Tras un apasionante proceso de creación, culmina la aventura con otra aventura, quedan sobre el mantel todos los avíos escénicos, tonos, matices y trabajos de sol a sol, en cruce de caminos de poesía, música en directo, teatro, canto, color, imagen y sonido, cine y humor. Otro Rafael, mismamente.
Dada la escasa sensibilidad, o lo que fuera, de la calaña incompetente de El Puerto, el espectáculo recibe su bautizo oficial en el teatro Adolfo Marsillach de San Sebastián de los Reyes, a un mundo kilométrico del mar, la mar de Cádiz, pero en sintonía con el absurdo autorretrato colectivo del planeta.
La obra contiene una cuidada selección de poemas de Rafael, música sui generis adaptada a cada escena, referencias a la Arboleda Perdida, temas compuestos para la ocasión, luces y acción alrededor de una fantástica colección de personajes de carne y magia.
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