Un caso. El caso de los chirigoteros que gustaban de tocar los bajos instintos, poner el dedo en la llaga y cachondearse hasta de uno mismo provocando que es gerundio. Parece el título de un libro de esos tan en boga, haciendo el sueco, la trilogía de los Larsson de Cádiz. Qué va. Hablamos de unos gigolós, los jueces de Vera Luque y los políticos del Cascana. Tres maneras de entender y desentender esta fiesta tan seria que algunos se empeñan en analizar, reconducir, aprisionar ya del todo o simplemente utilizar en beneficio propio. Ejem. Vamos con las metáforas del día: la religión de febrero, una jartá de diminutivos en plan cariñoso o el pito del sereno reconvertido en bollycao como un tubo de pvc. Los chistes evolucionan, igual que los cosquis a la duquesa terrateniente premiada indignamente por Andalucía, o los mismos chistes cuarteteros que tanto jalean en el Falla en cuanto se refieren a una marca registrada o un nombre conocido. Chistes, chistes, la antítesis del Carnaval. Clichés, cursiladas ininteligibles como "la lluvia que baila a la libertad" o recursos limitados a la suegra. Salvados por la suegra. En fin.
Menos mal que alguien se sale del tiesto, léase Vera Luque y Cascana. Con la chirigota del primero, ya se sabe, no hay derecho. Haga lo que haga. Así que mejor dar caña con triple sentido a los tribunales supremos, a los abogados defensores del gallinero, a la experiencia que dan las sentencias y al único veredicto respetable, el de la gente, la misma gente que a veces se deja llevar por la novelería y divide su opinión con respecto a fenómenos paranormales como la chirigota de famosos faranduleros, acusada de márketing y postureo precisamente en la fiesta de la presunta libertad, donde nadie queda del todo contento ni del todo insatisfecho. Fiesta que podemos quemar como las sevillanas en su día. Declaran inocente a la chirigota sevillana, pero con segundas: recuerdan que las chirigotas auténticas no son caprichos de un grupo rociero, sufren el vacío y el silencio del Falla, la soledad de los cuartos de ensayo, la discriminación de la tele o el desprecio general en edad juvenil, por no hablar de otras zancadillas. Es decir, antecedentes jurídicos. Ahora regalan las sentencias absolutorias a unos y niegan el agua a otros, pronto se celebrará el concurso nacional en Sevilla, qué maravilla, o en Xerez, que tiene menos puntos que una chirigota deprimente. Dolor de muelas del juicio final. Linda condena. Grande Vera Luque.
Arte y ensayo. "Soy un caso perdío", cantan los de Vera Luque. "Soy el tsunami de la oposición, y Teo, un anticiclón", replican los del candidato Cascana, con las castas del cadibú. Puro realismo provocador, sarcasmo en do mayor e irreverencia social de la wena. Perdón, que esto es una cosa muy seria. No conviene reírse con el doble de Carlos Díaz, mejor enervarse por el paro ("vamos a pedir trabajo, trabajo pa mi señora") y denunciar la dictadura permanente. Exigen que las obras municipales "no las hagan los extranjeros". Qué fuerte. ¿Y si hicieran lo mismo en Castellón? Los chirigoteros no se cortan, como siempre, siempre salvajes, nunca integrados en el mainstream, y el candidato lanza promesas de quita y pon: poner dentaduras completas y quitar las colillas de la Caleta. Y a la postre, los ediles de la risa floja sorprenden con el latiguillo de la impresentable karmele paecharla, transformado en lema electoral de aquí al Once con vistas al Doce. "Se te acabó el chollo de Román", advierte el polichirigotero a la señora Martínez. Ya pagó Román el pato. Tiembla, doña Teo. Golpes de refilón, camino de la insurrección: "¿Dónde coño están los paraos?" Algunos de ellos, por mor de la sospechosa crisis, "en su chalé de Valdelagrana". ¡Cascana a Eurovisión!
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
domingo, 31 de enero de 2010
sábado, 30 de enero de 2010
Puntales del Doce
Mañana, a la vuelta de la esquina. El Doce y la gente. Para refrescar ideas, sanar heridas, mirando hacia atrás con la cara recién lavá. Anuncian ahora, antes de que sea tarde, una campaña municipal de concienciación vecinal por el Bicentenario, concurso improvisado de ilusiones, la motivación y el motor de la calle. "Sin el ciudadano no habrá Bicentenario, sin la gente no se puede hablar de La Pepa, la Constitución que consagró al ciudadano y dejó a un lado su condición de súbdito o vasallo del poder. Hoy exigimos nuestros derechos, sabemos hasta dónde podemos llegar, pero no somos conscientes de nuestra obligación como ciudadanos. Nadie toma compromisos, casi nadie se implica en la tarea, ni parece que exista implicación en la vida diaria". José Manuel Hesle, presidente de la entidad vecinal de Puntales, el rincón gaditano más paradójico y sintomático de la ciudad de la luz, con el primer puente a su derecha y los puntales del nuevo puente a su izquierda, los vestigios de la industrialización y el desarrollismo, los ecos del mar y el sonido del tren, habla como el tiempo, rapidito, enlazando conceptos al aire. Habla de cohesión social, de una oportunidad única para avanzar y del Doce como coartada.
La pequeña península de Puntales sabe mucho de endogamia. Y su presidente vecinal, el inquieto José Manuel Hesle, sabe tela de psicología social, conductas históricas y anhelos del porvenir. Consciente del comportamiento que pueden generar los efectos del aislamiento, que sin pretenderlo se tutean con la mediocridad y la escasez de miras, advierte de la importancia de luchar contra actitudes que empobrecen a un barrio, a una ciudad, a una sociedad. He aquí el pasotismo, la desidia y la incultura, grandes enemigos íntimos de Cádiz. Hesle cree que el Doce ya llega tarde, por así decirlo, por no decir que Cádiz llega con demora a su cita con el Doce y consecutivos, pero mantiene la esperanza y la lucha. Y una capacidad de diálogo que ha convertido al barrio de Puntales en curioso oasis gaditano, pasando de ostentar el dudoso "último de la fila", también llamado "el más allá" por su supuesta lejanía del gaditanismo oficial, a nombrarse como ejemplo de supervivencia, desarrollo y transformación. Y en pocos años, con constancia y tesón, la decadencia ha dado paso a cierta renovación, cuasi milagrosa, en forma de viviendas para jóvenes, paseo martítimo, equipamientos sociales que han equilibrado al resurgido barrio. Trabajito ha costado. La entidad vecinal tiene mucha "culpa" del renacimiento del barrio y de su integración en la ciudad, no en vano ha pugnado sin descanso por su espacio, infraestructuras, servicios, pero también espacios para actuar, intervenir, jugar y trabajar.
Hesle comenta que Puntales era un desierto hace años, sus habitantes apenas hacían vida en común, ni miraban hacia la ciudad con curiosidad. Todo se transformó. Traza una línea paralela entre ese aislamiento urbanístico y humano de Puntales con el non plus ultra gaditano, el chovinismo exacerbado que poco tiene en común con la esencia de la cosmopolita cuna de libertades que sueña el Doce sobre el mismo Doce. Como Hesle trabaja en el campo de lo social, sabe que los cambios de actitudes o hechuras ciudadanas se producen cada diez años en materia de educación, aunque con la que está cayendo las estadísticas pueden moldearse a antojo, y unos quince años en intervenciones sociales, toda una generación. Así que no se muestra demasiado optimista con respecto a Cádiz, analiza con frialdad el bloqueo emocional de la ciudad actual, su endogamia voraz, ese aire chulesco, de desdén hacia lo foráneo, nunca extranjero. Nada que ver con los horizontes históricos. "Salir, enfrentarse a otros mundos, conocer otras experiencias, vivir en otros lugares, visitar sitios remotos, comunicarse con la gente de fuera, como se dice ahora, fortalece el carácter de una sociedad, y Cádiz necesita abrirse de esa manera, jalearse menos a sí misma".
Hesle propone la celebración de un gran encuentro ciudadano de cara al Bicentenario, excelente excusa para reunir a colectivos sociales de América y Europa en la ciudad donde nacieron presuntamente los derechos de los ciudadanos. El dirigente vecinal considera que viene al pelo sumar al Doce este congreso de hermanos y vecinos, pues supondría un paso adelante de la ansiada concienciación, la participación, la implicación en tareas comunes, mirando al mundo y a la ciudad desde todas las perspectivas. Con el acento puesto en las personas, la gente, los contribuyentes, los antiguos vasallos que, según Hesle, aún no han dejado de ser tales, si acaso se han transformado en usuarios, clientes. "Ahora somos clientes, más que ciudadanos, y nos regimos más por las leyes del mercado que por los acuerdos ciudadanos y la participación social".
Educar en la diversidad, bonito lema que emplea Hesle para afrontar el futuro inmediato, mientras se asoma el Doce dejando entrever las glorias y miserias del Cádiz del Doce Mil y pico. "El Doce era una coartada para Cádiz, para todos nosotros, pero ya no llegaremos a tiempo en muchas cuestiones, se nos escapan a la intervención a corto plazo. Del Cádiz tolerante y abierto, donde convivían ideologías, periódicos, tertulias, ideas nuevas, al Cádiz de hoy en día, media un abismo. Nada que ver. Mucho por hacer". Siempre hay tiempo.
"Puntales merece un lugar fundamental en la conmemoración del Bicentenario de las Cortes de Cádiz", advierte Hesle. Puntales resucitó meses atrás parte de su historia constitucional, por no decir universal, y puso nombre a la resistencia del pueblo, dio luz al olvido y descubrió todos y cada uno de los 107 voluntarios que lucharon en el fuerte de San Lorenzo del Puntal contra el asedio francés, los miembros de la segunda compañía de voluntarios de Extramuros. Cuatro años de investigación dirigida por Isabel Bahamonde. Cuatro años de asedio en el borde de la ciudad, a un golpe de vista de Puerto Real. Tan lejos y tan cerca de Cádiz. En el corazón de La Pepa del mar.
Enero 10, Cádiz 2012, Diario de Cádiz
La pequeña península de Puntales sabe mucho de endogamia. Y su presidente vecinal, el inquieto José Manuel Hesle, sabe tela de psicología social, conductas históricas y anhelos del porvenir. Consciente del comportamiento que pueden generar los efectos del aislamiento, que sin pretenderlo se tutean con la mediocridad y la escasez de miras, advierte de la importancia de luchar contra actitudes que empobrecen a un barrio, a una ciudad, a una sociedad. He aquí el pasotismo, la desidia y la incultura, grandes enemigos íntimos de Cádiz. Hesle cree que el Doce ya llega tarde, por así decirlo, por no decir que Cádiz llega con demora a su cita con el Doce y consecutivos, pero mantiene la esperanza y la lucha. Y una capacidad de diálogo que ha convertido al barrio de Puntales en curioso oasis gaditano, pasando de ostentar el dudoso "último de la fila", también llamado "el más allá" por su supuesta lejanía del gaditanismo oficial, a nombrarse como ejemplo de supervivencia, desarrollo y transformación. Y en pocos años, con constancia y tesón, la decadencia ha dado paso a cierta renovación, cuasi milagrosa, en forma de viviendas para jóvenes, paseo martítimo, equipamientos sociales que han equilibrado al resurgido barrio. Trabajito ha costado. La entidad vecinal tiene mucha "culpa" del renacimiento del barrio y de su integración en la ciudad, no en vano ha pugnado sin descanso por su espacio, infraestructuras, servicios, pero también espacios para actuar, intervenir, jugar y trabajar.
Hesle comenta que Puntales era un desierto hace años, sus habitantes apenas hacían vida en común, ni miraban hacia la ciudad con curiosidad. Todo se transformó. Traza una línea paralela entre ese aislamiento urbanístico y humano de Puntales con el non plus ultra gaditano, el chovinismo exacerbado que poco tiene en común con la esencia de la cosmopolita cuna de libertades que sueña el Doce sobre el mismo Doce. Como Hesle trabaja en el campo de lo social, sabe que los cambios de actitudes o hechuras ciudadanas se producen cada diez años en materia de educación, aunque con la que está cayendo las estadísticas pueden moldearse a antojo, y unos quince años en intervenciones sociales, toda una generación. Así que no se muestra demasiado optimista con respecto a Cádiz, analiza con frialdad el bloqueo emocional de la ciudad actual, su endogamia voraz, ese aire chulesco, de desdén hacia lo foráneo, nunca extranjero. Nada que ver con los horizontes históricos. "Salir, enfrentarse a otros mundos, conocer otras experiencias, vivir en otros lugares, visitar sitios remotos, comunicarse con la gente de fuera, como se dice ahora, fortalece el carácter de una sociedad, y Cádiz necesita abrirse de esa manera, jalearse menos a sí misma".
Hesle propone la celebración de un gran encuentro ciudadano de cara al Bicentenario, excelente excusa para reunir a colectivos sociales de América y Europa en la ciudad donde nacieron presuntamente los derechos de los ciudadanos. El dirigente vecinal considera que viene al pelo sumar al Doce este congreso de hermanos y vecinos, pues supondría un paso adelante de la ansiada concienciación, la participación, la implicación en tareas comunes, mirando al mundo y a la ciudad desde todas las perspectivas. Con el acento puesto en las personas, la gente, los contribuyentes, los antiguos vasallos que, según Hesle, aún no han dejado de ser tales, si acaso se han transformado en usuarios, clientes. "Ahora somos clientes, más que ciudadanos, y nos regimos más por las leyes del mercado que por los acuerdos ciudadanos y la participación social".
Educar en la diversidad, bonito lema que emplea Hesle para afrontar el futuro inmediato, mientras se asoma el Doce dejando entrever las glorias y miserias del Cádiz del Doce Mil y pico. "El Doce era una coartada para Cádiz, para todos nosotros, pero ya no llegaremos a tiempo en muchas cuestiones, se nos escapan a la intervención a corto plazo. Del Cádiz tolerante y abierto, donde convivían ideologías, periódicos, tertulias, ideas nuevas, al Cádiz de hoy en día, media un abismo. Nada que ver. Mucho por hacer". Siempre hay tiempo.
"Puntales merece un lugar fundamental en la conmemoración del Bicentenario de las Cortes de Cádiz", advierte Hesle. Puntales resucitó meses atrás parte de su historia constitucional, por no decir universal, y puso nombre a la resistencia del pueblo, dio luz al olvido y descubrió todos y cada uno de los 107 voluntarios que lucharon en el fuerte de San Lorenzo del Puntal contra el asedio francés, los miembros de la segunda compañía de voluntarios de Extramuros. Cuatro años de investigación dirigida por Isabel Bahamonde. Cuatro años de asedio en el borde de la ciudad, a un golpe de vista de Puerto Real. Tan lejos y tan cerca de Cádiz. En el corazón de La Pepa del mar.
Enero 10, Cádiz 2012, Diario de Cádiz
La nueva vida de Kool
Hoy comienza la nueva vida de Kool. La banda gaditana, que presenta su primer disco, "Detrás del cristal", en la Central Lechera, piensa tocar esta noche la mitad de su futuro inmediato, a sabiendas de que el tiempo canta por sí solo. Sonarán los diez temas incluidos en el álbum, y trabajados durante más de tres años en estudio y en ardiente directo, más cinco canciones del siguiente paso. Algunas de las piezas que han hallado formato físico tras el acuerdo alcanzado por el grupo con la prestigiosa compañía hispanomejicana Yanes & Management sólo esperan dueños accidentales, pues arrastran dos continentes, tres ciudades y un montón de meses de gestación. El guitarrista José Simonet las pergreñó en Seattle, Estados Unidos; las retomó en Madrid, durante sus estudios en la escuela de rock 21st Century Music, y las remató en Cádiz. El disco, la carrera, las ilusiones del grupo gaditano giran ahora como el destino y emprenden el vuelo opuesto, de acuerdo con el plan de promoción que persigue altas cotas.
Como profesor de Lengua y Literatura, el músico gaditano se resiste a explicar las canciones, como no podía ser de otra manera, y se remite a la percepción del oyente y a ciertas claves que juegan en el libreto del disco con la anatomía del corazón, dibujos e ilustraciones más o menos fraternales y la rodaja de música que muestra un "disco a la antigua usanza, entendido como álbum conceptual y no como una mera sucesión de archivos".
La nueva vida de Kool parte mañana. La gira continuará por Madrid y Barcelona, aunque los Kool no olvidarán su cita especial con Gibraltar, la roca de sus complicidades. Antes, el conjunto gaditano pretende afianzar los lazos de unión con su afición local, en la paradójica tierra donde "la cultura musical es muy amplia, pese a los sambenitos del Carnaval o el flamenco". Más que condicionantes, Simonet, que lleva media vida enrolado en grupos eléctricos, el rock sufre la falta de apoyo de las administraciones que, en cambio, se desviven por otras especialidades. "Todos o ninguno". "Quizá el rock sea menos popular en Cádiz, pero de ahí a decir que es minoritario parece muy discutible", subraya Simonet, que habla sobre sus vivencias en los Usa, donde conoció a grandes músicos como el hermano de Jimi Hendrix o Arlo Guthrie: "América es libertaria, en el sentido más estricto, pues el Estado apenas tiene poder sobre el individuo".
Simonet y los suyos atisban horizontes cercanos. El guitarrista recuerda las lágrimas de emoción de la vocalista Verónica Díaz al registrar una de las piezas del disco. La versátil cantante gaditana enriquece el repertorio de Kool con su fuerza y matices, una paleta de colores muy interesante y atractiva, pasión a raudales, rock con aristas y la mirada "Detrás del cristal". A propósito de horizontes, los músicos sacan partido a la apertura de Cádiz, frente a la claustrofobia de otras ciudades, pese a los tópicos del plus ultra y del más allá. Kool encuentra espacio vital suficiente, lo mismo que navega a gusto entre el rock clásico, el hard rock, la psicodelia o los ramalazos sureños de su álbum, que cobra vida en directo merced a Javier de la Rosa, en la mesa de sonido, y Nono Canto en el "backline". "Maldita bendición de música y arte, bendita maldición" de discos como viajes y periplos infinitos, silencios, sueños y delirios, humo y esperanza, días extraños en la ciudad de la luz y de las sombras.
Como profesor de Lengua y Literatura, el músico gaditano se resiste a explicar las canciones, como no podía ser de otra manera, y se remite a la percepción del oyente y a ciertas claves que juegan en el libreto del disco con la anatomía del corazón, dibujos e ilustraciones más o menos fraternales y la rodaja de música que muestra un "disco a la antigua usanza, entendido como álbum conceptual y no como una mera sucesión de archivos".
La nueva vida de Kool parte mañana. La gira continuará por Madrid y Barcelona, aunque los Kool no olvidarán su cita especial con Gibraltar, la roca de sus complicidades. Antes, el conjunto gaditano pretende afianzar los lazos de unión con su afición local, en la paradójica tierra donde "la cultura musical es muy amplia, pese a los sambenitos del Carnaval o el flamenco". Más que condicionantes, Simonet, que lleva media vida enrolado en grupos eléctricos, el rock sufre la falta de apoyo de las administraciones que, en cambio, se desviven por otras especialidades. "Todos o ninguno". "Quizá el rock sea menos popular en Cádiz, pero de ahí a decir que es minoritario parece muy discutible", subraya Simonet, que habla sobre sus vivencias en los Usa, donde conoció a grandes músicos como el hermano de Jimi Hendrix o Arlo Guthrie: "América es libertaria, en el sentido más estricto, pues el Estado apenas tiene poder sobre el individuo".
Simonet y los suyos atisban horizontes cercanos. El guitarrista recuerda las lágrimas de emoción de la vocalista Verónica Díaz al registrar una de las piezas del disco. La versátil cantante gaditana enriquece el repertorio de Kool con su fuerza y matices, una paleta de colores muy interesante y atractiva, pasión a raudales, rock con aristas y la mirada "Detrás del cristal". A propósito de horizontes, los músicos sacan partido a la apertura de Cádiz, frente a la claustrofobia de otras ciudades, pese a los tópicos del plus ultra y del más allá. Kool encuentra espacio vital suficiente, lo mismo que navega a gusto entre el rock clásico, el hard rock, la psicodelia o los ramalazos sureños de su álbum, que cobra vida en directo merced a Javier de la Rosa, en la mesa de sonido, y Nono Canto en el "backline". "Maldita bendición de música y arte, bendita maldición" de discos como viajes y periplos infinitos, silencios, sueños y delirios, humo y esperanza, días extraños en la ciudad de la luz y de las sombras.
Enero 10, Cultura, Diario de Cádiz
Reindustrialización de la risa
La fuerza por la boca. Se nos va la fuerza por las coplas. El criollo coro de Pastrana Discépolo lamenta la desunión de Andalucía, que sólo alía esfuerzos para criticar a catalanes y vascos, pugnar contra Sevilla y lamerse las heridas, luego de la bulla, en completo silencio, mientras canta el visca el Barsa. "Más cateto no puedo ser", confiesa el tanguero del sur de Europa una mijita achantao, en glorioso tanguillo de avería y redención. No sin antes rendir pleitesía a la memoria de Chano Lobato, detalle sublime y necesario que también retrata este tiempo en este lugar. Idolatran a presuntos mitos, ángeles caídos de la mercadotecnia, autoproclemados reyes del pollo frito, y no se acuerdan de los recientes muertos nuestros tan grandes como el cante de ida y vuelta. Demasiadas letras televisivas, exceso de trucos para ganarse al público local y universal, vueltas de tuerca a la rutina, hasta que llega alguien y se acuerda del futuro. Se impone un concurso de letras pa lo que sea: letras contra los derechos humanos, letras en favor de la inmolación colectiva, letras en homenaje a la corruptelas y las malas artes, pasodobles sobre la maldad humana, popurrís alrededor del mundo en globo y hasta cuplés a la mujer gaditana, especialidad acuñada por los de Benamejí, con el Ayuntamiento de Benamejí, aro que jí.
Tampoco están malotes los globos sonda lanzados por Zapatiesto para cubrir el repertorio de cara a las galas de primavera. Por ejemplo, el pensionazo, el recorte de las vagasione, la ampliación del plazo para hacer el carajote, el despido free, qué ilusión más grande, amigo desempleado, podrá usted disfrutar de Carnavales hasta los 67 años de gañote vil, y luego ya veremos. O al revés, no ha quedado muy claro, porque los portavoces, con tanta octavillita, con la manía de irse por arriba, apenas se han hecho entender. Prejubilados a los cincuenta, jubilati a los noventa y dos. A partir de ya, se necesitarán cuarenta años en el Falla para tener opción al antifá de hojalata, antes de oro. Compro oro.
No saben el tesoro que contemplan los gaditanos reflejados en el pasodoble de Quiñones, que abre la caja de Pandora y aparecen otros catetos ilustrados, los indígenas que no conocen más allá de su casapuerta y parte de Oceanía."Como un turista por mi barrio". Toda una vida en Cádiz y no ha sido capaz de conocer las glorias más o menos escondidas que ofrece la Tacita de Lata, otrora de vil metal plateado como la mar quieta del planeta empeñado. Mareas, fachadas, azoteas. Oh, Cádiz, los gaditanos son los que menos te (ad)miran. Lo que traducido resulta mucha vida interior, pocas vistas al mar, croqueteo, ombligueo, brindis al sol que menos calienta y cero coma cero de interés tae, la subcultura piconera que definió un día Barroso.
Los naturistas visten de limpio a los políticos mangantes, los curas pederastas y los banqueros malandrines, juegan con el candao de la libertad de expresión y de las puertas cerradas al gaditano/a, conjugan hacer el candao con votar a doña Teo y se bañan en un mar de risa contagiosa y significativa. Por no llorar. Nadie podrá decretar la prejubilación de la risa, ni siquiera el rip de la envidia cochina, ni mucho menos la prohibición de la alegría, ni por supuesto el cortinazo a la melancolía. Tamos rodeaos. Socorro. Vuelven los prejubilados. Puro cambalache. Tangos del nunca jamás. Adelantando la edad de la jubilación de la risa con el intermitente puesto. Zona de Urgente Reindustrialización de la Poca Vergüenza. Astilleros no se cierra. Va por Jesús Gargallo.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de Lourdes de Vicente
Tampoco están malotes los globos sonda lanzados por Zapatiesto para cubrir el repertorio de cara a las galas de primavera. Por ejemplo, el pensionazo, el recorte de las vagasione, la ampliación del plazo para hacer el carajote, el despido free, qué ilusión más grande, amigo desempleado, podrá usted disfrutar de Carnavales hasta los 67 años de gañote vil, y luego ya veremos. O al revés, no ha quedado muy claro, porque los portavoces, con tanta octavillita, con la manía de irse por arriba, apenas se han hecho entender. Prejubilados a los cincuenta, jubilati a los noventa y dos. A partir de ya, se necesitarán cuarenta años en el Falla para tener opción al antifá de hojalata, antes de oro. Compro oro.
No saben el tesoro que contemplan los gaditanos reflejados en el pasodoble de Quiñones, que abre la caja de Pandora y aparecen otros catetos ilustrados, los indígenas que no conocen más allá de su casapuerta y parte de Oceanía."Como un turista por mi barrio". Toda una vida en Cádiz y no ha sido capaz de conocer las glorias más o menos escondidas que ofrece la Tacita de Lata, otrora de vil metal plateado como la mar quieta del planeta empeñado. Mareas, fachadas, azoteas. Oh, Cádiz, los gaditanos son los que menos te (ad)miran. Lo que traducido resulta mucha vida interior, pocas vistas al mar, croqueteo, ombligueo, brindis al sol que menos calienta y cero coma cero de interés tae, la subcultura piconera que definió un día Barroso.
Los naturistas visten de limpio a los políticos mangantes, los curas pederastas y los banqueros malandrines, juegan con el candao de la libertad de expresión y de las puertas cerradas al gaditano/a, conjugan hacer el candao con votar a doña Teo y se bañan en un mar de risa contagiosa y significativa. Por no llorar. Nadie podrá decretar la prejubilación de la risa, ni siquiera el rip de la envidia cochina, ni mucho menos la prohibición de la alegría, ni por supuesto el cortinazo a la melancolía. Tamos rodeaos. Socorro. Vuelven los prejubilados. Puro cambalache. Tangos del nunca jamás. Adelantando la edad de la jubilación de la risa con el intermitente puesto. Zona de Urgente Reindustrialización de la Poca Vergüenza. Astilleros no se cierra. Va por Jesús Gargallo.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de Lourdes de Vicente
viernes, 29 de enero de 2010
Sinceramente de nadie
El detector de mentiras descubre entre la maleza carnavalesca a un tío que dice la verdad y canta las cuarenta. ¿Dónde está la verdad? En el fondo del mar. Tratado filosófico sobre la sinceridad, all you need is Love, sin pamplinas ni concesiones a la galería. Tequiyá, rebaná. Chirigota reconcentrá de Azerbayán busca octavillita. Adéntrese en el maravilloso mundo de los falsos de Cádiz y consiga su puñalá por la mitad de precio. Y comparta sus secretos más íntimos con toda la ciudadanía, sólo tiene que susurrarlos a un amigo, colega, compadre o partenaire. Aire.
Los falsos se presentan con ropa de marca falsa, nada por delante y nada por detrás. Qué mejor decorado que la sonrisa de cartón piedra del publiquito remolón. Los falsos rejan del vecino y lloran en su entierro. Políticos que atacan a homosexuales y luego mueren por el Ferry de Canarias. Futbolistas que fichan por el Numancia y aseguran que es el equipo de su infancia. Comparsista elogiado de primeras, acuchillado por sus postrimerías. Trabajador empitonado por su jefe, tranquilo, es por su bien. Banqueros que no aflojan la manteca. Pregonero por la cara, el sieso del Selu que tiene la gracia a la altura de Puertatierra, chirigota que no canta, recita. Hombre, Selu, qué alegría de verte, monstruo, felicidades, ya nos encargaremos de destrozarte el pregón por detrás, nunca cara a cara. No sé que es peor, si el falso o el falso sincero, el franco o el carrero white, el poeta o el juntaletras, el solidario o el vanidoso, el show de la caridad libre de impuestos o la foto de la polaroid del año 54. Carnaval descolorío. Vuelven las fiestas atípicas. Te voy a ser sincero. No, pordió ...
Da mucho juego el juego del falserío chirigotero, bastante más que la política de hechos consumados o la jaravaca verbal o el paripé esdrújulo del portal de Belén eterno. Observen la delgada línea entre "bellísima persona" y "cabrón", que tire la primera piedra el que ...
Mahoma cogió la puerta de aluminio y se dirigió del tirón a la cúspide de la montaña de piedras y halló una serie de cantos rodados, le entraron retortijones y dejó muestras de su saber hacer. Nadie canta sobre la verdad absoluta, todos buscan la luz divina, hay chirigotas francamente malas de solemnidad, y coros babosos, y comparsas recalcitrantes, y autores de cartón, y gente que olvida el camino y vuelve sobre sus pasos como si nada. Tequiyá.
Por no hablar de los monstruos del Carnaval. Martínez Ares y Aragón compartiendo risas, je, je. Pardo y Pastrana reservan su palco ya, su Paco Platea, que debe ser un personaje la mar de apañao que vive encaramao en su propia fantasía. Love y Cabra, partiéndose el pecho. Nada es lo que parece en Carnaval, y mucho menos en la vida diaria. Hasta las falsetas suenan verdaderas, y viceversa. Como canta la chirigota de los falsos, qué falserío en la Semana Santa, las ferias y el Rocío. En todas partes menos en el Carnaval. La gente escribe, compone y canta para sus prójimos, semejantes falsos recíprocos que se beben las coplas a trago en la calle, a ser posible, sin más trascendencia que el peligro que tienen algunos o el arte virtual del qué dirán. En la vida surreal, las puñalás tienen consecuencias, y las palabra suenan a música del infierno. Y en el Inem hay mucha gente ya. En Carnaval, todo es de color. De momento. Con el taratachín. Sinceramente suyo, sinceramente de nadie.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de Lourdes de Vicente
Los falsos se presentan con ropa de marca falsa, nada por delante y nada por detrás. Qué mejor decorado que la sonrisa de cartón piedra del publiquito remolón. Los falsos rejan del vecino y lloran en su entierro. Políticos que atacan a homosexuales y luego mueren por el Ferry de Canarias. Futbolistas que fichan por el Numancia y aseguran que es el equipo de su infancia. Comparsista elogiado de primeras, acuchillado por sus postrimerías. Trabajador empitonado por su jefe, tranquilo, es por su bien. Banqueros que no aflojan la manteca. Pregonero por la cara, el sieso del Selu que tiene la gracia a la altura de Puertatierra, chirigota que no canta, recita. Hombre, Selu, qué alegría de verte, monstruo, felicidades, ya nos encargaremos de destrozarte el pregón por detrás, nunca cara a cara. No sé que es peor, si el falso o el falso sincero, el franco o el carrero white, el poeta o el juntaletras, el solidario o el vanidoso, el show de la caridad libre de impuestos o la foto de la polaroid del año 54. Carnaval descolorío. Vuelven las fiestas atípicas. Te voy a ser sincero. No, pordió ...
Da mucho juego el juego del falserío chirigotero, bastante más que la política de hechos consumados o la jaravaca verbal o el paripé esdrújulo del portal de Belén eterno. Observen la delgada línea entre "bellísima persona" y "cabrón", que tire la primera piedra el que ...
Mahoma cogió la puerta de aluminio y se dirigió del tirón a la cúspide de la montaña de piedras y halló una serie de cantos rodados, le entraron retortijones y dejó muestras de su saber hacer. Nadie canta sobre la verdad absoluta, todos buscan la luz divina, hay chirigotas francamente malas de solemnidad, y coros babosos, y comparsas recalcitrantes, y autores de cartón, y gente que olvida el camino y vuelve sobre sus pasos como si nada. Tequiyá.
Por no hablar de los monstruos del Carnaval. Martínez Ares y Aragón compartiendo risas, je, je. Pardo y Pastrana reservan su palco ya, su Paco Platea, que debe ser un personaje la mar de apañao que vive encaramao en su propia fantasía. Love y Cabra, partiéndose el pecho. Nada es lo que parece en Carnaval, y mucho menos en la vida diaria. Hasta las falsetas suenan verdaderas, y viceversa. Como canta la chirigota de los falsos, qué falserío en la Semana Santa, las ferias y el Rocío. En todas partes menos en el Carnaval. La gente escribe, compone y canta para sus prójimos, semejantes falsos recíprocos que se beben las coplas a trago en la calle, a ser posible, sin más trascendencia que el peligro que tienen algunos o el arte virtual del qué dirán. En la vida surreal, las puñalás tienen consecuencias, y las palabra suenan a música del infierno. Y en el Inem hay mucha gente ya. En Carnaval, todo es de color. De momento. Con el taratachín. Sinceramente suyo, sinceramente de nadie.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de Lourdes de Vicente
jueves, 28 de enero de 2010
Josele Santiago en Cádiz, la revancha de la sencillez
Haciendo amigos. Josele Santiago y sus Menudencias escenifican esta noche en el Aulario La Bomba la particular "revancha de la sencillez" del ex líder de Los Enemigos, adalid del rock urbano transformado en cantautor eléctrico de voz rota, poesía simple, un punto de chulería y enorme talento a la hora de captar palabras e ideas al vuelo y garabatearlas en una canción accidental. El músico madrileño, aunque de origen cordobés, viene de largo, nadie sabe cómo ha llegado hasta aquí, pero practica el sano deporte de la ironía y la frase corta. "Crooner castizo", personaje de leyenda romántica de Malasaña, mediados de los ochenta, cuando el rock primitivo volvió a las calles para acallar tanto paripé estilístico. Puro hedonismo al margen de tribus humanas e ignorancias tecnológicas. Desde que Los Enemigos irrumpieron en la escena musical ganando el concurso Villa de Madrid hasta el "loco encontrao" que se asoma, crudo y sincero, en el último álbum de Santiago, acumula admiradores. "A ver si aparecen", suspira Josele vía telefónica, antes de partir hacia el Sur.
Hasta aquí ha llegado Josele Santiago. "Uno hace lo que siente. Los demás no sé. Hago canciones y si interesan, mejor, pensé. Y resulta que sí, parece que sí. Uno va peleando con el tiempo. De manera natural. Formamos Los Enemigos. Lo pasamos bien. Catapúmchimpúm. Hasta que la cosa terminó y aquí estoy. El motor de mi vida siempre fueron las canciones". Dinamiteras o surrealistas, tragicómicas o coloristas. "De jovencillo uno se toma todo a la tremenda, así que entendíamos el sentido más o menos trágico de la vida. Hoy las cosas han cambiado. Antes sufríamos mucha incontinencia musical, y entre tanto caos se perdía la esencia de las canciones", afirma con respecto a la postrera etapa de Los Enemigos. "Como cantante viví épocas frustrantes porque el grupo sonaba excesivamente barroco, no dábamos respiro a las canciones. Madre mía, qué follón, todo el mundo tocando y haciendo virguerías. Así que me propuse dar un giro a mi carrera, para que las canciones respirasen y se entendiesen las letras, Los Enemigos terminamos abusando de la obsesión por el adornito".
Al principio, rememora Santiago, el mítico grupo madrileño, que creció junto a Desperados o La Frontera en plena resurrección del rock sin etiquetas, ligeramente escorado al sonido americano en muchos casos, "iba directo al grano". Además, de verdad. Pero con los años los músicos libraban "peleas constantes de egos, una borrachera de detallitos. Me gusta ir al grano. Entre dos frases, la más corta es la mejor". Y si luce graciosa y pinturera mejor. El cancionero en solitario de Santiago ofrece ejemplos relevantes, piezas como "Ñam ñam", "De repente nada", "Mierda de mago", "Baila el viento", "Las cosas fingen" o "Santo de nadie" reflejan el talento del autor y sus influencias musicales y literarias: rock, blues, jazz, tango, Góngora, Pío Baroja ... Golondrinas, garabatos, feliz big bang.
Sintetiza Josele su filosofía vital y artística: "Dilo y déjate de hostias" Y continúa su relato: "Agua pasada. Ahora llevo siete años con lo mío". Catorce discos con Los Enemigos, tres obras maestras bajo su exclusiva personalidad. Se largó de Madrid, harto de la decadencia del Foro, y vivió durante unos años en el campo, en Galicia. Hoy reside en Barcelona. "Bajo de vez en cuando a Madrid, claro, a ver a la mamá, a los colegas. Pero Madrid cambió demasiado, ya no hay ni tascas, ni tabernas". Josele, gran experto en pegar la oreja en los bares y reinventar el lenguaje popular con inusual destreza y arrojo, conoce el estilo de vida gaditano, sabe que aquí la gente vive y bebe en la calle, como hace décadas sucedía en los Madriles. Y sorprende con una revelación andaluza: "Tengo familia en El Puerto de Santa María, mucha familia por parte de padre y madre. Son cordobeses pero se asentaron hace años en El Puerto".
Josele sale a la carretera de tres maneras diferentes, tres formatos a elegir: en solitario, a dúo con Pablo Novoa o con éste y la banda al completo. Novoa, ya saben, el rubito de Golpes Bajos, músico de amplia reputación y versatilidad.
El artista atípico no encuentra respuestas a los interrogantes en torno a su peculiar estilo, la música, los libros, la vida, han forjado a un cantante incapaz de moverse sin humor. "El sentido del humor es esencial. Viví una etapa interna muy trágica. Ya no. La ironía es fundamental en las canciones, en la vida, en todo. Ya sé que en Cádiz hay maestros de la ironía, conozco los Carnavales, vine un par de veces a tocar con Los Enemigos, en la prehistoria", bromea el rockero de 44 años que, curiosamente, se quedó sordo del oído derecho por mor de la música amplificada. Mucha caña. Los hay más sordos, el guitarrista de los Who, Pete Townsend, sin ir más lejos, está como una tapia. Josele emplea el fino oído izquierdo, lo mismo que usa libretas para anotar ideas. "Pensando no se lega a ná".
Que parezca fácil. Josele huye de etiquetas, escribe canciones como si pintase cuadros, a trazos de inspiración callejera o introspectiva, y sigue en el camino. "En junio nos pondremos a grabar el cuarto disco, ya tengo todas las canciones, siempre estoy haciendo canciones". Desde que el chavalito de barrio que descubrió el rocanrol decidió emprender la senda del rocanrol. "Primero dijeron que hacíamos rock de garaje, siempre escapamos de los corsés y de los movimientos culturales". A su aire. "Si perteneces a un sector exclusivo te cierras los caminos. Dura lo que dura un clan".
Enero 10, Cultura, Diario de Cádiz
Hasta aquí ha llegado Josele Santiago. "Uno hace lo que siente. Los demás no sé. Hago canciones y si interesan, mejor, pensé. Y resulta que sí, parece que sí. Uno va peleando con el tiempo. De manera natural. Formamos Los Enemigos. Lo pasamos bien. Catapúmchimpúm. Hasta que la cosa terminó y aquí estoy. El motor de mi vida siempre fueron las canciones". Dinamiteras o surrealistas, tragicómicas o coloristas. "De jovencillo uno se toma todo a la tremenda, así que entendíamos el sentido más o menos trágico de la vida. Hoy las cosas han cambiado. Antes sufríamos mucha incontinencia musical, y entre tanto caos se perdía la esencia de las canciones", afirma con respecto a la postrera etapa de Los Enemigos. "Como cantante viví épocas frustrantes porque el grupo sonaba excesivamente barroco, no dábamos respiro a las canciones. Madre mía, qué follón, todo el mundo tocando y haciendo virguerías. Así que me propuse dar un giro a mi carrera, para que las canciones respirasen y se entendiesen las letras, Los Enemigos terminamos abusando de la obsesión por el adornito".
Al principio, rememora Santiago, el mítico grupo madrileño, que creció junto a Desperados o La Frontera en plena resurrección del rock sin etiquetas, ligeramente escorado al sonido americano en muchos casos, "iba directo al grano". Además, de verdad. Pero con los años los músicos libraban "peleas constantes de egos, una borrachera de detallitos. Me gusta ir al grano. Entre dos frases, la más corta es la mejor". Y si luce graciosa y pinturera mejor. El cancionero en solitario de Santiago ofrece ejemplos relevantes, piezas como "Ñam ñam", "De repente nada", "Mierda de mago", "Baila el viento", "Las cosas fingen" o "Santo de nadie" reflejan el talento del autor y sus influencias musicales y literarias: rock, blues, jazz, tango, Góngora, Pío Baroja ... Golondrinas, garabatos, feliz big bang.
Sintetiza Josele su filosofía vital y artística: "Dilo y déjate de hostias" Y continúa su relato: "Agua pasada. Ahora llevo siete años con lo mío". Catorce discos con Los Enemigos, tres obras maestras bajo su exclusiva personalidad. Se largó de Madrid, harto de la decadencia del Foro, y vivió durante unos años en el campo, en Galicia. Hoy reside en Barcelona. "Bajo de vez en cuando a Madrid, claro, a ver a la mamá, a los colegas. Pero Madrid cambió demasiado, ya no hay ni tascas, ni tabernas". Josele, gran experto en pegar la oreja en los bares y reinventar el lenguaje popular con inusual destreza y arrojo, conoce el estilo de vida gaditano, sabe que aquí la gente vive y bebe en la calle, como hace décadas sucedía en los Madriles. Y sorprende con una revelación andaluza: "Tengo familia en El Puerto de Santa María, mucha familia por parte de padre y madre. Son cordobeses pero se asentaron hace años en El Puerto".
Josele sale a la carretera de tres maneras diferentes, tres formatos a elegir: en solitario, a dúo con Pablo Novoa o con éste y la banda al completo. Novoa, ya saben, el rubito de Golpes Bajos, músico de amplia reputación y versatilidad.
El artista atípico no encuentra respuestas a los interrogantes en torno a su peculiar estilo, la música, los libros, la vida, han forjado a un cantante incapaz de moverse sin humor. "El sentido del humor es esencial. Viví una etapa interna muy trágica. Ya no. La ironía es fundamental en las canciones, en la vida, en todo. Ya sé que en Cádiz hay maestros de la ironía, conozco los Carnavales, vine un par de veces a tocar con Los Enemigos, en la prehistoria", bromea el rockero de 44 años que, curiosamente, se quedó sordo del oído derecho por mor de la música amplificada. Mucha caña. Los hay más sordos, el guitarrista de los Who, Pete Townsend, sin ir más lejos, está como una tapia. Josele emplea el fino oído izquierdo, lo mismo que usa libretas para anotar ideas. "Pensando no se lega a ná".
Que parezca fácil. Josele huye de etiquetas, escribe canciones como si pintase cuadros, a trazos de inspiración callejera o introspectiva, y sigue en el camino. "En junio nos pondremos a grabar el cuarto disco, ya tengo todas las canciones, siempre estoy haciendo canciones". Desde que el chavalito de barrio que descubrió el rocanrol decidió emprender la senda del rocanrol. "Primero dijeron que hacíamos rock de garaje, siempre escapamos de los corsés y de los movimientos culturales". A su aire. "Si perteneces a un sector exclusivo te cierras los caminos. Dura lo que dura un clan".
Enero 10, Cultura, Diario de Cádiz
La ilustración es de Miguel Guillén
Y la Pepa sin arreglar
Mensajes en una botella. La injusticia social, las lágrimas del hombre parado, la fecha de caducidad de la madre tierra, cierto cachondeíto mal entendido, los políticos sin luces y las canciones ultravioletas del planeta Cádiz. En una noche, estrellas y estrellados.
"Hasta para ser malo hay que tener estrella", canta el coro de los reclusos, Sevilla Pecci en el Heartbreak Hotel, Elvis cumple 75 años, Elvis vive en el rock de Valcárcel y un par de reproches a la balanza y a la guerra, a los poderosos que nunca pierden el juicio y a los asesinos, los dueños de la guerra. Los "masters of war" de Bob Dylan, quien también escribió: "Hay que ser honesto para estar fuera de la ley". Los coristas mutan el "Fever" por "Libre".
Una de jerezanos. Hasta para meterse con los jerezanos hay que demostrar cierto arte, señores. Queda muy feo, por no decir de escasa catadura moral, cantar con guasa acerca de los caballos nadando por las calles, alegrarse del mal ajeno quita puntos. Y resulta oportunista venir del quinto pino con letras sobre los vecinos gaditanos. Ya entran en liza "los nuestros", nunca falta maldad, como cierta letra a la memoria de Michael Jackson que mejor ni mentar.
Clase y distinción, la de Tino Tovar, que pide a Martínez Ares que vuelva a las tablas del Falla, "sin envidia ni desarraigo", quien le quiere de verdad, pa que "el poeta escriba a su madre Cádiz". "Eso ha dicho el Santo Padre, escríbele. Su niño le falta". Mención especial para el pasodoble al hombre parado, lágrimas negras de decepción, rabia, miedo, calvario y canallas que no pagarán el vino que se han bebido (dicho jerezano, por cierto, de la época del esplendor de las bodegas y de los piratas británicos).
Los prehistóricos dejan para el popurrí su declaración de intenciones, cambio climático, ya se venden entradas pa la catástrofe. El hombre ya no sabe si es pasado o futuro, denuncia el derroche y el abandono de un planeta explotado y despreciado. A ver quién es aquí el más salvaje. Un respeto a la Madre Tierra. Medio ambiente sostenible en el Falla, nieva en algunos palcos, patagonia en fase de calentón, glaciares sin gracia, comparsa siempre solidaria. Madre Tierra, Madre Cádiz.
Vodevil sin estridencias, letras sentadas en corrillo, y otro homenaje endogámico. Los de Romero Bey, un pedazo de músico que cada año afila su pincel con un arte exclusivo, cantan a Carli Brihuega y a su padre, una tregua a la comparsa, nadie sabe cómo puede vivir este hombre si coplas ni estrenos, sin el Falla en sus venas.
Luego, toquetazo a la romería del Rocío, a la reina de las marismas del desenfreno y al falserío, a la tierra pisoteada de Doñana, y sus reinos animales y vegetales, sálvanos de una feria en tu nombre en paraísos artificiales, el ejército de Atila aniquila todo a su paso, plegaria avinagrada de estilo exquisito versus la humillación de la Madre, la Naturaleza. Noche verde.
El planeta chico, Cádiz mismamente, recibe su merecido, lindo y acompasado, en inusual popurrí y en infinitas rimas, dos castillos tiene su playa secreta, la silueta del planeta gaditano, postal efervescente y sintomática que desemboca en la cruda realidad: Cádiz, "manga por hombro y la Pepa sin arreglar. No vamos a llegar" al Bicentenario. Políticos sin luces. Y tras el Doce viene el Doce más Uno, sálvese quien pueda. Una de historias, otra de prehistorias, el futuro ya es pasado. Y la Pepa sin arreglar.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
"Hasta para ser malo hay que tener estrella", canta el coro de los reclusos, Sevilla Pecci en el Heartbreak Hotel, Elvis cumple 75 años, Elvis vive en el rock de Valcárcel y un par de reproches a la balanza y a la guerra, a los poderosos que nunca pierden el juicio y a los asesinos, los dueños de la guerra. Los "masters of war" de Bob Dylan, quien también escribió: "Hay que ser honesto para estar fuera de la ley". Los coristas mutan el "Fever" por "Libre".
Una de jerezanos. Hasta para meterse con los jerezanos hay que demostrar cierto arte, señores. Queda muy feo, por no decir de escasa catadura moral, cantar con guasa acerca de los caballos nadando por las calles, alegrarse del mal ajeno quita puntos. Y resulta oportunista venir del quinto pino con letras sobre los vecinos gaditanos. Ya entran en liza "los nuestros", nunca falta maldad, como cierta letra a la memoria de Michael Jackson que mejor ni mentar.
Clase y distinción, la de Tino Tovar, que pide a Martínez Ares que vuelva a las tablas del Falla, "sin envidia ni desarraigo", quien le quiere de verdad, pa que "el poeta escriba a su madre Cádiz". "Eso ha dicho el Santo Padre, escríbele. Su niño le falta". Mención especial para el pasodoble al hombre parado, lágrimas negras de decepción, rabia, miedo, calvario y canallas que no pagarán el vino que se han bebido (dicho jerezano, por cierto, de la época del esplendor de las bodegas y de los piratas británicos).
Los prehistóricos dejan para el popurrí su declaración de intenciones, cambio climático, ya se venden entradas pa la catástrofe. El hombre ya no sabe si es pasado o futuro, denuncia el derroche y el abandono de un planeta explotado y despreciado. A ver quién es aquí el más salvaje. Un respeto a la Madre Tierra. Medio ambiente sostenible en el Falla, nieva en algunos palcos, patagonia en fase de calentón, glaciares sin gracia, comparsa siempre solidaria. Madre Tierra, Madre Cádiz.
Vodevil sin estridencias, letras sentadas en corrillo, y otro homenaje endogámico. Los de Romero Bey, un pedazo de músico que cada año afila su pincel con un arte exclusivo, cantan a Carli Brihuega y a su padre, una tregua a la comparsa, nadie sabe cómo puede vivir este hombre si coplas ni estrenos, sin el Falla en sus venas.
Luego, toquetazo a la romería del Rocío, a la reina de las marismas del desenfreno y al falserío, a la tierra pisoteada de Doñana, y sus reinos animales y vegetales, sálvanos de una feria en tu nombre en paraísos artificiales, el ejército de Atila aniquila todo a su paso, plegaria avinagrada de estilo exquisito versus la humillación de la Madre, la Naturaleza. Noche verde.
El planeta chico, Cádiz mismamente, recibe su merecido, lindo y acompasado, en inusual popurrí y en infinitas rimas, dos castillos tiene su playa secreta, la silueta del planeta gaditano, postal efervescente y sintomática que desemboca en la cruda realidad: Cádiz, "manga por hombro y la Pepa sin arreglar. No vamos a llegar" al Bicentenario. Políticos sin luces. Y tras el Doce viene el Doce más Uno, sálvese quien pueda. Una de historias, otra de prehistorias, el futuro ya es pasado. Y la Pepa sin arreglar.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
Bob Dylan cantará en la Casa Blanca
Leído en Efe Eme: "El 10 de febrero, Bob Dylan tocará por primera vez en la Casa Blanca, será en el próximo “In Performance at the White House”, dedicado a celebrar “la música del movimiento de los derechos civiles”.
Además de Dylan, actuarán Natalie Cole, Jennifer Hudson, John Legend, John Mellencamp, Smokey Robinson, Seal y Blind Boys of Alabama. Los maestros de ceremonias serán Morgan Freeman y Queen Latifah.
El concierto comenzará a las 5:15 p.m. (hora de Washington) y será transmitido en vivo por la web de la Casa Blanca (whitehouse.gov)".
Además de Dylan, actuarán Natalie Cole, Jennifer Hudson, John Legend, John Mellencamp, Smokey Robinson, Seal y Blind Boys of Alabama. Los maestros de ceremonias serán Morgan Freeman y Queen Latifah.
El concierto comenzará a las 5:15 p.m. (hora de Washington) y será transmitido en vivo por la web de la Casa Blanca (whitehouse.gov)".
miércoles, 27 de enero de 2010
La Uned del chufleteo
No hay coña en Santoña. ¿Y el doble sentido de La Rinconada? Pa que digan. La ironía ya no es patrimonio de la humedad. Cádiz perdió la exclusiva de la gracia, si es que alguna vez tuvo gracia. Eso pasa por abrir las puertas, que entra la gente a echarse un cantecito, luego la copita, unas risas, abrazos, exaltación de la amistad, les das la mano y te trincan el brazo. Esto ya no tiene remedio. Ni marcha atrás. Vienen un montón de grupos malos, más malos que un dolor, pero de cuando en vez se deja caer una chirigota asombrosa, chirigota extranjera, sin copiar y pegar, que ofrece lecciones de humildad y paciencia. Y a más de uno se le cae la cara de rubor. La Universidad a Distancia del Carnaval gaditano no regala títulos, ni somete sus planes de estudio a subasta, simplemente abre sus puertas y la gente entra y se echa un cantecito, y demuestra más arte que algunos artistas locales que se creen en poder de la piedra filosofal, la fórmula mágica. Y de pronto llegan unos notas de Santoña, Santander, con un montón de kilómetros en lo alto. Mil de ida y otros mil de vuelta. Y cantan letras con algunos golpes que el público celebra sin mirar el carné de identidá. Hay que cambiar la ley de extranjería ya, raja Rajoy desde el púlpito. No falla. Pronto vendrán de Tembleque a propinarnos la guantá sin mano. Siempre hay plazas en la Uned del chufleTeo. Chicucos in the morning fly.
Por cierto, como algunos políticos, algo hemos avanzado: antes pedían en el Falla la pena de muerte, y no eran pocos, y ahora la cadena perpetua. ¿Tol año de Carnaval? Hay que revisar las penas y las alegrías, y si la calle pide tropecientos días de concurso, tralará, raja Esperanza sin recato con una jartá de energía nuclear. No, gracias.
Los astutos chirigoteros de Santoña evocan el Cádiz del bastinazo y las singularidades estereotipadas, con gran habilidad: cuatro por cuatro en lugar del Doce, cuartetos de cinco, las anchoas o el llamado sexo oral, esto es Cádiz y aquí hay que practicar el sexo oral. Con lo que gusta aquí que canten sobre nuestras idiosincrasias e infraestructuras. Los cántabros, por cierto, cantan igual de finos y educaditos que los locutores de informativos de Teleteo, así que nada de rasgarnos las vestiduras, aquí mucha gente hace eses y no dan positivo ni de coña de Santoña. Humor con denominación de origen, se está perdiendo tó.
Por supuesto, los visitantes tienen de qué aprender y qué piedras no pisar. No es tan fácil. Ni siquiera los indígenas garantizan la risa o el sentimiento. El humor del equívoco del cuarteto del Morera pega fuerte en algunos golpes, se asientan los modelos de la modalidad, que nunca morirá pero quizá requiera un aldabonazo más. Depende, claro, del cristal y de la predisposición del público en cada instante. El Falla y sus satélites son muy susceptibles, como la rivalidad con Jerez, que Luis Ripoll define precisamente por bulerías, dando en la clave. No hay piques territorial, ni de estilos de vida; lo que hay es mucha envidia por ambas partes. Pecado capital y provincial. Bonita letra por Santiago y Santa María. Lo demás, pasión futbolera y mala leche.
Los elfos de Papá Noel, por sus partes, reclaman trabajo digno, se sienten explotados, como medio planeta, pero bordan su postal navideña, nobleza obliga, y conceden al Selu el premio del año pasado, por aclamación popular. De categoría la clase arremolinada, que luego echan a correr al Despojado, ponen en entredicho la calidad de los regalos y la virtualidad de los chinos y envuelven los paquetes con más destreza que algún innombrable dependiente independiente. Escuela taller para envolver regalos, ya.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
Por cierto, como algunos políticos, algo hemos avanzado: antes pedían en el Falla la pena de muerte, y no eran pocos, y ahora la cadena perpetua. ¿Tol año de Carnaval? Hay que revisar las penas y las alegrías, y si la calle pide tropecientos días de concurso, tralará, raja Esperanza sin recato con una jartá de energía nuclear. No, gracias.
Los astutos chirigoteros de Santoña evocan el Cádiz del bastinazo y las singularidades estereotipadas, con gran habilidad: cuatro por cuatro en lugar del Doce, cuartetos de cinco, las anchoas o el llamado sexo oral, esto es Cádiz y aquí hay que practicar el sexo oral. Con lo que gusta aquí que canten sobre nuestras idiosincrasias e infraestructuras. Los cántabros, por cierto, cantan igual de finos y educaditos que los locutores de informativos de Teleteo, así que nada de rasgarnos las vestiduras, aquí mucha gente hace eses y no dan positivo ni de coña de Santoña. Humor con denominación de origen, se está perdiendo tó.
Por supuesto, los visitantes tienen de qué aprender y qué piedras no pisar. No es tan fácil. Ni siquiera los indígenas garantizan la risa o el sentimiento. El humor del equívoco del cuarteto del Morera pega fuerte en algunos golpes, se asientan los modelos de la modalidad, que nunca morirá pero quizá requiera un aldabonazo más. Depende, claro, del cristal y de la predisposición del público en cada instante. El Falla y sus satélites son muy susceptibles, como la rivalidad con Jerez, que Luis Ripoll define precisamente por bulerías, dando en la clave. No hay piques territorial, ni de estilos de vida; lo que hay es mucha envidia por ambas partes. Pecado capital y provincial. Bonita letra por Santiago y Santa María. Lo demás, pasión futbolera y mala leche.
Los elfos de Papá Noel, por sus partes, reclaman trabajo digno, se sienten explotados, como medio planeta, pero bordan su postal navideña, nobleza obliga, y conceden al Selu el premio del año pasado, por aclamación popular. De categoría la clase arremolinada, que luego echan a correr al Despojado, ponen en entredicho la calidad de los regalos y la virtualidad de los chinos y envuelven los paquetes con más destreza que algún innombrable dependiente independiente. Escuela taller para envolver regalos, ya.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
The Right Ons, alma de rocanrol
Pura diversión. Soul de mil colores, rocanrol acelerado, soltura y vehemencia. Los madrileños y coruñeses integrados en The Right Ons, una de las sensaciones de la escena musical, vienen a por todas. Traen calentito su segundo disco, producido por Ed Valauskas, artífice de los trabajos de Eli Paperboy Reed, y registrado en Boston. Cosechan críticas elogiosas en medio mundo anglosajón, han tocado en Nueva York y en numerosos rincones sincopados europeos. Practican el rock con aristas, transitan con naturalidad por los claroscuros del soul y recuerdan a veces a Sly & Family Stone, sin desdeñar la psicodelia y le energía de alto voltaje. Capaces de bordar versiones de la Velvet Undeground o de rendir tributo a Jon Spencer, que es como decir James Brown y Elvis en el mismo paquete, explosión controlada, pasión desbordante. Y muchas tablas. Ante todo, como señalan en las entrevistas, son grandes aficionados al rock que demuestran su amor al ritmo universal sobre las tablas de cualquier garito a media luz. Se estrenaron tres años atrás teloneando a los Bellrays y desde entonces no han parado. Y no ha dejado de sonar su teléfono. A bailar. A gritar. A compartir unas risas invita el peculiar y rotundo cuarteto, que en los últimos meses han caminado a toda velocidad por la senda del respeto y la reputación musical. Para premiar la fidelidad de sus seguidores, grabaron un obsequio navideño a modo de villancicos traviesos, y en la próxima esquina esperan más experiencias nuevas. Ellos, que cultivan diversos géneros en ardiente coctelera de sensaciones, dejan patente su amplia cultura musical y sus ganas de pasarlo bien y de contagiar al personal del entusiasmo que el rocanrol aún no ha perdido con los años y los golpes bajos.
Los Right Ons actúan esta noche en la sala W, antigua Woodstock, pegaditos al público, cara a cara, en las distancias cortas y siempre con el alma rocanrolera en vilo.
Enero 10, Cultura, Diario de Cádiz
Los Right Ons actúan esta noche en la sala W, antigua Woodstock, pegaditos al público, cara a cara, en las distancias cortas y siempre con el alma rocanrolera en vilo.
Enero 10, Cultura, Diario de Cádiz
martes, 26 de enero de 2010
Enrique Bunbury se va con todas "Las Consecuencias"
Bunbury deja Hellville de Luxe, su anterior disco y el nombre de su casa de El Puerto de Santa María, y se marcha a vivir a Estados Unidos, en concreto a Los Ángeles, con todas "Las consecuencias", el título de su nuevo álbum, que aparecerá el día 16 de febrero, aunque ya se ha estrenado el video de "Frente a frente", la versión de Jeannete que el músico aragonés ha registrado con la cantante de Tulsa, Mirem Iza. El hiperbólico Bunbury hace un poco el zombi en el video, acaso como homenaje a Michael Jackson, y sorprende sobremanera en la entrevista concedida a cien visitantes de su web oficial, donde confiesa que le gustaría dedicarse a la magia de modo profesional.
Grabado de nuevo en El Puerto de Santa María, su rincón de retiro del mundanal ruido que mantendrá vivo para retornar de cuando en vez, el disco "Las Consecuencias" refleja el lado más intimista y acústico de Bunbury, que califica el trabajo como "difícil y lento, un disco de chimenea para saborear con una copa de vino", un "disco de cámara" que distribuirá y promocionará en Estados Unidos, el centro de operaciones de su nuevo ciclo personal y profesional. Bunbury no puede quedarse quietecito, así que aprovechará su siguiente etapa para adentrarse en el mercado hispano americano, que ya conoce en virtud de sus numerosas visitas y giras.
Cuando le preguntan si siente un placer especial al volver a a casa, luego de una de sus interminables giras intercontinentales, Bunbury contesta del tirón: "Mi hogar es un escenario", prueba de que el artista se ha echado a la calle tras un período de tranquilidad y buenos alimentos. Y de felicidad; el otro día se sinceró ante Gemma Nierga, en La Ventana de la Ser, y admitió que se encuentra en el momento más feliz de su vida. En otras entrevistas o reportajes, Bunbury siempre se refirió con cariño a El Puerto, su lugar de introspección, donde le han respetado hasta ahora su intimidad. La presencia del rockero, unida a la labor de Paco Loco en su estudio de grabación, originó, acaso sin pretenderlo, cierto movimiento musical y creativo que desembocó en la programación estable de conciertos y en la puesta en marcha del Monkey Week.
La versión de "Frente a frente", de Jeanette, sin duda un tema de su infancia, ha sido elegida por la discográfica para encabezar la relación de singles, y a Bunbury no le parece la mejor canción del disco. En otro pasaje de la entrevista, el que fuera fundador de Héroes del Silencio considera que la libertad, hoy en día, "es la capacidad del hombre para escoger el color de su automóvil". Y poco más. El adorado y también criticado cantante ha logrado, eso sí, que su nuevo álbum, el sexto en solitario, se publique en formato vinilo. Bunbury se marcha a los Usa, pero volverá.
Enero 10, Cultura, Diario de Cádiz
Grabado de nuevo en El Puerto de Santa María, su rincón de retiro del mundanal ruido que mantendrá vivo para retornar de cuando en vez, el disco "Las Consecuencias" refleja el lado más intimista y acústico de Bunbury, que califica el trabajo como "difícil y lento, un disco de chimenea para saborear con una copa de vino", un "disco de cámara" que distribuirá y promocionará en Estados Unidos, el centro de operaciones de su nuevo ciclo personal y profesional. Bunbury no puede quedarse quietecito, así que aprovechará su siguiente etapa para adentrarse en el mercado hispano americano, que ya conoce en virtud de sus numerosas visitas y giras.
Cuando le preguntan si siente un placer especial al volver a a casa, luego de una de sus interminables giras intercontinentales, Bunbury contesta del tirón: "Mi hogar es un escenario", prueba de que el artista se ha echado a la calle tras un período de tranquilidad y buenos alimentos. Y de felicidad; el otro día se sinceró ante Gemma Nierga, en La Ventana de la Ser, y admitió que se encuentra en el momento más feliz de su vida. En otras entrevistas o reportajes, Bunbury siempre se refirió con cariño a El Puerto, su lugar de introspección, donde le han respetado hasta ahora su intimidad. La presencia del rockero, unida a la labor de Paco Loco en su estudio de grabación, originó, acaso sin pretenderlo, cierto movimiento musical y creativo que desembocó en la programación estable de conciertos y en la puesta en marcha del Monkey Week.
La versión de "Frente a frente", de Jeanette, sin duda un tema de su infancia, ha sido elegida por la discográfica para encabezar la relación de singles, y a Bunbury no le parece la mejor canción del disco. En otro pasaje de la entrevista, el que fuera fundador de Héroes del Silencio considera que la libertad, hoy en día, "es la capacidad del hombre para escoger el color de su automóvil". Y poco más. El adorado y también criticado cantante ha logrado, eso sí, que su nuevo álbum, el sexto en solitario, se publique en formato vinilo. Bunbury se marcha a los Usa, pero volverá.
Enero 10, Cultura, Diario de Cádiz
Dictaduras postizas
Tres en uno. Largando fiestas. El coro de la libertad restringida burla la dictadura postiza con pura demagogia y una sentencia perfecta ("libertad, no te desahogues sólo en Carnaval"). La comparsa pop de acento arakanero y solecito criollo clama por la calle Enrique Villegas "para vergüenza de los gaditanos". Y la chirigota del Submarino denuncia el imperialismo televisivo de hoy en día, pura bazofia en un país de "desgraciados, corruptos, chorizos y enchufaos". Y las niñas de Zapatiesto danzando como locas por la escena. Dolce vita. Porca miseria. Gente sin miedo. Y unas divas barbateñas dando en la tecla sensible, la belleza interior, la prisión del postureo en el reino de la bendita incoherencia.
Mucha libertad. Los grises de hoy comandan consejos de administración y departamentos de reclusos humanos. Pardo no se corta, francamente, y luce careto de caudillo que te pillo. Doña Teo, siempre al quite, visita luego a Franco en los camerinos, Ella sólo se codea con los elegidos. El coro, de impresionantes hechuras vocales, elige una letra controvertida del tirón, la fijación con los vascos no tiene fin, diatriba similar a la de Aragón, a vueltas con el Alakrana, más corazón que razón, aplauso automático. En síntesis, critican el pago del rescate a un barco cuya tripulación "desprecia la bandera que le lleva a casa", y a los militares que dan su sangre, enemigos del pasado; y los pistoleros, calladitos. El coro pone en tela de juicio que se salve a un "maldito barco que es extranjero, que quiere ser extranjero". Lamentable, pero respetable, claro. Puro rencor. La misma demagogia empleó anteayer este plumilla al comparar la morralla del Falla con la morralla política o televisiva. Autocosqui. En las distancias cortas, el nudismo playero y Martínez Ares, no se mojan tanto los coristas, pero cómo suenan los joíos ...
Suenan de categoría las niñas de Barbate, diva la Pepa, Billie Holliday vulnerable ante el espejo, almadrabas forever, every breath you take con aires de gospel y denuncia de otra dictadura, la del escaparate y el amor imposible, el mango/neo, la dermohisteria y el culto al body. Contra la belleza artificial y la pasarela de la vanidad, en defensa de quienes no han nacido perfectas en esta absurda sociedad. Lástima que luzcan bolsas de una gran superficie en el popurrí, publicidad más que subliminal. Ejem, un tupido velo, que no burka, y vámonos a la remota y linda Pampa, donde los Boludos alargan las frases, cantan con pasión, aunque una mijita forzados por mor del acento ríoplatense, y pasen por la calle Villegas. La de Ayamonte, claro, "así la bautizaron sus paisanos para vergüenza de los gaditanos". Como siempre, Cádiz a remolque, y ese lentísimo ayuntamiento, a verlas venir. Agravio comparativo al Carnaval. Ahora quieren darse prisa para compensar, ya queda menos para las elecciones, justo para concluir obras y homenajes. Calle don Enrique Villegas, poeta y caballero.
En el centenario del Submarino, más bien del Mirandilla, nadie mejor que Manolo Santander, autor del himno oficioso del Cádiz, que le persigue cada año como un sube y baja. Chirigota amarilla es, como la copla de Ringo Starr. El Submarino se ahoga, se hunde, se muere con requiebros y silencios punteros, y el ya legendario autor no olvida que el ojeador del rasca Muñoz tiene menos vista que un patio interior y que Jerez no tiene playa. Perdón, Jerez ya tiene playa: Chapín. Ííííínnn.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de Jesús Marín
Mucha libertad. Los grises de hoy comandan consejos de administración y departamentos de reclusos humanos. Pardo no se corta, francamente, y luce careto de caudillo que te pillo. Doña Teo, siempre al quite, visita luego a Franco en los camerinos, Ella sólo se codea con los elegidos. El coro, de impresionantes hechuras vocales, elige una letra controvertida del tirón, la fijación con los vascos no tiene fin, diatriba similar a la de Aragón, a vueltas con el Alakrana, más corazón que razón, aplauso automático. En síntesis, critican el pago del rescate a un barco cuya tripulación "desprecia la bandera que le lleva a casa", y a los militares que dan su sangre, enemigos del pasado; y los pistoleros, calladitos. El coro pone en tela de juicio que se salve a un "maldito barco que es extranjero, que quiere ser extranjero". Lamentable, pero respetable, claro. Puro rencor. La misma demagogia empleó anteayer este plumilla al comparar la morralla del Falla con la morralla política o televisiva. Autocosqui. En las distancias cortas, el nudismo playero y Martínez Ares, no se mojan tanto los coristas, pero cómo suenan los joíos ...
Suenan de categoría las niñas de Barbate, diva la Pepa, Billie Holliday vulnerable ante el espejo, almadrabas forever, every breath you take con aires de gospel y denuncia de otra dictadura, la del escaparate y el amor imposible, el mango/neo, la dermohisteria y el culto al body. Contra la belleza artificial y la pasarela de la vanidad, en defensa de quienes no han nacido perfectas en esta absurda sociedad. Lástima que luzcan bolsas de una gran superficie en el popurrí, publicidad más que subliminal. Ejem, un tupido velo, que no burka, y vámonos a la remota y linda Pampa, donde los Boludos alargan las frases, cantan con pasión, aunque una mijita forzados por mor del acento ríoplatense, y pasen por la calle Villegas. La de Ayamonte, claro, "así la bautizaron sus paisanos para vergüenza de los gaditanos". Como siempre, Cádiz a remolque, y ese lentísimo ayuntamiento, a verlas venir. Agravio comparativo al Carnaval. Ahora quieren darse prisa para compensar, ya queda menos para las elecciones, justo para concluir obras y homenajes. Calle don Enrique Villegas, poeta y caballero.
En el centenario del Submarino, más bien del Mirandilla, nadie mejor que Manolo Santander, autor del himno oficioso del Cádiz, que le persigue cada año como un sube y baja. Chirigota amarilla es, como la copla de Ringo Starr. El Submarino se ahoga, se hunde, se muere con requiebros y silencios punteros, y el ya legendario autor no olvida que el ojeador del rasca Muñoz tiene menos vista que un patio interior y que Jerez no tiene playa. Perdón, Jerez ya tiene playa: Chapín. Ííííínnn.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de Jesús Marín
lunes, 25 de enero de 2010
Subversión versus subvención
Hogar, agridulce hogar. Otra cura de humildad para el homosapiens ibérico, reconvertido en amo de casa. Produce un poco de vergüenza que aún estemos cantando que "no es menos hombre el que coge la escoba o se pone a fregar". El hombre lo está pasando fatal, oiga. Sobre todo el Rey de la casa común, el monarca, tan afectado por la crisis. Los Pelapapas instan al señor a que no se prive de ná, pero sin olvidar que es el mantenido del pueblo, que no merece pagar sus excesos. La primera, en la frente. Luego, los Caracartón endiñan otra crítica real, y la gente aplaude a rabiar, qué cosa más rara, con la de gente "juancarlista" que hay en Cádiz. La prima y el borbón, la voz de su amo, los quitatelarañas al poder y el cuerpo de casa. Los Bocuboys, que si no se mueven mucho saldrán en la foto con la jartible ministra de Igual Da Una Cosa que Otra, lo bordan con buenos golpes bien currados, no como las chirigotas directamente importadas del libro de los 1001 chistes. Musha grasia. Pa gracia la del premio de calidad a la playa de la Derrota, galardón medioambientá a la barbacoa mundial, puro Carnavá ofisiá. Tiene premio la cosa. manda narices la revolución social del centrifugado.
Un abismo media entre la subversión y la subvención, aunque en Cádiz los extremeños se tocan y todo se transforma, va a caer hasta la Tribuna del Carranza, lo saben hasta los viejos del lugar. La mayoría nada silenciosa que supuestamente adora a doña Teo. Pues no todos. Los chirigoteros de la calle Zaragoza acusan a Ella de tener tó Cádiz levantao y tol mundo parao, literalmente. "Como Teófila no es gaditana, hace con los gaditanos lo que le da la gana", riman del tirón. Juventud sin futuro que ya no encuentra tierras prometidas ni en Castellón, mientras Ella "tira el dinero en conciertos en la playa", 400.000 euros en el último verano, y otra rima obrera y tiesa con María Arteaga, señora de la caridad, ahora llamada solidaridad. "Cádiz, ciudad de la sonrisa y del engaño".
Otra alcaldesa, la de Jerez, en este caso sociata, se lleva un par de cosquis de refilón en el repertorio de los Caracartón, gran título para una agrupación sosopolítica o así. A la alcaldesa deluxe de Jeré le vienen con guasa por sus elevadas aspiraciones, puente aéreo con Trebujena, y culmina la copla con cierto cachondeíto futbolístico, ya está aquí don Víctor Espárrago, y con él, el espíritu de Chapín. Menos mal, vuelve la rivalidad, la salsa, el boogie, la cumbia, la bronca, el mal ajeno, al carajo el buen rollo y el falserío dermohistérico o interesao. Nos vemos en la calle. Allí se verá al sublevao y al subvencionao.
Golpeando las puertas del Falla, como por arte de birlibirloque comienzan a sonar coplas sobre la calidad, la cantidad, y el eterno dilema contra la libertad de expresión y de impresión. El derecho a cantar y el derecho a callar. El cortinaje salvaje y el respeto mutuo. En el foro abierto del Falla se habla cada noche de todo un poco, cada uno lleva su razón, más quisieran algunos callar la boca a los inoportunos, inconvenientes, insablubres e inequívocos representantes de sí mismos. ¿Moralla en el Falla? ¿No lo sabe ya? ¿Y la morralla que nos venden en el mundo exterior en ofertas de tres por uno? ¿Y los bochornosos espectáculos mediáticos de aquí y acullá? El show de Haití, sin ir más lejos, nueva hoguera de la vanidad del caritativo hipócrita homosapiens occidental, el telemaratón del yoísmo. El Fallasapiens, en cambio, canta y llora por pura necesidad metafísica. Está la cosa muy mal. Compro oro.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
Un abismo media entre la subversión y la subvención, aunque en Cádiz los extremeños se tocan y todo se transforma, va a caer hasta la Tribuna del Carranza, lo saben hasta los viejos del lugar. La mayoría nada silenciosa que supuestamente adora a doña Teo. Pues no todos. Los chirigoteros de la calle Zaragoza acusan a Ella de tener tó Cádiz levantao y tol mundo parao, literalmente. "Como Teófila no es gaditana, hace con los gaditanos lo que le da la gana", riman del tirón. Juventud sin futuro que ya no encuentra tierras prometidas ni en Castellón, mientras Ella "tira el dinero en conciertos en la playa", 400.000 euros en el último verano, y otra rima obrera y tiesa con María Arteaga, señora de la caridad, ahora llamada solidaridad. "Cádiz, ciudad de la sonrisa y del engaño".
Otra alcaldesa, la de Jerez, en este caso sociata, se lleva un par de cosquis de refilón en el repertorio de los Caracartón, gran título para una agrupación sosopolítica o así. A la alcaldesa deluxe de Jeré le vienen con guasa por sus elevadas aspiraciones, puente aéreo con Trebujena, y culmina la copla con cierto cachondeíto futbolístico, ya está aquí don Víctor Espárrago, y con él, el espíritu de Chapín. Menos mal, vuelve la rivalidad, la salsa, el boogie, la cumbia, la bronca, el mal ajeno, al carajo el buen rollo y el falserío dermohistérico o interesao. Nos vemos en la calle. Allí se verá al sublevao y al subvencionao.
Golpeando las puertas del Falla, como por arte de birlibirloque comienzan a sonar coplas sobre la calidad, la cantidad, y el eterno dilema contra la libertad de expresión y de impresión. El derecho a cantar y el derecho a callar. El cortinaje salvaje y el respeto mutuo. En el foro abierto del Falla se habla cada noche de todo un poco, cada uno lleva su razón, más quisieran algunos callar la boca a los inoportunos, inconvenientes, insablubres e inequívocos representantes de sí mismos. ¿Moralla en el Falla? ¿No lo sabe ya? ¿Y la morralla que nos venden en el mundo exterior en ofertas de tres por uno? ¿Y los bochornosos espectáculos mediáticos de aquí y acullá? El show de Haití, sin ir más lejos, nueva hoguera de la vanidad del caritativo hipócrita homosapiens occidental, el telemaratón del yoísmo. El Fallasapiens, en cambio, canta y llora por pura necesidad metafísica. Está la cosa muy mal. Compro oro.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
domingo, 24 de enero de 2010
Paraísos paradójicos
Que le den al Edén. Al garete la tierra prometida. Bienvenido al presunto infierno también llamado paraíso. Los Pedro Navaja de Cádiz entonan el canto alegre y canalla, con ritmo sabrosón y letras de ida y vuelta. Y la gente aplaude con inusitada emoción el pasodoble dedicado a Jerez y al Xerez. Primos hermanos. Con las dos manos. Al cielo con ellos. Qué envidia, qué falserío, qué bonito es el Carnaval cuando llega al corazón y a las vísceras del paradójico espectador dispuesto a todo. La letra pro-xerezana se antoja ambigua, de primeras, y rotunda en su remate final. La intención es lo que cuenta. Y lo que canta la comparsa de Los Santos admite sanas lecturas y muchos signos de admiración. Santos delincuentes que darán juego. Darán más juego que los hartibles toros de Tom Cruyff y Camarón Díaz, esos toros tan fulleros que no aparecen ni en el trailer de la peli, gran cobazo de la century fó, la secta de la cienciología y su prestigiosa madre.
Los directores chirigoteros punteros sandungueros con tela de arte y escasos recovecos para la cobardía mental hablan de molestias a cambio de billetes, promoción esdrújula del turismo gaditano y falta de previsión. Ay, con un muerto "la rubia ya estaba en El Puerto, pero en Puerto 2", cantan con dos razones, y advierten al mercadotécnico gobierno local que se deje de peliculitas y que al menos termine las obras de cara al Doce, y cita el nuevo hospital y los grandes hoteles. Algún teófilo dirá: "Esas obras no son nuestras". Po haber puesto menos carteles apropiándose hasta de la Luna. ¿Ahora qué? El Doce a la vuelta de la esquina y la casa sin barrer. Un Cádiz "de cine, un decorado de cine y poco más"; riman engañar con ná y subrayan que, esta vez sí, "nos coge el toro".
Paréntesis para quienes lo aplauden todo y, paradojas de la vida carnavalesca, para aquellos locos locutores, o presentadores, o escribidores, o encargaos, que hacen mutis por el foro cuando una crítica alude a sus jefes supremos y sueltan la lengua si esos puyazos hieren de gravedad a los adversarios políticos. Ya ni disimulan, oiga. Censura como puedas. Sálvese quien pueda.
Al otro lado de la escena, en pleno volcán de coplas, algunas chrigotas o sucedáneas escriben sus cuplés con la vista puesta en la tele, a veces hasta los repertorios completos con el deseo de cobrarse un minuto de gloria en la tele, aunque sea pa servir de cachondeo.
Y al otro lado del forzado y/o necesario hermanamiento entre ciudades, tan vinculadas en la cuna de los cantes y en los cantos rodados de las autovías de la confusión, cuplecito de alegría por el ascenso de "un equipo gaditano" a Primera División. En fin, cuitas fraternales, a Cádiz se le ven hasta las ideas, por mucho que cante o diga o piense o conjugue verbos imposibles.
Al este del Edén, que le den a la vanidad superlativa y al patriotismo vacuo. Bonita la copla viñera que rechaza el chovinismo exacerbado del barrio señero y concede sus señas de identidad gaditana a las chirigotas de todos los barrios, "hasta Cortadura". Ahí quedó el horizonte. Non plus ultra. ¿Y las chirigotas de Filadelfia? Que les den al Edén del queso fetén. Y que no les den más a los cuatreros banqueros, a quienes el coro isleño de Montiel les da en tol bebe, sin olvidar al Zapatiesto, por ayudar los ricos, y a los viejos ricos y nuevos pobres del ladrillo, y olvidarse de los autónomos y otras especies en extinción.
Los directores chirigoteros punteros sandungueros con tela de arte y escasos recovecos para la cobardía mental hablan de molestias a cambio de billetes, promoción esdrújula del turismo gaditano y falta de previsión. Ay, con un muerto "la rubia ya estaba en El Puerto, pero en Puerto 2", cantan con dos razones, y advierten al mercadotécnico gobierno local que se deje de peliculitas y que al menos termine las obras de cara al Doce, y cita el nuevo hospital y los grandes hoteles. Algún teófilo dirá: "Esas obras no son nuestras". Po haber puesto menos carteles apropiándose hasta de la Luna. ¿Ahora qué? El Doce a la vuelta de la esquina y la casa sin barrer. Un Cádiz "de cine, un decorado de cine y poco más"; riman engañar con ná y subrayan que, esta vez sí, "nos coge el toro".
Paréntesis para quienes lo aplauden todo y, paradojas de la vida carnavalesca, para aquellos locos locutores, o presentadores, o escribidores, o encargaos, que hacen mutis por el foro cuando una crítica alude a sus jefes supremos y sueltan la lengua si esos puyazos hieren de gravedad a los adversarios políticos. Ya ni disimulan, oiga. Censura como puedas. Sálvese quien pueda.
Al otro lado de la escena, en pleno volcán de coplas, algunas chrigotas o sucedáneas escriben sus cuplés con la vista puesta en la tele, a veces hasta los repertorios completos con el deseo de cobrarse un minuto de gloria en la tele, aunque sea pa servir de cachondeo.
Y al otro lado del forzado y/o necesario hermanamiento entre ciudades, tan vinculadas en la cuna de los cantes y en los cantos rodados de las autovías de la confusión, cuplecito de alegría por el ascenso de "un equipo gaditano" a Primera División. En fin, cuitas fraternales, a Cádiz se le ven hasta las ideas, por mucho que cante o diga o piense o conjugue verbos imposibles.
Al este del Edén, que le den a la vanidad superlativa y al patriotismo vacuo. Bonita la copla viñera que rechaza el chovinismo exacerbado del barrio señero y concede sus señas de identidad gaditana a las chirigotas de todos los barrios, "hasta Cortadura". Ahí quedó el horizonte. Non plus ultra. ¿Y las chirigotas de Filadelfia? Que les den al Edén del queso fetén. Y que no les den más a los cuatreros banqueros, a quienes el coro isleño de Montiel les da en tol bebe, sin olvidar al Zapatiesto, por ayudar los ricos, y a los viejos ricos y nuevos pobres del ladrillo, y olvidarse de los autónomos y otras especies en extinción.
Enerro 10, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de Jesús Marín
sábado, 23 de enero de 2010
Novelería, de cultura para abajo
¿Aló? Repertorios para escuchar y ver, en busca de alguien con un poquito de compasión. Conmiseración y pasión por Cádiz y sus letras. Letras a pleno sol, letras del futuro o letras envasados al vacío del Falla, don Manuel del desconsuelo pa quien canta a las tantas al publiquito de Helsinki. El negocio del frío. ¿Para quién canto yo entonces?, pregunta al aire el trovero solitario. Siempre hay alguien tras una letra de Carnaval; primero el autor, luego el conjunto de voces, y a la postre la gente que se apropia de ella, en el mejor de los casos. Las letras retratan; primero al autor, luego al grupo que la interpreta y de seguro al receptor que las escucha, las engulle, las tritura, las guarda en su archivo mental o las tira al mar. Mira que eres novelera, Cádiz.
La legendaria estirpe Villegas, por mor del sorteo, responde también al tipo de "Los penúltimos". Este año, las tres agrupaciones escritas por la familia cantan en penúltimo lugar; esto es, casi al día siguiente, como quien dice. A las mil, las coplas corren el riesgo de constiparse, letras al relente, letras al abrigo del capricho del público cercano o remoto. De ahí que don Manuel tenga que oír letras del tiempo de boca de chirigotas extraordinarias como "Los paracetamoles" y "Los Strepsils". Y no vea usted cómo actúan "Los Frenadoles" en su cuerpo.
Empapaítos llegan los pasodobles castizos viñeros del Bicentenario, tres por cuatro, Doce. Retratan precisamente una entrevista de trabajo, que rimarse con irse al Inem, escritura real y automática para estos tiempos salvajes, el docupasodoble de la tragicomedia diaria.
Una semanita de bucle carnavalesco, coplas a todas horas, Martínez Ares por todas partes, y el milagro de la vida moderna: los penúltimos, al final, cantan por la tele en sesiones matutinas, vespertinas, nocturnas y soterradas.
Aprovechando el locuelo y a veces desesperado cambio de canal que permiten, o más bien piden a gritos, las agrupaciones codificadas, sólo para abonados y familiares, se encuentra uno de zapetón la telenovelería de los antiguos rolling estones, Gago el dramaturgo se lanza al rollo folletinesco con intríngulis y acento mexicano, hasta que alguien grita ¡Cai! y ya parece la puerta del Barabás. Más teatral que boxístico, con menos golpes consecutivos y entreverados pero notable imaginación y calidad de recursos, mayormente trabajados en el absurdo, los cuarteteros del Gago dejan patente que el Carnaval, como cantan los bibliotecarios de la capital de la novena provincia, también es cultura, aunque algunos tengan poca cintura de cultura para abajo.
Como no podía ser menos, resucita Michael Jackson en los cuplés, ya era hora, y el nota pega en el clavo del mercado necrofílico tan en boga. Murió Michael Jackson y vendió un montón de compas. Normal. "La gente, aunque no le guste, si se muere se lo compra". Obsérves la rima. Lo suyo, en estos casos, sería gaditanizarlo, así que los del Gago imaginan la de cintas de los Cruzados que vedería el Melli en caso de que a Paco Rosado le diera por ... no permita Dios (o quien sea).
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de Lourdes de Vicente
La legendaria estirpe Villegas, por mor del sorteo, responde también al tipo de "Los penúltimos". Este año, las tres agrupaciones escritas por la familia cantan en penúltimo lugar; esto es, casi al día siguiente, como quien dice. A las mil, las coplas corren el riesgo de constiparse, letras al relente, letras al abrigo del capricho del público cercano o remoto. De ahí que don Manuel tenga que oír letras del tiempo de boca de chirigotas extraordinarias como "Los paracetamoles" y "Los Strepsils". Y no vea usted cómo actúan "Los Frenadoles" en su cuerpo.
Empapaítos llegan los pasodobles castizos viñeros del Bicentenario, tres por cuatro, Doce. Retratan precisamente una entrevista de trabajo, que rimarse con irse al Inem, escritura real y automática para estos tiempos salvajes, el docupasodoble de la tragicomedia diaria.
Una semanita de bucle carnavalesco, coplas a todas horas, Martínez Ares por todas partes, y el milagro de la vida moderna: los penúltimos, al final, cantan por la tele en sesiones matutinas, vespertinas, nocturnas y soterradas.
Aprovechando el locuelo y a veces desesperado cambio de canal que permiten, o más bien piden a gritos, las agrupaciones codificadas, sólo para abonados y familiares, se encuentra uno de zapetón la telenovelería de los antiguos rolling estones, Gago el dramaturgo se lanza al rollo folletinesco con intríngulis y acento mexicano, hasta que alguien grita ¡Cai! y ya parece la puerta del Barabás. Más teatral que boxístico, con menos golpes consecutivos y entreverados pero notable imaginación y calidad de recursos, mayormente trabajados en el absurdo, los cuarteteros del Gago dejan patente que el Carnaval, como cantan los bibliotecarios de la capital de la novena provincia, también es cultura, aunque algunos tengan poca cintura de cultura para abajo.
Como no podía ser menos, resucita Michael Jackson en los cuplés, ya era hora, y el nota pega en el clavo del mercado necrofílico tan en boga. Murió Michael Jackson y vendió un montón de compas. Normal. "La gente, aunque no le guste, si se muere se lo compra". Obsérves la rima. Lo suyo, en estos casos, sería gaditanizarlo, así que los del Gago imaginan la de cintas de los Cruzados que vedería el Melli en caso de que a Paco Rosado le diera por ... no permita Dios (o quien sea).
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de Lourdes de Vicente
Fernando Lobo, una gira de regalo
El mundo gira, Fernando Lobo va y viene, diez años de carrera musical en solitario, treinta tacos, una trayectoria peculiar, una voz cálida y muchos caminos por delante. El cantautor gaditano celebra su décimo aniversario en la escena regalando su primer disco a través de la red y rulando por la Piel de Toro para reinventarse, mostrarse y acumular más experiencias para el siguiente paso. Lobo va y viene, pero nunca se marcha, siempre aparece.
Poseedor de una rica cultura literaria y musical, Fernando Lobo luce en todo su esplendor cuando combina folk, rock, blues y poesía. Heredero de Hilario Camacho, como máximo exponente de la natural fusión de estilos, pero también de rockeros de los setenta, o trovadores de tiempos más remotos, Fernando Lobo canta como escribe, y viceversa, y domina los cambios de humor y de géneros como pocos. Sentido del humor, cierto aire de improvisación, un punto tierno y otro tímido, Lobo se deja querer por la inspiración de cuando en vez y mientras llega, va y viene, y canta. Muchas veces en compañía de su hermano Ignacio, otro juglar sui generis capaz de ronear un rock clásico con hechuras de Silvio Rodríguez. Ambos dos respiran música y literatura, frescura y vitalidad, y no tienen ese rollazo en lo alto de los artistas de mírame y no me toques, ni siquiera ínfulas de trascender en el centro de la nada.
Fernando Lobo ha compartido cartel con Javier Ruibal, María Jiménez, Pedro Guerra, Ismael Serrano, Los Delincuentes, Luis Pastor, Quique González o Christina Rosenvinge, actuando en salas, cafés y garitos de medio país. Su particular estilo ha sonado en teatros de Nicaragua, Marruecos e Inglaterra. Ahora sale de nuevo a la carretera para regalarse una gira que se desarrollará entre enero y abril y que le llevará a Murcia, Alicante, Córdoba, Málaga, Barcelona, Sevilla, Madrid y Granada, amén de algunos puntos de la provincia gaditana y otras fechas por determinar.
Lobo ha colgado su disco "Vengo", que se puede descargar directamente de la dirección http://www.megaupload.com/?d=QKKP6EA0. Curiosa iniciativa. Un tipo generoso.
Enero 10, Cultura, Diario de Cádiz
Poseedor de una rica cultura literaria y musical, Fernando Lobo luce en todo su esplendor cuando combina folk, rock, blues y poesía. Heredero de Hilario Camacho, como máximo exponente de la natural fusión de estilos, pero también de rockeros de los setenta, o trovadores de tiempos más remotos, Fernando Lobo canta como escribe, y viceversa, y domina los cambios de humor y de géneros como pocos. Sentido del humor, cierto aire de improvisación, un punto tierno y otro tímido, Lobo se deja querer por la inspiración de cuando en vez y mientras llega, va y viene, y canta. Muchas veces en compañía de su hermano Ignacio, otro juglar sui generis capaz de ronear un rock clásico con hechuras de Silvio Rodríguez. Ambos dos respiran música y literatura, frescura y vitalidad, y no tienen ese rollazo en lo alto de los artistas de mírame y no me toques, ni siquiera ínfulas de trascender en el centro de la nada.
Fernando Lobo ha compartido cartel con Javier Ruibal, María Jiménez, Pedro Guerra, Ismael Serrano, Los Delincuentes, Luis Pastor, Quique González o Christina Rosenvinge, actuando en salas, cafés y garitos de medio país. Su particular estilo ha sonado en teatros de Nicaragua, Marruecos e Inglaterra. Ahora sale de nuevo a la carretera para regalarse una gira que se desarrollará entre enero y abril y que le llevará a Murcia, Alicante, Córdoba, Málaga, Barcelona, Sevilla, Madrid y Granada, amén de algunos puntos de la provincia gaditana y otras fechas por determinar.
Lobo ha colgado su disco "Vengo", que se puede descargar directamente de la dirección http://www.megaupload.com/?d=QKKP6EA0. Curiosa iniciativa. Un tipo generoso.
Enero 10, Cultura, Diario de Cádiz
viernes, 22 de enero de 2010
Utopía y mala educación
"Arrodíllense, señores, que ha llegado el dinero".Vayan dejando su dignidad en la puerta. Se vende humo. Políticos, embusteros, constructores, malandrines, empresarios, explotadores, hipotecas, banqueros, fenicios, lobos, cobardes, unos detrás de otros. "Te están acorralando". Te pueden matar, también asesinar, todo tu dinero te pueden robar, pero lo que nunca podrán comprar son tus zapatos de gamuza azul, "la luz de la luna, el hombro de un amigo, la voz de tu madre, los besos libres o la copla valiente" de la comparsa de Nene Cheza, con excelentes letras de Miguel Ángel García Argüez tomadas directamente de la cruda realidad del siglo. ¿De qué se ha hablado este año? Del dinero. únicamente del vil metal, así que comparsa al canto sobre el dinero de sangre y el dinero de arena, la condena que envenena, "capitán de la codicia, el dueño del mundo y de tus pensamientos".
Antes de rendir cuentas al poderoso caballero, alzan la vista y brillan las voces en torno al "catálogo sublime de atalayas gaditanas", las torres, reinas de las azoteas, puntos cardinales del Cádiz secreto. Linda postal. Maldito dinero. La comparsa, que emplea las frases cortas y el disparo certero, situando entre los personajes de la película de Cádiz a "una alcaldesa", identifica a las familias rotas por el dinero, la herencia, un campito en Chiclana, la caja de los truenos. La comparsa introduce una originalidad en el popurrí: intermedio para la publicidad mentirosa y embaucadora sobre la felicidad del dinero y la quimera de la eterna juventud. Bienvenidos al hotel Utopía. Tras los ruinas, el ruinazo, toda una declaración de principios. Mientras, los usureros siguen sin soltar prenda, "porejitos" de espíritu. Esto es un atraco, empresa patrocinadora del Pamplineo 2010.
Sin dinero, ya no hay rocanrol, ni siquiera distinción. Anda que no. Un poco de educación. El coro de Valdés, entre tanto bastinazo, pone el dedo en la llaga de la educación de los chavales que poseen de todo menos respeto y consideración. Niñatos mimados por sus padres, tan preocupados del qué dirán, y que convierten a éstos y a los profesores en carnaza diaria, pura mezquindad, en el fondo canta también aquí el dinero podrido, cero coma cero de cultura.
Cuando la cosa se torna seria, menos milongas y a la yugular. La chirigota de los famosos bailarines de la tele denuncia "la chulería fascista" de algunos policías locales que "humillan y provocan" al personal. Sin nada que perder, y mucho por ganar, estribillo para entonar al unísono, con su golpe a la autoridad, Cádiz va bien, "un pasito palante y tres pasitos patrás, uno a la derecha" y a esquivar obras como locos, eslálom gigante con papas, comienzan a abundar las críticas a ese lentísimo ayuntamiento faraónico. Los payasos famosos de la tele, otra vez la anestesiante tele, pegan también fuerte. Está bien esto de protestar, se queda uno tan a gusto, pero los toros escopetaos de la peli de marras, salvo excepciones, son carne de cuplé. No, si al final van a tener razón quienes tildan a los gaditanos de graciosos. Unos mansos. Pero no tan carajotes como la gente mundial que se traga trolas como la gripe A, empresa patrocinadora de la OMS, Farmacéuticos sin Escrúpulos. "Arrodíllense, señores".
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
Antes de rendir cuentas al poderoso caballero, alzan la vista y brillan las voces en torno al "catálogo sublime de atalayas gaditanas", las torres, reinas de las azoteas, puntos cardinales del Cádiz secreto. Linda postal. Maldito dinero. La comparsa, que emplea las frases cortas y el disparo certero, situando entre los personajes de la película de Cádiz a "una alcaldesa", identifica a las familias rotas por el dinero, la herencia, un campito en Chiclana, la caja de los truenos. La comparsa introduce una originalidad en el popurrí: intermedio para la publicidad mentirosa y embaucadora sobre la felicidad del dinero y la quimera de la eterna juventud. Bienvenidos al hotel Utopía. Tras los ruinas, el ruinazo, toda una declaración de principios. Mientras, los usureros siguen sin soltar prenda, "porejitos" de espíritu. Esto es un atraco, empresa patrocinadora del Pamplineo 2010.
Sin dinero, ya no hay rocanrol, ni siquiera distinción. Anda que no. Un poco de educación. El coro de Valdés, entre tanto bastinazo, pone el dedo en la llaga de la educación de los chavales que poseen de todo menos respeto y consideración. Niñatos mimados por sus padres, tan preocupados del qué dirán, y que convierten a éstos y a los profesores en carnaza diaria, pura mezquindad, en el fondo canta también aquí el dinero podrido, cero coma cero de cultura.
Cuando la cosa se torna seria, menos milongas y a la yugular. La chirigota de los famosos bailarines de la tele denuncia "la chulería fascista" de algunos policías locales que "humillan y provocan" al personal. Sin nada que perder, y mucho por ganar, estribillo para entonar al unísono, con su golpe a la autoridad, Cádiz va bien, "un pasito palante y tres pasitos patrás, uno a la derecha" y a esquivar obras como locos, eslálom gigante con papas, comienzan a abundar las críticas a ese lentísimo ayuntamiento faraónico. Los payasos famosos de la tele, otra vez la anestesiante tele, pegan también fuerte. Está bien esto de protestar, se queda uno tan a gusto, pero los toros escopetaos de la peli de marras, salvo excepciones, son carne de cuplé. No, si al final van a tener razón quienes tildan a los gaditanos de graciosos. Unos mansos. Pero no tan carajotes como la gente mundial que se traga trolas como la gripe A, empresa patrocinadora de la OMS, Farmacéuticos sin Escrúpulos. "Arrodíllense, señores".
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
jueves, 21 de enero de 2010
Hermoso baile de la depresión
Hermoso y macabro el baile de la depresión. Electrizante y sincero, acorde con los tiempos. Dominique A habla con los fantasmas propios y ajenos, se lía a guitarrazos contra el olvido, se atreve a reinventar la chanson francesa con cajas de ritmos y sintetizadores, pone el énfasis en el rock cuando le da la gana e hipnotiza al personal en el aulario La Bomba. Grande de Francia, melancólico y guasón, el cantautor galo colma el patio del centro universitario de atmósferas tan personales como reconocibles. Exquisito y salvaje, todo de negro, el tipo recorre la calle de la desolación con garbo, bromea en torno a su condición musical ("ahora viene una canción depresiva, y no será la última") y construye un monumento a "La musique", su reciente álbum, que toca casi al completo combinándolo con piezas señeras de su repertorio. Memorable, como la noche suicida.
A las puertas del recinto despachan discos del artista. Un gachó alto y rubio como la cerveza fija precios aceptables, pero lamenta: "La Fnac ha acabado con nosotros", se supone que con las tiendas independientes. Y un gaditano interpela: "Pues nosotros acabaremos con la Fnac". Al tiempo. El típico aguafiestas incomoda pero sintetiza: "Pues yo me los bajo del emule". Hala.
Ian Curtis, el recordado líder de Joy Division, habría salido la mar de contento del concierto de Dominique A, que no sólo recuerda a veces a ka legendaria banda siniestra, sino a las figuras del tecno pop de calidad. Asombroso, pero cierto. El cantautor divino toma prestados ciertos aires y sonidos de los ochenta, pero también rinde pleitesía a mitos inolvidables como Serge Gainsburg o Jacques Brel. Explosivo cóctel de sensaciones, ritmos, poesía y actitud. Leonard Cohen, otro miembro de la alegría de la huerta, también habría flipado anteanoche a través de los vericuetos de Dominique A. Guitarras, teclados, secuenciadores, tecnología humana, callejones oscuros y luces de neón.
"Le sens" abre fuego, entre un público mayorcito y variopinto, hasta desembocar en "Le courage". El cantante apenas recurre a su brillante aunque dicen que irregular historial discográfico, sino que presenta sus nuevos respetos, hasta un total de diez temas del último disco, y encandila a la gente con piezas más o menos añejas, en especial "Le commerce de l'eau", el sensacional homenaje al puerto chileno de Valparaíso, la joya del Pacífico, donde Dominique causa furor, y así hasta veintitrés composiciones libres y peculiares. Emociones y distorsiones, cortes en seco, una banda de postín sin excesivos alardes, la épica del ser humano, campanas de libertad, aliteraciones singulares en la torre de Babel. El artista ironiza con el lenguaje, habla español con cierta corrección aunque no entiende algunos mensajes del público entregado a la causa. Sin chillar, en el punto exacto de su voz dorada, rotunda y cercana, relata historias de desamor con intensidad, saluda a los espectadores con un gracioso "señoras y caballos", y la gente se deja invadir por tal exhibición de maestría y encanto. La intimidad a pecho descubierto, el dolor y la alegría danzando en el espejo cóncavo del deseo voraz.
A las puertas del recinto despachan discos del artista. Un gachó alto y rubio como la cerveza fija precios aceptables, pero lamenta: "La Fnac ha acabado con nosotros", se supone que con las tiendas independientes. Y un gaditano interpela: "Pues nosotros acabaremos con la Fnac". Al tiempo. El típico aguafiestas incomoda pero sintetiza: "Pues yo me los bajo del emule". Hala.
Ian Curtis, el recordado líder de Joy Division, habría salido la mar de contento del concierto de Dominique A, que no sólo recuerda a veces a ka legendaria banda siniestra, sino a las figuras del tecno pop de calidad. Asombroso, pero cierto. El cantautor divino toma prestados ciertos aires y sonidos de los ochenta, pero también rinde pleitesía a mitos inolvidables como Serge Gainsburg o Jacques Brel. Explosivo cóctel de sensaciones, ritmos, poesía y actitud. Leonard Cohen, otro miembro de la alegría de la huerta, también habría flipado anteanoche a través de los vericuetos de Dominique A. Guitarras, teclados, secuenciadores, tecnología humana, callejones oscuros y luces de neón.
"Le sens" abre fuego, entre un público mayorcito y variopinto, hasta desembocar en "Le courage". El cantante apenas recurre a su brillante aunque dicen que irregular historial discográfico, sino que presenta sus nuevos respetos, hasta un total de diez temas del último disco, y encandila a la gente con piezas más o menos añejas, en especial "Le commerce de l'eau", el sensacional homenaje al puerto chileno de Valparaíso, la joya del Pacífico, donde Dominique causa furor, y así hasta veintitrés composiciones libres y peculiares. Emociones y distorsiones, cortes en seco, una banda de postín sin excesivos alardes, la épica del ser humano, campanas de libertad, aliteraciones singulares en la torre de Babel. El artista ironiza con el lenguaje, habla español con cierta corrección aunque no entiende algunos mensajes del público entregado a la causa. Sin chillar, en el punto exacto de su voz dorada, rotunda y cercana, relata historias de desamor con intensidad, saluda a los espectadores con un gracioso "señoras y caballos", y la gente se deja invadir por tal exhibición de maestría y encanto. La intimidad a pecho descubierto, el dolor y la alegría danzando en el espejo cóncavo del deseo voraz.
Enero 10, Cultura, Diario de Cádiz
La foto es de Kiki
Que nadie calle su verdad
Los va a prejubilar a todos. Que nadie calle su verdad, como canta su paisano Manuel Carrasco. Serenata nocturna para don Enrique Villegas, setenta años de Carnaval, desde los dieciséis, así lo subraya su comparsa en el pasodoble del caballero. Qué curioso, el más veterano, el que se supone más antiguo del concurso, demuestra más tolerancia y amplitud de miras que otros muchos, enfrascados en diatribas y vanidades. Villegas, justo siete meses después de poner nombre a una calle en su Ayamonte natal, nada pide a gritos. Canta a Cádiz suavecito, al compás, con nostalgia de futuro y sinceridad. Lo que clama al cielo es el silencio total, calle Villegas ya, más vale tarde que never. Y para que nadie calle su verdad, el legendario coplero, creador de los Beatles de Cádiz, canta a su Cádiz por derecho, y no olvida el tiempo perdido, las obras inacabadas y que nos pilla el toro de cara al Doce. Villegas forever.
En cambio, los picaítos hacen sangre, más bien donan su sangre chirigotera con una jartá de humildad y generosidad, los dibujitos animados del Sheriff casi nunca decepcionan, siempre al tipo. No, espérate.
Al otro lado del cariño mutuo, con más genio que figura, algunos autores, hagan lo que hagan, sufren en sus carnes, nunca mejor dicho, lo que bien podría denominarse el acoso del Carnaval, modalidad sui generis del acoso laboral pero con más guasa, menos contemplaciones y, por ventura, menos consecuencias. Gran deporte nacional el de darle al Lamas hasta en el carné de identidá, este plumilla también transitó por las mismas sendas de maldad. Otro que recibe cosquis en letras y chascarrillos, algunos con muy poca clase, es el eterno y laureado Pardo. Sin entrar en valoraciones, y en sus cuitas, ambos se la llevan mortal sin necesidad, se escapa un guantazo en un cuplé y allá que están ellos, cual berlusconis con la cara partía. Malditas letras endogámicas. Lo peor, cuando un grupo de Cincinatti se hace el gracioso y recurre a esta práctica, acoso del Carnaval. Habría que crear nuevos damnificados, que la cosa aburre un poco, igual que las coplas retrógradas en la cuna de la libertad condicional.
Nada que ver, pero en estos Carnavales mediáticos se está perdiendo, para la inmensa mayoría que ve el concurso por la tele o lo escucha por la radio, la sorpresa de las primeras funciones. Sin menoscabo de la labor de ambos medios, da mucho coraje que en los momentos previos a una actuación desvelen el tipo o parte del repertorio. No es una crítica, sino un lamento. Como en el Falla, en ninguna parte.
A cuenta de la sensibilidad, que se encuentra en altas cotas en estos días de susceptibilidad, para sacar una comparsa sobre homosexuales o inmigrantes hay que hilar muy fino, tener un arte exclusivo o quedarse en su casa. Lamentables las incoherencias y agravios que se escuchan estos días. No se pueden defender los derechos de unos y otros y luego mofarse de ellos con crueldad y escasa categoría. Pa categoría, la de Enrique Villegas, que nadie calle su verdad.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de Lourdes de Vicente
En cambio, los picaítos hacen sangre, más bien donan su sangre chirigotera con una jartá de humildad y generosidad, los dibujitos animados del Sheriff casi nunca decepcionan, siempre al tipo. No, espérate.
Al otro lado del cariño mutuo, con más genio que figura, algunos autores, hagan lo que hagan, sufren en sus carnes, nunca mejor dicho, lo que bien podría denominarse el acoso del Carnaval, modalidad sui generis del acoso laboral pero con más guasa, menos contemplaciones y, por ventura, menos consecuencias. Gran deporte nacional el de darle al Lamas hasta en el carné de identidá, este plumilla también transitó por las mismas sendas de maldad. Otro que recibe cosquis en letras y chascarrillos, algunos con muy poca clase, es el eterno y laureado Pardo. Sin entrar en valoraciones, y en sus cuitas, ambos se la llevan mortal sin necesidad, se escapa un guantazo en un cuplé y allá que están ellos, cual berlusconis con la cara partía. Malditas letras endogámicas. Lo peor, cuando un grupo de Cincinatti se hace el gracioso y recurre a esta práctica, acoso del Carnaval. Habría que crear nuevos damnificados, que la cosa aburre un poco, igual que las coplas retrógradas en la cuna de la libertad condicional.
Nada que ver, pero en estos Carnavales mediáticos se está perdiendo, para la inmensa mayoría que ve el concurso por la tele o lo escucha por la radio, la sorpresa de las primeras funciones. Sin menoscabo de la labor de ambos medios, da mucho coraje que en los momentos previos a una actuación desvelen el tipo o parte del repertorio. No es una crítica, sino un lamento. Como en el Falla, en ninguna parte.
A cuenta de la sensibilidad, que se encuentra en altas cotas en estos días de susceptibilidad, para sacar una comparsa sobre homosexuales o inmigrantes hay que hilar muy fino, tener un arte exclusivo o quedarse en su casa. Lamentables las incoherencias y agravios que se escuchan estos días. No se pueden defender los derechos de unos y otros y luego mofarse de ellos con crueldad y escasa categoría. Pa categoría, la de Enrique Villegas, que nadie calle su verdad.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de Lourdes de Vicente
Quique González, el 26 de febrero en El Puerto
El cantautor eléctrico Quique González, que ya ha vendido la nada despreciable cifra de quince mil copias de su nuevo disco, "Daiquiri Blues", ha ampliado la gira de presentación y bajará a El Puerto de Santa María justo después de los Carnavales, en lo que promete ser su única fecha en la provincia gaditana. El concierto se celebrará en la sala Mucho Teatro el día 26 de febrero, precisamente la misma noche que el grupo madrileño Pereza tiene previsto cantar en Cádiz. La amistad que une a González y Pereza, y un punto de complicidad musical evidente, en la misma noche, en la Bahía gaditana, juerga garantizada hasta el amanecer.
"La luna bajo el brazo", una de las piezas más hermosas del nuevo disco de Quique González, habla de El Puerto de Santa María, uno de los rincones de la costa gaditana preferidos por el cantante, no en vano ya ha venido en diversas ocasiones y cuenta con amigos en la ciudad, entre ellos el mismísimo Enrique Bunbury, quien en la última visita del artista madrileño se subió al escenario de Mucho Teatro para compartir con él una arrebatadora versión de "Pequeño rocanrol".
González, que vive una fructífera etapa profesional y se encuentra en plenitud de forma tras registrar su nuevo disco en la meca del country americano, Nashville, inició su gira española en Sevilla, llenando la sala Q, y desde entonces no cesa de cosechar éxitos y parabienes, amén de captar aficionados a cada paso que da. Adorna ahora su repertorio con guiños americanos, que siempre tuvo a bien incluir en sus arreglos, pero con más veras. Algunas piezas emblemáticas tornan sus hechuras, la nueva banda va tomando forma y Quique se muestra inspirado. Trabajito le ha costado llegar hasta aquí a lo largo de una década de talento e independencia. Ya sitúan al artista en la primera división del rock hispano, indiscutible heredero de Antonio Vega o Enrique Urquijo pero con su particular sello y ninguna gana de quedarse quieto.
Enero 10, Cultura, Diario de Cádiz
"La luna bajo el brazo", una de las piezas más hermosas del nuevo disco de Quique González, habla de El Puerto de Santa María, uno de los rincones de la costa gaditana preferidos por el cantante, no en vano ya ha venido en diversas ocasiones y cuenta con amigos en la ciudad, entre ellos el mismísimo Enrique Bunbury, quien en la última visita del artista madrileño se subió al escenario de Mucho Teatro para compartir con él una arrebatadora versión de "Pequeño rocanrol".
González, que vive una fructífera etapa profesional y se encuentra en plenitud de forma tras registrar su nuevo disco en la meca del country americano, Nashville, inició su gira española en Sevilla, llenando la sala Q, y desde entonces no cesa de cosechar éxitos y parabienes, amén de captar aficionados a cada paso que da. Adorna ahora su repertorio con guiños americanos, que siempre tuvo a bien incluir en sus arreglos, pero con más veras. Algunas piezas emblemáticas tornan sus hechuras, la nueva banda va tomando forma y Quique se muestra inspirado. Trabajito le ha costado llegar hasta aquí a lo largo de una década de talento e independencia. Ya sitúan al artista en la primera división del rock hispano, indiscutible heredero de Antonio Vega o Enrique Urquijo pero con su particular sello y ninguna gana de quedarse quieto.
Enero 10, Cultura, Diario de Cádiz
miércoles, 20 de enero de 2010
Miedo a la libertad
"Ese arte puro y chabacano". Curioso piropo chirigotero. En el Falla se escucha de tó. Ya se sabe que en Cádiz las palabras bailan, así bailan los palabros gaditanos, y sus aparentes significados cantan por martinetes, a golpes y "rempujones". La surreal academia de la lengua gadita lo admite casi todo, y muere por una buena "metánfora", Martínez Ares dixit. Si Martín es el Serrat nuestro de cada día, Aragón parece el Sabina carnavalero, especialista en hermosas paradojas, arte exclusivo, a veces barroco, a veces clarito y transparente.
Bohemios de colores. De primeras, las exuberancias vocales dejan oír algunas perlas de la literatura aragonesa, que viene afilada esta temporada de lluvias. "Con lo chunga que está la vida y la gente callá". La crisis de los cobardes. Y "la tumba en la cuna de la alegría", concurso nacional de canto timbrado, "concurso de letras lloronas", ná más que tragedias en el Falla, que "huele a hospital y no a vino". Entre las melodías encadenadas del pasodoble se asoman ecos del pop de los años sesenta y, a la segunda de cambio, la tragedia, noticia de pescadores secuestrados en Somalia que desemboca en la moraleja del año horrible: "¿A mí quién me libra de todos estos piratas?". No lo dice, lo deja a libre interpretación: usureros que triplican sus bastardos intereses y cobran comisiones por la ayuda a Haití, por ejemplo. Piratas sin pata de palo hay tela, para varios repasodobles. Aragón reflexiona luego sobre una gran verdad, tal vez la clave de la crisis de cobardía de este siglo: "Nadie sabe qué hacer con su libertad", el lujo de la libertad. "El miedo a la libertad nos impide ser libres". Magnífico libro, por cierto de un tal Eric Fromm, un tío que escribía comparsas en los años cuarenta, psicosociología de andar por casa. Ideal para estos tiempos de autoayuda carnavalesca. Abstenerse fanáticos.
Las pioneras no tienen miedo, en cambio, a la hora de cantar a la pobreza, a la ciudad de la sonrisa forzada, tacita de lata, y a usted, "que sigue de espaldas, mirando al puente".
Los taxistas del Canijo bordan la primera carrera de la noche con otro sello personal e inconfundible. Mil imágenes por minuto, más palabras que dibujitos animados y un pasodoble contundente sobre el "cinismo de la deuda histórica" que Zapatiesto quiere pagar en especias, en terrenos, y no en parné cantante y sonante. La chirigota torna el himno andaluz, como hizo Aragón diez años atrás con los Yesterday, y denuncia la Andalucía "libre de mentes inteligentes", "la última mierda", porca miseria, aquí se llevan cosquis doña Teo, Zetapé o Chaves, sin contemplaciones. La comparsa cordobesa habla sin tapujos sobre el cortijo de los rosales socialista, aunque antes, mucho antes, los taxistas juegan con el ingenio genuino. "¿Lo ves? Sevillano tenía que ser". Por cierto, el Canijo no debe tener miedo a la libertad, ni a los maestros de la literatura, ni a los cosquis de la frontera, pues insiste en su guasa con los jerezanos con equis y los afilia a la cofradía del descendimiento. Cuidao con el bumerán. Gorosito, líbranos del mal.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
Bohemios de colores. De primeras, las exuberancias vocales dejan oír algunas perlas de la literatura aragonesa, que viene afilada esta temporada de lluvias. "Con lo chunga que está la vida y la gente callá". La crisis de los cobardes. Y "la tumba en la cuna de la alegría", concurso nacional de canto timbrado, "concurso de letras lloronas", ná más que tragedias en el Falla, que "huele a hospital y no a vino". Entre las melodías encadenadas del pasodoble se asoman ecos del pop de los años sesenta y, a la segunda de cambio, la tragedia, noticia de pescadores secuestrados en Somalia que desemboca en la moraleja del año horrible: "¿A mí quién me libra de todos estos piratas?". No lo dice, lo deja a libre interpretación: usureros que triplican sus bastardos intereses y cobran comisiones por la ayuda a Haití, por ejemplo. Piratas sin pata de palo hay tela, para varios repasodobles. Aragón reflexiona luego sobre una gran verdad, tal vez la clave de la crisis de cobardía de este siglo: "Nadie sabe qué hacer con su libertad", el lujo de la libertad. "El miedo a la libertad nos impide ser libres". Magnífico libro, por cierto de un tal Eric Fromm, un tío que escribía comparsas en los años cuarenta, psicosociología de andar por casa. Ideal para estos tiempos de autoayuda carnavalesca. Abstenerse fanáticos.
Las pioneras no tienen miedo, en cambio, a la hora de cantar a la pobreza, a la ciudad de la sonrisa forzada, tacita de lata, y a usted, "que sigue de espaldas, mirando al puente".
Los taxistas del Canijo bordan la primera carrera de la noche con otro sello personal e inconfundible. Mil imágenes por minuto, más palabras que dibujitos animados y un pasodoble contundente sobre el "cinismo de la deuda histórica" que Zapatiesto quiere pagar en especias, en terrenos, y no en parné cantante y sonante. La chirigota torna el himno andaluz, como hizo Aragón diez años atrás con los Yesterday, y denuncia la Andalucía "libre de mentes inteligentes", "la última mierda", porca miseria, aquí se llevan cosquis doña Teo, Zetapé o Chaves, sin contemplaciones. La comparsa cordobesa habla sin tapujos sobre el cortijo de los rosales socialista, aunque antes, mucho antes, los taxistas juegan con el ingenio genuino. "¿Lo ves? Sevillano tenía que ser". Por cierto, el Canijo no debe tener miedo a la libertad, ni a los maestros de la literatura, ni a los cosquis de la frontera, pues insiste en su guasa con los jerezanos con equis y los afilia a la cofradía del descendimiento. Cuidao con el bumerán. Gorosito, líbranos del mal.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
Monkey Week 365, todo el año haciendo el mono
Todo el año es Monkey Week, la continuidad del festival de música independiente parece garantizada, aunque de forma ambulante durante el año hasta que vuelva a posarse en El Puerto tras el verano. Sus promotores se han aliado con la promotora Giradiscos para escenificar una serie de conciertos en diferentes ciudades andaluzas. El primer MW365 tendrá lugar, por partida doble, en Sevilla y El Puerto de Santa María, los días 21 y 22 de enero.
La sala sevillana Obbio acoge mañana jueves las actuaciones de Lüger, una de las bandas que causaron sensación en la primera edición del Monkeey Week, y The Tractor, grupo hispalense. Y el viernes, en la sala Milwaukee Jazz Club de El Puerto de Santa María ofrecerá el segundo pase de Lüger y la intervención de Perro Peligro, que debutan en el ciclo. Para próximas citas se anuncian a los estadounidenses Little Claw y los hispanobritánicos The Beautiful Taste.
El grupo Lüger rinde pleitesía a la psicodelia, kraut rock y el caos controlado, entre otras influencias o desfases. Dicen que pegan fuerte, directo a las vísceras y a las mentes diminutas. Contundentes y exuberantes, los madrileños practican los viajes interestelares, acaso al estilo Flaming Lips pero con más mala leche.
The Tractor experimentan con el rock industrial obsesivo, sórdido y estridente, con la ayuda de David Fernández de Lagartija Nick en su primer álbum, mientras que Perro Peligro suena a misterio, según destacan con habilidad en las hojas promocionales. Ruido bizarro, rocanrol del sur, curiosa mezcla de músicos caídos de los cielos del rock tradicional, el blues o el flamenco. Ojo, muerden.
La sala sevillana Obbio acoge mañana jueves las actuaciones de Lüger, una de las bandas que causaron sensación en la primera edición del Monkeey Week, y The Tractor, grupo hispalense. Y el viernes, en la sala Milwaukee Jazz Club de El Puerto de Santa María ofrecerá el segundo pase de Lüger y la intervención de Perro Peligro, que debutan en el ciclo. Para próximas citas se anuncian a los estadounidenses Little Claw y los hispanobritánicos The Beautiful Taste.
El grupo Lüger rinde pleitesía a la psicodelia, kraut rock y el caos controlado, entre otras influencias o desfases. Dicen que pegan fuerte, directo a las vísceras y a las mentes diminutas. Contundentes y exuberantes, los madrileños practican los viajes interestelares, acaso al estilo Flaming Lips pero con más mala leche.
The Tractor experimentan con el rock industrial obsesivo, sórdido y estridente, con la ayuda de David Fernández de Lagartija Nick en su primer álbum, mientras que Perro Peligro suena a misterio, según destacan con habilidad en las hojas promocionales. Ruido bizarro, rocanrol del sur, curiosa mezcla de músicos caídos de los cielos del rock tradicional, el blues o el flamenco. Ojo, muerden.
martes, 19 de enero de 2010
Peaje de humildad
Un año entero esperando ... pa desafinar como un cosaco y cantar con faltas de ortografía. Como en cualquier concurso de humor o de relatos breves, los hay buenos, malos, brillantes, cursis, entonados y desabridos. Un poco de caridad, por favor. Una pizca de publicidad nada subliminal, una rubia despampanante, varias letras tartajas, el famoseo, la niña del Tío Pepe, don José antes de la crisis, y el Teobú que ha gripao. Normal. Por agonías. Por Cádiz. Tu formación es tu futuro. Carpe Diem.
Antes, mucho antes, las chirigotas sacaban una perras merced al arte del postulante y a los improvisados homenajes que cantaban al señorito de turno en la fiestecita de marras en el restaurante de junto. Hoy, acaso con menor dignidad, muestran la eme de las hamburguesas de tornillos sin recato, o hacen tipo sobre las siglas de los fenicios que financian los despidos andaluces. Consuma despidos andaluces, ere que ere. Acuda a la singularidad estereotipada en defensa propia. Y cante una oda a los perdedores, es hora de alinearse con los valientes y con los perdedores. Los demás tienen amigos de sobra, la mar de importantes, y se bastan y se sobran, aunque vengan cortitos de repertorio. No es por señalar. No hablamos de los famosos sevillanos, que son aquí menos extraños que algunos siesos indígenas. Bonita cura de humildad chirigotera de quienes han estado años mangando besos y golpes en Cádiz, ya era hora de que devolvieran el favor, a las musas gaditanas de la inspiración, con el candao de la plajaspaña, alguien voló sobre el cuco Del Nido, la guasa del Soto y la retranca moranca. Este año vienen mu pre-parados los de aquí y los de acullá. Sevilla tiene un color espacial si le ponemos pinturitas de Selu y compañía, está bueno eso del contagio mutuo, sin prejuicios, pero sin exagerar. Hay chistes con nombres y apellidos que obtienen el aplauso que se niega a similares pamplinas sin pedigrí. Marichalá anda chungo de compás, lo que gusta una crueldad en el Falla, jeje, por no hablar del peaje de risas que deben apoquinar Kanouté y compañía. En Cádiz gusta mucho Kanouté, qué sabe naide, y el artisteo local y regional, caldo de cultivo de trepillas y paracaidistas. En Cádiz los famosos tienen nombre de copleros, la jartible de la Igartiburu poco tiene que hacer en esta tierra, pues sus beyoncés jamás podrán competir con nuestras buatinés, ni sus carajotes de cartón piedra con los cantautores del carnaval. Martín, el maestro, que es nuestro Serrat particular, comenzó fuerte, ¿ehin?, con un toquetazo a la autoridad, a ese lentísimo ayuntamiento, prueba de que no viene a defender el premio, sino a volcarse en su particular exaltación gaditana, pura pasión que a nadie pertenece y a todos parece justificar.
Está la cosa tan chunga que hasta los emires del Yuyu quieren comprar el Falla, el Cádiz, el Carranza, el Holiday y la Bella Italia. Vamos, Muñoz, vámonos que nos vamos.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de Jesús Marín
Antes, mucho antes, las chirigotas sacaban una perras merced al arte del postulante y a los improvisados homenajes que cantaban al señorito de turno en la fiestecita de marras en el restaurante de junto. Hoy, acaso con menor dignidad, muestran la eme de las hamburguesas de tornillos sin recato, o hacen tipo sobre las siglas de los fenicios que financian los despidos andaluces. Consuma despidos andaluces, ere que ere. Acuda a la singularidad estereotipada en defensa propia. Y cante una oda a los perdedores, es hora de alinearse con los valientes y con los perdedores. Los demás tienen amigos de sobra, la mar de importantes, y se bastan y se sobran, aunque vengan cortitos de repertorio. No es por señalar. No hablamos de los famosos sevillanos, que son aquí menos extraños que algunos siesos indígenas. Bonita cura de humildad chirigotera de quienes han estado años mangando besos y golpes en Cádiz, ya era hora de que devolvieran el favor, a las musas gaditanas de la inspiración, con el candao de la plajaspaña, alguien voló sobre el cuco Del Nido, la guasa del Soto y la retranca moranca. Este año vienen mu pre-parados los de aquí y los de acullá. Sevilla tiene un color espacial si le ponemos pinturitas de Selu y compañía, está bueno eso del contagio mutuo, sin prejuicios, pero sin exagerar. Hay chistes con nombres y apellidos que obtienen el aplauso que se niega a similares pamplinas sin pedigrí. Marichalá anda chungo de compás, lo que gusta una crueldad en el Falla, jeje, por no hablar del peaje de risas que deben apoquinar Kanouté y compañía. En Cádiz gusta mucho Kanouté, qué sabe naide, y el artisteo local y regional, caldo de cultivo de trepillas y paracaidistas. En Cádiz los famosos tienen nombre de copleros, la jartible de la Igartiburu poco tiene que hacer en esta tierra, pues sus beyoncés jamás podrán competir con nuestras buatinés, ni sus carajotes de cartón piedra con los cantautores del carnaval. Martín, el maestro, que es nuestro Serrat particular, comenzó fuerte, ¿ehin?, con un toquetazo a la autoridad, a ese lentísimo ayuntamiento, prueba de que no viene a defender el premio, sino a volcarse en su particular exaltación gaditana, pura pasión que a nadie pertenece y a todos parece justificar.
Está la cosa tan chunga que hasta los emires del Yuyu quieren comprar el Falla, el Cádiz, el Carranza, el Holiday y la Bella Italia. Vamos, Muñoz, vámonos que nos vamos.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de Jesús Marín
Grande de Francia
La Bomba recibe esta noche a un grande de Francia, el cantautor Dominique A, que promete sensaciones fuertes y delicadas, a la par que una asombrosa colección de canciones. El artista galo, que se encuentra de gira por diversos puntos de España, actuará apoyado por un curioso y ecléctico combo, llamado La Avalancha, para presentar su nuevo álbum "La musique", con el que regresa a sus raíces, no en vano ha grabado el flamante repertorio de modo casero e informal. Dominique A, que irrumpió en la escena musical francesa a principios de los años noventa, es adorado en su país y profundamente respetado en Europa, merced a su amalgama de influencias y el modo con que ataca las composiciones, ahora rockero, luego trovador, empleando cajas de ritmos, guitarrazos en su punto justo, tecnología al servicio de la inspiración y un aire sublime, filigranas, recuerdos a grupos emblemáticos que cada aficionado puede adivinar a medida que descubre tamañana caja de sorpresas. Clásico y rompedor a partes iguales, Dominique A destila rock clásico y furioso, folk, blues y hasta Brel, dada su amplia y rica cultura musical y literaria. Sus brillantes letras invitan a perfeccionar idiomas a toda velocidad, esta noche tendrán mucho ganado quienes sepan hablar y escuchar francés con propiedad, pues la propuesta del cantautor encierra palabras y gestos, sonidos y horizontes, muchos detalles en su propia coctelera musical. Desafiando a la rutina y a los mediocres se vive mejor y se canta más libre. Dominique A participa en el ciclo musical organizado por el Vicerrectorado de Extensión Universitaria, que continuará el 28 de febrero con el ex Enemigo Josele Santiago, otro genio sin par.
Enero 10, Cultura, Diario de Cádiz
Enero 10, Cultura, Diario de Cádiz
lunes, 18 de enero de 2010
Con los muertos de Tom Cruyff
La primera impresión es la que canta pasodobles de medida y cuplés de risa floja. Carnavalati secuestrado en la cárcel de Guantánamo, teatro de las vanidades, cuando Cádiz aplica el cuento al mundo y rompe su silencio anual con un "¿Sabes lo que te digo?" Coplas contra, sobre, para el inmovilismo. Algún día se rendirá el capillismo ilustrado y cuadrarán los días, ya está bien de adaptarse al ritmo procesional, que se adapten ellos a los tiempos (¿caerá una letra sobre la conciencia del obispo que compara la baja calidad espiritual con la tragedia de Haití?). Tiempos muertos. Alfabetización digital, dice el concejal. Manda webs. Alfabetización consistorial, ya. Mil enemigos en el Feisbú, cero amigos en el Teobú.
Los paracaidistas sevillanos pegan más saltos que la emisión de Teleteo. Pellizcos en las nubes. Puentin en el tuenti, amor por Cádiz y mucha fe por lo obsceno y escatológico, lo mismo llenan de cardenales a Benedicto Diesisai que hacen caca parriba. A Berlusconi, el de la cara partía, le encajan el rostro antiguo de la BE, me niego a mentar a la ex del torero que dio las campanadas en Telajinco, la que, según una comparsa onubense, mantiene a media España encarajotá. Por los aires salté para caer en el cielo. Qué bonito, hijo. Más duro será el pellejazo.
Todos los años lo mismo, según se mire. No es lo mismo preguntar "por dónde van los tiros" que "por dónde van los toros". Con los muertos tós de Tom Cruyff por la calle Barrié y aledaños. Cuando más se esperaba, primer arrepellón al ridículo jolibudiense. Los marineros del remolcador entonan un hermoso pasodoble mecido por las olas en torno al Cádiz chistoso y gracioso del que se aprovecharon en las teles de medio mundo por mor de los toros de la peli de marras. Pausa pa respirar. Ingenio, rimas, doble sentido, pero la bromita "pudo convertir la ciudad en un reguero de sangre". Una ciudad de cine, qué alucine. Pepe Mata da primero. Lástima el escaso age de los cuplés de muchas comparsas. Hasta el Canijo se luce, se transforma como el niño poseído del cuarteto, mira que asociar campanas con campanario. Pa matarse, oiga. En cambio, las mujeres luchadoras, ya en serio, cantan al cambio en el País Vasco, "por unos cabrones meten a los vascos en el mismo cajón". Cádiz siempre creyó mucho en la Espagna, una, pequeña y más o menos libre.
Ya tenemos temas. Como cada año, hay quien arroja letras a la basura metiéndose con el jurado del año pasado, o los poetas que recurren a niñas asesinadas de anteriores ediciones, pero también se hallan perlas nuevas: toquetazo a Laporta por su ansia de poder nacionalista, guasa con las niñas de Zapatero disfrazadas de las viudas de los bisabuelos y la eterna maldad del cuarteto chungaleta, que descubre a un nuevo personaje histriónico, la gente muere por las rimas presentidas. Viva el powerpoint, el fotoshop y la madre que incubó tantas pamplinas juntas. Concurso multimedia, pronto dejarán de cantar porque (casi) nadie escucha ya. Oye llover. Y no siempre distingue el copiar y pegar. Veinte por ciento de amnesia, llega el Carnaval, llegan las exigencias. El resto del año, a verlas venir.
Pregunta a doña Teo de parte del cuarteto del milenio: "Si Cádiz está llena de obras, ¿cómo se explica que haya más parados?" No confundir con obras paradas. Ni con otros fenómenos extraños: el Xerez en Primera. Cuidao con el cachondeíto que se vuelve en contra. Según se mire, claro. Largo me lo fiáis, Makelele.
Los paracaidistas sevillanos pegan más saltos que la emisión de Teleteo. Pellizcos en las nubes. Puentin en el tuenti, amor por Cádiz y mucha fe por lo obsceno y escatológico, lo mismo llenan de cardenales a Benedicto Diesisai que hacen caca parriba. A Berlusconi, el de la cara partía, le encajan el rostro antiguo de la BE, me niego a mentar a la ex del torero que dio las campanadas en Telajinco, la que, según una comparsa onubense, mantiene a media España encarajotá. Por los aires salté para caer en el cielo. Qué bonito, hijo. Más duro será el pellejazo.
Todos los años lo mismo, según se mire. No es lo mismo preguntar "por dónde van los tiros" que "por dónde van los toros". Con los muertos tós de Tom Cruyff por la calle Barrié y aledaños. Cuando más se esperaba, primer arrepellón al ridículo jolibudiense. Los marineros del remolcador entonan un hermoso pasodoble mecido por las olas en torno al Cádiz chistoso y gracioso del que se aprovecharon en las teles de medio mundo por mor de los toros de la peli de marras. Pausa pa respirar. Ingenio, rimas, doble sentido, pero la bromita "pudo convertir la ciudad en un reguero de sangre". Una ciudad de cine, qué alucine. Pepe Mata da primero. Lástima el escaso age de los cuplés de muchas comparsas. Hasta el Canijo se luce, se transforma como el niño poseído del cuarteto, mira que asociar campanas con campanario. Pa matarse, oiga. En cambio, las mujeres luchadoras, ya en serio, cantan al cambio en el País Vasco, "por unos cabrones meten a los vascos en el mismo cajón". Cádiz siempre creyó mucho en la Espagna, una, pequeña y más o menos libre.
Ya tenemos temas. Como cada año, hay quien arroja letras a la basura metiéndose con el jurado del año pasado, o los poetas que recurren a niñas asesinadas de anteriores ediciones, pero también se hallan perlas nuevas: toquetazo a Laporta por su ansia de poder nacionalista, guasa con las niñas de Zapatero disfrazadas de las viudas de los bisabuelos y la eterna maldad del cuarteto chungaleta, que descubre a un nuevo personaje histriónico, la gente muere por las rimas presentidas. Viva el powerpoint, el fotoshop y la madre que incubó tantas pamplinas juntas. Concurso multimedia, pronto dejarán de cantar porque (casi) nadie escucha ya. Oye llover. Y no siempre distingue el copiar y pegar. Veinte por ciento de amnesia, llega el Carnaval, llegan las exigencias. El resto del año, a verlas venir.
Pregunta a doña Teo de parte del cuarteto del milenio: "Si Cádiz está llena de obras, ¿cómo se explica que haya más parados?" No confundir con obras paradas. Ni con otros fenómenos extraños: el Xerez en Primera. Cuidao con el cachondeíto que se vuelve en contra. Según se mire, claro. Largo me lo fiáis, Makelele.
Enero 10, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de Lourdes de Vicente
sábado, 16 de enero de 2010
Herederos del olvido
"Las locuras de las que un hombre se lamenta más en su vida son aquellas que no ha cometido cuando tuvo la oportunidad". Marlowe dixit, Cádiz toma nota. Los Herederos de 1812 ponen en práctica la máxima y se tiran nueve meses de viaje, 258 días con sus mañanas y sus noches luneras. El viaje. En cifras, 58.000 kilómetros de carretera, dieciocho países, más de cien ciudades, una veintena de parques nacionales, desiertos, selvas, cordilleras, sin lujos asiáticos ni hoteles de cinco estrellas.
La gesta de los Herederos apareció en más de doscientos medios de comunicación. Los representantes gaditanos visitaron veintisiete organizaciones ciudadanas españolas, casas de España, Andalucía y otras comunidades. Entrevistaron a más de cincuenta historiadores e investigadores, convivieron con familias de españoles y naturales de cada país americano, visitaron escuelas, ferias, eventos de todo tipo, impartieron charlas, repartieron folletos explicativos, cambiaron impresiones y desarrollaron encuentros oficiales.
Más de mil carteles de Cádiz y cinco mil folletos. Y un mensaje central: "recuperar la memoria de los diputados americanos que participaron en las Cortes Generales así como los firmantes de la Constitución de 1812". "Apostar por la unidad de los países iberoamericanos", "celebrar los bicentenarios del grito de independencia de diez países hermanos", y difundir Cádiz y La Pepa allende los mares y las fronteras.
La asociación ciudadana de marras está más que convencida de la importancia de los acontecimientos que tuvieron lugar en Cádiz. "Seguiremos aportando cuanto podamos para continuar difundiendo la imagen del Bicentenario, de Cádiz y su provincia, conscientes de que todo ello puede contribuir a su desarrollo global, no sólo desde el punto de vista histórico, sino también económico, social y comercial", indican José Piñeiro y Natalia Botaro.
En la aventura de descubrir y recuperar la memoria de los diputados americanos participantes en la Constitución de 1812, sin duda gente revolucionaria "a quienes nadie ha prestado atención hasta ahora", los Herederos han comprobado errores y olvidos imperdonables. En algunos rincones proclaman que sus Constituciones están basadas en las cartas magnas francesa y norteamericana. Para Piñeiro, que habla clarito y con cierto aire solemne puramente gaditano, diríase que estilo dieciochesco, ni en España ni en América ha sido estudiada, reconocida, ni valorada, a pesar de la impronta que dejó en nuestras culturas comunes, la relevancia de La Pepa. Allá (pronúnciese a lo criollo) se habla tela de la Independencia yanqui y de la Revolución de la tortilla francesa, dicho sea con guasa, pero "no ocurre lo mismo con la revolución liberal española propiciada por las Cortes de Cádiz".
"Casi todos los países americanos, ya independientes, tomaron como modelo La Pepa, aunque ésto prácticamente es desconocido o negado por muchos historiadores", desafían los Herederos, quienes resaltan que países como Perú utilizaron la Constitución gaditana como argumento independentista, y muchos de los diputados que participaron en las Cortes del Doce, de vuelta a sus respectivos países, tuvieron un especial protagonismo en sus procesos independentistas". Piñeiro cita a Ramos Arizpe, Gordoa Barrios, Gurudi Alcocer, Cárdenas, Larrazábal, Florencio del Castillo, Joaquín Olmedo, Vicente Morales o Fernando de Leiva. "Muchos de ellos han sido reconocidos en sus lugares de origen, pero no precisamente por su participación en las Cortes de 1812". Increíble, pero cierto.
Así las cosas, los Herederos, gente tenaz y resistente, consideran que "se trata de una oportunidad histórica de situar a Cádiz y España a la cabeza de la historia del constitucionalismo mundial, cuestión que debe ser reconocida en Hispanoamérica. No podemos cambiar la versión histórica que se conoce y estudia en Iberoamérica de la noche a la mañana, pero sí tenemos la obligación de aclarar conceptos trasnochados". Por ejemplo, "que aún hoy se reclame de España una supuesta deuda histórica". Es el momento, abundan, "para cambiar cierta imagen peyorativa de España que aún persiste en sectores de la sociedad americana". Los Herederos no lo dicen, pero se sabe que en Iberoamérica asocian el nuevo colonialismo, y las conquistas un tanto brutas de territorios y personas, con las malas artes de ciertas multinacionales hispanas, especialmente relacionadas con la telefonía, la banca y la construcción. En fin. Mejor no mentar la bicha.
Aquellos diputados defendieron los derechos de los indígenas, cuando se estilaban otro tipo de expedientes de regulación y se aliviaban las plantillas humanas de otra manera.
El único monumento a las Cortes de Cádiz que hallaron los Herederos se ubica en San Agustín de la Florida, Estados Unidos. Con lo bonita que es La Pepa.
Tras recordar que durante el proceso independentista americano, "que se puede interpretar como una guerra civil entre la élite peninsular y la élite criolla, pelearon españoles, criollos e indígenas en ambos bandos", el colectivo gaditano asegura que cuenta con el apoyo de numerosas instituciones e historiadores americanos dispuestos a trabajar en estos temas, entre los que sobresale el Centro de Documentación Histórica de la Cámara de Diputados de México, quienes quieren saber todo acerca de los diputados mexicanos". Piñeiro cita multitud de entidades suramericanas.
"Cádiz, a pesar de su papel relevante, es una gran desconocida en América, los libros de texto escolares no se refieren a La Pepa, y en los universitarios ocupa sólo unas líneas". Todo lo contrario que las Constituciones de EE.UU. y Francia. Quizá los rencores històricos hayan influido sobremanera. En idéntico lugar del olvido se sitúan los indígenas americanos
Los Herederos consideran fundamental la ayuda del diputado socialista Rafael Román a través de Rafael Chaves, enlace diplomático del Bicentenario con Iberoamérica, y han contado también con el apoyo de la Asociación de la Prensa.
Tras las luces, las sombras que han encontrado los Herederos, que resaltan "la dispersión de las acciones que se disputan Ayuntamiento de Cádiz, San Fernando, Diputación, Junta y el mismo Estado, que ha creado dos organismos paralelos, no logra establecer una estrategia común que imprima mayor empuje al Bicentenario". Asimismo, piensan que "gran parte de los recursos humanos y materiales son adquiridos fuera de Cádiz, disminuyendo las posibilidades de creación de riqueza y de oportunidades en el ámbito gaditano".
Ni que decir tiene que el colectivo en cuestión lamenta que los estamentos políticos y técnicos del Bicentenario "no consiguen transmitir a la ciudadanía la ilusión y la complicidad necesarias para el éxito de este evento". Y critican la escasas internacionalización del proyecto. "Se están inclinando por una celebración populista, que no popular, repleta de eventos elitistas". Ahí quedó.
Los Herederos comenzaron a investigar sobre los 64 diputados americanos del Doce a finales de 2006, con la participación de José María García León. Entidad independiente sin ánimo de lucro, que a nadie debe favores ni subvenciones,
Los Herederos se han hecho con los derechos del cartel Cádiz 2012, creado por Jesús Rubio, en el que conviven la visión artística de la ciudad con los futuros proyectos urbanísticos: el pasado con las quimeras, la historia con la polémica, la realidad y la presunta ficción, ese Cádiz oé.
En unos días, los Herederos, que han alcanzado un acuerdo con la gencia Efe para difundir sus proyectos, presentarán una nueva revista digital ciudadana, www.12noticias.com, sin menoscabo de los portales de facebook, que cuentan con más de 3.400 y 1.400 amigos, respectivamente.
Los Herederos, que no se consideran profetas en su tierra precisamente, insisten en promover la investigación de la tarea de los diputados americanos, crear la caravana Ruta de la Constitución de 1812 que recorra España en misión de difusión, aprovechar las nuevas tecnologías, poner en marcha un concurso ambientado en los siglos XVII y XVIII al estilo "reality show", instituir un premio de periodismo hispanoamericano y participar en la próxima caravana organizada por Chile, que ya celebra su Bicentenario, sin que en Cádiz nos hayamos enterado. Los hay como las chirigotas del Selu: los enteraos y los que no se enteran.
Enero 10, Cádiz 2012, Diario de Cádiz
La gesta de los Herederos apareció en más de doscientos medios de comunicación. Los representantes gaditanos visitaron veintisiete organizaciones ciudadanas españolas, casas de España, Andalucía y otras comunidades. Entrevistaron a más de cincuenta historiadores e investigadores, convivieron con familias de españoles y naturales de cada país americano, visitaron escuelas, ferias, eventos de todo tipo, impartieron charlas, repartieron folletos explicativos, cambiaron impresiones y desarrollaron encuentros oficiales.
Más de mil carteles de Cádiz y cinco mil folletos. Y un mensaje central: "recuperar la memoria de los diputados americanos que participaron en las Cortes Generales así como los firmantes de la Constitución de 1812". "Apostar por la unidad de los países iberoamericanos", "celebrar los bicentenarios del grito de independencia de diez países hermanos", y difundir Cádiz y La Pepa allende los mares y las fronteras.
La asociación ciudadana de marras está más que convencida de la importancia de los acontecimientos que tuvieron lugar en Cádiz. "Seguiremos aportando cuanto podamos para continuar difundiendo la imagen del Bicentenario, de Cádiz y su provincia, conscientes de que todo ello puede contribuir a su desarrollo global, no sólo desde el punto de vista histórico, sino también económico, social y comercial", indican José Piñeiro y Natalia Botaro.
En la aventura de descubrir y recuperar la memoria de los diputados americanos participantes en la Constitución de 1812, sin duda gente revolucionaria "a quienes nadie ha prestado atención hasta ahora", los Herederos han comprobado errores y olvidos imperdonables. En algunos rincones proclaman que sus Constituciones están basadas en las cartas magnas francesa y norteamericana. Para Piñeiro, que habla clarito y con cierto aire solemne puramente gaditano, diríase que estilo dieciochesco, ni en España ni en América ha sido estudiada, reconocida, ni valorada, a pesar de la impronta que dejó en nuestras culturas comunes, la relevancia de La Pepa. Allá (pronúnciese a lo criollo) se habla tela de la Independencia yanqui y de la Revolución de la tortilla francesa, dicho sea con guasa, pero "no ocurre lo mismo con la revolución liberal española propiciada por las Cortes de Cádiz".
"Casi todos los países americanos, ya independientes, tomaron como modelo La Pepa, aunque ésto prácticamente es desconocido o negado por muchos historiadores", desafían los Herederos, quienes resaltan que países como Perú utilizaron la Constitución gaditana como argumento independentista, y muchos de los diputados que participaron en las Cortes del Doce, de vuelta a sus respectivos países, tuvieron un especial protagonismo en sus procesos independentistas". Piñeiro cita a Ramos Arizpe, Gordoa Barrios, Gurudi Alcocer, Cárdenas, Larrazábal, Florencio del Castillo, Joaquín Olmedo, Vicente Morales o Fernando de Leiva. "Muchos de ellos han sido reconocidos en sus lugares de origen, pero no precisamente por su participación en las Cortes de 1812". Increíble, pero cierto.
Así las cosas, los Herederos, gente tenaz y resistente, consideran que "se trata de una oportunidad histórica de situar a Cádiz y España a la cabeza de la historia del constitucionalismo mundial, cuestión que debe ser reconocida en Hispanoamérica. No podemos cambiar la versión histórica que se conoce y estudia en Iberoamérica de la noche a la mañana, pero sí tenemos la obligación de aclarar conceptos trasnochados". Por ejemplo, "que aún hoy se reclame de España una supuesta deuda histórica". Es el momento, abundan, "para cambiar cierta imagen peyorativa de España que aún persiste en sectores de la sociedad americana". Los Herederos no lo dicen, pero se sabe que en Iberoamérica asocian el nuevo colonialismo, y las conquistas un tanto brutas de territorios y personas, con las malas artes de ciertas multinacionales hispanas, especialmente relacionadas con la telefonía, la banca y la construcción. En fin. Mejor no mentar la bicha.
Aquellos diputados defendieron los derechos de los indígenas, cuando se estilaban otro tipo de expedientes de regulación y se aliviaban las plantillas humanas de otra manera.
El único monumento a las Cortes de Cádiz que hallaron los Herederos se ubica en San Agustín de la Florida, Estados Unidos. Con lo bonita que es La Pepa.
Tras recordar que durante el proceso independentista americano, "que se puede interpretar como una guerra civil entre la élite peninsular y la élite criolla, pelearon españoles, criollos e indígenas en ambos bandos", el colectivo gaditano asegura que cuenta con el apoyo de numerosas instituciones e historiadores americanos dispuestos a trabajar en estos temas, entre los que sobresale el Centro de Documentación Histórica de la Cámara de Diputados de México, quienes quieren saber todo acerca de los diputados mexicanos". Piñeiro cita multitud de entidades suramericanas.
"Cádiz, a pesar de su papel relevante, es una gran desconocida en América, los libros de texto escolares no se refieren a La Pepa, y en los universitarios ocupa sólo unas líneas". Todo lo contrario que las Constituciones de EE.UU. y Francia. Quizá los rencores històricos hayan influido sobremanera. En idéntico lugar del olvido se sitúan los indígenas americanos
Los Herederos consideran fundamental la ayuda del diputado socialista Rafael Román a través de Rafael Chaves, enlace diplomático del Bicentenario con Iberoamérica, y han contado también con el apoyo de la Asociación de la Prensa.
Tras las luces, las sombras que han encontrado los Herederos, que resaltan "la dispersión de las acciones que se disputan Ayuntamiento de Cádiz, San Fernando, Diputación, Junta y el mismo Estado, que ha creado dos organismos paralelos, no logra establecer una estrategia común que imprima mayor empuje al Bicentenario". Asimismo, piensan que "gran parte de los recursos humanos y materiales son adquiridos fuera de Cádiz, disminuyendo las posibilidades de creación de riqueza y de oportunidades en el ámbito gaditano".
Ni que decir tiene que el colectivo en cuestión lamenta que los estamentos políticos y técnicos del Bicentenario "no consiguen transmitir a la ciudadanía la ilusión y la complicidad necesarias para el éxito de este evento". Y critican la escasas internacionalización del proyecto. "Se están inclinando por una celebración populista, que no popular, repleta de eventos elitistas". Ahí quedó.
Los Herederos comenzaron a investigar sobre los 64 diputados americanos del Doce a finales de 2006, con la participación de José María García León. Entidad independiente sin ánimo de lucro, que a nadie debe favores ni subvenciones,
Los Herederos se han hecho con los derechos del cartel Cádiz 2012, creado por Jesús Rubio, en el que conviven la visión artística de la ciudad con los futuros proyectos urbanísticos: el pasado con las quimeras, la historia con la polémica, la realidad y la presunta ficción, ese Cádiz oé.
En unos días, los Herederos, que han alcanzado un acuerdo con la gencia Efe para difundir sus proyectos, presentarán una nueva revista digital ciudadana, www.12noticias.com, sin menoscabo de los portales de facebook, que cuentan con más de 3.400 y 1.400 amigos, respectivamente.
Los Herederos, que no se consideran profetas en su tierra precisamente, insisten en promover la investigación de la tarea de los diputados americanos, crear la caravana Ruta de la Constitución de 1812 que recorra España en misión de difusión, aprovechar las nuevas tecnologías, poner en marcha un concurso ambientado en los siglos XVII y XVIII al estilo "reality show", instituir un premio de periodismo hispanoamericano y participar en la próxima caravana organizada por Chile, que ya celebra su Bicentenario, sin que en Cádiz nos hayamos enterado. Los hay como las chirigotas del Selu: los enteraos y los que no se enteran.
Enero 10, Cádiz 2012, Diario de Cádiz
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