La soledad del portero, la locura del instante o el pecho de lata dispuesto a todo. "Aquí estoy pa que me disparen". Dicen que dijo el guardameta de los sueños quebrados en dos. Dos errores de bulto, que parezca un accidente. Dos regalos envueltos en papel de colorines. Manos de trapo, manos arriba, no mires al marcador, que duele. Diez dedos, una persona, salto vital sin red, y encima cachondeíto. Observen al vilipendiado arquero de Universidad Católica de Chile, que cometió dos fallos monumentales, traducidos en sendos tantos de Peñarol de Montevideo en la ida de los cuartos de final de la Copa LIbertadores de América. Patrocinada por los cuatreros del bancosantandé, así que de libertadores poquito le queda al trofeo. Hoy en día conquistan; mejor dicho, colonizan de otra manera acaso más cruel que el gol del último minuto. Queda la revancha.
sábado, 14 de mayo de 2011
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1 comentarios:
¡¡¡ Buenisimo ¡¡¡
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