miércoles, 4 de mayo de 2011
Trebujena, rap de la ropa tendía
Para no olvidar. Glorioso fin de semana en Trebujena. Comentaban en el bar Manolo que la nueva edición del festival de música en la calle ha superado al Carnaval, que ya es decir. Estuvimos el domingo, calle arriba, calle abajo, y gozamos con el ambiente variopinto y con algunas actuaciones a ras de suelo. De primeras, los raperos atípicos gaditanos a la vera del bar El Sitio, digamos que en la señal de salida del itinerario cultural y costumbrista que ofrecía la jornada. Recién llegados de Siberia, no es cachondeo, los amigos de la Frac desgranaron sus peculiares rimas rebeldes al compás de una cervecita, un refresco, unos caracoles y una sonrisa picarona. ¡Caracoles o muerte!, exclamó Deejay Chef. Regalaron un ejemplar de Exprópiese a la acertante de la pregunta al aire lanzada por DJ Washy. ¿Quién debutó en Trebujena en las filas del Cádiz? Agosto del 82. ¡Mágico González! Pareja sacó la pelota de la chistera y hubo pachanguita de cachondeo, los no iniciados descubrieron impagables letras, se está perdiendo y es una pena, la paga de mil euros, el teskiyaparcarajo coreada por los asistentes o el toquetazo futbolístico. ¡Habéis visto mucho fútbol!, soltó alguien. Unos cuantos partidos, terció Dee Jay. Fútbol, reggae y consignas libres por derecho. Luego tocaron los portuenses Indiana, rock americano de calidad para echar otro buen rato, camino de nuevas sorpresas. En plazas consecutivas sonaban ecos de swing, flamenquito, rumbas, jazz, rock clásico, de todo un poco. Precios populares, oiga, sin sablazos de medio lao a traición, ni zona vip, ni tonterías en lo alto. El corazón de Trebujena, abierto hasta el atardecer. Curiosa banda de reggae, Niñosvelcro, la que amenizó la hora del café junto al paraíso de los pepitos de ternera o el mercadillo heterogéneo, donde encontrabas novelas descolorías la mar de pintorescas o juegos de salón o electrodomésticos variados o elepés del siglo pasado o cosas lindas para comer. Pocos sucedáneos, nada de made in taiwan. En la caseta principal, gran congreso mundial de perros y gatos, sobre todo perros. Habría que desterrar la palabra mascota. Perros, cientos de perros de todas las hechuras compartieron el día con los seres más o menos urbanos. La jornada anterior se celebró un encuentro de gemelos y mellizos, una de las piedras angulares del programa de actividades, que también incluyó un concurso de pintura rápida que permitió conocer nuevos colores, y muchas cosas más. La estampa de Trebujena mostrando la ropa tendía de norte a sur del circuito de música callejera bien vale una metáfora o dos.
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