Yo también tengo una figura de Nando. El taller del legendario escultor gaditano revive a un personaje mítico, tan irreal como la vida misma, mitad juglar, mitad obrero del arte gráfico, trovador de canciones infinitas, repartidor de diarios. Voceador del periodismo cantado, coplero del país del norte. Del Mentidero a Minnesota. Como se entere el interfecto, flipa. En Cádiz lo han tallado en arcilla a modo de voceador de periódicos y cantautor de cariños. ¡Diariooooooo! Precioso regalo para no olvidar. Gracias, compañeros. Por cierto, adviertan el detalle, no falta la falta de ortografía que convierte la obra en pieza única. Bob Dilan, centauro de noticias malas y noticias buenas. A Dylan, dicho sea de paso, nunca le gustaron los periodistas, pero muchas de sus canciones guardan titulares, entradillas, sueltos de sucesos, relatos de ayer y de hoy, gruesos momentos de la vida, héroes anónimos. Y su autobiografía circular, un portento de narrativa moderna, responde al nombre de "Crónicas". Por no hablar de su programa de radio, donde su voz suena precisamente como la de un repartidor de diarios musicales en su edición vespertina. Salud, Mr. Tambourine Man.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario