jueves, 10 de julio de 2025

El penúltimo concierto de Freddy Mercury: Queen en Marbella, verano del 86

 


Histriónico, algo cansado, pero carismático y pinturero se mostró Freddy Mercury el 5 de agosto de 1986 en Marbella. El menda lerenda asistió al penúltimo concierto de la formación original de Queen, y al día siguiente escribió una extensa crónica. Queen llenó a rebosar el estadio municipal de la localidad malagueña. Las 26.000 personas que apoquinaron 2.500 pesetas por el ticket sellaron una recaudación total de 65 millones de pesetas, 38 millones de beneficio. La nefasta organización del festival, alertada por la alta tensión que se vivió a las afueras del recinto, impidió que la gente sin entrada se colase por la cara, a las bravas, a pique de un repique, y lo hizo de aquella manera: cerraron todos los accesos con enormes candados, todos menos uno, destinado a la salida del público. La Policía evitó un desastre cortando con tenazas los candados. Una cosa tremenda. Ya metidos en harina, los matones de la organización no se anduvieron con chiquitas en las inmediaciones del escenario y llegaron a retirar amablemente a los fotógrafos acreditados, tras la segunda canción, esgrimiendo enormes barras de hierro. Herederos cutres de los angelitos del infierno, sin duda. 

   Mercury sólo volvió a cantar con Queen cuatro días después, el 9 de agosto, en el festival de Knebworth, rubricando así los rumores de separación de la banda. Uniformado con casaca y pantalones blancos, Freddy estuvo inmenso, aun cuando sufrió diversos problemas de sonido y cantó tal vez en un tono más bajo, lo cual no restó brillantez al concierto, ante una muchedumbre rendida de antemano. Muchos ingleses, en especial llegados de Gibraltar. El concierto completo, 108 minutos de rock and roll, se puede escuchar completo en YouTube. 

    A las tantas de la mañana, la banda británica celebró un festín por todo lo alto en la discoteca marbellí Jimmy's, que fue cerrada para tal ocasión a cambio de un millón de pesetas, según publicó la prensa local. La crónica de este plumilla, que se hizo eco de las luces y sombras del concierto, integrado en la gira de promoción del disco "A kind of magic", que no se distinguió precisamente por ser uno de los mejores trabajos de la carrera de Queen, en el suplemento de televisión y variedad del viejo rotativo gaditano.

   Al verano siguiente, el mismo estadio de Marbella acogió otros recitales multitudinarios como los de Genesis, ya sin Peter Gabriel, obviamente, y Tina Turner. Genesis inició en la Costa del Sol su gira europea del 87, por cierto, y ofreció una nutrida rueda de prensa en un conocido hotel. Algún reconocido periodista de cuyo nombre no quiero acordarme provocó al grupo. Primero preguntó por qué inauguraban el tour en un lugar tan tercermundista y luego ironizó sobre el aspecto físico de Phil Collins. "Eso me lo dice usted en la calle", retó Collins al impertinente crítico. En esos tiempos los que escribíamos de música nos creíamos muy listos. La realidad, a la postre, nos bajó los humos.


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