En el país de los submarinos, la cosa está muy mal. Juguemos al juego de las diferencias entre los submarinos más ultramarinos del país de Nunca Jamás. Uno va como un tiro, no confundir con el club de Harry el Sucio, y el otro suspira por la Liga de los Fenicios. El Submarino levantino come champiñones, se codea con los punteros, va camino de conviertirse en ricachón pese a contar con la población de Puerto Real, pero se comporta de modo solidario, compromiso social que algunos sospechan contiene gato encerrado. El otro Submarino lidera el torneo de los anhelantes, en busca del tiempo perdido, en la tierra del chapú, se abandona a la suerte del 69 y debe hasta de callarse, maldita sea la humildad y exigencia que pide el míster con menos Gracia del planeta fútbol. El Submarino de Villarreal, cuyo Carnaval de Cádiz tampoco tiene rival, toma medidas contra la crisis: el año que viene los socios parados renovarán su abono gratis total. El presidente Roig creará un fondo común compensatorio: empleados, jugadores, directivos y patrocinadores arrimarán el hombro para cubrir los huecos que deje la congelación de precios y las "becas" para desempleados. Pan y circo, será que el fútbol se ha convertido en primera necesidad en el país de los submarinos.
Mientras doña Teo aspira a presidir la Liga Fantástica de los Fenicios, el fenicio presidente cadista se piensa el segundo medio día del club, no bastó con el sablazo de los abonos antes de que la presunta crisis cayese a plomo sobre el nuevo rico mundo llorón. Los Mustang entonan el Submarino Amarillo de los Beatles, cuarenta años después, y renace Matigol, el pelotero chileno que estuvo a punto de recalar en Cádiz cuando despuntaba no más. Cuatro submarinos en la seleccion española, campeona de Europa, cuya última derrota ocurrió, cómo no, en Cádiz, cero a uno contra Rumanía, gol de Marica, ejem, ejem ...
Abre en Cádiz un bar, el hermanito pequeño del bar Gol, bajo el nombre de Submarino Amarillo. El de Villarreal, regido por el apellido Roig que también suena a Mercadona, cuando la bolsa sona no exploten a los trabajadores de Mercadona, afloja la manteca con mayor facilidad que su homólogo gaditano, claro está, pero desenfunda con menos arte que Antoñito el Repeinao, el chófer del presi del Xerez. Sigamos con el juego de las diferencias. En Villarreal hay parné, cerámicas, calzado, fábricas de verdad y miles de gaditanos exiliados. En Cádiz hay un ruinazo considerable, más parados que en media Europa, un montón de sordos de Astilleros, y una directiva de la cofradía del puño. Así que menos lobos, Lucas Lobos. Total, aquí la gente traga con todo y el llenazo en la grada queda prácticamente garantizado, en Primera y en Segunda B, pero no conviene tensar mucho la cuerda, ehin? Aquí manda lo que Vera Luque define como el triángulo mágico del chovinismo.
En otros rincones del país de los submarinos en apuros se estilan estrategias novedosas para captar clientes o no perder socios, la crisis del fútbol se antoja paralela al ladrillazo en desgracia, el dinerito moreno, los ejecutivos con escasos escrúpulos y el blanqueo de capitales de provincia. Por ejemplo, un posible adversario del Cádiz en la fase decisiva de la temporada, el Leganés, ha puesto en marcha una oferta especial ,un 2 por 1 a veinticinco euros, como el Mercadona de la chirigota del Sheriff, que iba al 3 por 4, que traducido resulta Doce, oh, el Doce, todo Cádiz está ya listo para el Doce, aro, aro. A ver si el Mercadona financia la nueva fase de las obras, porque a este paso no hay cohone de tirar la Tribuna ...
Otro que tal baila la crisis del parné mentiroso y la edad que no perdona es Etxeberría, el extremo bilbaíno, que se ha postulado para jugar el año que viene gratis total en el Athletic de sus amores. En Cádiz a este tipo de personas se les llama cariñosamente carajotes, pudiendo coger una buena prejubilación y hartarse de mercadillos del Doce de aquí a la eternidad, sin dar un palo al water, ya está aquí la Liga de los Fenicios pa sacarnos a todos de quicio.
Aguardan al Cádiz dos platos de ali-oli: dos soles para hacer goles, el Écija y el Marbella, sartén de Andalucía y costa del sol a tutiplén, antes del rubicón postrero ante Ejido y Jaén. Y los chavales del Villarreal B, a la vuelta de la esquina, a ver si los Roig se dejan caer y presentan de una vez la promoción definitiva del Mercadona: carrito de la compra gratis para todos los parados de Cádiz. ¿Que no? Otra solución estribaría, no en encabronarse demasiado sino en empadrnarse del tirón en Villarreal, de forma masiva, y asistir a la Liga de Campeones por la misma cara. Cuidado con las ideas, Roig ...
En El Puerto, por ejemplo, lo que trinquen los malandrines de Puerto Churri por la presunta Copa Davis se destinará a salvar al Portuense. Pan y circo.
Culaquier parecido con la realidad, mera coincidencia.
Abril 09, Deportes, Diario de Cádiz
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