sábado, 30 de enero de 2010

La nueva vida de Kool

Hoy comienza la nueva vida de Kool. La banda gaditana, que presenta su primer disco, "Detrás del cristal", en la Central Lechera, piensa tocar esta noche la mitad de su futuro inmediato, a sabiendas de que el tiempo canta por sí solo. Sonarán los diez temas incluidos en el álbum, y trabajados durante más de tres años en estudio y en ardiente directo, más cinco canciones del siguiente paso. Algunas de las piezas que han hallado formato físico tras el acuerdo alcanzado por el grupo con la prestigiosa compañía hispanomejicana Yanes & Management sólo esperan dueños accidentales, pues arrastran dos continentes, tres ciudades y un montón de meses de gestación. El guitarrista José Simonet las pergreñó en Seattle, Estados Unidos; las retomó en Madrid, durante sus estudios en la escuela de rock 21st Century Music, y las remató en Cádiz. El disco, la carrera, las ilusiones del grupo gaditano giran ahora como el destino y emprenden el vuelo opuesto, de acuerdo con el plan de promoción que persigue altas cotas.
Como profesor de Lengua y Literatura, el músico gaditano se resiste a explicar las canciones, como no podía ser de otra manera, y se remite a la percepción del oyente y a ciertas claves que juegan en el libreto del disco con la anatomía del corazón, dibujos e ilustraciones más o menos fraternales y la rodaja de música que muestra un "disco a la antigua usanza, entendido como álbum conceptual y no como una mera sucesión de archivos".
La nueva vida de Kool parte mañana. La gira continuará por Madrid y Barcelona, aunque los Kool no olvidarán su cita especial con Gibraltar, la roca de sus complicidades. Antes, el conjunto gaditano pretende afianzar los lazos de unión con su afición local, en la paradójica tierra donde "la cultura musical es muy amplia, pese a los sambenitos del Carnaval o el flamenco". Más que condicionantes, Simonet, que lleva media vida enrolado en grupos eléctricos, el rock sufre la falta de apoyo de las administraciones que, en cambio, se desviven por otras especialidades. "Todos o ninguno". "Quizá el rock sea menos popular en Cádiz, pero de ahí a decir que es minoritario parece muy discutible", subraya Simonet, que habla sobre sus vivencias en los Usa, donde conoció a grandes músicos como el hermano de Jimi Hendrix o Arlo Guthrie: "América es libertaria, en el sentido más estricto, pues el Estado apenas tiene poder sobre el individuo".
Simonet y los suyos atisban horizontes cercanos. El guitarrista recuerda las lágrimas de emoción de la vocalista Verónica Díaz al registrar una de las piezas del disco. La versátil cantante gaditana enriquece el repertorio de Kool con su fuerza y matices, una paleta de colores muy interesante y atractiva, pasión a raudales, rock con aristas y la mirada "Detrás del cristal". A propósito de horizontes, los músicos sacan partido a la apertura de Cádiz, frente a la claustrofobia de otras ciudades, pese a los tópicos del plus ultra y del más allá. Kool encuentra espacio vital suficiente, lo mismo que navega a gusto entre el rock clásico, el hard rock, la psicodelia o los ramalazos sureños de su álbum, que cobra vida en directo merced a Javier de la Rosa, en la mesa de sonido, y Nono Canto en el "backline". "Maldita bendición de música y arte, bendita maldición" de discos como viajes y periplos infinitos, silencios, sueños y delirios, humo y esperanza, días extraños en la ciudad de la luz y de las sombras.
 
Enero 10, Cultura, Diario de Cádiz

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