San Fernando tiene los días contados. "Vamos con el turbo puesto", ilustra el atareado gerente de la oficina del Diez, el historiador José Quintero González, que se las sabe todas, claro. A las cero horas del uno de enero de 2010, La Isla dará la campanada, las diez o doce uvas de la fortuna, en vil competencia con el portal de Belén, ética versus estética, la historia contra la mentira, la cultura frente al espectáculo, el buen gusto ante el cutrerío, La Isla del asedio al sentido común y el Gobierno de la alegría. San Fernando será la primera ciudad no capital de Andalucía en dar la campanada en Canal Sur, y abrirá el trascendental Diez desde el preciso lugar donde si mide la hora oficial de España, el Real Observatorio. Las horas contadas, ya está aquí el futuro. Y días después, el Juan Sebastián Elcano partirá desde La Carraca rumbo a las Américas. Quintero espera que el Diez, y el Doce, y el Trece, sean el punto de partida.
Llegan los miembros de la Junta Central huyendo de Sevilla, ante la inminente aparición de las tropas de Napoleón. Un 27 de enero de 1810, con Jovellanos y un poco desprestigiados, los diputados crean la Junta de Regencia y entran en escena las fuerzas del duque de Alburquerque, llega el ejército de Extremadura, se producen los combates del Portazgo, los franceses ponen nombre al pinar chiclanero y en la Bahía comienza a hablarse ya del Segundo Puente, de Camarón de la Isla y de Mágico González. "Aquí empezó todo", remarca Quintero, que lleva un año y medio en el cargo de gerente de la Oficina de San Fernando 201o, cuando España era una Isla. Dos años, con uno de intermedio, para celebrar el Bicentenario de los dos años y tres meses de resistencia contra el invasor.
"El Diez será un evento para toda la Bahía, para todo el país, de hecho invitamos a todos a que participen y se impliquen en la tarea. Por fortuna, la alcaldesa de Cádiz cada vez que tiene ocasión dice que La Pepa es de todos, se lo agradecemos y reconocemos, no conviene que vayamos cada uno por nuestro lado, no tendría sentido", señala Quintero. No obstante, el gestor y educador remarca que a San Fernando no se le ha dado su sitio. No sólo en las esferas políticas, que ahora caminan por la vereda del aparente entendimiento, sino por parte de los historiadores. "San Fernando es la gran desconocida en la Guerra de la Independencia y en todo el proceso de Las Cortes", y pone énfasis en la paradoja: "Las únicas Cortes que no se denominan según el lugar donde se constituyeron fue San Fernando, pues ahí están Valladolid, Toro, Madrid, además de concilios, congresos, tratados y otros acontecmientos históricos. Todos menos las Cortes de 1810, las Cortes de La Isla de León". Guiños de la historia, cobazos de ayer y de hoy, como la primera derrota de Napoleón, que no sucedió en Bailén, sino "un mes antes, aquí delante", señala en la imaginaria línea del cielo y la tierra.
El Diez servirá para aclarar ideas, refrescar la memoria, difundir hitos como la oficialización de la revolución liberal, los principios básicos de la soberanía nacional, la separación de poderes, la igualdad entre diputados españoles y americanos, por no hablar de la libertad de imprenta. Todo ello, en San Fernando. Hay pelos y señales, documentos y testimonios, hasta que el 9 de diciembre del Diez se aprueba redactar una nueva Constitución, La Pepa para los amigos. "Aquí, por vez primera en la historia de la humanidad, se sientan en las Cortes los diputados de las antiguas colonias con los de la metrópoli, se reconoce como ciudadanos a los indígenas, no sólo a los criollos, y se dio luz verde a la representatividad, de tal guisa que españoles y americanos gozaban de igualdad de proporción".
En el Convento de la Enseñanza funcionaba el primer Gobierno democrático, salvando las distancias y si se puede llamar democracia a todo este invento. La Isla lo tiene claro: "Centramos la conmemoración en el parlamentarismo, mientras que Cádiz lo hace en lo Constitucional". "Ya lo dijo José Bono en su último discurso: aquí nació el parlamentarismo moderno. Bono se considera el 144 presidente del Congreso, contando a partir de Lázaro Dou.
Así las cosas, fijados los antecedentes, que hoy en día son menos conocidos que la plantilla de cualquier equipo europeo de chapas o los pormenores del último chismorreo, La Isla le echa imaginación y trabajo a estos momentos de crisis, dichosa crisis que "debe servir de acicate para presentar una gran programación" de cara al inminente Diez. Quintero avisa a navegantes que "habrá absoluta lealtad institucional", ya veremos qué pasa en las fotos, y se muestra orgulloso del Año del Parlamento, que permitirá la presencia del Congreso de los Diputados, y quizá del Senado, así como encuentros de los presidentes autonómicos, el Día de la Provincia, sesiones del Parlamento Andaluz y altos de gran alcance organizados por la Universidad. No olvidemos la reunión de las academias españolas, ocho reales academias se darán cita en La Isla.
En cuanto a las infraestructuras, oh, lala, la madre del cordero, Quintero cita el Centro de Congresos y Exposiciones, el Parque de la Historia del Mar, el Centro de Interpretación Parlamentaria, "que será un atractivo turístico de primer orden junto al Centro de Estudios Constitucionales de Cádiz", la calle Real con sus nuevos avíos y las diferentes rehabilitaciones, en especial la Compañía de María, que recreará la Regencia, o la Iglesia Mayor, donde los diputados juraron sus cargos, el Castillo de San Romualdo, nada que ver con el célebre popurrí playero, y una original ruta de defensas isleñas. Como se dice ahora, se trata de "poner en valor toda la riqueza patrimonial de la tierra al servicio del conocimiento y también del turismo". Admítanse tópicos como "valor añadido", "elemento dinamizador", "motor cultural" o "la leche en vinagre", con perdón.
Quintero tampoco olvida el campeonato de atletismo iberoamericano y, ya en materia cultural, las exposiciones históricas que ejercerán un gran impacto en los visitantes, así como congresos internacionales variados (históricos, vecinales, médicos, laborales). "Queremos llegar a todo el mundo, con un programa que no caiga en la monotonía. No en vano, el objetivo es preparar la ciudad de cara al futuro. Si no somos capaces, estariamos haciendo algo demasiado efímero".
Los eventos sociales y populares, no menos importantes, brindarán alegrías como la Gran Fiesta Cívica o la Cabalgata Temática del verano, por no mencionar la Procesión Magna, la Semana del Mar, espectáculos flamencos aún por cerrar, un Musical centrado en el Diez, conciertos de notable relevancia y mucho más.
Tras desgranar los diez mandamientos del Diez, Quintero vaticina más. Aún queda más. El Trece. Siempre nos quedará el Trece. Después del Doce. Inmediatamente después del apocalipsis maya y del año más esdrújulo del planeta Cádiz, La Isla volverá a la carga, porque en el Trece Las Cortes volvieron a San Fernando, y allí permanecieron durante cerca de tres meses. Y en San Fernando juró el primer Tribunal Supremo, el 13 de junio del 13, toquen madera. Quintero cree que de aquí hasta entonces "la ciudadanía debe implicarse, cada uno a su manera, en unas fechas tan trascendentales para el futuro. Si lo logramos, en poco tiempo seremos un centro turístico de primera magnitud: turismo educativo, congresual, cultural, ecológico ... Cuando comencemos a creer en la realidad que tenemos, estaremos sembrando el futuro".
Diciembre 09, Cádiz 2012, Diario de Cádiz
sábado, 19 de diciembre de 2009
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2 comentarios:
Gracias, Enrique... los que trabajan para el 2010 se merecen de vez en cuando unas palabras como las tuyas.
gracias, Milano. Mucha gente trabaja en la sombra para que todo salga bien, se trata de dar luz y sombra al cuadro, de aquí al Diez y al Doce entre todos podemos hacer algo interesante, incluso las críticas hacen fuerza y animan a mejorar, y La Isla merece la atención desde ya, todo empezó en La Isla, como dice Quintero. Nos esperan unos años al menos muy entretenidos, vamos a disfrutarlos, salud !!
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