Para muchos, el mejor concierto que ha ofrecido Bob Dylan en España. Venía herido en su amor propio, seis años antes pinchó en hueso y fue tildado de rácano y mezquino. La revancha, en La Riviera, una noche de calor ambiental y fiebre por Dylan, que salió por la puerta grande. Circulan cintas del concierto por ahí. Bob comenzó por las Basement Tapes y desgranó luego una serie de clásicos interpretados con vehemencia, energía y misterio, mostró el juglar su lado amable y también salvaje, regaló las botas de cuero español, todo un detalle seguido del amor bajo cero y otras joyas de su imaginería de mercurio, y para colmo se adentró en las profundidades de Blonde on Blonde, tocó la casi inédita Obviously Five Believers, tremenda, maravillosa, y a nadie dejó indiferente. Glorioso, un momento irrepetible. A la postre, una chica subió al escenario y obsequió al artista con un ramo de flores, a cambio de un beso. ¡Extra, extra! Dylan se dejó querer, por una vez, y brindó un recital memorable.
19 de julio de 1995, sala La Riviera, Madrid
Crash On The Levee (Down In The Flood)
Lay, Lady, Lay
All Along The Watchtower
Simple Twist Of Fate
Watching The River Flow
Silvio
Tangled Up In Blue
Boots Of Spanish Leather
Love Minus Zero/No Limit
Tombstone Blues
She Belongs To Me
Obviously Five Believers
Like A Rolling Stone
It Ain't Me, Babe
Rainy Day Women # 12 & 35
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