Triunfo de la Frac en la fiesta de clausura de la convención nacional de Ecologistas en Acción. El publiquito que llenaba la sala entonó estribillos, cogió todos los golpes al vuelo y agradeció sobremanera la exhibición de ingenio, rebeldía y sentido del ritmo. La Fundación de Raperos Atípicos de Cádiz crece y se crece, capaz de cultivar ambientes dispares y de salir airosa de cada trance. Dos voces, una aguda y otra tan grave como la situación del camaleón político, un lince ibérico rimador de rimas potentes y un amante de la música negra de verdad, de Jaime Marrón a Roberto Marley, el alma oscura del baile eterno. Dub, rap, reggae, sin etiquetas. Ecos de crisis, de maltrato laboral, de imposiciones culturales y recreativas y de guasa contenida. Mala leche y dignidad. Los raperos gaditanos encandilaron a ecologistas de todos el país con su descarnada sencillez. Estrenaron temas nuevos. Adornaron la noche de guiños carnavalescos, jamaicanos y luminosos. Pa que digan que el personal anda anestesiado y carece de recursos y respuestas. La Frac, que pronto editará su nuevo disco, amén de actuar casi todas las semanas por aquí y por allá, representa un ejemplo vivo de cómo largar fiestas con tela de arte y las cositas claras. Como el agua. A los mangantes, a los políticos churretosos, a los empresarios sin escrúpulos, a los trepas, a los fulleros profesionales, a todos por igual. Los raperos, en tan señalada noche de defensores de la naturaleza, cantaron sobre la costa nostra, sin especular; rajaron en torno a las claves de la actualidad; mentaron a la Pajín, a Rosa Aguilar, al Rubalcaba, al rey de los mendigos y al Colo Colo, a los mangantes de antes y de ahora. Raperos atípicos que combinan los trucos de magia dialéctica del Carnaval gaditano con el ritmo vacilón del reggae y la rebeldía y actitud indomable del rap, el rocanrol de hoy, aunque sin caer en mimetismos, ni pamplinas, ni egomanías propias de los hipoperos. Sin topicazos. Al mentón. Inteligencia natural. Nada de periodismo cantado, como tildaban antes las coplas de la tierra, antes de que el periodismo se convirtiera en pura basura ni siquiera reciclable.
Curiosa velada de ecologistas, comunistas, raperos y gente de mal vivir y buen discurrir, en el puente virtual de las aguas turbulentas. Despesque de ideas, a tomar Doñana, a tapar la calle, a escuchar las letras de la Frac, la mejor propuesta para pagar las deudas del olvido.
lunes, 6 de diciembre de 2010
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2 comentarios:
Gran artículo don Enrique...no tengo palabras, he flipao. Gracias por venir y por fomentar la FRAc cada vez que puedes..
Salú! y aquí estamos pa lo que haga falta
a vosotros por ese arte descomunal, lo pasé muy bien la otra noche, un abrazo, salud !!
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