Siempre me han gustado las frases cortas, los cortes de fresa y vainilla, las prórrogas y los penaltis. También me mola cambiar de estilo, con tal de dar por saco, y decepcionar cada mañana a un mandamás del algoritmo veleidoso. A continuación voy a transcribir una columna que escribí el 16 del 8 del 99, el siglo pasado. Como quiera que la tecnología nos obligó un día a los plumillas a ajustarnos a la maqueta, algo realmente odioso las tardes de inspiración pero salvador en los días cenicientos, apuré al máximo mi querencia a las frases cortas. No estoy demasiado orgulloso pero tampoco reniego de ello. He cometido delitos peores por ventura ya prescritos, así que echo mano a algunos escritos antiguos para regodearme en los veranos imposibles y el tiempo quieto. Ahí va.
Cuando llegue el euro nos la van a dar mortal. Tras varios años de fantasías de cartón piedra y de consumo ficticio, los fenicios de siempre preparan el asalto a nuestros bolsillos. Quillo, quillo, que te pillo.
Fulanito es capaz de subir el butano con las dos manos con tal de que no le endiñen el IPC, que no es el nombre de un péntium, qué va, sino la gracias de los megasiesos que se lo llevan calentito un día sí y otro también. España va bien y el butano sube dos veces al mes. Y lo que te rondaré, morena.
Cuando llegue el euro los salteadores de caminos y especuladores del cielo dejarán de perdonarnos la vida. Ya no invertirán en cochazos, ni en magníficas urbanizaciones, qué alegría, qué alboroto, visite nuestro piso piloto. Ahora, al blanqueo lo vinculan al adecentamiento de fachadas. Poquita vergüenza, qué arte más grande.
Fulanito, aprovecha. Carpe diem. Aprivisiónate de gasofa, de cartones de mal boro, de papas con lula y de paciencia, porque en un momento dado va a aparecer San Roque con su perro sin rabo y va a formar el jubileo, así que vive el prejubileo y cuidadín con la marea de Santiago. Llegan días aciagos. Será el eclipse, que ha dejado ciego a más uno. Apocalipsis prefabricado.
¿Y Piqué? Va a celebrar el prejubileo prejubilando a todo quisque. Qué ilusión. Bajas incentivadas. Puertas subvencionadas. Rotos y descosidos. Convergencia y capón. La gaviota sobrevuela con cara de cordero degollado. Abanibí quiere decir "te quiero, amor".
Ahí quedó. Comentario de texto: gobernaba Aznar, el simpático, coaligado de aquella manera con Pujol, que no era un defensa central. Piqué tampoco. Piqué era el ministro de Economía y Contratos Basura. Fulanito respondía al nombre de un personaje al que di vidilla durante una temporada para decir tonterías variadas. "España va bien", el latiguillo que empleaba Aznar en los albores del ladrillazo y a las puertas de una de tantas crisis o estafas inmobiliarias, fue emulado por la chirigota de los Guatifó al compás de "España va bene per cápita de pene". De aquellos barros estos lodos, y vicerveza.
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