jueves, 25 de noviembre de 2010
Todos contra todos
Una pintada burda, urgente, se repite en la mirada ajena a lo largo y ancho de la ciudad. Un mensaje insistente, delirante, angustioso, que no admite preguntas. "Lo siento". Y a la vuelta de la esquina: "Perdóname". Con el paso de los días han brotado similares o complementarias conclusiones en los muros de calles y avenidas. Como no hay dinero ni pa borrar la memoría de los días, cada mañana se levanta otra petición de clemencia, más madera para el amor mutuo imposible, quizás, y para construir muros de incomunicación. Debe ser el amor, o el rencor, o los golpes de la vida. O un puntazo de cordura transitoria. Esta súplica pública vale hoy para todo, contra la violencia machista, la violencia social, la violencia financiera, la guerra del mundo. Este "todos contra todos" que nos va a matar y/o liberar de tantas cadenas.
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