Grandes ladrones. Los reyes del Ipc, qué majos ellos. Segundo año de atraco a estadística armada, mínimos históricos, las más altas cotas de la desvergüenza, carbón pa los cabrones de la economía globalisá. No hace falta entender de números: al comienzo del año, subidón a los recibos de la luz, el transporte, el agua, no por Dios, más agua no; luego el tabaco, la cerveza, por no hablar de la gasoofa, que baja pero sube, como los caballitos de mar. Y a partir de mediados de ejercicio, con tal de evitar que los trabajadores ganen más, leves toques al Ipc hasta dejarlo en ná, casualmente, con las doce uvas. El timo de la estampita oficial, la mejor manera de engañar y robar a los contribuyentes con cifras en la mano, que nos den a todos por el año nuevo. La piba del telediario no puede disimular, ni ella misma se cree lo que dice. El robo del siglo, segunda parte. Ahora aparecen los politiquillos, Felipe viene de vender sus joyas, Solbes se ha hesho insolvente, el Montoro se ha afeitado las orejas y emplea la táctica del ventilador, parece que se alegra del mal ajeno, ojalá les toque a todos un buen mojón en el roscón de reyes. Los diarios nada dicen de tal escándalo. ¡A por ellos! Niñatos del mundo, a caramelazo limpio, ahora o nunca. Cuidaíto, que los caramelos está caducaos.
martes, 5 de enero de 2010
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