jueves, 24 de diciembre de 2009

Adiós a Jesús Gargallo



Adiós a un obrero, sindicalista y político que luchó por el trabajo de Cádiz y que participó decisivamente en la salvación de los astilleros gaditanos. Jesús Gargallo, un hombre honesto e independiente, dialogante y sincero, solidario y firme defensor de los derechos de los trabajadores, se fue demasiado pronto, a los 55 años, dejando una estela imborrable. Miles de recuerdos, esas fotos arrojadas a la mesa del ministro, las imágenes de la sede socialista en llamas, los cortes del puente, el grito unánime de ¡Astilleros no se cierra! que adoptó toda la ciudad, el conocimiento de causa y la libertad. Gargallo facilitó a este plumilla un reportaje inolvidable, juntó a dos veteranos obreros de astilleros para asistir al estreno de Los Lunes al Sol, fue una experiencia memorable, cada escena de la película encontraba un comentario certero, la historia del astillero ficticio derivó en parecidos episodios de la factoría gaditana, fue muy emocionante. Gargallo trabajó en la sombra y no quiso aparecer en el artículo. Otras veces, en cambio, daba la cara, y firmaba con nombre y apellidos graves denuncias sobre la situación de la empresa, con pruebas, nunca mintió, ni dio su brazo a torcer. Y encabezó reivindicaciones hasta las últimas consecuencias, sin él estaríamos ahora maldiciendo la suerte industrial que ha ido variando de rumbo una reconversión tras otra, la reconversión jamás ejecutada, la sentencia a seguir viviendo, el miedo al futuro y la de-cadencia del tiempo y del viento.
Jesús no se ha marchado, sus cenizas permanecen acostadas junto al árbol que plantaron ayer, en su memoria, sus compañeros de astillero. Siempre presente.
Dejo un par de enlaces

http://www.diariodecadiz.es/article/cadiz/590851/fallece/jesus/gargallo/referente/la/lucha/por/los/astilleros.html

1 comentarios:

Poeta Carlos Gargallo dijo...

Hola, he llegado hasta aquí, recordando nombres de mi familia ya desaparecidos. Me encuentro con este sentido homenaje a mi primo Jesús y, desde aquí, en la lejanía que separa Murcia y Cádiz, mis lágrimas afloran como un niño cuando se siente perdido. Gracias, gracias queridos amigos por este homenaje a un hombre bueno, luchador por los demás y para los demás, mil abrazos.