Se vende honradez, se compran espacios de arrepentimiento mutuo, se miente al por mayor y se queda uno tan pancho, libre de impuestos. Lobos con piel de cordero dirigen el cotarro mientras entregan presuntos premios a la honestidad, a la transparencia, a la libertad del tralará subvencionao. Mangantes de alto copete, empresarios escasos de escrúpulos y los de siempre, los amos del mundo lanzan globos sonda, amenazan con quemar el quiosco si el personal no pasa por taquilla, ni rastro de hierba a su paso, oiga, y los interesados cómplices del interés creado aplauden, trincan, divulgan la gran mentira y huyen hacia adelante. Ya se sabe, el ladrón cree que todos son de su condición. Y el honrado sospechoso elabora listas de dudos honor, y los demás afeitamos bombillas y nos hacemos el longui al ritmo del contubernio de moda.
Un ejemplo. Ese Lentísimo Ayuntamiento que debe hasta de callarse, encabezado por un alcalde tránsfuga que perteneció a un nefasto gobierno local pseudo-independiente que se llevó calentito hasta el gato de escayola de la puerta, logra un importante galardón, difundido a los cuatro vientos, de parte de Transparencia Internacional. Oh, qué pelotazo, ío. Los diarios afines y los diarios con ansias de hacerse con un trocito de la exigua tarta publicitaria se precipitan sobre la noticia, convierten al alcalducho en héroe y a vivir que son tres días y uno está lloviendo sobre mojado. Transparencia total, ong financiada por el entorno de la Cia y el Gobierno gringo, aunque con ramificaciones hispanas la mar de interesantes, como la de un despacho de abogados que beben mucho Juanito Walker, expertos en aliarse con empresas en apuros para echar a plantillas enteras a la calle sin pagar un puto duro o por lo mínimo que estipula el mínimo decoro empresarial. Curiosamente, en los medios donde los juanitos correcaminos asustan al personal y recortan derechos por doquier la noticia aparece a toda plana. En el lugar donde nadie dice que los mismos mequetrefes se han cargado los cascos histéricos de las ciudades e incluso la cultura local, por no hablar del cajón del dinero inmobiliario cerrado hasta que alguien abra de nuevo la veda. De momento, cazan moscas y hacen pagar los platos rotos a los trabajadores y a quien no les bailan el agua. Smoke on the water, honradez más iva. Aro, aro. Los de la Transparencia amilanan, mientras tanto, a los países gobernados por los peligrosos y sanguinarios rojos en América Latina, ahora los golpecitos de estado se dan de otra manera, of course, acusemos de corrupción a quienes no nos permiten meter mano en sus asuntos, vayan poniéndose en fila india, que se acaba el juego, game over, mornin fly.
También reparten a diestro y siniestro, lo mismo es, bondados sellos de calidad a hoteles churretosos, hospitales desvencijados o playas asquerosas. Todo por la patria del parné adulterao. La gente tiene que saber que estos prestigiosos galardones de mentirijillas se compran con dineros públicos, en la mayor parte de los casos, y que si ahora las cuentas no cuadran será por culpa de un montón de ineptos y corruptos con todas las letras. Perdón, gente eficaz y honrada a carta cabal, marca registrada de poca vergüenza.
Ovación y vuelta el ruedo, aplauden con todas sus ganas los miles de acreedores que aguardan a las puertas del infierno, las víctimas del postureo oficial, los funambulistas del deseo, los músicos ambulantes y las putas ricas que pasen por el carrefú conscientes de que la gente lo que busca, mayormente, es relajar el cuerpo y la mente.
Todo parecido con la realidad es mera coincidencia. Calabria tiene un color especial.
1 comentarios:
Excelente,desde luego nadie podra acusarte de no ser independiente en tus ideas,ojala en las elecciones la gente recuerde el concepto de dignidad y eche a la calle a esta panda incalificable,un saludo...
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