La grúa municipal está desatada estos días. Va a por todas. Está la cosa muy mal. La revancha de Seisdedos. Crimen y castigo. El que la hace la paga (demasiado para el cuerpo y la cartera), y quien apenas tiene, menos tiene que perder. Dos de la mañana. Una pareja de visitantes, desnortados por la luz cegadora de Cádiz y la noche de tapitas, camina azorada hacia ninguna parte, la Jefatura de la Policía Local, el depósito de vehículos trincados in fraganti donde sea con tal de recuperar el bólido. El ponientazo despeina su paciencia. Habían dejado el "rent a car" en lugar prohibido, junto al parque Genovés. Hay que ser sangangui, aparcaron a la vera del mar, a un paso de Santa Bárbara. Y por ahorrarse tres euros deben limpiar ahora los platos de la Tacita: 83 euros por la simpática grúa, 150 euros por el multazo. Un dinero. Vaya viaje. No está la economía para tales sablazos. Puñalada trapera. Nunca más. La próxima vez, en bici o un ratito a pie y otro caminando. Los turistas apoquinaron, pero en la ciudad de la ayuda familiar y el chapú no todo el mundo está en condiciones de costear menudo dispendio.
Ni que decir tiene que la recogida, la de los visitantes y la del coche, se convierte en aventura. De primeras, marcan el 092 en el móvil y sale la Poli de Rota, que además es bilíngüe, y mandan a los gachós a un rincón invisible. Luego encuentran Cádiz en las ondas, esto es Cádiz y aquí hay que pagar, y los guardias no se aclaran tampoco: Campo del Sur en extranjero no es tan fácil de explicar, ¿cuál es el depósito del South Country? Al final llegan con la lengua fuera al siniestro lugar subterráneo donde su cochecito llora ya de pena. Pocas facilidades para todo, eso sí, menos para pagar, ahí sí que admiten tarjetas de crédito, porca miseria.
A este paso, el queso gruyere de Cádiz se presentará ante el visitante en varios niveles estratosféricos, prohibido aparcar en la superficie, impuesto indirecto en las entrañitas de la ciudad que sonríe de milagro, que sonríe gracias a la economía submarina.
Por tierra, mar y ¡aire! Llegó el Ave a la ciudad del paro, el absentismo y la luz prodigiosa. Doña Teo se adelanta a su rival Magdalena y trae el Ave del tirón. No es que se le hayan roto los frenos, es que después del Toro de Osborne, el Gorrión de Puertatierra. Non Plus Ultra. El nuevo pollo pión de Cádiz sugiere estos días miles de porfías ciudadanas. Mientras azules y rojos se disputan el 2012, rindiendo autohomenajes mutuos en las ciudades o países políticamente amigas, ahora Valladolid, ahora Venezuela, esta gente sí que sienten sus colores. Cuatro páginas de autobombo para el pájaro-jaula. Cuando llegue el tren de lenta velocidad de verdad, ¿qué será de nosotros? Y durante los fastos del Doce, harán falta muchas multas de tráfico para cubrir el presupuesto. O nombrar a Rodríguez de Castro como comisario de la Expo del Doce, o como se llame. Dicen que Rodríguez de Castro vive dentro de la jaula. Los pájaros del Doce también sobreviven a gusto repartiéndose el pastel.
Ya hay tipazo pa los Carnavales. "Yo no imaginaba que el Bicentenario iría dedicado a Casa Crespo", suelta El Libi, Emilio Gutiérrez Cruz, vigilante del humor con denominación de origen, propietario de la retranca indígena. "Sólo falta el monumento al alpiste. Dios quiera que al pájaro no se le ocurra hacer nido, nos tendremos que ir a Somalia y cerrar hasta el Cortinglé". El Libi cree que el pajaro de la Consti del 78 se ha situado en el lugar perfecto, en contra de la opinión de tanto derrotista, pues entre otras cosas "está tol día pendiente de las pibas de la gasolinera, este pájaro nadie sabe si es de gasoil o sin plomo, pero listo sí qué es, mira cómo mira a la rubia mientras repone gasofa". Y un poco de reojo a los de agricultura y pesca.
"Fíjate si es carajote el gorrión que trae hasta jaula, como los kits de herramientas, y en permanente postura de esperar el 2 pa la Zona Franca. Qué mejor sitio que a la vera de Hacienda, con la de pájaros que hay en Hacienda". El Libi, tras unos días de observación y reflexión, sostiene que el pájaro viene ya oxidado, embolado, poco ágil, encarajotao, en flexión como pa echarse, y se pregunta cuánto habrá costao tamaña maravilla de la creación. "Menos mal que lo han hecho sin plumas, que si no, ya tendríamos el disfraz del año, tol mundo iría de plumas aprovechando las mudas del gachó. Yo creo, hablando ahora en serio, que el nivel de la grifa ha bajado mucho en Cádiz".
Si lo ve claro, el pájaro terminará haciendo nido en el campo hondo, sospecha El Libi. "Ahí hay hueco". Sálvese quien pueda. Casa Crespo ha dejado huella. Pronto, cuando el Ave aprenda a escaquearse, colgará el mismo cartel que la legendaria tienda de pájaros: "Ahora vengo".
Foto: Joaquín Pino
Mayo 08, Crónicas Urbanas (Diario de Cádiz)
jueves, 15 de mayo de 2008
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5 comentarios:
ya lo decían aquellos sabios del humor, aquí no habrá dinero, pero pa tontás...
Sactamente, Ignacio, bienvenido otro hermano Lobo ... vamos camino del Doce con pájaro-jaula, pájaro-tren, pájaro-puente, pájaro-carpintero y pájaro-político ... un saludo !!
"Por su gran prosperidad decidió la autoridad de Villatripas de arriba, que viva el alcade viva, erigir un monumento..."
Creo que el resto ya lo conoces. Saludos, Enrique.
Claro, Santi !!!, el gran Javier Krahe, maestro de la ironía ... un abrazoooo
y los pajarracos, no nos olvidemos de los pajarracos...que de esos hay tela
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