Será mejor callarse (o no)

Hoy hay libertad de expresión, presuntamente, porque se celebra el día de la boca sin esparadrapo. Habrá que callarse, más que ná pa llevar la contraria. Será mejor no hablar de la censura latente, ni de los comunicadores pillados por los webs, ni de las impresiones mutiladas por el cacique democrático de turno, ni del interesado creador de intereses creados, ni del caricato que se cree Dios, ni del Dios que se cree payaso, ni del primo del hermano del cuñao que encontró un trabajo por méritos propios, ni de la mentira, ni del carajote que sólo sabe hablar de sí mismo, ni del amiguismo tan en boga, ni de las mafia de la retroalimentación, que funciona de veras a base de vanidades e hipocresías, yo te cito, tú me citas, yo te odio, tú me repudias pero ambos nos comemos la oreja y lo que haga falta con tal de sobrevivir en la punta del iceberg. Tampoco vamos a hablar del corralito en ciernes, ni de la financiación ilegal, ni de los que cubren de gloria tanta mierda que flota, ni del susto que da la verdad a media, ni de la repulsa que causan los que se llenan la boca de palabras como libertad, algo tendrán que esconder, valga la repugnancia. Ni del dinero que huye a Suiza, ni de la prostitución encubierta, ni del puto periodismo, ni de cómo han adelagazado las pizzas de anchoas, ni del torero enamorado de la muerte, ni de la vida que se pegan los del bancosantandé con los que nos robaron oficialmente, ni de los libros huecos, ni de los discos sordos, ni de los perdedores de una guerra que no existió, ni de la gentuza que se ha apropiado de este planeta, ni del trabajo, ni del tiempo, ni siquiera de usted, ni de los jueces, ni de los vecinos que joden a sus semejantes por pura diversión, ni de las curas de humildad encadenadas que nos llevarán al lindo desastre, ya se venden entradas pa la catástrofe mayor. Mejor no mentar a los trepas del alpinismo urbano, ni del silencio que cubre un día como el de hoy, ni de Palestina, por supuesto, ni de los desamparados. Glup, lenguas cortadas, dinero sucio, voluntades compradas a bajo precio, chantajes emocionales, políticos ladrones que acusan a sus prójimos de llevárselo calentito y reyezuelos de quita y pon. Tontos del culo y tuertos, grises que se rodean de grises y envidiosos de tres al cuarto, limpieza pordiosera de conciencias y declaraciones a devolver, Grecia, Portugal y España, maldito euro, los muertos de los bancos, la prestigiosa madre de los expertos de la nada, no está la cosa pa fardar de libertad de expresión. Por eso me callo, que hay ropa tendía.