Colin Bass vive mentalmente en varios continentes. El que fuera bajista y cantante de Camel durante veinte años, pieza vital del rock progresivo, y que más tarde ejerciera de pionero en el florecimiento de la world music, protagonizará sendos conciertos en la Sala Compañía de Jerez, el próximo viernes 31 de octubre, y el Teatro Moderno de Chiclana, una semana más tarde. Se trata de recitales acústicos exclusivos, pues el artista londinense no se prodiga en exceso en Europa, más bien fija su mirada en los ritmos variopintos del planeta, desde el sudeste asiático, cuya cultura considera "fuente inagotable de sabiduría e inspiración", hasta las propuestas étnicas que abandera bajo su otro yo, Sabas Habas Mustapha.
Multinstrumentista de prestigio, productor de postín y explorador de músicas remotas, Colin Bass perteneció a Camel entre 1979 y 1999, registrando diez álbumes con la influyente banda británica tanto en su fase original como en posteriores reapariciones. Atraído por el rock sinfónico desde que escuchase el debut de King Crimson a finales de los sesenta, Colin cumple cuarenta años de carrera. Se estrenó en el 68 en una banda llamada Krisis, pero una prueba con Camel, en una casa de campo de la campiña inglesa, cambió su vida y su trayectoria musical. A sus cincuenta y siete años, puede sentirse igualmente orgulloso de haber trabajado junto al brillante Steve Hillage, líder de los míticos Gong, y de haber volado en solitario sin tener que rendir cuentas en frontera alguna.
El músico, que desgranará en Jerez y Chiclana piezas propias y alguna referencia a los tiempos de Camel, con su toque preciso y su hermosa voz de viento, editó su primer disco en solitario hace una década. Desde hace veinte años vive en Berlín, donde cada semana realiza su propio programa de radio, variopinto y pinturero. Amén de volcar su amor a los ritmos y paisajes sonoros asiáticos en sus proyectos paralelos, colabora con grandes músicos del mundo, tales como Oumou Sangare, de Mali; Maurice el Medioni, de Argelia, y Stella Chiweshe, de Zimbawe, auténticas figuras en sus países. Y acude a la llamada de la producción discográfica a Egipto, la isla de Java o Madagascar, donde ha dirigido la grabación de un grupo pop. Ecléctica actividad la de Colin Bass o Mustapha, como quiera llamarse este precursor de la música sin etiquetas que linda con la multiculturalidad.
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
jueves, 30 de octubre de 2008
Dylan vuelve a colgarse la acústica, cuatro años más temprano que tarde
La gira sin fin de Bob Dylan, que estos días de otoño recorre el norte de los Estados Unidos, siempre depara sorpresas, asombros, luces, sombras, repertorios imposibles, versiones dispares de la vida, bruscos giros del destino y descubrimientos. Dylan volvió a tocar la guitarra acústica, no lo hacía desde julio de 2004 en Barcelona, cuando abrazó con notas inesperadas el bis de All Along the Watchtower. Miento: cuentan que el año pasado, Bob rasgueó una acústica junto a un invitado especial, el gran Elvis Costello. Interpretaron Tears of Rage. Pero a conciencia, apartándose del "puto piano", como lo definió Sabina, cuatro años estuvo el tío erre que erre. Ya se está quitando. Menos mal. Poquito a poco, al inicio de la enésima tourné sólo ha empleado la guitarra acústica en contadas ocasiones. A saber: en Victoria, British Columbia, el 23 de octubre, se estrenó con Just Like a Woman, como no podía ser de otra manera, aunque un par de piezas antes cantó Till I Fell in Love with You sin recurrir al teclado. En ambas se acompañó de la armónica. Al día siguiente, en Vancouver, abrió el concierto con la acústica, Leopard Skin Pill Box Hat, y volvió a tocarla en la octava canción, Make You Feel My Love, con la salvedad de que también se sentó al piano y sopló la armónica. Tres en uno. Y el lunes, en Calgary, no se conformó Dylan con dotar a Just Like a Woman de nuevas tonalidades ácústicas, sino que interpretó Tweedle Dee & Tweedle Dum ¡en el centro del escenario, solo ante el peligro, sin guitarra ni piano! Como un viejo rocanrolero, como el gran crooner que es. De chico, recordemos, Dylan quiso ser Little Richard, Hank Williams, Woody Guthrie y Elvis, todos a la vez, y así creció su inmenso talento creativo a la hora de interpretarse a sí mismo y a su otro yo, a ese Dylan que no está donde lo esperas ni es lo que esperas que sea.
Desde que se sentó al piano de la señorita Pepis, Bob perdió o cedió el control de las canciones, según m humilde opinion. Los músicos ya dominan la estructura de los temas y no dependen tanto de los prontos del artista. Antes, Dylan, en ocasiones, sembraba el pánico entre los músicos, que desconocían las intenciones del cantante y le seguían como podían, de la mejor manera posible, porque con Dylan no sale cualquiera a la carretera.
Por contra, creo que la música de Dylan en su conjunto, que no su magia y su poder de seducción, ha cambiado para bien siempre y cuando Dylan no saque punta a la eléctrica, ahí el gachó se pierde, se empeña en ir a su bola y desespera a los músicos. Un inciso necesario: confiesa el artista en la primera entrega de su autobiografía circular que en los últimos veinte años su tacto no ha sido el mismo por mor de algunas lesiones. El retorno de la acústica, más que nunca, se saluda con entusiasmo, buena señal; tócala otra vez, Bob.
Desde que se sentó al piano de la señorita Pepis, Bob perdió o cedió el control de las canciones, según m humilde opinion. Los músicos ya dominan la estructura de los temas y no dependen tanto de los prontos del artista. Antes, Dylan, en ocasiones, sembraba el pánico entre los músicos, que desconocían las intenciones del cantante y le seguían como podían, de la mejor manera posible, porque con Dylan no sale cualquiera a la carretera.
Por contra, creo que la música de Dylan en su conjunto, que no su magia y su poder de seducción, ha cambiado para bien siempre y cuando Dylan no saque punta a la eléctrica, ahí el gachó se pierde, se empeña en ir a su bola y desespera a los músicos. Un inciso necesario: confiesa el artista en la primera entrega de su autobiografía circular que en los últimos veinte años su tacto no ha sido el mismo por mor de algunas lesiones. El retorno de la acústica, más que nunca, se saluda con entusiasmo, buena señal; tócala otra vez, Bob.
martes, 28 de octubre de 2008
Javier Ruibal, pregonero en Nueva York
Javier Ruibal se marcha pronto a Nueva York. Vivirá de pleno el posible e histórico cambio de gobierno en Estados Unidos, con Obama blandiendo nuevas campanas de libertad, y tocando la Gloria de Manhattan por primera vez para un político de raza negra, y tocará en la escuela de música de la Universidad de Ithaca, prestigioso centro dirigido por Chris White, con quien por cierto ha actuado en numerosas ocasiones el músico portuense. Ruibal llegará a la gran urbe estadounidense en plenas elecciones, el 3 de noviembre, y permanecerá un par de semanas en contacto con sus amigos de la Gran Manzana y representantes del entramado musical. No descarta más conciertos en directo, acaso en salas nocturnas y algún recital casero que se han puesto tan en boga. Javier practica desde hace meses este curioso sistema, ideal para mantener el roce directo con el público. Es muy simple: si una docena de personas reúne dinero y ganas de fiesta en un domicilio, contratado queda el artista, que canta a los presentes en el salón de sus casas, departe con ellos, al abrigo de unas risas y unas copas, y la noche resulta redonda. Ruibal, por cierto, viene de cosechar nuevos éxitos en la sala Galileo de Madrid y ya trabaja con intensidad en el pregón de Carnaval de Cádiz del próximo mes de febrero.
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
lunes, 27 de octubre de 2008
Arde la memoria de Astilleros
Vuelven los fantasmas. La madre de todas las crisis. Los lunes al sol de varias generaciones de gaditanos, espejo del alma reconvertida en sombra de dudas. Piedra angular de batallas políticas, transformaciones sociales y decepciones varias. Se llame como se llame la empresa, sea privada o pública, o una perversa combinación de ambas, Astilleros fue, es y será siempre pasado y futuro imperfectos. El presente está por ver. El pretérito de la factoría acabó con hegemonías y anhelos. El porvenir parece tener fecha de caducidad, el tan mentado 2012. Como dicen los sabios veteranos de Cádiz, empleando la expresión heredada del maremoto, "hasta aquí llegó el agua". Y la paciencia de los trabajadores de Astilleros (no se cierra). Jesús Gargallo, el hombre que contribuyó decisivamente a que el último Gobierno de Felipe no consumase el cierre de la fábrica, contrarresta augurios con cifras, quiebra algunos mitos de Astilleros, denuncia una campaña contra la plantilla, advierte del riesgo de un nuevo cisma laboral y cuenta lo que ocurrió hace trece años, durante la enésima reconversion fallida. Un sobre repleto de fotos salvó el cuello a Astilleros.
"Somos más de 5.500, entre puestos directos y auxiliares dependiendo de las tres factorías de la Bahía. Seguimos siendo la mayor empresa de la zona, a pesar de tantos recortes, y la que aporta mayores ingresos a la sociedad gaditana". Gargallo, presidente del comité de empresa de Navantia en Cádiz, ilustra el radical cambio experimentado por los astilleros en las últimas décadas: "La plantilla supone el 20% de los trabajadores, y los empleados de empresas auxiliares, el 80% del total; es decir, a la inversa que años atrás", cuando Astilleros ejercía de bombona de oxígeno para todo Cádiz. Pero Gargallo, en defensa del sector, en defensa propia y de la firma emblemática de la Bahía, remarca que media docena de reconversiones después, cuarenta años después de ver las orejas al lobo del capitalismo salvaje, la actividad naval proporciona 200 millones de euros anuales en salarios, 130 millones de ellos en Cádiz capital. Así que, subraya, "será mejor que no tergiversen las cosas ni nos manipulen a los trabajadores, que no pedimos más dinero, sino más trabajo y una mejor gestión que garantice el futuro de Astilleros como signo de identidad de Cádiz. Llevamos 120 años peleando y no nos van a callar por mucha crisis que haya".
En el año 95, poco antes del boom tecnológico y del cambio en la Alcaldía de Cádiz y del desgaste definitivo de los socialistas en Madrid, más cien mil personas se echaron a la calle para apoyar a la plantilla de Astilleros y rechazar un nuevo plan de reindustrialización que no resultó tal. Aquel verano, técnicos del Instituto Nacional de Industria cerraron Astilleros de Cádiz a efectos administrativos, pero la medida no llegó a ejecutarse. Algunos de los ingenieros o letrados que participaron en dicha operación, que llegaron de vacaciones a Cádiz anunciando la terrible noticia a sus allegados, con la boca pequeña, ganan ahora siete mil euros mensuales de asesores de la nada, en plena crisis, mientras pasean por las calles de Cádiz tantos prejubilados en chándal de colorines. Los célebres sordos de Astilleros no cuentan las cosas de oídas. Las vivieron en carne propia. "Si cae uno, caemos todos", como decían en la película "Los lunes al sol", éxito de taquilla treinta meses antes de la última reconversión.
"Estoy convencido de que los cuatro días de conflictividad de 1995, y también los de 2004, influyeron lo suyo para mantener la empresa abierta y para que ésta, no lo olvidemos, dé sustento a unas quinientas familias relacionadas con la empresa auxiliar. Gracias al pueblo de Cádiz y a la lucha de los obreros, seguimos en pie", manifiesta Gargallo, no sin antes echar la vista atrás para tomar inmpulso hacia adelante.
El ministro Eguiagaray tuvo el dudoso honor de hacer cumplir ciertas directrices de Bruselas. "Nos dijeron que había que respetar los compromisos adquiridos con Europa, que Astilleros estaba virtualmente cerrado a no ser que se produjese un conflicto social grave que evitase un cierre traumático, una especie de revuelta social, algo así como 'quemar Cádiz', entre comillas. Nos lo dijeron en el ministerio". Dicho y hecho. Ardió Cádiz. Ardió San Antonio. Prendieron fuego a la sede socialista, precisamente donde días atrás escenificaron un nuevo intento de recuperar el tiempo perdido en 1995, que no lo perdió Carlos Díaz, sino Felipe, con Astilleros como telón de fondo.
Dicho sea entre paréntesis, en la última década, o quizá desde aquellos sucesos históricos, en contra de leyendas y mitos más o menos interesados o de raíces populares, algunos colectivos han cortado en más ocasiones la carretera de acceso a Cádiz, y en especial el puente Carranza, que los mismísimos currelantes de Astilleros. Los rocieros, por citar un ejemplo, y sin ánimo de abrir heridas, ni mucho menos.
Pues bien, a pique de un repique, en plena vorágine, con Cádiz echando humo en los telediarios, Gargallo se encajó de nuevo en Madrid, junto a representantes sindicales de los astilleros hispanos, y cuando una voz anunció su presencia en la mesa de negociación, a la voz de "¡Astilleros de Cádiz!", entró como un ciclón en la sala. "Cuando me tocó el turno, y a la vista de que no atendían nuestros requerimientos, vamos, que ni caso, aproveché que un portavoz de Industria preguntaba en voz alta por las razones que había para no cerrar Astilleros de Cádiz y contesté del tirón: más cien mil manifestantes, el apoyo de un pueblo, ¿hay mayores razones que ésto? ..." y puso sobre la mesa un voluminoso sobre que contenía un centenar de fotografias sobre los disturbios de esos días, con San Antonio ardiendo. Dicho y hecho. Marcha atrás. Hasta hoy. "Hoy volvemos a las andadas. En Astilleros tenemos instinto de supervivencia, olemos las crisis desde lejos. Hoy ya hay gente malintencionada promoviendo la caída de Astilleros, propagando falacias, manipulando a la opinión pública. Decir que Cádiz obtendría más rentabilidad recuperando los terrenos de Astilleros es una falacia. Si quieren el vacío industrial y la temporalidad del comercio y la industria, atiendan a las cifras", advierte Gargallo. "Astilleros de Cádiz posee el mejor centro de reparaciones de buques en Europa, sólo ocho barcos en el mundo no caben en el dique 4, que es patrimonio, prestigio y fuente de riqueza. Decir que el dique se trasladaría a Puerto Real significa no tener ni idea; los astilleros de la Bahía son complementarios, cerrar uno de ellos es matar al sector".
Gargallo cree que los socialistas siempre han tropezado en la misma piedra del sector naval y que el PP ejerció de Poncio Pilatos, ajustándose a sus siglas, lavándose las manos en forma de privatizaciones y vendas en los ojos. Hoy el punto de ira vuelve a fijarse en un Gobierno socialista que "ha colocado al frente de Astilleros a un señor arrogante y chulo como Gómez Jaén, con creces el peor presidente de la historia de la empresa, que practica el terror, el miedo, el despotismo y el personalismo. Y además no tiene ni idea. Gómez Jaén y su segundo, Juan Tau, a quien llamamos el corcho porque siempre flota pase lo que pase, cerraron Hunosa, en el primero de los casos, y Astilleros, ïzar, Navantia y lo que se ponga por delante. Son expertos en cierres. Luego les llegarán las jubilaciones doradas".
Los comités de empresa advierten que Navantia "ha dilapidado la imagen y los resultados de Navantia en apenas dos años. En dos años se han puesto en pérdidas, pese a que tomaron la empresa sin deudas, saneada del todo y con una importante cartera de pedidos". Ni queriendo, oiga.
Por contra, los empleados de la célebre factoría gaditana "llevamos cuatro años como borreguitos, sólo nos hemos movilizado por Delphi, donde pasó lo que pasó, la crónica de otra muerta anunciada. Hemos firmado convenios manteniendo el poder adquisitivo a duras penas, hemos hecho miles de prolongación de jornadas con flexibilidad, y a cambio nos pagan con una gestión nefasta que pone en peligro nuestro futuro". Gargallo sigue poniendo puntos sobre las íes: "Mientras, contaminan la opinión pública con falsedades como la conflictividad y productividad. Somos los mejores astilleros europeos, con un 0,04% de absentismo laboral y unos resultados espectaculares. Pero quieren manchar nuestra imagen. Si los políticos huelen que perdemos el apoyo popular, el apoyo de la ciudad, será el acabóse". El portavoz de los trabajadores denuncia a las claras que "hay gente pagada para crear opinión contraria a los trabajadores, que actúan desde el anonimato en los foros de internet". Trolls de Navantia.
"Hay tiempo", remata Gargallo con esperanza. En 2011 concluye la vigencia de la actual cartera de pedidos, la carga de trabajo que mantiene a los astilleros con la frente alta, pero "no están realizando gestiones para continuar en la misma senda. A este paso, el año 2012 va a ser calentito".
Octubre 08, Crónicas Urbanas, Diario de Cádiz
"Somos más de 5.500, entre puestos directos y auxiliares dependiendo de las tres factorías de la Bahía. Seguimos siendo la mayor empresa de la zona, a pesar de tantos recortes, y la que aporta mayores ingresos a la sociedad gaditana". Gargallo, presidente del comité de empresa de Navantia en Cádiz, ilustra el radical cambio experimentado por los astilleros en las últimas décadas: "La plantilla supone el 20% de los trabajadores, y los empleados de empresas auxiliares, el 80% del total; es decir, a la inversa que años atrás", cuando Astilleros ejercía de bombona de oxígeno para todo Cádiz. Pero Gargallo, en defensa del sector, en defensa propia y de la firma emblemática de la Bahía, remarca que media docena de reconversiones después, cuarenta años después de ver las orejas al lobo del capitalismo salvaje, la actividad naval proporciona 200 millones de euros anuales en salarios, 130 millones de ellos en Cádiz capital. Así que, subraya, "será mejor que no tergiversen las cosas ni nos manipulen a los trabajadores, que no pedimos más dinero, sino más trabajo y una mejor gestión que garantice el futuro de Astilleros como signo de identidad de Cádiz. Llevamos 120 años peleando y no nos van a callar por mucha crisis que haya".
En el año 95, poco antes del boom tecnológico y del cambio en la Alcaldía de Cádiz y del desgaste definitivo de los socialistas en Madrid, más cien mil personas se echaron a la calle para apoyar a la plantilla de Astilleros y rechazar un nuevo plan de reindustrialización que no resultó tal. Aquel verano, técnicos del Instituto Nacional de Industria cerraron Astilleros de Cádiz a efectos administrativos, pero la medida no llegó a ejecutarse. Algunos de los ingenieros o letrados que participaron en dicha operación, que llegaron de vacaciones a Cádiz anunciando la terrible noticia a sus allegados, con la boca pequeña, ganan ahora siete mil euros mensuales de asesores de la nada, en plena crisis, mientras pasean por las calles de Cádiz tantos prejubilados en chándal de colorines. Los célebres sordos de Astilleros no cuentan las cosas de oídas. Las vivieron en carne propia. "Si cae uno, caemos todos", como decían en la película "Los lunes al sol", éxito de taquilla treinta meses antes de la última reconversión.
"Estoy convencido de que los cuatro días de conflictividad de 1995, y también los de 2004, influyeron lo suyo para mantener la empresa abierta y para que ésta, no lo olvidemos, dé sustento a unas quinientas familias relacionadas con la empresa auxiliar. Gracias al pueblo de Cádiz y a la lucha de los obreros, seguimos en pie", manifiesta Gargallo, no sin antes echar la vista atrás para tomar inmpulso hacia adelante.
El ministro Eguiagaray tuvo el dudoso honor de hacer cumplir ciertas directrices de Bruselas. "Nos dijeron que había que respetar los compromisos adquiridos con Europa, que Astilleros estaba virtualmente cerrado a no ser que se produjese un conflicto social grave que evitase un cierre traumático, una especie de revuelta social, algo así como 'quemar Cádiz', entre comillas. Nos lo dijeron en el ministerio". Dicho y hecho. Ardió Cádiz. Ardió San Antonio. Prendieron fuego a la sede socialista, precisamente donde días atrás escenificaron un nuevo intento de recuperar el tiempo perdido en 1995, que no lo perdió Carlos Díaz, sino Felipe, con Astilleros como telón de fondo.
Dicho sea entre paréntesis, en la última década, o quizá desde aquellos sucesos históricos, en contra de leyendas y mitos más o menos interesados o de raíces populares, algunos colectivos han cortado en más ocasiones la carretera de acceso a Cádiz, y en especial el puente Carranza, que los mismísimos currelantes de Astilleros. Los rocieros, por citar un ejemplo, y sin ánimo de abrir heridas, ni mucho menos.
Pues bien, a pique de un repique, en plena vorágine, con Cádiz echando humo en los telediarios, Gargallo se encajó de nuevo en Madrid, junto a representantes sindicales de los astilleros hispanos, y cuando una voz anunció su presencia en la mesa de negociación, a la voz de "¡Astilleros de Cádiz!", entró como un ciclón en la sala. "Cuando me tocó el turno, y a la vista de que no atendían nuestros requerimientos, vamos, que ni caso, aproveché que un portavoz de Industria preguntaba en voz alta por las razones que había para no cerrar Astilleros de Cádiz y contesté del tirón: más cien mil manifestantes, el apoyo de un pueblo, ¿hay mayores razones que ésto? ..." y puso sobre la mesa un voluminoso sobre que contenía un centenar de fotografias sobre los disturbios de esos días, con San Antonio ardiendo. Dicho y hecho. Marcha atrás. Hasta hoy. "Hoy volvemos a las andadas. En Astilleros tenemos instinto de supervivencia, olemos las crisis desde lejos. Hoy ya hay gente malintencionada promoviendo la caída de Astilleros, propagando falacias, manipulando a la opinión pública. Decir que Cádiz obtendría más rentabilidad recuperando los terrenos de Astilleros es una falacia. Si quieren el vacío industrial y la temporalidad del comercio y la industria, atiendan a las cifras", advierte Gargallo. "Astilleros de Cádiz posee el mejor centro de reparaciones de buques en Europa, sólo ocho barcos en el mundo no caben en el dique 4, que es patrimonio, prestigio y fuente de riqueza. Decir que el dique se trasladaría a Puerto Real significa no tener ni idea; los astilleros de la Bahía son complementarios, cerrar uno de ellos es matar al sector".
Gargallo cree que los socialistas siempre han tropezado en la misma piedra del sector naval y que el PP ejerció de Poncio Pilatos, ajustándose a sus siglas, lavándose las manos en forma de privatizaciones y vendas en los ojos. Hoy el punto de ira vuelve a fijarse en un Gobierno socialista que "ha colocado al frente de Astilleros a un señor arrogante y chulo como Gómez Jaén, con creces el peor presidente de la historia de la empresa, que practica el terror, el miedo, el despotismo y el personalismo. Y además no tiene ni idea. Gómez Jaén y su segundo, Juan Tau, a quien llamamos el corcho porque siempre flota pase lo que pase, cerraron Hunosa, en el primero de los casos, y Astilleros, ïzar, Navantia y lo que se ponga por delante. Son expertos en cierres. Luego les llegarán las jubilaciones doradas".
Los comités de empresa advierten que Navantia "ha dilapidado la imagen y los resultados de Navantia en apenas dos años. En dos años se han puesto en pérdidas, pese a que tomaron la empresa sin deudas, saneada del todo y con una importante cartera de pedidos". Ni queriendo, oiga.
Por contra, los empleados de la célebre factoría gaditana "llevamos cuatro años como borreguitos, sólo nos hemos movilizado por Delphi, donde pasó lo que pasó, la crónica de otra muerta anunciada. Hemos firmado convenios manteniendo el poder adquisitivo a duras penas, hemos hecho miles de prolongación de jornadas con flexibilidad, y a cambio nos pagan con una gestión nefasta que pone en peligro nuestro futuro". Gargallo sigue poniendo puntos sobre las íes: "Mientras, contaminan la opinión pública con falsedades como la conflictividad y productividad. Somos los mejores astilleros europeos, con un 0,04% de absentismo laboral y unos resultados espectaculares. Pero quieren manchar nuestra imagen. Si los políticos huelen que perdemos el apoyo popular, el apoyo de la ciudad, será el acabóse". El portavoz de los trabajadores denuncia a las claras que "hay gente pagada para crear opinión contraria a los trabajadores, que actúan desde el anonimato en los foros de internet". Trolls de Navantia.
"Hay tiempo", remata Gargallo con esperanza. En 2011 concluye la vigencia de la actual cartera de pedidos, la carga de trabajo que mantiene a los astilleros con la frente alta, pero "no están realizando gestiones para continuar en la misma senda. A este paso, el año 2012 va a ser calentito".
Octubre 08, Crónicas Urbanas, Diario de Cádiz
domingo, 26 de octubre de 2008
Extremodurísimo
Implacables, sin piedad, directos al mentón. Con la gente a su merced. Extremoduro se parece cada vez más a su público: agrestes, líricos y canallas en su conjunto. Luego, cada uno es como es: camisetas de glorias del jevi, de los Ramones, de los Beatles y hasta de los Allman Brothers. Rockeros en esencia. Más de cinco mil personas, anteanoche en Jerez, vibraron con el durísimo concierto de Extremoduro y rindieron pleitesía a su antihéroe, Robe Iniesta, el índómito creador de un universo marginal, primitivo y muy particular que huye de los tópicos en las letras, coreadas a pleno pulmón por todos, y emplea con habilidad los tics del rock pesado, el punk y los ritmos del vértigo. Robe y compañía noquearon a los presentes, que pasaron de la euforia a la exaltación de la amistad, del botellón inicial para eludir los abusivos precios al arreón final, una salvajada de riffs y carreras, hasta que sonó la campana. Menos mal que no llovió, con cinco gotas la explanada del Palacio de Deportes se habría transformado en un lodazal. Hoy hay mucha gente ronca. No sólo Robe.
"Deltoya" abrió fuego con vehemencia, la banda de Robe e Iñaki Antón desgranó sus grandes éxitos y sonados fracasos a lo largo de dos horas y media, con un cuartito de hora de descanso, ya habitual en sus espectáculos, que devolvió a la gente a la realidad cardíaca, a algunos de ellos plenamente embrutecidos. "¡Me estoy quitando!", exclamaba sin cesar un señor muy colgado. "No la va a cantar", terciaba él mismo a su colega de junto. Pedía la versión de Tabletom, pero no sonó. Erre que erre, hasta perder el vigor y la esperanza, el gachó terminó confesando a viva voz: "¡Ya me he quitao!" Entrañable.
Por cierto, qué bonito es el amor cuando Robe abre la cajita de los besos hipotecados y una pareja de rudos chavales de barrio periférico demuestran su sentido y sensiblidad en mitad de la explanada. Sexo, drogas y rocanrol en tiempos de crisis.
Macetones de cerveza y licor, aromas de amapola, cayó una cosecha entera entre luces y brumas. Cuernos al viento, botes sincopados, pandillas a cien por hora, explosión total, un volumen descomunal y la parafernalia rockera. Cabalgadas gloriosas, solos de larga duración y ráfagas de rocanrol en seco, calma chicha para volver a tronar, y así hasta configurar una noche de pasión, con el sello de Robe, hasta temblar el suelo y estremecerse los corazones solitarios. Himnos acelerados, lenguaje claro y conciso, varios momentos de clímax, conexión entre artistas y audiencia y un estreno del flamante disco: "Dulce introducción al caos", que sonó de maravilla, hermosa, compleja e inspirada, en las antípodas de otras piezas sin pulir pero no menos atractivas, aunque una mijita aceleradas. Número uno en ventas, una cosa extrema y jevi, la ley innata de la naturaleza y temas de ayer y de hoy: "Sol de invierno", "Buscando una luna", "Pepe Botika", "Jesucristo García", y a la postre, en los bises, una chica muy pintiparada gritaba a los cuatro vientos: "¡Puta!" Y la tocaron. Y luego "Salir". Y Robe pensaría pa sus adentros, una vez agotadas las existencias: "Irse ya, con el morao". No sin antes largar su clección de letanías. "Concreté la fecha de mi muerte con Satán ...", "¿Dónde están mis amigos? En Carabanchel, La Modelo, Puerto de Santa María". "Sucede que me canso de ser hombre", reconocido guiño poético a Pablo Neruda, quien anoche habría exclamado sin tapujos, remedándose a sí mismo: "Confieso que he bebido".
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
"Deltoya" abrió fuego con vehemencia, la banda de Robe e Iñaki Antón desgranó sus grandes éxitos y sonados fracasos a lo largo de dos horas y media, con un cuartito de hora de descanso, ya habitual en sus espectáculos, que devolvió a la gente a la realidad cardíaca, a algunos de ellos plenamente embrutecidos. "¡Me estoy quitando!", exclamaba sin cesar un señor muy colgado. "No la va a cantar", terciaba él mismo a su colega de junto. Pedía la versión de Tabletom, pero no sonó. Erre que erre, hasta perder el vigor y la esperanza, el gachó terminó confesando a viva voz: "¡Ya me he quitao!" Entrañable.
Por cierto, qué bonito es el amor cuando Robe abre la cajita de los besos hipotecados y una pareja de rudos chavales de barrio periférico demuestran su sentido y sensiblidad en mitad de la explanada. Sexo, drogas y rocanrol en tiempos de crisis.
Macetones de cerveza y licor, aromas de amapola, cayó una cosecha entera entre luces y brumas. Cuernos al viento, botes sincopados, pandillas a cien por hora, explosión total, un volumen descomunal y la parafernalia rockera. Cabalgadas gloriosas, solos de larga duración y ráfagas de rocanrol en seco, calma chicha para volver a tronar, y así hasta configurar una noche de pasión, con el sello de Robe, hasta temblar el suelo y estremecerse los corazones solitarios. Himnos acelerados, lenguaje claro y conciso, varios momentos de clímax, conexión entre artistas y audiencia y un estreno del flamante disco: "Dulce introducción al caos", que sonó de maravilla, hermosa, compleja e inspirada, en las antípodas de otras piezas sin pulir pero no menos atractivas, aunque una mijita aceleradas. Número uno en ventas, una cosa extrema y jevi, la ley innata de la naturaleza y temas de ayer y de hoy: "Sol de invierno", "Buscando una luna", "Pepe Botika", "Jesucristo García", y a la postre, en los bises, una chica muy pintiparada gritaba a los cuatro vientos: "¡Puta!" Y la tocaron. Y luego "Salir". Y Robe pensaría pa sus adentros, una vez agotadas las existencias: "Irse ya, con el morao". No sin antes largar su clección de letanías. "Concreté la fecha de mi muerte con Satán ...", "¿Dónde están mis amigos? En Carabanchel, La Modelo, Puerto de Santa María". "Sucede que me canso de ser hombre", reconocido guiño poético a Pablo Neruda, quien anoche habría exclamado sin tapujos, remedándose a sí mismo: "Confieso que he bebido".
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
Glazz, sonido libre abierto al mundo
El mar, las gaviotas, una guitarra acústica, ritmos oceánicos y la trompeta evocadora de ultramar saludan un nuevo día, amanecer en El Puerto, y cobran forma los sonidos nuevos y de toda la vida que un trío portuense joven pero con evidente poso cultural acuña en su primer disco, la obra conceptual que está enamorando a quienes han podido paladearlo. Glazz, la propuesta musical de José Recacha, Javi Ruibal y Dani Escortell, ofrece en su debut un brillante paseo por estilos, ritmos y tonalidades fundidos de forma sorprendente hasta lograr un insólito sello personal. De la playita a la ciudad, del estrés al retorno a los orígenes: rock, jazz, músicas étnicas, punk, funk, sinfonismo, un cóctel de categoría. Un disco autoproducido por ellos mismos, músicos de 25 años, portuenses de altos vuelos que hacen lo que quieren, como quieren, sin concesiones y con tiempo por delante. "Aconsejamos escuchar el disco de principio a fin, para captar la historia completa, cada pasaje se ha registrado con cariño y dedicación", comenta Javi Ruibal, a la sazón hijo del ya universal cantautor portuense, y flamante pregonero del Carnaval gaditano, Javier Ruibal. Ahí es nada.
"Fresco, sorprendente, divertido, irónico, intenso, de calidad, cálido, abierto, cléctico, transgresor, fiel a la tradición pero también provocador, sincero, honrado, maduro y evocador". La definición del primer disco de Glazz pertenece a Iñaki Salvador, prestigioso pianista donostiarra de jazz. Se puede leer en la página del grupo en la red (myspace.com/glazzmusic). "Buscamos un sonido propio", subrayan al unísono Javi Ruibal y José Recacha. "Somos técnicos de sonido, así que hemos buscado el color que teníamos en mente, sin pensar en el mercado discográfico, respetando nuestras influencias pero tratando de que suene a música contemporánea, música de hoy". De veras que lo consiguen. "Original y con pegada", sugiere el cantaor David Palomar. "Un sonidp personal", subraya Borja Barrueta, batería de Jorge Drexler. El trío instrumental no cabe en su gozo, un disco redondo grabado en su propio estudio, a su ritmo, sin presiones.
Los jóvenes instrumentistas emplean con destreza el bagaje que ya poseen, no en vano han colaborado en directo y estudio con Ruibal, Kiko Veneno, Chano Domínguez, Los Delinquentes, Drexler, Los Cucas, Pepe Begines, Amancio Prada, El Bicho, El Lebrijano o Merche Corisco. El percusionista Javi Ruibal destaca sus influencias flamencas, del funk negro y de la world music, Recacha deja claros sus gustos por el blues, el rock clásico, el jazz electrificado a partir de Miles Davis y los sinfónicos de los setenta, y Dani es puro rock; actualmente participa en un homenaje a Tom Waits. El disco, no podía ser de otra manera, contiene guiños al rock de los sesenta, el jazz de Weather Report y cía, los ritmos africanos y multitud de detalles más. Escuchen atentamente las "Punklerías" o "Fonkyman", piezas de artesanía en plena era de la tecnología. "Hoy en día, si tienes buen oído, puedes hacer un disco con un ordenador y una buena tarjeta de sonido", certifican. Dicho y hecho. Muchos años de trayectoria musical traen estos resultados. Espacio y tiempo juegan a favor. Paciencia y libertad. Glazz persigue una carrera de fondo, sin prestarse a las tendencias actuales de productos perecederos. Javi ha aprendido en casa la filosofía Ruibal, que demuestra que sin plegarse al mercado de dinero fácil y sin escrúpulos, abandonándose a la creatividad, se abre camino al tocar. Y se alcanzan metas insospechadas, amén de la impagable reputación profesional. "Si no quieres, no entras por el aro" de radiofórmulas y operaciones dermoestéticas. Javi no esconde la admiración por su padre, que "siempre ha hecho lo que le ha dado la gana". "Ole, niño, ole ahí", se escucha en el disco tras una montaña rusa de sonidos encadenados. En el disco, por cierto, colaboran el trompetista cubano Carlos Sarduy, que suele tocar con Ojos de Brujo; el bailaor Raúl Ortega y el cantaor portuense Selu. El álbum puede adquirirse en los conciertos del grupo, cuyo lanzamiento coincide sin pretenderlo con la apertura de El Puerto a la música en directo, tras unos meses de cuasi prohibición por parte de la autoridad, o en el correo glazzmail@gmail.com. La calidad de sonido, excelente. "Dicen que suena como si hubiéramos realizado una producción millonaria", remarcan, "pero en realidad hemos estirado el tiempo, hemos trabajado sin prisas, para nosotros mismos, cuidando cada paso".
El guitarrista Recacha, que también cuenta con una amplia cultura musical, acaso contagiado por un padre melómano, se muestra orgulloso de un disco de debut tan extraordinario, y recuerda, sin ánimo de compararse sino como simple curiosidad, que muchos grupos emblemáticos firmaron mediocres o mal grabados primeros discos, mejor no señalar con el dedo. En cambio, otras bandas dieron lo mejor de sí al inicio de sus carreras. Glazz no se plantea el futuro, quizá porque ya sea pasado, y vive el presente con intensidad.
Preguntados por su trabajo, con simpleza y sin dobleces, Ruibal responde del tirón: "Somos músicos". Músicos de carne y hueso, músicos de sesión, de directos, profesores ocasionales de música, técnicos de sonido si se encarta. Dani estudia publicidad, pero también se vuelca en su vocación, bendito veneno.
Glazz ha firmado recientemente la banda sonora de la serie gastronómica "El chef del mar", dirigida por Ángel León, cocinero de postín de A Poniente. Tres horas de música original de autor. La banda ya ha confirmado proyectos como su participación en el próximo festival Etnosur y otras sorpresas por desvelar, tanto en la provincia como allende sus fronteras invisibles. De momento, con humildad e ilusión, anuncian que recorrerán el circuito de bares portuense, una vez levantada la veda.
Los directos de Glazz se complementan, al estilo del rock psicodélico de los sesenta pero con otras intenciones y hechuras, con proyecciones audiovisuales de carácter conceptual, de acuerdo con la línea argumental del disco, que así puede traducirse en imágenes con más veras y no sólo imaginarse, desde el comienzo de un día cualquiera de sol y urbe, ventajas y contras de la ciudad y la playa, las prisas y los reductos alejados del mundanal ruido. Todo ello, no es casualidad, se combina en El Puerto de forma natural, merced a las leyes de la naturaleza y al urbanismo salvaje. La impronta de Glazz se deja notar en cada surco del disco, que suena a ribera del río, a alta mar y a jungla del asfalto. Glazz completa un cuadro inusual del mundo moderno.
"Fresco, sorprendente, divertido, irónico, intenso, de calidad, cálido, abierto, cléctico, transgresor, fiel a la tradición pero también provocador, sincero, honrado, maduro y evocador". La definición del primer disco de Glazz pertenece a Iñaki Salvador, prestigioso pianista donostiarra de jazz. Se puede leer en la página del grupo en la red (myspace.com/glazzmusic). "Buscamos un sonido propio", subrayan al unísono Javi Ruibal y José Recacha. "Somos técnicos de sonido, así que hemos buscado el color que teníamos en mente, sin pensar en el mercado discográfico, respetando nuestras influencias pero tratando de que suene a música contemporánea, música de hoy". De veras que lo consiguen. "Original y con pegada", sugiere el cantaor David Palomar. "Un sonidp personal", subraya Borja Barrueta, batería de Jorge Drexler. El trío instrumental no cabe en su gozo, un disco redondo grabado en su propio estudio, a su ritmo, sin presiones.
Los jóvenes instrumentistas emplean con destreza el bagaje que ya poseen, no en vano han colaborado en directo y estudio con Ruibal, Kiko Veneno, Chano Domínguez, Los Delinquentes, Drexler, Los Cucas, Pepe Begines, Amancio Prada, El Bicho, El Lebrijano o Merche Corisco. El percusionista Javi Ruibal destaca sus influencias flamencas, del funk negro y de la world music, Recacha deja claros sus gustos por el blues, el rock clásico, el jazz electrificado a partir de Miles Davis y los sinfónicos de los setenta, y Dani es puro rock; actualmente participa en un homenaje a Tom Waits. El disco, no podía ser de otra manera, contiene guiños al rock de los sesenta, el jazz de Weather Report y cía, los ritmos africanos y multitud de detalles más. Escuchen atentamente las "Punklerías" o "Fonkyman", piezas de artesanía en plena era de la tecnología. "Hoy en día, si tienes buen oído, puedes hacer un disco con un ordenador y una buena tarjeta de sonido", certifican. Dicho y hecho. Muchos años de trayectoria musical traen estos resultados. Espacio y tiempo juegan a favor. Paciencia y libertad. Glazz persigue una carrera de fondo, sin prestarse a las tendencias actuales de productos perecederos. Javi ha aprendido en casa la filosofía Ruibal, que demuestra que sin plegarse al mercado de dinero fácil y sin escrúpulos, abandonándose a la creatividad, se abre camino al tocar. Y se alcanzan metas insospechadas, amén de la impagable reputación profesional. "Si no quieres, no entras por el aro" de radiofórmulas y operaciones dermoestéticas. Javi no esconde la admiración por su padre, que "siempre ha hecho lo que le ha dado la gana". "Ole, niño, ole ahí", se escucha en el disco tras una montaña rusa de sonidos encadenados. En el disco, por cierto, colaboran el trompetista cubano Carlos Sarduy, que suele tocar con Ojos de Brujo; el bailaor Raúl Ortega y el cantaor portuense Selu. El álbum puede adquirirse en los conciertos del grupo, cuyo lanzamiento coincide sin pretenderlo con la apertura de El Puerto a la música en directo, tras unos meses de cuasi prohibición por parte de la autoridad, o en el correo glazzmail@gmail.com. La calidad de sonido, excelente. "Dicen que suena como si hubiéramos realizado una producción millonaria", remarcan, "pero en realidad hemos estirado el tiempo, hemos trabajado sin prisas, para nosotros mismos, cuidando cada paso".
El guitarrista Recacha, que también cuenta con una amplia cultura musical, acaso contagiado por un padre melómano, se muestra orgulloso de un disco de debut tan extraordinario, y recuerda, sin ánimo de compararse sino como simple curiosidad, que muchos grupos emblemáticos firmaron mediocres o mal grabados primeros discos, mejor no señalar con el dedo. En cambio, otras bandas dieron lo mejor de sí al inicio de sus carreras. Glazz no se plantea el futuro, quizá porque ya sea pasado, y vive el presente con intensidad.
Preguntados por su trabajo, con simpleza y sin dobleces, Ruibal responde del tirón: "Somos músicos". Músicos de carne y hueso, músicos de sesión, de directos, profesores ocasionales de música, técnicos de sonido si se encarta. Dani estudia publicidad, pero también se vuelca en su vocación, bendito veneno.
Glazz ha firmado recientemente la banda sonora de la serie gastronómica "El chef del mar", dirigida por Ángel León, cocinero de postín de A Poniente. Tres horas de música original de autor. La banda ya ha confirmado proyectos como su participación en el próximo festival Etnosur y otras sorpresas por desvelar, tanto en la provincia como allende sus fronteras invisibles. De momento, con humildad e ilusión, anuncian que recorrerán el circuito de bares portuense, una vez levantada la veda.
Los directos de Glazz se complementan, al estilo del rock psicodélico de los sesenta pero con otras intenciones y hechuras, con proyecciones audiovisuales de carácter conceptual, de acuerdo con la línea argumental del disco, que así puede traducirse en imágenes con más veras y no sólo imaginarse, desde el comienzo de un día cualquiera de sol y urbe, ventajas y contras de la ciudad y la playa, las prisas y los reductos alejados del mundanal ruido. Todo ello, no es casualidad, se combina en El Puerto de forma natural, merced a las leyes de la naturaleza y al urbanismo salvaje. La impronta de Glazz se deja notar en cada surco del disco, que suena a ribera del río, a alta mar y a jungla del asfalto. Glazz completa un cuadro inusual del mundo moderno.
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
sábado, 25 de octubre de 2008
La flor más distinguida de El Rosal
El mundo al revés. Y Cádiz, en contraflecha. El mundo anda preocupado con lo suyo, el maldito parné, en plena depresión, mientras en Cádiz la gente pone cara de liderato y manda al garete el mal humor reinante. A este paso va a tener razón Ramón Blanco, que pronosticó antes que nadie que el Submarino aventajaría a sus perseguidores con un mazo de puntos. Los números, las sensaciones y el olvido no tienen por qué ser correlativos ni primos hermanos. Lo mejor está por venir, sugiere el calendario del año en que los errores aprendieron de sus mismos actos. Antes de la Navidad, el turrón del duro: Ejido, Jaén y Balona, y para año nuevo, dos encuentros seguidos en casa. La casa azul y amarilla, donde reina, tras una hernia, el mejor pelotero que ha dado esta tierra al mundo: Pepe Mejías, el amo del calabozo, guardián de los sueños cadistas, coordinador del complejo El Rosal, joven veterano que está hecho un chaval. "Lo mismo me hacen la ficha en diciembre", bromea el eterno Diez, quien por cierto pertenece por derecho propio a la comisión organizadora del Diez del Cádiz, el centenario del club, que está a la vuelta de la esquina. Pepe Mejías ronda el medio siglo de vida, como un buen número de ídolos de la afición de todos los tiempos, y treinta años de su bautizo en amarillo.
Ya incorporado a su labor, Pepe Mejías subraya los puntos aparejados a la operación, nueve puntos de nada frente a los veinticuatro que atesora el Cádiz, y recuerda con orgullo, para subrayar su buena salud a lo largo de su carrera, que ésta no dijo "basta" hasta pasados los cuarenta tacos, tras pasar por el San Fernando, y que con treinta y seis todavía impartía leciones de talento, magia y precisión en la élite del balompié hispano. Hoy como ayer, Pepe renueva su amor por el "buen fútbol", que es como dar gracias a la vida, y apunta dos nombres que encarnarían, a su juicio, el sensacional inicio de temporada: Fran Cortés y Carlos Caballero, chavales que él mismo ha visto crecer cada tarde en El Rosal. "Lo están haciendo de escándalo, con profundidad, rapidez y mucho arte. Después de sufrir unos cuantos años, produce mucha alegría ver a un Cádiz con la llegada a portería que no tenía, la verticalidad del juego de ataque y otras virtudes". Por ejemplo, el sentido común de Caballero "y sus dotes para iniciar la jugada en campo propio, combinar con sus compañeros y finalizar en el área contraria. Es verdad, hubiésemos necesitado al chaval en temporadas precedentes, pero no sólo el año pasado; desde que se fue Manolo Pérez no hemos tenido un futbolista de tanta calidad en el medio campo. La vitola de Parri, por ejemplo, sólo duró los primeros partidos ..." Un tupido velo. Mejor no mentar la bicha. Los tiempos han cambiado, cabeza de ratón.
"Parece que la dinámica ha cambiado del tirón. El ambiente es magnífico en la plantilla, el equipo derrocha alegría en todos los sentidos, lo noto cada día en El Rosal, tanto en los jugadores como en técnicos y directivos, y hasta en la cantera, que mira hacia adelante con más optimismo. El año pasado saltaban chispas con cualquier cosa, en este oficio hay que dejar los problemas en casa, no puedes tener cara de amargado en un lugar donde trabajan doscientas personas". Mejías, la experiencia es un grado, analiza la situación actual con sabiduría, la misma que emplea en El Rosal en cada detalle. "Todo repercute en los chavales, lo bueno y lo malo, y a los empleados nos gusta que el trabajo sea bien valorado", agrega, no sin antes mostrar su satisfacción ante la evolución de chavales que mantiene en el punto de mira desde los trece años". Cuando se le pregunta por responsabilidades más altas en el club se limita a apuntar que "todo llegará", con su habitual discreción y respeto a los compañeros. Mejías, en verdad, merece un monumento, pero no de cera, sino de carne humana, mismamente él mismo, en el palco de honor de cualquier partido del año. Como otros tantos veteranos, leyendas de la historia del club que en ciertos momentos de su vida no recibieron su merecido, en el mejor sentido del término. Parece que en ese aspecto también cambian una mijita las cosas en el club y la sección de veteranos logra captar la atención de la directiva. Mejías no lo dice, porque es un hombre íntegro sin ánimo de controversias y un cadista fiel, pero la historia viva amarilla no ha sido tratada en condiciones. Otro tupido velo.
Pepe se mete en los vestuarios, a veces presencia los entrenamientos con intensidad y dicha, siempre está alrededor de los cuatro campos de El Rosal, no en vano Pepe Mejías es la mejor flor de El Rosal. "Los chavales a veces se me acercan y aceptan algún consejillo. Son los elegidos, la cantera del Cádiz, y saben que tienen la suerte de pertenecer al club señero. Sabe a gloria ver a casi trescientos niños con la ilusión permanente de vestir los colores del grande, del primer equipo. Como gaditano, es lo más hermoso del mundo pasar de la Barriada al Carranza". Su hijo, ya que estamos, va por la misma senda.
Treinta años atrás, el mítico Mejías debutó con la elástica del primer equipo en un partido atípico. Como quiera que el estadio se encontraba clausurado por los graves incidentes generados en un conflictivo partido, coincidiendo con la primera reconversión de Astilleros, Mejías se bautizó en casa ... en Jerez, en el estadio Domecq, prueba de las buenas relaciones entre ambos clubes. Hoy sería impensable que Pepe Mejías debutase en Jerez, en casa, ante el Español, que por entonces tenía eñe de moño y a jugadores extraordinarios como Solsona y Marañón. Dos a cuatro. "Lo que poca gente recuerda es que un domingo jugué en Domecq con el Jerez Industrial y al domingo siguiente lo hice en el mismo estadio con el Cádiz". Pequeñas historias para la gran historia del club amarillo. Pepe, en calidad de membro de la comisión organizadora del Centenario, ha formulado una propuesta la mar de interesante, en la misma línea del Sevilla cuando cumplió la centena: "Recuperar el estadio de la Mirandilla, construir una réplica del legendario estadio cadista, con terreno de arena y la estructura tal cual estaba en los años cuarenta", apunta con entusiasmo. "Igual que los veteranos del Cádiz jugamos en el centenario estadio sevillista, organizaríamos torneos extraordinarios y sería muy bonito revivir los tiempos de la Mirandilla, un estadio que también vivió momentos históricos, muchos años de cadismo, varias generaciones de aficionados lo recuerdan". Allí estuvo a punto de ascender el Cádiz a Primera por vez primera. La memoria de Mejías no va tan lejos, porque el joven veterano sólo conoció Carranza, pero el glorioso futbolista gaditano guarda recortes de prensa desde el año 73, cuando era un chiquillo. Hoy sigue siendo un chaval que se lía a hablar del Cádiz y no para. "Cuando nos ponemos a recordar cosas entre los veteranos, no terminamos, basta con que alguien inicie la conversación y ... " Ahora Pepe rememora una victoria en Las Palmas con dos tantos de tiro libre directo: "Yo marqué uno y el otro lo anotó Amarillo". ¡Submarino es!
Octubre 08, Deportes, Diario de Cádiz
Ya incorporado a su labor, Pepe Mejías subraya los puntos aparejados a la operación, nueve puntos de nada frente a los veinticuatro que atesora el Cádiz, y recuerda con orgullo, para subrayar su buena salud a lo largo de su carrera, que ésta no dijo "basta" hasta pasados los cuarenta tacos, tras pasar por el San Fernando, y que con treinta y seis todavía impartía leciones de talento, magia y precisión en la élite del balompié hispano. Hoy como ayer, Pepe renueva su amor por el "buen fútbol", que es como dar gracias a la vida, y apunta dos nombres que encarnarían, a su juicio, el sensacional inicio de temporada: Fran Cortés y Carlos Caballero, chavales que él mismo ha visto crecer cada tarde en El Rosal. "Lo están haciendo de escándalo, con profundidad, rapidez y mucho arte. Después de sufrir unos cuantos años, produce mucha alegría ver a un Cádiz con la llegada a portería que no tenía, la verticalidad del juego de ataque y otras virtudes". Por ejemplo, el sentido común de Caballero "y sus dotes para iniciar la jugada en campo propio, combinar con sus compañeros y finalizar en el área contraria. Es verdad, hubiésemos necesitado al chaval en temporadas precedentes, pero no sólo el año pasado; desde que se fue Manolo Pérez no hemos tenido un futbolista de tanta calidad en el medio campo. La vitola de Parri, por ejemplo, sólo duró los primeros partidos ..." Un tupido velo. Mejor no mentar la bicha. Los tiempos han cambiado, cabeza de ratón.
"Parece que la dinámica ha cambiado del tirón. El ambiente es magnífico en la plantilla, el equipo derrocha alegría en todos los sentidos, lo noto cada día en El Rosal, tanto en los jugadores como en técnicos y directivos, y hasta en la cantera, que mira hacia adelante con más optimismo. El año pasado saltaban chispas con cualquier cosa, en este oficio hay que dejar los problemas en casa, no puedes tener cara de amargado en un lugar donde trabajan doscientas personas". Mejías, la experiencia es un grado, analiza la situación actual con sabiduría, la misma que emplea en El Rosal en cada detalle. "Todo repercute en los chavales, lo bueno y lo malo, y a los empleados nos gusta que el trabajo sea bien valorado", agrega, no sin antes mostrar su satisfacción ante la evolución de chavales que mantiene en el punto de mira desde los trece años". Cuando se le pregunta por responsabilidades más altas en el club se limita a apuntar que "todo llegará", con su habitual discreción y respeto a los compañeros. Mejías, en verdad, merece un monumento, pero no de cera, sino de carne humana, mismamente él mismo, en el palco de honor de cualquier partido del año. Como otros tantos veteranos, leyendas de la historia del club que en ciertos momentos de su vida no recibieron su merecido, en el mejor sentido del término. Parece que en ese aspecto también cambian una mijita las cosas en el club y la sección de veteranos logra captar la atención de la directiva. Mejías no lo dice, porque es un hombre íntegro sin ánimo de controversias y un cadista fiel, pero la historia viva amarilla no ha sido tratada en condiciones. Otro tupido velo.
Pepe se mete en los vestuarios, a veces presencia los entrenamientos con intensidad y dicha, siempre está alrededor de los cuatro campos de El Rosal, no en vano Pepe Mejías es la mejor flor de El Rosal. "Los chavales a veces se me acercan y aceptan algún consejillo. Son los elegidos, la cantera del Cádiz, y saben que tienen la suerte de pertenecer al club señero. Sabe a gloria ver a casi trescientos niños con la ilusión permanente de vestir los colores del grande, del primer equipo. Como gaditano, es lo más hermoso del mundo pasar de la Barriada al Carranza". Su hijo, ya que estamos, va por la misma senda.
Treinta años atrás, el mítico Mejías debutó con la elástica del primer equipo en un partido atípico. Como quiera que el estadio se encontraba clausurado por los graves incidentes generados en un conflictivo partido, coincidiendo con la primera reconversión de Astilleros, Mejías se bautizó en casa ... en Jerez, en el estadio Domecq, prueba de las buenas relaciones entre ambos clubes. Hoy sería impensable que Pepe Mejías debutase en Jerez, en casa, ante el Español, que por entonces tenía eñe de moño y a jugadores extraordinarios como Solsona y Marañón. Dos a cuatro. "Lo que poca gente recuerda es que un domingo jugué en Domecq con el Jerez Industrial y al domingo siguiente lo hice en el mismo estadio con el Cádiz". Pequeñas historias para la gran historia del club amarillo. Pepe, en calidad de membro de la comisión organizadora del Centenario, ha formulado una propuesta la mar de interesante, en la misma línea del Sevilla cuando cumplió la centena: "Recuperar el estadio de la Mirandilla, construir una réplica del legendario estadio cadista, con terreno de arena y la estructura tal cual estaba en los años cuarenta", apunta con entusiasmo. "Igual que los veteranos del Cádiz jugamos en el centenario estadio sevillista, organizaríamos torneos extraordinarios y sería muy bonito revivir los tiempos de la Mirandilla, un estadio que también vivió momentos históricos, muchos años de cadismo, varias generaciones de aficionados lo recuerdan". Allí estuvo a punto de ascender el Cádiz a Primera por vez primera. La memoria de Mejías no va tan lejos, porque el joven veterano sólo conoció Carranza, pero el glorioso futbolista gaditano guarda recortes de prensa desde el año 73, cuando era un chiquillo. Hoy sigue siendo un chaval que se lía a hablar del Cádiz y no para. "Cuando nos ponemos a recordar cosas entre los veteranos, no terminamos, basta con que alguien inicie la conversación y ... " Ahora Pepe rememora una victoria en Las Palmas con dos tantos de tiro libre directo: "Yo marqué uno y el otro lo anotó Amarillo". ¡Submarino es!
Octubre 08, Deportes, Diario de Cádiz
viernes, 24 de octubre de 2008
El despertar
Mucha tela le queda al equipo dirigido por Fustegueras para intentar despertar a la ciudad domida y dotarla de la identidad perdida. El urbanismo salvaje que ha sufrido El Puerto ha convertido este rincón en una aberración humana, un lugar bajo el sol cuadrado, el vivo ejemplo del caos político traducido en dinero, poder y olvido. Las personas tendrían que desempeñar, más temprano que tarde, el papel que las ciudades, en su concepción original, consagraban a sus burgueses habitantes. Hoy, El Puerto, paraíso contradictorio, parece un oasis para prejubilados, un territorio creado a perdigonazos, el aburrimiento en do mayor o el descanso del ocioso sin ocio, mal negocio para la gente que busca y necesita alternativas, novedades o compensación para sus impuestos. Un día de fiesta en el calendario delata a una ciudad como El Puerto: nada que hacer, salvo disfrutar de las arboledas perdidas, las que todavía se han zafado de las manazas del hombre, y poco más. Resulta sintomático que el paseo sea un centro comercial, y no lo que su nombre indica; que los bancos hayan matado el centro histérico; que haya más gasolineras que librerías, o que la soledad hable en primera persona por mor de tantos años de urbanismo sin corazón. La soledad del portuense solitario, o de la familia aislada, que depende del coche para ser feliz, o algo así. Mala cosa. Demasiado paripé, la ciudad desperdigada, hastiada de su pasado de esplendor y de las promesas de futuro. Por cierto, nada que ver, pero llega la supertasa, sálvese quien pueda. A lo que iba: trabajito le queda al Fustegueras. Primero para hacerse oír en la ciudad sordomuda y luego para convencer a la ciudadanía de que El Puerto es suyo, y no de quienes se han aprovechado hasta de la sal para prosperar a costa de arrebatar a esta hermosa ciudad de sus principales atributos. Algunos de ellos, señalados por la caprichosa justicia y por su propia falta de escrúpulos. "El despertar" se llamaría la película. Se buscan actores que nada hayan tenido que ver con el papelón de todos estos años. Nos vemos en el infierno.
La foto es de Casin
Octubre 08, El Puerto, Diario de Cádiz
La foto es de Casin
Octubre 08, El Puerto, Diario de Cádiz
jueves, 23 de octubre de 2008
Los muertos de la crisis
No te incineres, que está la cosa chunga. Cuatro enterradores del siglo XX con menos "age" que la chirigota del Noly. La Pálida, a la vuelta de la esquina. A las siete de la tarde, Loreto parece muerto. Una hora después, cuatro sanganguis portando una caja de muertos cierra la función callejera con un montón de seguidores que se apuntan al bombardeo de teatro silencioso y humor cuasi británico. Risitas por bajini. La pajarraca de la muerte agradecida. Los actores fuman un cigarro tras otro antes de la función. Total, el tabaco puede matar pero ellos ya están listo de papeles. A la hora fijada por la esquela del Diario, los comediantes de Encara Farem Salat dan vidilla al barrio que linda con el más allá. En contra de lo anunciado, pasan de encajarse en La Laguna y retornan a su templo, la sede vecinal del Campo de la Aviación, tras un garbeo la mar de curioso. No asustan a nadie, ni siquiera a los perros de compañía. Tampoco sorprenden en demasía, quizá porque en Cádiz sobra la novelería y el surrealismo trimilienario. Pero dejan un buen sabor de boca, con perdón, a quienes gustan de un buen funeral, una tragicomedia en condiciones, con los muertos de la crisis. El día ya tenía mala cara, los actores también, y al ritmo del suspiro atónito provocan sonrisas en calles, plazas y balcones, hacen el perro contra perro, se cuelan con ataud y todo en el autobús de la línea 5, entre el cachondeo general, y a la postre un niño pregunta a su mamá: "¿Y si van en serio?". Otros cuestionan sobre el futuro del cuarteto, que se está perdiendo y es una pena, y los más hartibles se quedan hasta el final, con sorpresita incluida, por si hubiera algo que mangar. Durante el recorrido, la caja pesa pa tos sus muertos, los enterradores mosquean a algún conductor con prisas y cara de malas pulgas, abren Persianas Cádiz, pegan un susto de muerte a una chica que conduce un coche de autoescuela Avenida, paran el tráfico del Soterramiento sin maldad, abrazan a la gente que se deja mientras otros tocan madera por los rincones y observan la escena desde la lejanía. Un "jápenin" de humor gráfico, expresión corporal, participación y guasa contenida. La parodia del fin del mundo, acaso, que causa poca perplejidad ante el heterogéneo publiquito gaditano, que se las sabe todas y, salvo algunos comentarios con retranca, no reacciona con desdén ni crueldad, sino todo lo contrario. Eso sí, cuidado con las próximas entregas, que el personal ya está avisado. Lo suyo sería contraprogramar una manifestación de vivos: banqueros, políticos, especuladores del mal humor. Con los muertos de la crisis.
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
miércoles, 22 de octubre de 2008
Lemonheads, leyendas del grunge en Cádiz
Dulces por dentro, agrios por fuera, como los caramelos de limón, los Lemonheads del carismático Evan Dando, piedras angulares de la reencarnación del rocanrol que supuso el fugaz grunge allá por los ya remotos años noventa, protagonizan hoy en Cádiz el penúltimo capítulo del ciclo Open Provincia 2012, y acaso el más esperado a tenor de la expectación traducida en la retirada masiva de entradas gratuitas. Anoche tocaban en Mallorca y mañana lo harán en la sala El Sol de Madrid, donde han agotado las localidades. La magia, el caos, lo inesperado aguarda al público ávido del cóctel de pop, punk, country, la caña y la distorsión que los Lemonheads compartieron dos décadas atrás con Nirvana, Pearl Jam o Sonic Youth. Que les vayan Dando a los amantes del ruido melódico. Esta noche, a partir de las nueve, en el Aulario de la Bomba, otra oportunidad de detener el tiempo.
Los antecedentes más recientes ponen en guardia a los más recalcitrantes admiradores del legendario grupo, nacido en 1986 en Boston. Antes de su minigira hispana, que también pasará por Bilbao y Valladolid, el vehículo de expresión de Evan Dando ofreció luces y sombras a su paso por el festival Azkena de Vitoria. Cuentan que mantuvo en vilo a bajo y batería durante buena parte del concierto y que Gary Louris, precisamente el próximo cabeza de cartel que cerrará el ciclo auspiciado por Diputación y Universidad de Cádiz, subió para entonar en comandita "Mrs. Robinson", la mítica pieza de Simon & Garfunkel que ayudó a Lemonheads a popularizarse en 1992. Gary Louris vive parte del año en El Puerto de Santa María, así que no se descarta una nueva aparición del líder de los Jayhawks, que el 1 de diciembre cantará en La Bomba junto a Mark Olson, la otra pieza clave del sensacional grupo americano. Cuentan, también, que Lemonheads decepcionaron un poco en Vitoria, en parte por la media hora de recital acústico que ofreció Dando en solitario, que cortó en seco la intensidad del concierto. Eso dicen algunas crónicas. Otras ensalzan la figura del peculiar guitarrista y cantante, un antidivo cuya carrera se ha visto salpicada por altibajos, problemas con las drogas, cambios constantes de miembros del grupo, escisiones y la reaparición. Un grupo que inicia su carrera con un álbum titulado "Odia a tus amigos", pertenece a un mundo exclusivo, por así decirlo. El mismo grupo, mira tú por dónde, es capaz de editar un disco de versiones de piezas de Leonard Cohen, Townes Van Zandt o Christina Aguilera. Cosas del iconoclasta Dando, que suele lucir en guitarras y camisetas a sus ídolos: Elvis, Lou Reed, Hank Williams, Stones o Gram Parsons, y que combina caramelos de limón con proyectos paralelos.
Talluditos ya los estandartes del subgénero grunge, que enganchó a una generación de jóvenes a medio camino entre el punk y el rock duro, la llamada generación equis, queda la música, ocho discos en estudio en el caso de Lemonheads, entre ellos el reeditado "It's a shame about Ray", y canciones emblemáticas como "Into your arms". Con Evan Dando, nunca se sabe si esta noche sonarán grandes éxitos o tremendos fracasos. La trayectoria del artista funambulista y el grupo creado a su medida invitan a prepararse para cualquier cosa, quizá ambas cosas o ninguna. De todo menos indiferencia.
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
Los antecedentes más recientes ponen en guardia a los más recalcitrantes admiradores del legendario grupo, nacido en 1986 en Boston. Antes de su minigira hispana, que también pasará por Bilbao y Valladolid, el vehículo de expresión de Evan Dando ofreció luces y sombras a su paso por el festival Azkena de Vitoria. Cuentan que mantuvo en vilo a bajo y batería durante buena parte del concierto y que Gary Louris, precisamente el próximo cabeza de cartel que cerrará el ciclo auspiciado por Diputación y Universidad de Cádiz, subió para entonar en comandita "Mrs. Robinson", la mítica pieza de Simon & Garfunkel que ayudó a Lemonheads a popularizarse en 1992. Gary Louris vive parte del año en El Puerto de Santa María, así que no se descarta una nueva aparición del líder de los Jayhawks, que el 1 de diciembre cantará en La Bomba junto a Mark Olson, la otra pieza clave del sensacional grupo americano. Cuentan, también, que Lemonheads decepcionaron un poco en Vitoria, en parte por la media hora de recital acústico que ofreció Dando en solitario, que cortó en seco la intensidad del concierto. Eso dicen algunas crónicas. Otras ensalzan la figura del peculiar guitarrista y cantante, un antidivo cuya carrera se ha visto salpicada por altibajos, problemas con las drogas, cambios constantes de miembros del grupo, escisiones y la reaparición. Un grupo que inicia su carrera con un álbum titulado "Odia a tus amigos", pertenece a un mundo exclusivo, por así decirlo. El mismo grupo, mira tú por dónde, es capaz de editar un disco de versiones de piezas de Leonard Cohen, Townes Van Zandt o Christina Aguilera. Cosas del iconoclasta Dando, que suele lucir en guitarras y camisetas a sus ídolos: Elvis, Lou Reed, Hank Williams, Stones o Gram Parsons, y que combina caramelos de limón con proyectos paralelos.
Talluditos ya los estandartes del subgénero grunge, que enganchó a una generación de jóvenes a medio camino entre el punk y el rock duro, la llamada generación equis, queda la música, ocho discos en estudio en el caso de Lemonheads, entre ellos el reeditado "It's a shame about Ray", y canciones emblemáticas como "Into your arms". Con Evan Dando, nunca se sabe si esta noche sonarán grandes éxitos o tremendos fracasos. La trayectoria del artista funambulista y el grupo creado a su medida invitan a prepararse para cualquier cosa, quizá ambas cosas o ninguna. De todo menos indiferencia.
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
martes, 21 de octubre de 2008
La Catedral del Mal
Un cúmulo de circunstancias, un general chaquetero, un señorito comunista, la importancia de llamarse Dinero. Han tomado medidas, ya sabemos lo que mide el planeta. Sale el ladrón de la cárcel, entra el juez en materia, arrojan luz al cuadro, mira qué contrastes. FMI, FBI, DNI, todas terminan en el mismo lugar vocal, cantan las letras, lloran las cifras, engañan a la vista, dirigen sus miradas al suelo, siga la línea carmesí, córtese por la línea de puntos, quedan suspendidas todas las manifestaciones de alegría. No a las leyes de la gravedad, nunca fueron más agudos, nunca marcharon tan solos los problemas esdrújulos. ¿Por qué? ¿Por qué preguntan tanto? Si nadie escucha, es tontería. ¡Dimisión! El sol presenta su dimisión. Ya es futuro. De cuando iban a refundar nuestro sistema nervioso. Castillos en el aire de junio a octubre. Arena en los ojos. Vientos de confusión. Gatos callejeros a la gresca. Incompatibilidad de caracteres. Lobos de mar al rescate. Viejas tecnologías. Cateado en pretecnología. Alguien se siente prejubilado. ¿Señora X, gasta adsl? Tenemos una oferta para usted. Millones de megas, nolotiles pal dolor, papel de estraza, teleles a la carta, ríos del olvido, cantantes y fotógrafos, imagen y sonido. Una mesa muy grande, muy grande, con mucha gente encorbatá. El mundo está reunido. Última oportunidad. El mundo está comunicando. Ahora o nunca. Siempre igual. El mundo al revés. Dale la vuelta. Tiempo atrás. Humo y banderas. Peinados estrafalarios. Gafas de colores. Años de trabajo. Quiebra técnica. Perpetuos socorros. Mangas cortas. Mangantes muy largos. Magnates y sus perros de presa. El conductor del mediodía desconoce que su prójimo equidistante ha pillado la instantánea, el dedo en la nariz, el intermitente majareta, la coyuntura del momento quieto parao, las útimas películas en tecnicolor, hoy celebramos el día contra el espectador, ríndase con la entrada en la boca y ponga cara de crisis, ya sabe.
domingo, 19 de octubre de 2008
Castañas de colores, triple salto vital
A la caída de la tarde, el dios de la creación convoca a niños y mayores en San Antonio. Bulla en la plaza. Castañas a tres euros el puñado. Tambores y trompetas. Hijos en borricate. Coches de capota en contramano. Un ritmo contagioso, acaso fusionado con el candombe, da cuerpo al festival de acrobacias de los chavales de la Fundación Chiminigagua, una especie de circo ambulante de muchachos con escasos recursos y una misión cultural por atender. Triple salto vital, mil colores en la retina de los niños, plinton sobre personas humanas, un loro humano con cara de loro y patines voladores, tres zancudos que miran a la rutina por encima del hombro y los saltimbanquis. Padres y madres alientan los signos de admiración y contienen la respiración en cada salto, a pique de grandes pellejazos. "¡Uyyyy!" Vuelan las metáforas, las hipérboles y las palomas que pintan de gris el otoño, la obra social de la Caixa tapa media plaza, como ya hicieran en verano con la Catedral, y el grupo colombiano parece ahora verbenero, luego carnavalesco, más tarde hechicero de buenas nuevas, y la gente sigue al loro. Hay un tipo tan alto como el loro, un neojipi que se asombra ante tal exhibición de teatro traumatológico en la calle. Algunos actores acróbatas se dejan las palmas de las manos en el suelo de San Antonio, y sus anhelos de prosperidad en el cielo de Cádiz. Cuarta gira de la compañía colombiana de carácter social, especialista en alegrar la vida a poblaciones vulnerables. ¿Es Cádiz vulnerable? La capital del paro, desde luego, y un crisol de nacionalidades. Entre el público, suramericanos con sonrisa de postín, niños de diversas tonalidades y gente con mucha guasa. La Fundación de piruetas contra el olvido vive del arte, hace arte a partir de la vida, abre el ciclo de teatro en la calle del Fit con una modesta muestra de su pundonor. De pronto, los acróbatas enfilan la calle Ancha y amagan con adentrarse en el corazón de la ciudad, donde se rinde culto al consumismo antes del apocalipsis. Falsa alarma. Los Italianos, a punto de cerrar la temporada, no es una pista de hielo. Cuidado. La tamborada, la escandalera en do mayor se traslada a la plaza Mina, perseguida por la hipnotizada hinchada infantil y sus desnortados per agradecidos padres, no sin antes causar el pánico de varios yorkshires. Luego matarán suavemente a docenas de estorninos, en contraste con el mundo wifi. "¿A que nos despiertan al niño?", piensa una señora en voz alta. Otra mujer deja a su hijo mear junto a la escuela de Bellas Artes, puro simbolismo, y le recrimina cuando ve que hay público. El público infantil, incluso el poblador de coches de capota que amenaza con saltar de improviso y encajarse en el centro de la escena, conoce a unos raros personajes de colores que saltan y chillan, doble cristal en las vidrieras, los actores realizan la postrera exhibición en un cutre tablao, los niños no echan cuentas a la calidad de las nubes, que vienen traviesas, el espectáculo quizá carezca de brillantez para los mayores, una castaña pilonga, una milonga para bailar sobre la tumba del mundo, pero encanta a los niños chicos, o eso se traduce del semblante de los más pequeños, que tras unas semanas de observar a sus semejantes con cara de palo y escuchar multitud de veces la palabra "crisis", de soportar a gigantes y cabezudos enternamente cabreados, por fin disfrutan de gente multicolor, multicultural, multiplicada por tres y por cuatro, el ritmo de una tarde diferente: un pedazo de loro que no conoce el miedo, equilibristas de la economía social, animadores socioculturales que cambiaron el semáforo en rojo por un proyecto de vida, la limosna por el trueque de sensaciones, el tío de la trompeta y el tío del tambor. Por fin un poco de cordura. Y ni un castañazo.
La foto es de Julio González
La foto es de Julio González
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
sábado, 18 de octubre de 2008
Kool y Homeless, a la final del concurso Fernando Quiñones
Las bandas gaditanas Kool y Homeless, exponentes de rock clásico y rock alternativo, respectivamente, han sido seleccionadas para participar en la gran final de la novena edición del concurso Fernando Quiñones, que se celebrará el día 14 de noviembre en la Casa de la Juventud de Cádiz. En plena forma, y en proceso de lanzamiento de sus nuevos trabajos, ambos grupos representan la pugna del rock contra el olvido en una provincia, la gaditana, donde no termina de asentarse y respetarse esta música universal frente a otros géneros preponderantes. Años de trabajo llevan Kool y Homeless, que comienzan a recoger frutos en la escena hispana merced, en gran parte, a la difusión de sus canciones a través de la red y a sus conciertos en directo.
Kool, la primera formación gaditana que integró el cartel del Festival Isla del Blues, acaba de lanzar su primer disco en su página de myspace, un puñado de inspiradas y enérgicas composiciones que se publicarán en edición impresa en invierno. La atractiva y potente voz de Verónica Díaz, la guitarra sureña de José Simonet, y la sugestiva sección rítmica formada por el bajista Miguel Rodríguez y Manuel Pantoja constituyen un ente de rock con todas sus letras desde hace tres años. Admiten influencias de Black Crowes o Led Zeppelin, el blues rock de los sesenta y el rock duro de los ochenta, entre otros, y en directo ofrecen un buen espectáculo, según se demostró en dicho festival veraniego, donde prologaron con notable éxito las actuaciones del gran Lance López y el texmex psychobilly de Tito y Tarántula.
Homeless, grupo formado a partir de la escisión de Visión Allende, juegan el papel "indie" en Cádiz, complicada tarea en tierra de coplas y compases castizos. El quinteto, cuyas maquetas han sido producidas por Josema de los Hermanos Dalton, se alzaron con la distinción de mejor grupo indie en el festival Pop Eye, organizado por el sello Bon Vivant, que también ha publicado un par de temas de la banda en un disco recopilatorio. Diego, guitarra y voces; Frasco, al bajo; Miguel a las guitarras; Paul a la batería y Alberto a los teclados, fijan su ecléctico repertorio entre el punk primigenio, la nueva ola británica y el rock alternativo de los años noventa, sin olvidar los grandes nombres de la escena hispana. Entre Pulp y Los Planetas, los Flaming Lips y la Habitación Roja. Suenan de categoría, ofrecen directos interesantes y crecen a cada paso que dan.
Junto a Kool y Homeless, actuarán en la final del certamen los sevillanos Las Buenas Noches, el grupo Pen Cap Chew de Marchena y los valencianos Iban Andando.
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
El hombre que nació futbolista
A don Manuel Bueno le llaman Manolín hasta en su casa. "¡Manolín, al teléfono!" "Toda la vida fue así, si me llaman Manolo ni vuelvo la cara", comenta el eterno extremo zurdo, medio siglo después de su debut con la casaca amarilla y a unos días vista de la inauguración de la primera peña cadista consagrada a su memoria. Manolín Bueno, por si no lo sabe, nació en el estadio de la Mirandilla, creció en Carranza y ejerció de futbolista precoz, embajador gaditano en los Madriles de uno de los mejores conjuntos de la historia del balompié, el Madrid de Di Stéfano, Puskas, Gento y compañía. Manolín nació literalmente futbolista. Su padre fue glorioso guardameta y conserje de ambos estadios. Curiosamente, uno de los mitos cadistas por antonomasia no llegó a jugar una temporada completa en el club de sus amores, se lo disputaron los mejores clubes de la Piel de Toro y acabó jugando a la sombra de la Galerna del Cantábrico.
Cincuenta años atrás, con diecisite primaveras, Manolín ya sabía lo que era alternar con la primera plantilla. "Mi padre pidió al entrenador, José Sierra, que me alinease de una vez, pero el míster le contestó: ¿Cómo voy a ponerle, si pesa 57 kilos? ¡Lo van a matar! Y mi padre contestó: Pues que lo maten, pero es mi hijo y ya es hora de que juegue". "Por entonces yo no era extremo izquierod, sino que me estrené como interior. Me marcó Montejano, que llegó a jugar en el Cádiz cedido por el Madrid. Perdíamos cero a dos, pero Bolea marcó el primero y yo hice el segundo tanto y a punto estuvimos de remontar el partido. Desde entonces, no dejé de jugar. Yo creo que nací jugando al fútbol ..."
Años antes, Manolín llegó a probar con el Sevilla. "Salí de gira con el Sevilla de Diéguez, Campanal, Ruiz-Sosa, el mejor Sevilla de todos los tiempos, donde destaqué y fueron a ficharme, pero volvieron a decir que era muy chico -fíjate tú, resultó al cabo de los años que los chicos son los buenos- y además me perjudicó la alergia". Alergia al fútbol de patadón y sin talento. Alegría de vivir con una pelota cosida al pie izquierdo. Manolín, ya en el 58 de Pelé y Garrincha, se estaba comiendo un bocadillo en la puerta de su casa, en el mismo corazón de Carranza, cuando el presidente Vieira le instó a jugar el segundo tiempo de la presentación del Cádiz ante el Rapid de Viena. El rápido de Cádiz contra el Rapid de Viena. "Me fichó el Cádiz, pero muy pronto terminé en el Madrid, tras recibir ofertas del Barcelona, Valencia, Sevilla, Español ... Acabé en el mejor equipo del mundo, una selección mundial"
Llama la atención que el genial futbolista gaditano no haya derivado su fiebre por el balón bajo el taquicárdico banquillo. "No era lo mío. Me saqué el carné de entrenador de Regional, pero no avancé porque me pusieron pegas, llegaron a ponerme trabas hasta en el aspecto técnico, y me aburrí. Además, soy demasiado blando como persona y demasiado exigente como deportista". Precisa definición.
Bueno reivindica al futbolista de calle en detrimento del jugador de laboratorio. "La calle supone la enseñanza más grande para todo tipo de profesionales, pero en el fútbol, con más veras. Hoy salen casi todos iguales. En la calle se aprende la picardía, se aprende de los mayores, de la gente que viene de vuelta. Hoy, los niños de hoy en día, aprenden de la tele cómo quitarse la camiseta o la mejor manera de tirarse al suelo para fingir una falta, pero yo aprendí de todo en mi infancia". Y en su frenética y emocionante juventud supo nadar y guardar la ropa. Dicen que invirtió el dineral que ganó en el Madrid con astucia e inteligencia. "Ahorré, no gasté el dinero a lo loco en mi época de eufórica juventud. Compré unas cositas y de ahí vivimos. Siempre me fié mucho de mi familia, de los consejos de mi padre". Otros no tuvieron la misma fortuna. "He vivido en un campo de fútbol, he visto tantas cosas, he visto a jugadores de gran categoría tener que pedir favores, así que grabé la lección en mi mente para que no me ocurriera a mí".
En sus tiempos de madridista, trece años en las filas merengues le valieron para obtener el honorífico título de leyenda blanca pese a toparse con Gento en su camino, Manolín conoció a grandes figuras del fútbol y del arte, del toreo y del cine. Amigo de diestros como Bienvenida, Vázquez, Antoñete u Ordóñez, aprendió de la vida a toda velocidad. Pero nunca olvidó sus orígenes. "De cinco mil pesetas que ganaba, dos mil iban para mi familia. Hoy, los chavales se compran un descapotable sin poder pagarlo y, en algunos casos, maltratan a sus mayores". Manolín se educó como persona y futbolista en dos estadios señeros, y ahora vive en la calle Ceuta, qué curioso, el último rival de los amarillos, y para mucho en la Escalerilla, reducto de legendarios cadistas y cadistas por venir. Manolín, lo mismo elogia a un veterano que saca pecho por un chaval como Fran Cortés. "Fue uno de los mejores del domingo".
Manolín Bueno disputó 243 partidos con el Real Madrid, más de la mitad de ellos amistosos a campo lleno. Gento no pillaba ni un mísero constipado, pero Manolín logró 8 ligas, dos copas de Europa, dos copas, una Intercontinental, y firmó 68 goles, amén de vestir la camisola roja internacional. Numerosos clubes del mundo pujaron para hacerse con sus servicios, pero Bernabéu prefería tenerlo de suplente de lujo que verlo jugar en otro equipo. Por entonces no había cambios, y los clubes ejercían con cierta crueldad el derecho de retención. Pero Manolín Bueno recuerda con orgullo su paso por el Madrid más glorioso y compartir vivencias y carreras por la banda con monstruos como el recordado Pancho Puskas.
Medio siglo después, Manolín disfruta con el Cádiz de sus amores, con los veteranos del club, da gracias a la vida que tanto le ha dado y disfruta con las victorias del Cádiz. "El otro día, al salir del estadio, escuché a un aficionado decir que no le importaba jugar en Segunda B si lo pasaba fenómeno con el Cádiz. La gente está satisfecha, vienen los goles, los chavales contraen la ilusión de ver jugar bien al fútbol". Y habla de la banda de Enrique y Cristian, que corren por su casa; del gran Fleurquin, el mejor fichaje del año, que "parece mejor en Segunda B porque se notan más las diferencias", y de la serenidad y experiencia de Toedtli, "mira cómo para la pelota, cómo elige el mejor pase". Con las hechuras que tiene, y la cara de una vieja, "nos va a dar un año de grandes alegrías", vaticina una de las leyendas más preclaras del cadismo. Manolín guarda cientos de recortes de prensa, cincuenta años de artículos sobre el eterno extremo zurdo que un día, cuenta entre sus mejores batallitas, jugó en Chile un amistoso en las filas del Resto del Mundo. Manolín contra el Resto del Mundo. Más Bueno no lo hay, siempre persona, siempre futbolista.
Octubre 08, Deportes, Diario de Cádiz
Cincuenta años atrás, con diecisite primaveras, Manolín ya sabía lo que era alternar con la primera plantilla. "Mi padre pidió al entrenador, José Sierra, que me alinease de una vez, pero el míster le contestó: ¿Cómo voy a ponerle, si pesa 57 kilos? ¡Lo van a matar! Y mi padre contestó: Pues que lo maten, pero es mi hijo y ya es hora de que juegue". "Por entonces yo no era extremo izquierod, sino que me estrené como interior. Me marcó Montejano, que llegó a jugar en el Cádiz cedido por el Madrid. Perdíamos cero a dos, pero Bolea marcó el primero y yo hice el segundo tanto y a punto estuvimos de remontar el partido. Desde entonces, no dejé de jugar. Yo creo que nací jugando al fútbol ..."
Años antes, Manolín llegó a probar con el Sevilla. "Salí de gira con el Sevilla de Diéguez, Campanal, Ruiz-Sosa, el mejor Sevilla de todos los tiempos, donde destaqué y fueron a ficharme, pero volvieron a decir que era muy chico -fíjate tú, resultó al cabo de los años que los chicos son los buenos- y además me perjudicó la alergia". Alergia al fútbol de patadón y sin talento. Alegría de vivir con una pelota cosida al pie izquierdo. Manolín, ya en el 58 de Pelé y Garrincha, se estaba comiendo un bocadillo en la puerta de su casa, en el mismo corazón de Carranza, cuando el presidente Vieira le instó a jugar el segundo tiempo de la presentación del Cádiz ante el Rapid de Viena. El rápido de Cádiz contra el Rapid de Viena. "Me fichó el Cádiz, pero muy pronto terminé en el Madrid, tras recibir ofertas del Barcelona, Valencia, Sevilla, Español ... Acabé en el mejor equipo del mundo, una selección mundial"
Llama la atención que el genial futbolista gaditano no haya derivado su fiebre por el balón bajo el taquicárdico banquillo. "No era lo mío. Me saqué el carné de entrenador de Regional, pero no avancé porque me pusieron pegas, llegaron a ponerme trabas hasta en el aspecto técnico, y me aburrí. Además, soy demasiado blando como persona y demasiado exigente como deportista". Precisa definición.
Bueno reivindica al futbolista de calle en detrimento del jugador de laboratorio. "La calle supone la enseñanza más grande para todo tipo de profesionales, pero en el fútbol, con más veras. Hoy salen casi todos iguales. En la calle se aprende la picardía, se aprende de los mayores, de la gente que viene de vuelta. Hoy, los niños de hoy en día, aprenden de la tele cómo quitarse la camiseta o la mejor manera de tirarse al suelo para fingir una falta, pero yo aprendí de todo en mi infancia". Y en su frenética y emocionante juventud supo nadar y guardar la ropa. Dicen que invirtió el dineral que ganó en el Madrid con astucia e inteligencia. "Ahorré, no gasté el dinero a lo loco en mi época de eufórica juventud. Compré unas cositas y de ahí vivimos. Siempre me fié mucho de mi familia, de los consejos de mi padre". Otros no tuvieron la misma fortuna. "He vivido en un campo de fútbol, he visto tantas cosas, he visto a jugadores de gran categoría tener que pedir favores, así que grabé la lección en mi mente para que no me ocurriera a mí".
En sus tiempos de madridista, trece años en las filas merengues le valieron para obtener el honorífico título de leyenda blanca pese a toparse con Gento en su camino, Manolín conoció a grandes figuras del fútbol y del arte, del toreo y del cine. Amigo de diestros como Bienvenida, Vázquez, Antoñete u Ordóñez, aprendió de la vida a toda velocidad. Pero nunca olvidó sus orígenes. "De cinco mil pesetas que ganaba, dos mil iban para mi familia. Hoy, los chavales se compran un descapotable sin poder pagarlo y, en algunos casos, maltratan a sus mayores". Manolín se educó como persona y futbolista en dos estadios señeros, y ahora vive en la calle Ceuta, qué curioso, el último rival de los amarillos, y para mucho en la Escalerilla, reducto de legendarios cadistas y cadistas por venir. Manolín, lo mismo elogia a un veterano que saca pecho por un chaval como Fran Cortés. "Fue uno de los mejores del domingo".
Manolín Bueno disputó 243 partidos con el Real Madrid, más de la mitad de ellos amistosos a campo lleno. Gento no pillaba ni un mísero constipado, pero Manolín logró 8 ligas, dos copas de Europa, dos copas, una Intercontinental, y firmó 68 goles, amén de vestir la camisola roja internacional. Numerosos clubes del mundo pujaron para hacerse con sus servicios, pero Bernabéu prefería tenerlo de suplente de lujo que verlo jugar en otro equipo. Por entonces no había cambios, y los clubes ejercían con cierta crueldad el derecho de retención. Pero Manolín Bueno recuerda con orgullo su paso por el Madrid más glorioso y compartir vivencias y carreras por la banda con monstruos como el recordado Pancho Puskas.
Medio siglo después, Manolín disfruta con el Cádiz de sus amores, con los veteranos del club, da gracias a la vida que tanto le ha dado y disfruta con las victorias del Cádiz. "El otro día, al salir del estadio, escuché a un aficionado decir que no le importaba jugar en Segunda B si lo pasaba fenómeno con el Cádiz. La gente está satisfecha, vienen los goles, los chavales contraen la ilusión de ver jugar bien al fútbol". Y habla de la banda de Enrique y Cristian, que corren por su casa; del gran Fleurquin, el mejor fichaje del año, que "parece mejor en Segunda B porque se notan más las diferencias", y de la serenidad y experiencia de Toedtli, "mira cómo para la pelota, cómo elige el mejor pase". Con las hechuras que tiene, y la cara de una vieja, "nos va a dar un año de grandes alegrías", vaticina una de las leyendas más preclaras del cadismo. Manolín guarda cientos de recortes de prensa, cincuenta años de artículos sobre el eterno extremo zurdo que un día, cuenta entre sus mejores batallitas, jugó en Chile un amistoso en las filas del Resto del Mundo. Manolín contra el Resto del Mundo. Más Bueno no lo hay, siempre persona, siempre futbolista.
Octubre 08, Deportes, Diario de Cádiz
miércoles, 15 de octubre de 2008
Ringo se ha "jartao"
Ya está, Ringo Starr. Hasta aquí hemos llegado. El encargado del Submarino Amarillo se ha jartao de coles. "Que me dejen", es lo que, en síntesis, ha declarado el eterno batería de los Beatles, que de tonto nunca tuvo un pelo, pese a los arquetipos de rigor. Circula por ahí el video de marras, Ringo Star está hasta los webs de los fans y advierte que a partir del 20 de octubre no abrirá el correo, incluido el electrónico, así que no se molesten en enviar jamones a su dirección, mándelos a Rosas y Mosquitos, please.
"Quiero deciros que después del 20 de octubre no firmaré nada. Por favor, no mandéis fan mail a ninguna dirección que tengáis. Si por un casual observo la fecha en el sobre, arrojaré la carta a la basura o papelera de reciclaje. Os lo estoy advirtiendo con paz y amor, tengo demasiadas cosas que hacer, así que no más fan mail. Gracias, gracias. Y tampoco mandéis objetos para que los firme, nada... En fin, paz y amor, paz y amor”. Al carajo. Un emotivo, sarcástico y quizá mercadotécnico "tequiepuí" con mucha paz y un montón de amor. Paul McCartney se queda solo, vaya marrón. Desde aquí se escuchan las risas de Juan Lennon Juanito y Jorge Harrison, que se descojonan desde el cielo con Lucy en el sofá de sky with diamonds. Son las declaraciones, un poquito manipulás por el menda lerenda, del escarabajo antidivo que algunos, en este torpe mundo con mal humor sin denominación de origen, se han tomado en serio, hay que ser chufla. Por cierto, todavía hay tiempo, envíen al susodicho un disco de los Beatles de Cádiz, el pasodoble de Manolito Santander dedicado al Yellow Submarine y una caja de amarguillos de Medina. Tate quieto ya, Ringo Está.
¡Última hora! La que hay que montar para vender un par de discos, oiga. Si la excentricidad de Ringo Starr parecía insuperable, cuentan los hiperbólicos de Telajinco que el novio de Falete sufrió un secuestro exprésssss, que no sé muy bien lo que es, pero suena a cobazo del quince y recuerda al gran Bartolín, inventor del autosecuestro fly may in the night, made in Andalucía.
martes, 14 de octubre de 2008
25 años sin Jesús de la Rosa
"Yo quise subir al cielo para ver, y bajar hasta el infierno para comprender ..." Hoy se cumplen veinticinco años de la muerte de Jesús de la Rosa, la voz de un movimiento intangible e impreciso que germinó a mediados de los años setenta, cuando los hijos del agobio sintieron rumores de libertad y abrieron la puerta a un mundo nuevo. El cantante, alma mater y teclista de Triana falleció en un hospital de Burgos, muy cerca del lugar donde su Citroen BX se empotró contra una furgoneta que se cruzó en el camino. A los treinta y cinco años, Jesús dejó mujer, hija, grupo y legado, un modo de ver la vida plenamente andaluz, entre la tragedia y el surrealismo, canciones que se mantienen vigentes y siguen dando jugosos dividendos a su casa discográfica. Y una voz inconfundible.
El único superviviente de Triana, Eduardo Rodríguez Rodway, reapareció semanas atrás en la Bienal de Flamenco para entonar "Tu frialdad" junto al grupo Alameda, un tributo a Jesús, y de paso al infortunado batería del grupo, el portuense Tele Palacios, también desaparecido, el 8 de julio de 2002 tras un concierto en Lora del Río, y se cortó el aire. "Esta noche mi vida es para ti ..." Rodway, que vive en los Caños de Meca desde 1989, alejado del mundanal ruido, ha denunciado la "apropiación indebida" del nombre, la esencia y hasta del logotipo de Triana, por parte de un grupo de músicos sevillanos. Para Eduardo, Triana murió cuando Jesús de la Rosa murió desnucado por su propio teclado, que según testimonios de la época no se hallaba bien amarrado en la parte trasera del vehículo. Por entonces, hasta Triana, que había alcanzado la cúspide del rock nacional pero caía víctima de la nueva ola y de su propia indefinición, no gozaba de la infraestructura necesaria para, al menos, viajar con un mínimo de seguridad. En el libro "Magia y Precisión", miembros de Nacha Pop, que también actuaron en el festival benéfico de San Sebastián de donde volvía Jesús, confirman que la sujeción de los instrumentos no parecía la más adecuada. En fin, Jesús lo habría atribuido al destino. No en vano, su último disco, su última canción redonda, se titulaba "Llegó el día", y escuchada años después todavía pone los vellos de punta e invita a pensar en la premonición. En los misterios insondables, la melancolía, el sentido de la vida y de la muerte que marcó la obra de Jesús, un tipo muy especial. Con una voz que fundía el pop de los sesenta con el rock de los setenta, la sabiduría popular y el compás flamenco y coplero.
Nacido en la calle Feria de Sevilla, y poseedor ya de una calle con su nombre que sin embargo no se ha inaugurado como debe tal figura de la música hispana, Jesús de la Rosa Luque, el menor de una familia de ocho hermanos, se inició en los legendarios Nuevos Tiempos, cantando al estilo de Steve Windwood pero con acento andaluz, hasta que creó el sello de Triana en 1974, junto a sus mencionados compañeros. Paradojas de la vida: el rock hispano y Triana en particular cobraron especial relevancia en uno de los primeros festivales organizados en la Piel de Toro, en Burgos. Principio y fin del primer grupo de rock que tocaba el cielo cantando en castellano, y para más inri con poesía popular, música callejera que carece de parangón y no ha sido valorada como debiera en este país de escasa memoria y mucha envidia. No obstante, la música de Triana constituye un faro de inspiración para artistas tan dispares como Manolo García y El Barrio, por citar un par de ejemplos. García, mucho antes de El Último de la Fila, grabó en sus inicios una cinta de cassette con temas de Triana, de esas que se venden en las ventas de carretera, y nunca ocultó la fascinación que le produce Triana. En la provincia de Cádiz, Triana contó con legiones de admiradores, pese a que sus directos no resultaban tan rotundos. Tocaron en el Pemán, en el colegio Salesianos bajo un tromba de agua, en la plaza de toros portuense, en festivales de doce horas como el de Chiclana, en tantos lugares como leyendas forjaron con su exclusivo sonido. Eran tiempos de efervescencia, de descubrimientos ...
El último concierto de Triana se puede encontrar en internet, con pobre sonido. Para recaudar fondos que ayudasen a las víctimas de las inundaciones de aquel otoño, compartieron cartel con Serrat, Alaska, Orquesta Mondragón, Nacha Pop y Mecano. Cantaron a partir de las tres y veinte de la mañana, interpretando nueve temas: "El Lago", "Es algo tan maravilloso", "Hasta volver", "Recuerdos de una noche", "Tu frialdad", "Desnuda la mañana", "Una noche de amor desesperada", "Corre" y "Abre la puerta".
La viuda de Jesús se marchó a Argentina, su país de nacimiento, y su hija escribe ahora un blog en la maraña de internet. Clavadita a su padre. En estos días se produce un homenaje al líder de Triana por parte de algunos músicos de la siguiente generación, ex componentes de Zaguán y otras formaciones, que han heredado el gusto por el rock andaluz que, sin pretenderlo, configuró Triana al ritmo del tres por cuatro. Producidos en sus comienzos por Gonzalo García Pelayo, factótum del movimiento, Triana llegó al corazón de la gente con El Patio, Hijos del Agobio y demás discos, aunque modificaran un poco su estilo, restándole profundidad, y navegasen un poco a la deriva en sus últimos tiempos. Madrid pudo con ellos. Los recopilatorios que aparecen en el mercado un año sí y otro no, con las mismas piezas e idénticas intenciones de forrarse sin ofrecer algo nuevo, demuestran que Triana vive. Nunca morirá. Jesús se fue demasiado pronto, igual que Tele, pero por las calles y los caminos, a través de las ventanas, donde las guitarras hablan de libertad, en el aire de Andalucía siempre hay alguien entonando sus canciones. Todo es de color.
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
El único superviviente de Triana, Eduardo Rodríguez Rodway, reapareció semanas atrás en la Bienal de Flamenco para entonar "Tu frialdad" junto al grupo Alameda, un tributo a Jesús, y de paso al infortunado batería del grupo, el portuense Tele Palacios, también desaparecido, el 8 de julio de 2002 tras un concierto en Lora del Río, y se cortó el aire. "Esta noche mi vida es para ti ..." Rodway, que vive en los Caños de Meca desde 1989, alejado del mundanal ruido, ha denunciado la "apropiación indebida" del nombre, la esencia y hasta del logotipo de Triana, por parte de un grupo de músicos sevillanos. Para Eduardo, Triana murió cuando Jesús de la Rosa murió desnucado por su propio teclado, que según testimonios de la época no se hallaba bien amarrado en la parte trasera del vehículo. Por entonces, hasta Triana, que había alcanzado la cúspide del rock nacional pero caía víctima de la nueva ola y de su propia indefinición, no gozaba de la infraestructura necesaria para, al menos, viajar con un mínimo de seguridad. En el libro "Magia y Precisión", miembros de Nacha Pop, que también actuaron en el festival benéfico de San Sebastián de donde volvía Jesús, confirman que la sujeción de los instrumentos no parecía la más adecuada. En fin, Jesús lo habría atribuido al destino. No en vano, su último disco, su última canción redonda, se titulaba "Llegó el día", y escuchada años después todavía pone los vellos de punta e invita a pensar en la premonición. En los misterios insondables, la melancolía, el sentido de la vida y de la muerte que marcó la obra de Jesús, un tipo muy especial. Con una voz que fundía el pop de los sesenta con el rock de los setenta, la sabiduría popular y el compás flamenco y coplero.
Nacido en la calle Feria de Sevilla, y poseedor ya de una calle con su nombre que sin embargo no se ha inaugurado como debe tal figura de la música hispana, Jesús de la Rosa Luque, el menor de una familia de ocho hermanos, se inició en los legendarios Nuevos Tiempos, cantando al estilo de Steve Windwood pero con acento andaluz, hasta que creó el sello de Triana en 1974, junto a sus mencionados compañeros. Paradojas de la vida: el rock hispano y Triana en particular cobraron especial relevancia en uno de los primeros festivales organizados en la Piel de Toro, en Burgos. Principio y fin del primer grupo de rock que tocaba el cielo cantando en castellano, y para más inri con poesía popular, música callejera que carece de parangón y no ha sido valorada como debiera en este país de escasa memoria y mucha envidia. No obstante, la música de Triana constituye un faro de inspiración para artistas tan dispares como Manolo García y El Barrio, por citar un par de ejemplos. García, mucho antes de El Último de la Fila, grabó en sus inicios una cinta de cassette con temas de Triana, de esas que se venden en las ventas de carretera, y nunca ocultó la fascinación que le produce Triana. En la provincia de Cádiz, Triana contó con legiones de admiradores, pese a que sus directos no resultaban tan rotundos. Tocaron en el Pemán, en el colegio Salesianos bajo un tromba de agua, en la plaza de toros portuense, en festivales de doce horas como el de Chiclana, en tantos lugares como leyendas forjaron con su exclusivo sonido. Eran tiempos de efervescencia, de descubrimientos ...
El último concierto de Triana se puede encontrar en internet, con pobre sonido. Para recaudar fondos que ayudasen a las víctimas de las inundaciones de aquel otoño, compartieron cartel con Serrat, Alaska, Orquesta Mondragón, Nacha Pop y Mecano. Cantaron a partir de las tres y veinte de la mañana, interpretando nueve temas: "El Lago", "Es algo tan maravilloso", "Hasta volver", "Recuerdos de una noche", "Tu frialdad", "Desnuda la mañana", "Una noche de amor desesperada", "Corre" y "Abre la puerta".
La viuda de Jesús se marchó a Argentina, su país de nacimiento, y su hija escribe ahora un blog en la maraña de internet. Clavadita a su padre. En estos días se produce un homenaje al líder de Triana por parte de algunos músicos de la siguiente generación, ex componentes de Zaguán y otras formaciones, que han heredado el gusto por el rock andaluz que, sin pretenderlo, configuró Triana al ritmo del tres por cuatro. Producidos en sus comienzos por Gonzalo García Pelayo, factótum del movimiento, Triana llegó al corazón de la gente con El Patio, Hijos del Agobio y demás discos, aunque modificaran un poco su estilo, restándole profundidad, y navegasen un poco a la deriva en sus últimos tiempos. Madrid pudo con ellos. Los recopilatorios que aparecen en el mercado un año sí y otro no, con las mismas piezas e idénticas intenciones de forrarse sin ofrecer algo nuevo, demuestran que Triana vive. Nunca morirá. Jesús se fue demasiado pronto, igual que Tele, pero por las calles y los caminos, a través de las ventanas, donde las guitarras hablan de libertad, en el aire de Andalucía siempre hay alguien entonando sus canciones. Todo es de color.
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
domingo, 12 de octubre de 2008
Norte y Sur de Bunbury
"El sur es mi norte", canta Bunbury en su flamante disco, "Hellville deluxe", cuyo título evoca la casa donde el artista aragonés vive casi todo el año, en la costa oeste de El Puerto de Santa María. Rimbombante manera de bautizar una residencia y una colección de canciones que proporcionan paz y controversia, amor y rencor, respectivamente, a quien fuera líder de Héroes del Silencio. Estos días miran con lupa las composiciones de Enrique Bunbury, acusado de plagio por tomar prestadas varias estrofas de dos poetas poco conocidos, Pedro Casariego y Joseba Sarrionadia. Algunos medios han crucificado al cantante, éste se ha rebelado, y en el centro de la polémica subsisten deudas pendientes. Bunbury levanta pasiones, cariños y desdenes. y el nuevo disco, con el que rompe su silencio de cuatro años en estudio, no iba a ser menos.
Al Ayuntamiento portuense le ha faltado tiempo para apuntarse un tanto chovinista y días pasados emitió una nota de prensa oficial destacando la vinculación del disco de Bunbury con El Puerto, En realidad, realizando un somero "comentario de texto", no tan a fondo como los malvados que quieren pillar al artista en renuncios, se advierte al menos una pieza con referencias a la actual vida del cantante. El tema "Bujías para el dolor" habla del Sur como Norte del autor, de hecho Bunbury destaca que el germen del disco es la vuelta a casa, y al comienzo del estribillo canta con vehemencia e insistencia: "Virgen del Carmen, Patrona del Mar, paraíso perdido en algún lugar". Con un poco de imaginación, hete aquí un guiño a su refugio vital de El Puerto. Una huerta en El Puerto.
Bunbury agradece el anonimato que le confiere su estancia en El Puerto, donde acude a veces al cine, a algún concierto o a casa de amigos como el productor Paco Loco, otro músico a quien el amor le condujo a la ciudad ribereña. Precisamente, Bunbury confiesa en la revista Rolling Stone que los días de grabación del disco compartido con Nacho Vegas en el estudio de Paco Loco fueron decisivos en su futuro inmediato. "Ya conocía El Puerto desde el año 86, con motivo de las giras. Pero coincidió que me enamoré y que conocí al promotor Nacho Royo, con quien aprovechaba siempre para bajar al Sur. Pero los días con Nacho Vegas me dije: Si en dos meses encuentro una casa, me quedo definitivamente". La encontró, Y la llamó Hellville Deluxe, algo así como la Villa del Infierno De Lujo. Del cielo celeste portuense al infierno de la polémica, el disco viene cargadito.
"Nueva inspiración literaria en las canciones de Bunbury". Así titulaba esta semana el diario El País el siguiente capítulo de las desavenencias del artista con la prensa. Bunbury dejó plantadas a varias televisiones al conocer que le iban a preguntar sobre la controversia, atacó a periodistas, se expuso y lo pagó caro. Dos ejemplos de presuntos casos de "copiar y pegar". El más evidente parece el que ha causado más conmoción en el mundillo artístico. Bunbury se apropió, como hacen muchos autores de canciones, de unas estrofas de Casariego que titulan y dan cuerpo a la canción que abre el disco: "El hombre delgado que no flaqueará jamás". El poeta Casariego, ya fallecido, presumía de tal condición, la expresión fue pilar fundamental de su existencia, según sus familiares, que han criticado con dureza a Bunbury. En defensa propia, el cantante ha echado mano de Dylan o Sabina, que han escrito muchas letras bajo la inspiración de otros autores. La polémica no tiene fondo. Ambas partes guardan parte de razón. Bunbury hubiera contentado a los Casariego con una disculpa o referencia en el disco, pero se mantuvo en sus trece. Alguien, por otra parte, se está cobrando pasadas cuitas, a tenor de la violencia con que atacan al cantante. Crucificado sin piedad. Por contra, ningún rockero ha denunciado a literatos o guionistas de cine o poetas o artistas de cualquier hechura que han tomado prestadas letras o lemas de la música popular que se han consagrado en obras literarias. Mil ejemplos se podrían citar. Basta uno: nadie cita a Ian Dury cuando apela al tópico de "sexo, drogas y roncanrol". En pleno maremágnum, silencio en la sala. Sólo algunos compañeros de Bunbury han acudido en su defensa, tal fue el caso de Carlos Goñi, a la sazón Revólver, que abunda en las múltiples influencias que recibe un autor de canciones a lo largo de su carrera. Pero la bola sigue, Bunbury dice que "una cosa es un plagio y otra muy distinta dos frases".
La otra noche, en el programa de Buenafuente, Bunbury puso sobre la mesa la poesía de Bob Dylan, auténtico mago a la hora de hacerse con ideas ajenas y batirlas en su coctelera mental, mediante el método esponja. Enrique recordó las millones de influencias que Dylan incluye en sus canciones sin mencionar a autores ni caer en licencias de autor. Se trata de escritura automática, o así, aunque en el caso de músicas Dylan ha llegado a cnfesar, sin rubor, que ha robado melodías a cantantes poco conocidos. En la primera entrevista que Bob concedió en 1962 ya hablaba de canciones atrapadas al vuelo. Que tire la primera piedra ... La historia no tiene fin. Pero "el hombre delgado". que curiosamente también emplea Dylan en una pieza del 65, ha supuesto la cruz para el cantante. Ya dicen por ahí que a Bunbury le perseguirá la palabra plagio de por vida. Sin embargo, nadie recuerda, por mentar otro ejemplo, que la Macarena de Los del Río se basó en un tema de Bananarama y que el dúo sevillano tuvo que alcanzar un acuerdo financiero con la discográfica del grupo británico. Para sellar bocas. La música era clavadita.
Musicalmente, el nuevo disco de Bunbury adopta formas y actitudes de anteriores discos, la vuelta al rock clásico de Flamingos y el gusto por lo fronterizo de "El viaje a ninguna parte", el anterior álbum en estudio, que por cierto guarda similitud con algo, ¿no le suena? Si nos ponemos a buscar paralelismos, nadie quedaría a salvo. Pero Bunbury no eligió una estrofa archiconocida, ni un gesto a modo de tributo, sino que pilló la frase al vuelo y la frase fue su cruz. No habría que darle más vueltas y escuchar el disco, pleno de melancolía, dudas existenciales, declaraciones de intenciones, guitarras y la voz serpenteante del cantante maño. En el aspecto puramente artístico, quienes asistieron al concierto de Quique González en El Puerto, meses atrás, jamás olvidarán cuando Bunbury subió al escenario para acompañar a su amigo en "Pequeño rocanrol". Memorable. "Hellville deluxe", de acuerdo con la personalidad influenciable y peculiar del artista, contiene ecos de sus pasos anteriores con Nacho Vegas y un tono de madurez y reflexión evidentes. Más allá de los cuarenta, en la encrucijada del amor propio y ajeno, Bunbury parece más reposado y clásico. Con un punto vacilón, siempre presente, que toca las castañuelas estilo "spanish stroll" de Mink Deville, quien a su vez tomó la idea de alguien anterior, que a su vez se inspiró en otros artistas, y así hasta el infinito.
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
Al Ayuntamiento portuense le ha faltado tiempo para apuntarse un tanto chovinista y días pasados emitió una nota de prensa oficial destacando la vinculación del disco de Bunbury con El Puerto, En realidad, realizando un somero "comentario de texto", no tan a fondo como los malvados que quieren pillar al artista en renuncios, se advierte al menos una pieza con referencias a la actual vida del cantante. El tema "Bujías para el dolor" habla del Sur como Norte del autor, de hecho Bunbury destaca que el germen del disco es la vuelta a casa, y al comienzo del estribillo canta con vehemencia e insistencia: "Virgen del Carmen, Patrona del Mar, paraíso perdido en algún lugar". Con un poco de imaginación, hete aquí un guiño a su refugio vital de El Puerto. Una huerta en El Puerto.
Bunbury agradece el anonimato que le confiere su estancia en El Puerto, donde acude a veces al cine, a algún concierto o a casa de amigos como el productor Paco Loco, otro músico a quien el amor le condujo a la ciudad ribereña. Precisamente, Bunbury confiesa en la revista Rolling Stone que los días de grabación del disco compartido con Nacho Vegas en el estudio de Paco Loco fueron decisivos en su futuro inmediato. "Ya conocía El Puerto desde el año 86, con motivo de las giras. Pero coincidió que me enamoré y que conocí al promotor Nacho Royo, con quien aprovechaba siempre para bajar al Sur. Pero los días con Nacho Vegas me dije: Si en dos meses encuentro una casa, me quedo definitivamente". La encontró, Y la llamó Hellville Deluxe, algo así como la Villa del Infierno De Lujo. Del cielo celeste portuense al infierno de la polémica, el disco viene cargadito.
"Nueva inspiración literaria en las canciones de Bunbury". Así titulaba esta semana el diario El País el siguiente capítulo de las desavenencias del artista con la prensa. Bunbury dejó plantadas a varias televisiones al conocer que le iban a preguntar sobre la controversia, atacó a periodistas, se expuso y lo pagó caro. Dos ejemplos de presuntos casos de "copiar y pegar". El más evidente parece el que ha causado más conmoción en el mundillo artístico. Bunbury se apropió, como hacen muchos autores de canciones, de unas estrofas de Casariego que titulan y dan cuerpo a la canción que abre el disco: "El hombre delgado que no flaqueará jamás". El poeta Casariego, ya fallecido, presumía de tal condición, la expresión fue pilar fundamental de su existencia, según sus familiares, que han criticado con dureza a Bunbury. En defensa propia, el cantante ha echado mano de Dylan o Sabina, que han escrito muchas letras bajo la inspiración de otros autores. La polémica no tiene fondo. Ambas partes guardan parte de razón. Bunbury hubiera contentado a los Casariego con una disculpa o referencia en el disco, pero se mantuvo en sus trece. Alguien, por otra parte, se está cobrando pasadas cuitas, a tenor de la violencia con que atacan al cantante. Crucificado sin piedad. Por contra, ningún rockero ha denunciado a literatos o guionistas de cine o poetas o artistas de cualquier hechura que han tomado prestadas letras o lemas de la música popular que se han consagrado en obras literarias. Mil ejemplos se podrían citar. Basta uno: nadie cita a Ian Dury cuando apela al tópico de "sexo, drogas y roncanrol". En pleno maremágnum, silencio en la sala. Sólo algunos compañeros de Bunbury han acudido en su defensa, tal fue el caso de Carlos Goñi, a la sazón Revólver, que abunda en las múltiples influencias que recibe un autor de canciones a lo largo de su carrera. Pero la bola sigue, Bunbury dice que "una cosa es un plagio y otra muy distinta dos frases".
La otra noche, en el programa de Buenafuente, Bunbury puso sobre la mesa la poesía de Bob Dylan, auténtico mago a la hora de hacerse con ideas ajenas y batirlas en su coctelera mental, mediante el método esponja. Enrique recordó las millones de influencias que Dylan incluye en sus canciones sin mencionar a autores ni caer en licencias de autor. Se trata de escritura automática, o así, aunque en el caso de músicas Dylan ha llegado a cnfesar, sin rubor, que ha robado melodías a cantantes poco conocidos. En la primera entrevista que Bob concedió en 1962 ya hablaba de canciones atrapadas al vuelo. Que tire la primera piedra ... La historia no tiene fin. Pero "el hombre delgado". que curiosamente también emplea Dylan en una pieza del 65, ha supuesto la cruz para el cantante. Ya dicen por ahí que a Bunbury le perseguirá la palabra plagio de por vida. Sin embargo, nadie recuerda, por mentar otro ejemplo, que la Macarena de Los del Río se basó en un tema de Bananarama y que el dúo sevillano tuvo que alcanzar un acuerdo financiero con la discográfica del grupo británico. Para sellar bocas. La música era clavadita.
Musicalmente, el nuevo disco de Bunbury adopta formas y actitudes de anteriores discos, la vuelta al rock clásico de Flamingos y el gusto por lo fronterizo de "El viaje a ninguna parte", el anterior álbum en estudio, que por cierto guarda similitud con algo, ¿no le suena? Si nos ponemos a buscar paralelismos, nadie quedaría a salvo. Pero Bunbury no eligió una estrofa archiconocida, ni un gesto a modo de tributo, sino que pilló la frase al vuelo y la frase fue su cruz. No habría que darle más vueltas y escuchar el disco, pleno de melancolía, dudas existenciales, declaraciones de intenciones, guitarras y la voz serpenteante del cantante maño. En el aspecto puramente artístico, quienes asistieron al concierto de Quique González en El Puerto, meses atrás, jamás olvidarán cuando Bunbury subió al escenario para acompañar a su amigo en "Pequeño rocanrol". Memorable. "Hellville deluxe", de acuerdo con la personalidad influenciable y peculiar del artista, contiene ecos de sus pasos anteriores con Nacho Vegas y un tono de madurez y reflexión evidentes. Más allá de los cuarenta, en la encrucijada del amor propio y ajeno, Bunbury parece más reposado y clásico. Con un punto vacilón, siempre presente, que toca las castañuelas estilo "spanish stroll" de Mink Deville, quien a su vez tomó la idea de alguien anterior, que a su vez se inspiró en otros artistas, y así hasta el infinito.
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
viernes, 10 de octubre de 2008
Del Guadalete al Mississipi
Al Norte de África tardan en llegar las buenas nuevas. Lo viejo más nuevo de Bob no es nuevo ni viejo, la octava entrega de sus series piratas ofrece 27 piezas inéditas en dos discos, y doce más en el álbum adicional de la edición extra, que por cierto vale un ojo de la cara bajo el pretexto de contener un libro de 150 páginas -con portadas de docenas de singles- y los tres elepés en vinilo (!). De la edición normal destaca la inclusión de tomas alternativas que incluso superan a las oficiales. Tal es el caso de Mississipi, la primera de las dos versiones es brutal, diamante en bruto, desnuda de ornamentos, embaucadora. Misissipi sonó en el estadio Chapín de Jerez, quizá un poco más agreste, a la vera del Guadalete, y constituyó una de las sorpresas de la noche del 8 de julio. Asombra que Bob guardase en el cajon la canción durante años, pero lo ha hecho con otras muchas. En algún lugar de la red votan ya a Mississipi como la mejor versión del disco. Conviene escuchar las dos piezas más la original, y sacar conclusiones, Bob nunca canta igual, tiene varias maneras de enfocar sus músicas y letras.
Como Dylan graba casi del tirón, se agradecen los temas de los últimos discos, pero las siete piezas de Oh Mercy ya se conocen desde hace muchos años, a través de grabaciones oficiosas. No así los descartes de Time out of Mind, algunos de ellos magníficos, y los de Modern Times, un par de versiones en estudio. Canciones para diversas bandas sonoras, difíciles de lograr por otros medios, y algunos directos completan el doble álbum, que hoy es número uno en ventas en amazon.
Con ansiedad esperamos el nuevo disco, producido por Rick Rubin, y ya grabado meses atrás. Y el segundo tomo de su autobiografía. Y la peli I'm not there en deuvedé. Y cualquier otra cosa que se le ocurra a Bob Dylan. Siempre en movimiento. El día 23 inicia otra gira, la enésima. Y anuncian la nueva temporada de su programa de radio. No hay narices de jubilar a este hombre.
Como Dylan graba casi del tirón, se agradecen los temas de los últimos discos, pero las siete piezas de Oh Mercy ya se conocen desde hace muchos años, a través de grabaciones oficiosas. No así los descartes de Time out of Mind, algunos de ellos magníficos, y los de Modern Times, un par de versiones en estudio. Canciones para diversas bandas sonoras, difíciles de lograr por otros medios, y algunos directos completan el doble álbum, que hoy es número uno en ventas en amazon.
Con ansiedad esperamos el nuevo disco, producido por Rick Rubin, y ya grabado meses atrás. Y el segundo tomo de su autobiografía. Y la peli I'm not there en deuvedé. Y cualquier otra cosa que se le ocurra a Bob Dylan. Siempre en movimiento. El día 23 inicia otra gira, la enésima. Y anuncian la nueva temporada de su programa de radio. No hay narices de jubilar a este hombre.
¡Qué bastinazo!
La fiereza del ruido melódico, la dulzura del guitarreo incendiario, la tempestad, la aparente calma. Canciones con varias capas. Canciones dentro de canciones. Y un montón de cándidas almas, mucha gente de treinta y tantos en el Aulario de la Bomba, transformado en minisala de conciertos para la ocasión. Lleno, pero sin apreturas. Los Posies muestran sus credenciales durante ochenta minutos de rocanrol con matices. La mítica banda liderada por Ken Stringflellow y Jon Auer desgranan con vehemencia y frescura su celebrado disco "Frosting on the beater" y un montón de clásicos, diversos estilos fundidos en uno. Demasiado ruido de fondo, es lo que tienen los recitales gratuitos, la mitad del personal acude para charlar. Otros lo viven con intensidad: bailes alopécicos, herederos del gafapastismo, heterogéneos aficionados al ritmo sincopado, la distorsión, los juegos de voces y alguna que otra balada arrebatadora. Mucho calor. Miedo al terror. "Solar sister", "Coming right along", cámaras digitales, acoples generosos, espasmos del futuro fugaz, escupitajos al aire de Ken, punteos salvajes de Jon, que ha cogido unos kilitos con los años. Ken deja los teclados para los bises. Pero, antes de "Suddenly Mary", suelta ante la sorprendida audencia un "¡qué bastinazo!", con zeta, que debió aprender en alguna parte del planeta Cádiz. Desatado, termina todo el mundo desatado. No sin antes asistir, entre tanto cuchicheo, al discurso anti Bush de Ken, que clama por la victoria de Obama para volver a su país, y el remate de Jon: "Vote for change". Como diciendo adiós, el cuarteto protagoniza un bello desfase final. Los líderes bajan a la arena, tocan los postreros compases mezclados entre el público, Ken termina tocado por un sombrerito de paja y ambos dos, cuando se encienden las luces, se dedican a firmar discos y charlar con su público. "Vámonos, que no dan ná", musita una chavala. Caballo regalado desbocado, linda invitación al rocanrol. El ruido y la furia.
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
La foto es de Luismi Romero
Cuatro vientos
Despojar a una familia, de malas a primeras, a estas alturas de película, de vivienda y trabajo de una tacada constituye un crimen de dignidad. La familia Díaz, concesionaria del bar Cuatro Vientos, mucho más que un bar a la orilla de la Puntilla, ha reunido diez mil firmas contra el desahucio de las legendarias instalaciones. Con diez mil votos, ojo al paralelismo, en El Puerto sale uno investido alcalde, así que la fuerza de diez mil firmas tendría que bastar para alzarse con la razón con más veras. Tantos años de futbolín, tantos años de charlas a medianoche, no se sabe cuánto tiempo habría de pasar para que el pedazo de tierra que mira a la Bahía olvidase la confluencia de vientos benignos que José Díaz y su familia crearon a la vera de la playa, un microclima especial, donde gente de toda edad y condición ha pelado la pava, jugado al porvenir incierto o almorzado en grata compañía alguna vez. Con musiquita celestial de fondo, bajo la atenta mirada de Pepe y cía, rodeados de amigos desconocidos, cuidando cada detalle. Cuatro Vientos, vida en movimiento. No al desahucio. ¿Un hotel? Las autoridades portuaria y terrenal no han caído en la cuenta de que hay un hotel fantasma pidiendo socorro en plena carretera, dos años lleva implorando una solución, con sus trabajadores en el limbo y una historia detrás. Caballo Blanco, símbolo de la desidia, la ambición y el signo de los tiempos. Cuatro Vientos, ejemplo de tesón y cariño. Cara y cruz del urbanismo feroz. Mejor no mentar los enésimos planes inmobiliarios del emporio fantasma por antonomasia: Puerto Churri. Por el Caballo Blanco desfilaron artistas, reyes, futbolistas, famosillos. Por los Cuatro Vientos, más personas que personajes. Los trabajadores del hotel y los propietarios morales del bar merecen una alegría en estos tiempos de presunta incertidumbre. Una cosa buena ha descubierto la simpática crisis con que nos atemorizan: ha sacado a la superficie a los seres humanos, ha puesto cara al desbarajuste, ha limpiado alguna conciencia, ha puesto en guardia al personal y desenmascarado a los mequetrefes del parné fácil. Un poquito de humanidad, por favor.
Octubre 08, El Puerto, Diario de Cádiz
Octubre 08, El Puerto, Diario de Cádiz
jueves, 9 de octubre de 2008
Campeón de las fatiguitas
La última vez que el Cádiz fue campeón de Segunda B estuvo a punto de desaparecer. Ya estamos con el sangangui. Los sueños del liderato amarillo no sólo viven del año 70 en Tercera y el 2005 en Segunda. El nefasto comienzo de siglo, que adelantó el gafe a la llegada del maldito euro, apenas ocupa unos segundos en la memoria cadista. Líneas paralelas entre los Mateos y Baldasanos, sálvese quien pueda. Este año, hasta ahora, los únicos que habían logrado en Cádiz el número 1 de los 40 fueron los Melocos. Locos perdidos culminarían su labor los historiadores de la pelota con sólo relatar las peripecias, siete años entre vaivenes. El Submarino, con más veras. Curiosamente, el Cádiz de aquellas fatiguitas, que tanto se asemejó al penúltimo Cádiz de los dolores, se salvó ante el próximo rival, el Ceuta. Por fortuna, el barco regresó a buen puerto. O así. De cuando el Cádiz no valía un duro y Carlos Orúe lo hizo millonario en ilusiones y amor propio.Las visitas a Linares y Ceuta presagiaron lo peor, allá por el año 2000. Antonio Muñoz, no sé si les suena, no terminaba de hacerse con las riendas del club, los accionistas mayoritarios mareaban la perdiz, jugadores y empleados no cobraban. La quinta jornada, marcada en rojo, supuso la salvación de muebles, y el 2 de mayo, la fecha en que culminaron las negociaciones entre ADA y el grupo Bahía de Cádiz, liderado por Muñoz, Francisco Puig, Martín José García, Miguel Cuesta y Manuel Díez. Pero antes se registraron encierros de la plantilla, movilizaciones populares, gestiones políticas, sangre, sudor y lágrimas. Hasta que el Cádiz pasó a manos de los gaditanos. De Muñoz y cía, vamos. "Compramos el club a la sociedad de Asensio, quien fuera dueño de Antena 3, que tenía varios equipos por ahí", recuerda como si fuera ayer Francisco Puig, voz de la experiencia amarilla. "Y ahí seguimos los cinco valientes", bromea. "Las negociaciones fueron muy complicadas, lo importante es que salimos adelante. Todo el mundo aportó su ayuda, dentro de sus posibilidades. Desde entonces el apoyo de Ayuntamiento y Diputación ha sido fundamental, por no hablar de la afición, que sólo merece un diez". Un diez coma cinco, quizás. Los gaditanos no alcanzaron los millones exigidos, aunque muchos dieron lo que pudieron a fondo perdido. "Una cosa es el apoyo puntual y otra, el dinero contante y sonante". Puig pone el dedo en la llaga de la ampliación de capital, "de la que se ha hablado poco, pero en realidad fue la clave para que todo culminase con éxito". Amén de los 120 millones de pesetas de entonces, de los que Muñoz y cía aportaron sesenta en principio, el grupo comprador tuvo que hacer frente a una ampliación de capital, forzada por las autoridades del futbol hispano, que alcanzó los cincuenta millones de antes, 300.000 euros de hoy en día. "Ahí también nos jugamos la desaparición y hubo que sacar el dinero de debajo de las piedras", ilustra el veterano directivo gaditano, que subraya también la adhesión de Federico González. Un poco de pasta basta."En esa ocasión, aunque lo hicimos sin alardes, los que dimos el paso adelante fuimos Muñoz, González y yo mismo. No vamos a repetirlo mil veces, pero conviene que aparezca en la historia del club, pues igual que hemos tenido errores, ahí quedaron los aciertos. Conviene conocer las causas de la ascensión y caída del Cádiz", de sus bienhechores y malhechores, querrá decir Puig, quien traza una línea paralela entre aquellos años y la rocambolesca temporada pasada. "La última papeleta fue solventar los tres o cuatro millones de euros de deuda que dejó Baldasano. Hay quien todavía piensa que venimos para lucrarnos, pero hemos tenido que afrontar muchas situaciones límite. Eso sí, con la ayuda de Ayuntamiento y Diputación", insiste. Instituciones públicas de ambos signos políticos apoquinando jugosos dineros a un club privado pero de todos. O casi todos. Los políticos, ya se sabe, supieron subirse al carro de la oportunidad, en plena efervescencia de la religión gadita: fútbol, capillismo, carnaval ... Hoy, tiempo de crisis de nuevos ricos, "la gente está más tranquila, esperemos que la afición reciba este año la recompensa, que se merece una alegría" tercia Puig, a quien se le entienden las ideas entre líneas. "La gestión financiera no tiene nada que ver con la deportiva. La economía de un club de fútbol se antoja muy complicada. Hemos pasado unos años tremendos, de grandes fracasos y triunfos históricos". Todo condensado en un tubo de siete años, siete años de suerte dispar. Atrás quedaron las liguillas de Ramón Blanco y Orúe, los ascensos de Jose González y Víctor Espárrago. "Y lo del año pasado, que no fue normal", sentencia Puig. "Fue muy difícil de digerir lo que ocurrió el año pasado". Y que lo diga. "Desde el principio la cosa no cuajó; el follón de la venta, los problemas con entrenadores, un desbarajuste total, todos tuvimos nuestra parte de culpa, pero lo más gordo se lo llevó esa gente, esos señores que nos dejaron colgados. Todos nos equivocamos con ellos, incluida la prensa". Pecando de ingenuos. O no. "Pa borrarlo de la memoria", ironiza el directivo amarillo. De todos modos, un día habría que explicar las razones del desembarco de Baldasano y cía, motivos políticos y financieros, y el regreso de Muñoz al estilo "a la fuerza ahorcan", tras asegurar que se iba ya cansado y sin opciones de levantar al Cádiz. Será otra historia, La Salvación Segunda Parte. Que todavía colea. Las máximas deportivas parecen paradójicas, caprichosas, a veces se cumplen, en otras ocasiones dan la espalda a la razón, pero en los albores de la nueva centuria los dineros fueron por un lado y el Cádiz por otro. El Cádiz de Orúe sólo perdió un partido en la segunda vuelta, obtuvo nueve victorias consecutivas, pero el Nástic de Tarragona y un par de árbitros impidieron el milagro. Otro milagrito en la tierra de la quimera aritmética. Habría que subrayar, en colores de agradecimiento, y preguntar al aire que sopla caprichoso, por si alguien pudiera explicar lo inexplicable y zanjar los rumores que nublaron la existencia amarilla, los nombres de los héroes del 2001, que estuvieron cinco meses sin cobrar: Armando, Velázquez, Paz, Ramón, Sambruno, Julio Puig, Raúl López, Cortijo, Jorge Sánchez, Benito, Duda, Capi, Sastre, Víctor Vía, Sergio Iglesias, Víctor García, Palacios, Raúl Martín, Zafra, José Luis, Mara e Iván Guerrero. Y desterrar a los funestos paracaidistas del rincón de la memoria. Cobardes, pecadores de la pradera, cuatreros del balón, gente sin escrúpulos ni identidad propia, malandrines de guante blanco. Y la gente, en Babia. Lo mismo que la historia cadista que cada uno lleva dentro acusa a veces al grupo salvador de cobarde en momentos puntuales, -ay, si Lucas Lobos hubiese llegado antes ...-, sería injusto desdeñar el coraje del 2001, cuando nadie daba un duro por el Cádiz. En otro ciclo de ida y vuelta, Puig espera que este año "volvamos donde merecemos, a Segunda, por lo menos".
Octubre 08, Deportes, Diario de Cádiz
miércoles, 8 de octubre de 2008
Posies vuelven a las andadas en Cádiz
El pop-rock contagioso y salvaje de Posies, la influyente banda estadounidense que cumple veinte años de vida, colmará de aromas de los años noventa el Aulario de La Bomba, en Cádiz. Esta noche, a partir de las diez, segunda etapa del Open Provincia 2012, serie de conciertos promovidos por la Oficina del Bicentenario de la Diputación y la Universidad gaditana que partió en septiembre con el recital de Vuc Chesnut y Rick Castro. El programa, inesperado por su calidad, y para colmo de entrada gratuita, continuará el 22 de octubre con los míticos Lemonheads, y se cerrará el 1 de diciembre con los líderes de Jayhawks, Mark Olson y Gary Louris. Diversas maneras de entender el pop, el rock y el folklore norteamericano. La muestra de esta noche, Posies en estado puro, promete sensaciones variadas, distorsión y juegos vocales, guitarreo y gusto por la melodía, de acuerdo con la versatilidad de los fundadores del grupo, Ken Stringfellow y Jon Auer, que vuelven a las andadas.
Posies resucitan, a lo largo de una minigira hispana por locales de reducidos aforos, en contacto con el público, y cuyo concierto de esta noche constituye su única parada en Andalucía, su álbum de mayor eco popular, "Frosting on the beater", considerada pieza maestra de los años noventa. Quince años después de su edición, la banda lo recupera completo en directo, junto a una docena de clásicos de su carrera. El disco coincidió en tiempo y espacio con la efervescencia del grunge, personalizado en primer plano por Nirvana, no en vano los Posies nacieron muy cerca de Seattle, la capital que reinventó el punk rock tres lustros atrás. Pero los Posies, aunque ensuciaron su estilo, nunca cayeron en el mimetismo generacional y fueron mucho más que un grupo de pop, punk. Cuentan las crónicas que hoy en día mantienen el pulso rocanrolero, aunque no tanto su poderío vocal, y que luce en todos su esplendor su amplia paleta de tonalidades sonoras. Pura pasión por el ritmo, amalgama de géneros en perfecta comunión.
Los Posies no traen disco nuevo bajo el brazo, pues su reaparición en la industria musical data ya de 2005, con el álbum "Every kind of light", pero renuevan su pasión por el power-pop que tanto influyó a los músicos "alternativos" de medio planeta en la última década. Brillantes discursos vocales, guitarras punzantes en constante movimiento, ritmos feroces o melodramáticos, guiños a estilos tan dispares como el punk y el folk, banda sonora del fin del siglo pasado, una propuesta que ellos mismos han calificado como "más etérea y onírica" que el árido, indomable y enérgico grunge. Los Posies nunca encajaron en las etiquetas de la época, pese a su amor por la distorsión en directo y las piezas redondas en estudio.
Actualmente los creadores de la banda viven en París, aseguran que sólo volverían a Estados Unidos de ganar Obama las elecciones presidenciales, y Ken Stringfellow colabora a menudo, desde hace una década, en las giras de los REM. También ha participado en Big Star o Minus5, reyes del power pop y superbanda del country alternativo yanqui, respectivamente. Y tras unos años de aventuras en solitario y demás, Posies vuelven con su aclamada colección de canciones, retrato de la generación equis aquella. Curiosamente, los discos que abrieron y cerraron la carrera del grupo, antes del retorno de 2005, se titularon Fracaso y Éxito.
El grunge con más veras de Lemonheads y el country rock alternativo de Olson y Louris, más cercano por el hecho de que éste reside buena parte del año en El Puerto de Santa María, cerrarán el Open Provincia 2012 --vaya nombrecito para un ciclo de rock, ni que viniera Nadal a cantar--, en un otoño de penosa sequía rockera, pero el Campus Rock organizado por la UCA aún ofrecerá alguna sorpresa más: Los encantadores Stacey Earle y Mark Stuart, que ya cantaron hace años en La Bomba, actuarán en Algeciras, el 21 de octubre, junto al sensacional Jason Ringenberg, y el genial Damien Jurado, otra figura de renombre del entorno de Seattle, el 20 de noviembre en el Teatro Principal de Puerto Real. La América profunda y renovada, entre dos aguas, a medio camino entre las Bahías de la luz. Cádiz es Seattle con más balaustradas y menos camisas de cuadros.
Posies resucitan, a lo largo de una minigira hispana por locales de reducidos aforos, en contacto con el público, y cuyo concierto de esta noche constituye su única parada en Andalucía, su álbum de mayor eco popular, "Frosting on the beater", considerada pieza maestra de los años noventa. Quince años después de su edición, la banda lo recupera completo en directo, junto a una docena de clásicos de su carrera. El disco coincidió en tiempo y espacio con la efervescencia del grunge, personalizado en primer plano por Nirvana, no en vano los Posies nacieron muy cerca de Seattle, la capital que reinventó el punk rock tres lustros atrás. Pero los Posies, aunque ensuciaron su estilo, nunca cayeron en el mimetismo generacional y fueron mucho más que un grupo de pop, punk. Cuentan las crónicas que hoy en día mantienen el pulso rocanrolero, aunque no tanto su poderío vocal, y que luce en todos su esplendor su amplia paleta de tonalidades sonoras. Pura pasión por el ritmo, amalgama de géneros en perfecta comunión.
Los Posies no traen disco nuevo bajo el brazo, pues su reaparición en la industria musical data ya de 2005, con el álbum "Every kind of light", pero renuevan su pasión por el power-pop que tanto influyó a los músicos "alternativos" de medio planeta en la última década. Brillantes discursos vocales, guitarras punzantes en constante movimiento, ritmos feroces o melodramáticos, guiños a estilos tan dispares como el punk y el folk, banda sonora del fin del siglo pasado, una propuesta que ellos mismos han calificado como "más etérea y onírica" que el árido, indomable y enérgico grunge. Los Posies nunca encajaron en las etiquetas de la época, pese a su amor por la distorsión en directo y las piezas redondas en estudio.
Actualmente los creadores de la banda viven en París, aseguran que sólo volverían a Estados Unidos de ganar Obama las elecciones presidenciales, y Ken Stringfellow colabora a menudo, desde hace una década, en las giras de los REM. También ha participado en Big Star o Minus5, reyes del power pop y superbanda del country alternativo yanqui, respectivamente. Y tras unos años de aventuras en solitario y demás, Posies vuelven con su aclamada colección de canciones, retrato de la generación equis aquella. Curiosamente, los discos que abrieron y cerraron la carrera del grupo, antes del retorno de 2005, se titularon Fracaso y Éxito.
El grunge con más veras de Lemonheads y el country rock alternativo de Olson y Louris, más cercano por el hecho de que éste reside buena parte del año en El Puerto de Santa María, cerrarán el Open Provincia 2012 --vaya nombrecito para un ciclo de rock, ni que viniera Nadal a cantar--, en un otoño de penosa sequía rockera, pero el Campus Rock organizado por la UCA aún ofrecerá alguna sorpresa más: Los encantadores Stacey Earle y Mark Stuart, que ya cantaron hace años en La Bomba, actuarán en Algeciras, el 21 de octubre, junto al sensacional Jason Ringenberg, y el genial Damien Jurado, otra figura de renombre del entorno de Seattle, el 20 de noviembre en el Teatro Principal de Puerto Real. La América profunda y renovada, entre dos aguas, a medio camino entre las Bahías de la luz. Cádiz es Seattle con más balaustradas y menos camisas de cuadros.
Octubre 08, Cultura, Diario de Cádiz
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