nunca se sabe, pero a la hoguera sólo van los piqueteros del póker anunciado, los ladrones de cada día salen de rositas, salen en las fotos, salen al campo a coger amapolas y reciben homenajes esperemos que póstumos.
sábado, 2 de octubre de 2010
La logia de la libertad
San Martín, Bolívar, O'Higgins y otros próceres americanos abrazaron a la masonería en Cádiz como instrumento emancipador de América
Ahora que América sangra de nuevo por la herida de la libertad, el tiempo, doscientos años de nada, vinculan la independencia de los pueblos con sociedades secretas integradas por insignes libertadores, hoy estatuas con vida propia, que tomaron Cádiz como cuartel general de las ideas, las intrigas, la unión del movimiento, la gran reunión americana que ayer mismo salvó los muebles en Ecuador y hace dos siglos inauguró una nueva etapa mediante las logias masónicas de Cádiz y Lautaro, tanto monta. Bienvenido al Masón de las Américas, larga vida a la memoria de los sesenta y tres diputados criollos de las Cortes de Cádiz, cuando la Pepa cogió el camino del mar.
La logia de Cádiz, novela histórica del argentino Jorge Fernández Díaz, describe el coraje de San Martín, las traiciones a la Corona de un grupo de españoles, por no hablar de las puñaladas de Fernando VII a los héroes de ambas orillas y el levantamiento de 1808. Ya no había España posible, la logia número 3 de Cádiz se convirtió en instrumento perfecto para trasladar a América la violada España ilustrada, inspirándose en las revoluciones francesa y anglosajona. Nunca hubo más masones por metro cuadrado. Cádiz, la esquina del viento, punto de encuentro, donde vivieron y conspiraron José San Martín, Simón Bolívar o Bernardo O'Higgins. Este último, libertador chileno, fue tutelado, ya en Londres, por el venezolano Francisco de Miranda, precursor de la independencia americana y fundador de la Gran Reunión Americana de masones por un mundo nuevo, nada que ver con el nuevo mundo. La logia lautariana tomó su nombre en honor del caudillo mapuche que se sublevó en revuelta infructuosa contra los españoles en el siglo XVI. Toda una red de sociedades masónicas que cobró forma hace justamente doscientos años.
San Martín permaneció en Cádiz hasta septiembre de 1811. Bolívar conoció a O'Higgins en Cádiz. La relevante logia masónica gaditana tejió posturas comunes con otras sociedades de París, Filadelfia, Caracas y Buenos Aires, e influyó directamente en la creación de la logia número 7 de Londres. Por la liberación americana. Dicen que aún perviven clubes secretos de masones por estos lares, algunos políticos se lo tienen muy callado, la fama de los masones recibió duros varapalos durante la dictadura franquista, que los relacionó con el diablo y con los enemigos de la patria, sin reconocer sus virtudes. Masón era un insulto, incluso un estigma consignado en los pasaportes de los españoles del bando republicano apresados durante la Guerra Civil. La historia relata otras cuestiones, habla de libertad, de viajes de costa a costa, de independencia, así que La Pepa también paraba en el Masón de las Américas.
Cuentan los libros de historia, no obstante, que algunos de los próceres americanos, por no decirlo más relevantes, se abrazaron a las logias masónicas por pura necesidad, y las utilizaron como instrumento para sus ansias de libertad. Se conocieron en Cádiz, lindo lugar del mundo redondo, San Martín, de Corrientes a Bailén, de Cádiz a Londres, de Europa a la lucha americana. Cádiz fue polo de atracción de jóvenes militares como él. Corría el año 1808 cuando San Martín fue iniciado en la logia gaditana, siendo Francisco María Solano, marqués de Socorro, capitán de Andalucía y gobernador civil y militar de Cádiz. Los masones americaron rindieron tributo al héroe nativo consagrado en La Araucana. Hoy, los americanos vuelven a unirse en defensa de la libertad, cuando ni siquiera la lógica tiene ya secretos para el mundo.
Ahora que América sangra de nuevo por la herida de la libertad, el tiempo, doscientos años de nada, vinculan la independencia de los pueblos con sociedades secretas integradas por insignes libertadores, hoy estatuas con vida propia, que tomaron Cádiz como cuartel general de las ideas, las intrigas, la unión del movimiento, la gran reunión americana que ayer mismo salvó los muebles en Ecuador y hace dos siglos inauguró una nueva etapa mediante las logias masónicas de Cádiz y Lautaro, tanto monta. Bienvenido al Masón de las Américas, larga vida a la memoria de los sesenta y tres diputados criollos de las Cortes de Cádiz, cuando la Pepa cogió el camino del mar.
La logia de Cádiz, novela histórica del argentino Jorge Fernández Díaz, describe el coraje de San Martín, las traiciones a la Corona de un grupo de españoles, por no hablar de las puñaladas de Fernando VII a los héroes de ambas orillas y el levantamiento de 1808. Ya no había España posible, la logia número 3 de Cádiz se convirtió en instrumento perfecto para trasladar a América la violada España ilustrada, inspirándose en las revoluciones francesa y anglosajona. Nunca hubo más masones por metro cuadrado. Cádiz, la esquina del viento, punto de encuentro, donde vivieron y conspiraron José San Martín, Simón Bolívar o Bernardo O'Higgins. Este último, libertador chileno, fue tutelado, ya en Londres, por el venezolano Francisco de Miranda, precursor de la independencia americana y fundador de la Gran Reunión Americana de masones por un mundo nuevo, nada que ver con el nuevo mundo. La logia lautariana tomó su nombre en honor del caudillo mapuche que se sublevó en revuelta infructuosa contra los españoles en el siglo XVI. Toda una red de sociedades masónicas que cobró forma hace justamente doscientos años.
San Martín permaneció en Cádiz hasta septiembre de 1811. Bolívar conoció a O'Higgins en Cádiz. La relevante logia masónica gaditana tejió posturas comunes con otras sociedades de París, Filadelfia, Caracas y Buenos Aires, e influyó directamente en la creación de la logia número 7 de Londres. Por la liberación americana. Dicen que aún perviven clubes secretos de masones por estos lares, algunos políticos se lo tienen muy callado, la fama de los masones recibió duros varapalos durante la dictadura franquista, que los relacionó con el diablo y con los enemigos de la patria, sin reconocer sus virtudes. Masón era un insulto, incluso un estigma consignado en los pasaportes de los españoles del bando republicano apresados durante la Guerra Civil. La historia relata otras cuestiones, habla de libertad, de viajes de costa a costa, de independencia, así que La Pepa también paraba en el Masón de las Américas.
Cuentan los libros de historia, no obstante, que algunos de los próceres americanos, por no decirlo más relevantes, se abrazaron a las logias masónicas por pura necesidad, y las utilizaron como instrumento para sus ansias de libertad. Se conocieron en Cádiz, lindo lugar del mundo redondo, San Martín, de Corrientes a Bailén, de Cádiz a Londres, de Europa a la lucha americana. Cádiz fue polo de atracción de jóvenes militares como él. Corría el año 1808 cuando San Martín fue iniciado en la logia gaditana, siendo Francisco María Solano, marqués de Socorro, capitán de Andalucía y gobernador civil y militar de Cádiz. Los masones americaron rindieron tributo al héroe nativo consagrado en La Araucana. Hoy, los americanos vuelven a unirse en defensa de la libertad, cuando ni siquiera la lógica tiene ya secretos para el mundo.
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