jueves, 22 de mayo de 2008

Pena, penita, pena máxima

Un resbalón en el último instante lo tiene cualquiera, pero en el penalti decisivo de la final de la Liga de Champiñones, sólo uno. Un tío con nombre de bodega portuense, Terry, que iba camino de crucificar a Ronaldo en su propia cruz del famoseo y la egolatría. El Cristiano erró su pena máxima, penita, pena, y esta vez no miró a la cámara, ni se atusó el pelito tó engreído. Tampoco lo hizo cuando su equipo se alzó con la victoria, se arrojó al suelo del tirón, de espaldas a la reality tontería football club. Cura de humildad para ganadores y vencidos, castigo a la arrogancia y cruel tributo al azar. Como ya no quedan apenas emociones en este mundo cuadriculao, la emoción de los penaltis causa sensación. Qué manera de sufrir, los atléticos conocemos los síntomas. La tanda de penaltis, por cierto, se inventó en Cádiz, con motivo del prestigioso Trofeo Carranza. Allá por 1962, el Ayuntamiento encargó a Rafael Ballester Sierra, a la sazón miembro del comité organizador, que idease una fórmula para finiquitar los partidos y evitar empates interminables o encuentros de desempate, que es lo que se estilaba entonces.
La primera tanda de penaltis, en cambio, duró una eternidad. Zaragoza y Barcelona igualaron en los noventa minutos reglamentarios, la prórroga y los cinco penales correspondientes, que por cierto tiraron de una vez ambos equipos. Al segundo intento, el Barsa anotó los cinco intentos y el Zaragoza, al fallar el primero, se despidió del Trofeo. El zaragocista Duca fue el futbolsta que inauguró el sistema de penaltis. La tierra de las alegrías inventó la pena máxima.
No obstante, los penales no se implantaron en el fútbol mundial hasta la Eurocopa de Checoslovaquia de 1976, que dejó para la historia el legendario penalti de Panenka, con paradiña y vaselina por el centro de la portería. Qué nervios.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No apto para cardíacos. Sólo le pido a Dios que Calderón no me fiche a este Ronaldo 2. Que se vaya pal atleti. :)

Enrique Alcina Echeverría dijo...

Jajaja, en el Atleti lo desgraciamos seguro, somos espacialistas en convertir cracks en matracas jeje, salvo en los casos de Agüero y Forlán, pero todo se andará ... y que vengan Ronaldiño y Etoo, los desgraciamos del tó ... pobrecito Terry, ehin?, le ha castigao Dios, o quien sea, por las patás que le dio a Torres en las semifinales. Esta mañana, Terry se resbaló en la ducha ;)))

Anónimo dijo...

Te olvidas de Hugol, crack donde los haya reconvertido desde las filas colchoneras y elevado a los altares de Concha Espina.