Ya está aquí el Yeti, marqués de Kelvinator, abominable hombre del aire acondicionado, el puto aire acondicionado que causa estragos con la llegada del veranito interminable, que ni es primavera ni estamos en Copenhage, oiga, que esto es Cádiz y hay que usar rebequita de quita y pon. Observen a varios ciudadanos con el cuerpecito cortao ná más salir de la franquicia de turno, el autobús de línea, el mercado del barrio o la cafetería de hielo picao. Horario de sol, temperatura de invierno crudo y duro. Será por la subida de precios, será por los sueldos congelaos, ¿será posible?, bajen el aire, porfavó, que todavía queda gente sensible que no soporta los fríos polares, los cambios de humor y de graduación, ni frío ni calor, cero grados, y la mala leche que gasta el susodicho. Yeti, no seas más sieso. Calentamiento, por los cohone.
miércoles, 2 de abril de 2008
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