¡Piratas en el Cortinglé! Deuvedés piratas de Bob Dylan, Bruce Springsteen, Police, Tom Petty y numerosas vacas sagradas del rock de todos los tiempos all over the world en un momento dado. ¡El Cortinglé vende deuvedés piratas! El enemigo en casa, que sea por muchos años. En las últimas semanas, la gran superficie, y otras de sus mismas hechuras, ofrece de refilón jugosas obras maestras, acaso sin saber su procedencia alegal o en poder de ciertas licencias para despacharlas. Pero el concierto de Dylan en Woodstock 94, el homenaje a sus treinta años de carrera en el Madison, un deuvedé con temas sueltos en directo, una biografía audiovisual y el concierto de las Leyendas de la Guitarra en Sevilla no disponen de la autorización del trovador ni de su casa discográfica. Eso, fijo. Disfrazados de oficialidad, en algunos casos, o descaradamente piratas, en otros, estos cinco ejemplos bastan para ilustrar el actual caos de la industria, que da palos de ciego en busca de la hegemonía perdida quizá para siempre. Las estanterías se desnudan de compactos y se llenan de deuvedés. Algo es algo. El concierto de Woodstock se me antoja extraordinario, el tributo a Dylan en el Madison viene muy disimulado, sin apenas créditos, y contiene el tema de Sinnead O'Connor abortado por el público, que no incluyó el disco ni el video. En el concierto de la Expo de Sevilla, donde Dylan estuvo errático, confuso y remolón, se omite la participación de Miguel Bosé, menos mal, que se coló de rondón como organizador de aquello y fue "amablemente" invitado a najarse por el público. Cantó "Sevilla", horror, envuelto en bailes de salón. Hay otros deuvedés aún más irregulares como los que piratean por el morro el Unplugged del 94, alguna maravilla como Simple Twist of Fate y Hurricane en la tele yanqui o escenas descoloridas del Concierto para Bangladesh, junto al recordado George Harrison. Ahora mismo, merced al youtube, cualquiera puede ponerse pirata.
jueves, 11 de septiembre de 2008
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4 comentarios:
Tuve un profesor que decía que los máximos defensores de la libertad de comercio habían sido siempre...los piratas. Así les va a las discográficas. saludos.
Genial apreciación la de tu profesor, Santi, los piratas del pirateo prorrateao no descansan, ni en los salones de alta alcurnia ni en las mantas arrojadas al suelo. Las discográficas, no lo olvidemos, son casi todas japonesas, los japoneses no duermen y nos venden electrodomésticos con múltiples funciones y cero coma cero de personalidad artística. Ellos mismos han fomentado el pirateo con las grabadoras y emepretreses. Un saludo, Santi !!
Pues habrá que darse una vuelta por allí a pirateá...
Otra cosita... ¿lo de Miguel Bosé es cierto? ¿qué hacía este hombre por allí? :P
Talmente cierto, Breuil, lo vi con mis propios ojitos. Entre tanto rockero clásico se coló el gachó en plan Bosé, no se me ocrre otra definición, y la gente se indignó una jartá, hasta el punto de que tuvo que retirarse luego al lugar de los coros, las vocalistas. Bosé se hizo con las riendas de ese ciclo de leyendas de la guitarra, en la expo no se cuidaron muchos detalles, aunque cierta gente sí que cuidó su cuenta corriente, jeje. Desde luego, Bosé no pintaba nada con Dylan, Richards y compañía. Mitos vivientes de los Rolling, Cream, etc. Pero el Bosé intentó el cuelo a través de Phil Manzanera, de Roxy Music, que tampoco cuadraba demasiado en el elenco. Por cierto, Dylan, que tampoco es precisamente una leyenda de la guitarra, se trajo 25 armónicas y apenas tocó un par de ellas, cosas de Bob, que se fotografió medio en pijama en los tejados de Sevilla, hay una foto que lo atestigua. Ah, Benjamín Prado escribió una novela en torno al Dylan de esos días, se llama Raro. Recuerdo también que los conciertos se retransmitieron la misma noche en diferido. Queda ya tan lejos la Expo 92, como si fuera "antié". Un saludooooo
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