Algunos discos para la lluvia. Qué tal si comenzamos con Cat Stevens, Mona Bone Jakon baña la estancia de canciones no tan simples que dejan el aire apacible, listo para ser devorado por voces y ritmos, ahora llega Bob Dylan con su Slow Train Coming, la guitarra de Mark Knopfler juguetea con el gospel-blues de salón. Al salón. Espera el primer disco de Traffic, que cambia las nubes de lugar. Cambio de guardia, rocanrol y poesía visceral, Easter, Patti Smith, y luego Marquee Moon de Television, y luego London Calling de Clash, y para rematar la faena, Berlín, de Lou Reed. Ufff, lo retiro del reposadiscos antes del final, no quiero perecer en el intento y me muevo hacia Fito Páez, el Mundo Cabe en una Canción, que cede paso a Moris, Fiebre de Vivir, y éste a Ariel Rot, que vuelve al cabo del rato con Los Rodríguez, fiesta, lluvia, viento, recuerdos, silencio.
Más discos para la lluvia. Nada mejor que The Band, una hora con The Band, los búfalos rodean la casa, nos van a comer a todos, qué suerte, nos quedamos sin cobertura, suena el teléfono de un vecino, Levon Helm canturrea algo sobre el campo, fugazmente las ventanas avisan de la cuarta tormenta, tampoco es que llueva sobre mojado, ayer los mosquitos dimitieron de sus cargos, por algo sería, y los ratones se pusieron el traje de faena, cuando los ratones entran en acción es que algo huele mal, llégate al trastero, trae mantas, coge algo pa ti, dale recuerdos a mis revistas de rock, prefiero no acordarme de las cosas que he perdido los días de lluvia, he perdido hasta el paso, paso de señalar, acabo con Behind blue eyes, The Who, ¿quién?
martes, 20 de octubre de 2009
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5 comentarios:
buenas;
con mi licor de café y con mi chimenea están Glenn Miller y su Elmer´s Tune, Stay de Jackson Browne, nadie me va a añorar de Urrutia, donde habita el olvido de Joaquín Sabina el roteño, Folsom Prison Blues de un tal J. Cash, Otra tarde de Los Secretos, Crimenes Perfectos del calcomanía de Dylan o también llamado Calamaro, me sirvo otro licor de café, sumo y sigo con lo que sea de Miles Davis, The Boss, algo de Joe Cocker, ya estoy a la orilla de la chimenea como diría el flaco lleno de discos. Ya me remato el tercer licor de café con Clapton, Otis Redding, Dylan, Aute y maese Leonard Cohen. Es decir, acabo sin leña y borracho.
saludo y agua para las tagarninas.
Qué wena tarde de música, joer... yo acabo de conseguir digitalmente el disco aquel de cantautor que sacó Julio Matito en el 74... ya te contaré cuando lo escuche.
Saludoooosss
qué buenos discos, Sito, me quedo con los crímenes perfectos, los secretos, Miles Davis y Redding, pero me apunto a todos. Del licor de café paso, prefiero un pisco sauer chileno ... a propósito, merece la pena descubrir los discos del chileno Joe Vaaconcellos, canela en rama ... Ignacio, ese disco de Matito tiene buena pinta, creo que lo hizo a instancias de Alfonso Guerra y otros incipientes dirigentes socialistas que aún no habían tocado el poder, ya nos contarás cómo suena ... recuerdos a Matito y los Smash, oportunidad para citar algunos discos de la època: Gualberto, Imán, Cai y el gran Jesús de la Rosa al frente de Triana, música que nunca morirrá ... cae fina la lluvia ... saludos !!
buenas;
se me escurrió, Triana por supuesto también.
siempre Triana, por siempre Jesús de la Rosa
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