Contradanza del mundo de la luz. La biodiversidad del folklore y la poesía de todos los tiempos. Doce años de aguante, un quinteto de voces y sones genuinos, tres discos a cada cual más puntero, la riqueza inmaterial del ser urbano andaluz. Contradanza del ritmo a verlas venir, sin vivir de la música, sin morir de vanidad, a punto de caramelo. Contradanza actúa esta noche en la sala W. Traen instrumentos de verdad, letras de ayer y de hoy, ecos del futuro, buenas críticas y un público fiel. "No tenemos vocación de ser mayoritarios, pero no podemos quejarnos". La gira de otoño, un soplo de vida. Artistas en Ruta, un cable. Contradanza posee, en sintonía con su manera de hacer las cosas, un público variopinto, entendido, agradecido y atento a la jugada. "Estamos en tierra de nadie y en tierra de todo el mundo", ilustra Ricardo de Castro, isleño de voz impar, que habla en boca del heterogéneo grupo compuesto por elementos también diversos de la Andalucía Occidental, donde "el flamenco es una bendición pero también un problema".
Si Contradanza trabaja mayormente con herramientas populares, músicas ancestrales, nueva poesía, actitudes pop y guiños al jazz, entre otros ingredientes que se van sumando a la fiesta, los romanceros tradicionales ocupan un espacio esencial. Ricardo subraya la calidad y cantidad de romanceros de tradición oral en la provincia gaditana, elogia la labor del equipo de la Universidad de Cádiz que ha investigado a fondo y publicado varios trabajos a pie de campo, una base patrimonial de valor incalculable al estilo Alan Lomax. "Es una de nuestras fuentes, un tesoro andaluz en toda regla, por eso digo que el flamenco es una bendición y un problema, porque el flamenco tira mucho y quizá no se conozcan otras músicas debido a su hegemonía. El flamenco usa como fuentes los romanceros y otros legados andaluces, ya se sabe, músicas orientales y músicas del sur. Nosotros mismos, todo sea dicho, también bebemos de muchas fuentes", en virtud de la cultura musical de los cinco músicos, quienes estiman que "para defender las propuestas que salen de Andalucía hay que construir espacios diferentes". Dar cabida a todos. Contradanza lo hace a su modo, abre su mundo, a poetas como Juan José Téllez, Javier Egea o Ferrán Fernández y a músicos como Andreas Pritwitz, maestro de los vientos que también ha tocado casi todos los palos del espectro musical hispano, el guitarrista que colaboró con el eterno Silvio, El Pájaro, o la sección de metales de La Banda de la María. Notable elenco para el tercer álbum de Contradanza. "Nos da igual que las letras tengan siete siglos o dos meses de existencia", apunta quien las canta, Ricardo. Contradanza de cuarentones de largo recorrido que han evolucionado, sin apenas forzar la máquina, del formato acústico al mp3, del directo a la red. Contradanza del mundo del sonido. La humanización de la tecnología. La verdad folk del espacio sideral. Contradanza y el prestigio bien ganado.
Octubre, Cultura, Diario de Cádiz
viernes, 15 de octubre de 2010
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