sábado, 19 de abril de 2008
Llanto en la Calle E
Murió demasiado pronto. Llora la calle E. Bruce ha suspendido sus dos próximos conciertos, pero en julio actuará en España. Danny Federici no volverá, maldita sea, por mor de un cáncer de piel, contra el que luchó durante tres años. Pero siguió tocando, siguió girando con el Boss. El teclista y acordeonista del grupo por antonomasia del rocanrol permaneció cuarenta años junto a su hermano de sangre, salvo en varios pasajes de la década de los noventa. Springsteen no sería el mismo sin Federici, Clemons, Tallent, Bittan, Weinberg, Van Zandt y Lofgren, los héroes de New Jersey.
Federici dejó su impronta en los primeros pasos de Bruce, cuando el rock aún parecía salvaje e inocente, los chavales nacían para correr en la oscuridad del borde de la ciudad y echaban un pulso al destino en la carretera del trueno. Cincuenta y ocho años tenía Danny. Tras su muerte, Bruce ha definido a su amigo como "el teclista más fluido, maravilloso y natural músico". Ya en el cielo, Danny toca en la banda de Richard Manuel, que también se fue demasiado pronto.
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