sábado, 26 de febrero de 2011

Autoproducciones Simon (pagar por tocar)

Dos detalles sintomáticos leídos en Efe Eme que ponen de manifiesto la situación de los músicos en el mundo, consagrados y por descubrir.
Paul Simon ha revelado, en declaraciones a “Uncut”, que se ha autofinanciado su último disco, “So beautiful or so what”, para evitar las presiones de Warner. Realizó la grabación en el estudio de su casa cuando se hartó de las injerencias de la discográfica.
“Tenía muchas ganas de dejar Warner Bros. No creía que hubiesen entendido lo que hice en el último par de álbumes. Solo querían que hiciese singles de éxito, algo que no es realmente posible para mí”, explica Simon. “Sería un gran golpe de suerte si consiguiese un single de éxito. Ya no hago ese tipo de música. Llegó a ser muy frustrante. Independientemente de si logras lo que te habías propuesto, cuando dedicas años de trabajo a algo y es publicado y se hunde bajo las olas, es frustrante. Pero ya sabes, alguien lo oye, consigue lo que has hecho. Nunca se pierde por completo. Simplemente no vende millones”.

Y ahora, el manifiesto de la Unión de Músicos:

La Unión de Músicos por el Trabajo y sus Derechos (UMTRADE) quiere denunciar la situación provocada por la imposición que las salas de música en vivo hacen de contratos de alquiler a los grupos y músicos. Esto viene ocurriendo desde hace varios años de manera generalizada en la Comunidad de Madrid, así como en el resto del Estado.
Este hecho pone de manifiesto la inexistencia de un circuito real de salas programadoras de música en vivo pues, como se puede comprobar, dichos locales son espacios de alquiler donde los músicos se convierten en inquilinos.
SI “PROGRAMAS”, NO “ALQUILES”
La sala que, mediante un contrato de alquiler, cobra a un músico por tocar no es una sala que programe. UMTRADE denuncia que muchos locales, incluso, penalizan al músico cuando no se venden suficientes entradas. Se trata de otra imposición pues el grupo tiene que ocuparse de aspectos relacionados con la promoción del concierto.
Lo peor de todo es que el auténtico empresario, el propietario de la sala, impone, de este modo, la obligación de realizar las altas y bajas en la Seguridad Social al músico que ha firmado el contrato de alquiler.
PROGRAMACIÓN SOSTENIBLE EN ESPACIOS CULTURALES
Las salas deben tratar al músico igual, no peor, que a un camarero en lo que a los derechos que, como trabajadores, tienen ambos: un salario y el pago de los seguros sociales. Las administraciones, municipal, autonómica y del Estado deben vigilar que los derechos de los músicos, como los de los camareros, son respetados durante todo el año y no sólo cuando el dinero público aparece para financiar circuitos.
Un modelo sostenible de programación en espacios culturales solo es posible con un conjunto de planes que incluyan a lo largo de todo el año, no sólo unos pocos conciertos sino, también, la promoción y la difusión de las obligaciones y los derechos de todos los participantes: músicos, artistas, técnicos, empresarios, público, etc.
LOCALES BLANCOS: CONTRA LA DESTRUCCIÓN DE EMPLEO
UMTRADE anuncia la creación de la marca “Locales blancos” que promocionará todos las salas y locales que programen habitualmente música en vivo en las que se tengan en cuenta las condiciones mínimas para que los músicos trabajen así como que se respeten los derechos profesionales y laborales que les asisten. UMTRADE y ‘Locales blancos’ contribuirán, también, de este modo, a combatir la economía sumergida derivada de una mala praxis en la relaciones entre músicos y salas.

Posdata: funciona en los últimos tiempos la modalidad intermedia de ceder a los músicos un porcentaje o la totalidad de la taquilla, sin alquiler previo del local. Lo que viene a llamarse "vivir" o "malvivir" por la taquilla. Ver el texto "Por la taquilla" en el archivo de este blog.

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