El auténtico Enrique Alcina, y no el chufla que escribe este blog, inaugura esta tarde, en la Casa de la Cultura de San Fernando, la exposición "A punta de capote". Una colección de estampas taurinas la mar de interesante y pinturera, creada al sol de El Puerto con música de fondo, un poco de jazz, un momento clásico, media verónica de inspiración. Papá, esdrújulo urólogo de pro, pinta mucho desde siempre, recuerdo algunas tardes dedicadas a configurar equipos de fútbol a mano, jugadores del Atleti con peanas y chamarretas perfectamente diseñadas; otras consagradas a la artesanía cofrade, penitentes de color morado desfilando por la alfombra del salón. Cobraron vida luego los futbolistas en el subbuteo, aparcamos los pasos en favor del scalextric, construimos sueños con el exin castillos y conocimos a Charlot a través del mini-cine casero, hasta que aparecieron los Beatles y me compraron una batería. Poco duró la alegría en casa del señó, di tanto por saco con el Yellow Submarine, "¡Amarillo, submarino es!", que la batería se convirtió en otro habitante mudo del trastero. Mejor un piano eléctrico, una melódica, una armónica, pero la batería, ¡nunca jamás!
Papá vuelve al ruedo, ¡suerte y al toro!
martes, 26 de abril de 2011
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