sábado, 9 de octubre de 2010

¡Aquí Cosquín!

Cádiz renueva esta noche, en clave femenina, su pasión por el folklore argentino como sede del principal festival latinoamericano
 
Lo suyo sería, ya que Cádiz se ha consolidado como primera sede en España del legendario Festival Folklórico de Cosquín, emular las nueve lunas con todos sus avíos, liarse la manta a la cabeza y fundir carnaval y danza criolla, y celebrar en ambas orillas la semana gloriosa del cante, el baile, los pasacalles, la fiesta en las peñas y carpas, el duende del sur y, en suma, transformar el Congreso del Hombre Argentino y su Cultura en la Enciclopedia Viviente del Ser Humano Comparsista y sus Antifaces de Oro. "¡Aquí Cosquín!", exclama hoy Cádiz, como hiciera por vez primera el creador del festival, Alejandro Gunder, en 1961.
El Teatro Falla recibe hoy a tres exponentes femeninos catapultados por Cosquín, la ciudad de la provincia argentina de Córdoba que construye mitos del folklore americano, no en vano allá triunfaron Atahualpa Yupanqui o Mercedes Sosa. Cosquín nació con vocación turística y del tirón causó conmoción en el país hermano, que vivió el boom del folklore, la renovación de estilos, y así hasta cumplir cincuenta ediciones. En Argentina, al contrario que aquí, cuidan a sus artistas. Aquí nos liamos a cosquis entre vanidades, envidias y pasteleos. Cosquín, que ejerce de imán como el festival de Newport en la América del Norte, trajo consigo un Cosquín de rock, donde grabó Andrés Calamaro un disco en directo. No conviene olvidar que en Argentina nació el rock en castellano. Y que los cantores más grandes tocan casi todos los palos, acústicos y eléctricos, y rinden pleitesía a un Jorge Cafrune, unos Chalchaleros, un Litto Nebia, el gran León Gieco o los revolucionarios Gotan Project, la sofisticación y tecnología del tango reinventado por Piazzola, los sones geniales de Spinetta o la bendita locura de Charly García. Todos se miran en el espejo de sus folkloristas de cabecera. Riqueza natural.
Cosquín dura nueve lunas, nueve días con sus nueve noches. Cádiz reduce la cosa a tres artistas en clave femenina. Marina Cayón viene de Salta, cosecha premios desde los dieciséis años, recrea sus dotes musicales con instrumentales entreverados entre el folk y los clásicos, presenta su cdisco "Simplemente" con su grupo Amalgama. Los orígenes de una raza, los vientos de libertad, la quena y la flauta, la caña de Salta.
Florencia, Mora y Paula pertenecen al Trío Aymama, tres voces, tres instrumentistas, guitarras, percusión, piano, magia y precisión. Dicen que las tres "almitas" argentinas poseen un encanto especial y unas maneras artísticas que asombran al más escéptico.
A la postre, procedente de Cosquín, que es como decir el reino profundo del interior de la república albiceleste, Paola Bernal mostrará su enorme talento, forjado desde las danzas criollas a su participación en festivales junto a los más prestigiosos artistas de su tierra. Hace unos meses brilló con luz propia en la fiesta de los Bicentenarios de las Independencias, celebrada en Colombia. A escasas lunas del cumpleaños de La Pepa, aquí Cosquín.
 
Octubre, Cultura, Diario de Cádiz

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