
La traca continúa, se deduce ahiora la intención de los munícipes de emplear recursos de recaudación en misiones de comunicación. Vamos, que anuncian una radio y una tele públicas, a estas alturas, con la que está cayendo, con las fatiguitas que van a pasar los medios de información privados que sobreviven a la maraña de oficinas de comunicación, directores de comunicación, controladores de vuelo de la información más sensible. Los buenos resultados de los fuegos de artificio de otras ciudades ahí están, y la tedeté también. Sálvese quien pueda. Van ya arrastrándose algunos aspirantes a salir indemnes de la quema. Qué lástima.
Demasiado artificio para sacar de quicio. Entre tanto, sube la marea, que trae algunos momentos del ayer, facturas para hacerse el longui y un porvenir aún por establecerse, amén de algunas palabritas altisonantes, declaraciones que sitúan a este rincón a la altura que no merece. Menos mal que todavía hay gente imperdible, objetores de la mala educación para lo pueblerino, insumisos de la tontería supina, familias fuera de la ley que arrojan petardos contra el mundo mundial. Cada uno lleva su razón, y los niños un bocata de nocilla, qué merendilla. El futuro ya no es suyo. Fuego cruzado bajo el cielo azul y rojo.
Septiembre 08, El Puerto, Diario de Cádiz
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