En la encrucijada del estío, Levante de nuevo en calma y noche desatada de encuentros significativos y misterios por desvelar. El festival Lago de Bornos, treinta años después, deparó sensaciones memorables, dejó certezas abiertas en canal y reunió a varias generaciones de amantes del rock progresivo. Los legendarios italianos Premiata Forneria Marconi removieron los cimientos del castillo palacio de los Ribera, en pleno corazón de la localidad serrana, con un recital de alta calidad y pasión desbordante. Tocaron piezas de ayer y de hoy, el tiempo frenó en seco y la banda nacida en los años setenta, que vive su segunda juventud con gran predicamento en su país, donde acaso se respeta más a las figuras del arte accidental, desgranó un repertorio plagado de guiños sinfónicos, guitarras limpias o fogosas, teclados etéreos y un ambiente de excepción. Antes, los portuenses Glazz confirmaron su excelente momento, recién llegados del festival de jazz de Manchester. Javi Ruibal se salió, literalmente, y sostuvo con maestría el espectáculo, José Rechaca mostró su talento y Dani Escortell ejerció de fiel escudero. De categoría. Otro trío vecino, que retornó a las tablas para tal ocasión, otras tres décadas después, simbolizó sin pretenderlo el relevo cultural y personal de unos músicos de tronío. Los jerezanos Triunvirato pasaron de la nostalgia y tocaron como un trueno. Cintado y Pinedo vivieron instantes emocionantes y luego, en los camerinos, aquel joven guitarrista, hoy productor y compositor de éxito, Alejandro Gil, se citó con el pasado y el porvenir del rock, con su hermano Luis, fundador de los míticos Los Solos, y con los rutilantes instrumentistas de uno y otro bando del tiempo. Hubo quien hizo doblete y empalmó la noche de Mezquita en Espera con el festival bornicho, tremendo fin de semana. No conviene olvidar a los locales Rock Riders, que surfearon en la noche bornense con notable aceptación.
6 comentarios:
Gracias Enrique, no pude estar, pero leyéndote, me di un paseo virtual por el Festival. Un abrazo y nos vemos en otra.
Bueno enrique se deja ver que lo saboreaste al maximo,tanto el de espera como el de bornos,vamos como pa no disfrutarlos,dos noches magicas mezcladas con diferencias de rock,como nos gusta a los señores rockeros,movernos por las mejores ramas de nuestra música.
SALUDOS
Que noche en el Lago, que música y que calor sofocante. Me acordé del aguardiente para no verlo jamás pero fué un festival precioso.
De categoría el Lago, de mucha categoría, si señor.
Para tanto no sería Enrique que a ti es que te gusta mucho y se te embala la pluma, ese rock está pasado de moda y no llena una yarda.
Tribulin
500-600 personas son pocas para grupos de tanta fama, te da cosa cuando ves tantas calvas en ese patio tan bonito pero es que es muy dificil hacer un lleno sin que no actue un grupo de moda o que sea en el Falla por Carnaval. Esos festivales lo tienen crudo para que sigan igual si se hace en Cádiz que en Sevilla que en un pueblo perdido igual da.
Me lo pasé muy bien pero no hay público, el año pasado Focus y este Pfm, guardaré un buen recuerdo de nuestra sierra gaditana pero no da para más, aunque con el axfisiante calor nos hubiéramos deterrido con más gente. Benditos claritos para sobrellevar la calor, porque en la costa si hace bien un concierto en Verano pero en el interior no hay quien pare.
un abrazo, Manuel, nos vemos en la próxima !! y en el Trofeo volvemos a ser rivales amistosos, pues el Sevilla jugará la final con uno de mis equipos, jeje, salud.
más saludos para underground, rockero de pro, y para los anónimos, aunque no comparta alguna opinión. Me da igual que el rock no esté de moda, nunca lo estuvo, y su rentabilidad. Es verdad que estos festivales son un milagro, y que hacía una caló importante, en? echamos el ratito ...
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