sábado, 1 de noviembre de 2008

Los ordenadores salen carísimos o de cómo combatir la masacre en el Congo

Mensaje de Amnistía Internacional: La fabricación de ordenadores es imposible sin coltan. Más de 30.000 niños y niñas matan y mueren en un conflicto que sacude África Central y cientos de miles de personas lo están pagando en estos días. Una de las causas: el control del coltan. Te preguntarás ¿qué es el coltan y por qué puede convertir niños y niñas en soldados? Coltan es la abreviatura de columbita y tantalita, dos minerales que unidos los hace imprescindibles en la fabricación de teléfonos móviles, ordenadores... y, ante un mercado gigantesco, la República Democrática del Congo posee el 80% de las reservas mundiales. Lejos de llevar prosperidad al país, es parte del origen de un conflicto que amenaza con ser eterno. Gran parte de los ingresos de la venta de coltan han servido para comprar armas, que llegaron generosamente a los ejércitos y milicias desde Estados Unidos, Bélgica, Francia, Alemania y China, entre otros. ¿El resultado? Una guerra en la que ya han muerto casi 5 millones de personas, más de 350 mujeres y niñas son violadas cada mes, hay casi 2 millones de desplazados, y unos 7.000 niños y niñas combaten como soldados. Se les saca a la fuerza del colegio o de sus casas. Reciben malos tratos, torturas, son violados y obligados a violar y a asesinar. Y te queda oír lo peor: en la región de Kivu, la mitad de los menores que habían sido desmovilizados han vuelto a ser reclutados. Su experiencia les convierte en reclutas valiosos y les pone en especial peligro. Y todo para que en los países desarrollados podamos hablar por el móvil o escribir un e-mail. ¿Cómo poner fin a esta situación? Sumándote a la petición de Amnistía Internacional al Gobierno de la RDC para que finalice la masacre. O aportando un donativo. Gracias por utilizar tu ordenador para conseguir que su fabricación no resulte tan cara.

5 comentarios:

Eduardo Flores dijo...

Para que exista un primer mundo ha de existir un tercero. Y oye, que no me salen las cuentas. No me enseñaron en la escuela ese tipo de ecuación. Tristes guerras si no es amor la empresa. Y acabaré este comentario, incluso cerraré la ventana de las rosas y los mosquitos, como otro día cualquiera, pero la sucia realidad seguirá ahí. No se puede vivir con estas miserables certezas. Mejor, mirar para otro lado: ver como va el Cádiz en la tabla, lo poquito que queda para los carnavales..., observar con pasmo la ruptura entre UPN y PP, hacer la quiniela yanqui...

Qué sabe el primermundista del dolor y del sabor a sangre en la boca del niño soldado que mata, y del soldado niño que muere.

Oye Alcina, de verdad macho, empiezo el día abrazando ya el sufrimiento ajeno aunque, seguramente dentro de unas horas juegue a carcajadas con mi pequeño: no sepas lo que ocurre/ni lo que pasa.

Un saludo,
Eduardo Flores.

Anónimo dijo...

Está bien saberlo, Enrique, que cada vez que tecleas el ordenador o el móvil hay gente matándose por el interés de quienes ganan dinero vendiéndonos ordenadores y móviles. Para tomar conciencia y denunciar lo que pasa en el mundo son necesarios ordenadores y móviles, como antes eran necesarios el telégrafo o el ferocarril. ¿Cuantos congoleños murieron en la construcción del ferrocarril en este país a principios del siglo pasado?. saludos

Enrique Alcina Echeverría dijo...

Un abrazo a los dos, a Eduardo que lo siente todo en carne propia, lo festeja, lo sufre o lo padece con los ojos bien abiertos, y a Santi, que sabe hacer preguntas directas al corazón del mundo y buscar certezas para explicar las cosas, o al menos para contarlas. Salu-dos !!!

Breuil dijo...

Si es que la teoría del caos, con este ejemplo, deja de ser teoría.
Uno tiene un móvil en Europa y otro muere en el Congo.
Saludos

Enrique Alcina Echeverría dijo...

Así es, Breuil, un poco descorazonador, hiperrealista, una cosa difícil de explicar(se). La soberbia de Occidente, como canta Ruibal desde el sur del sur ... saludos !!