Decálogo de independencia. Los jerezanos Gas Drummers concluyen esta noche, en la sala Supersonic de Cádiz, su novena gira europea. Se dice pronto. La potente y enérgica banda, que cumple once años de vida entre el punk original y el vigoroso rock, recién llegada de vendimiar su propia cosecha más allá de los Pirineos y de compartir escenario en Barcelona con los portuenses LedaTres, ya piensa en sus próximos pasos. Hastiados del panorama que ofrece la industria discográfica, han creado su sello, Red Vanette Music, y despachado ya algunas licencias para que sus discos puedan venderse en Europa. En Francia cuentan ya con notable predicamento, y en Inglaterra, por ejemplo, se encargan de quebrar tópicos y demostrar que en estos tiempos no conviene mirar el carné de identidad. "En Londres iban a vernos como si fuésemos el típico grupo de españoles exóticos, con pandereta y todo, y se llevaron una sorpresa tremenda", comenta Pablo Magallanes, compañero de fatigas de Dani Llamas, Rafa Camison y Pakomoto. Esta noche, en Supersonic, tras la doble sesión futbolera de derbis de pasión..
"Hemos decidido distribuir nuestros discos por cuenta y riesgo porque la situación actual perjudica a todos; con tanto intermediario, suben los costes para el fabrincante y para el comprador". Así que los Gas Drummers optaron por la autogestión y su quinto disco, Decalogy, ya ha paseado por media Europa. Sin ánimo de fardar más de la cuenta, Pablo señala que la banda es "una de las formaciones más internacionales del país. Nadie es profeta en su tierra", dice entre bormas y veras, en la tierra del flamenco. "Todo es ponerse. Cuando una cosa es buena hay que darle hueco. Ahora, con internet, disfrutamos de acceso a casi todo. Hemos sobrevivido y crecido gracias a la herramiento de internet, y quizá a la tenacidad". Y a un público fiel y entendido, los aficionados al rock en la provincia, que "no son demasiados pero sí muy buenos". Pablo considera que Cádiz vive "un momento dulce" en cuanto a oferta en materia de pop y rock. Elogia inciativas como el Campus Rock y otros ciclos organizados por Salvador Catalán para la Uca, la Diputación o el Consorcio del Doce. "Estamos en la primera división de conciertos internacionales, vienen artistas que no acuden a Sevilla o Madrid, aunque la gente no se entera o no se quiere enterar. En Cádiz ya funcionan salas con prgramación estable, y en El Puerto también respira una escena musical importante gracias a Paco Loco y otros", como la Escena Rock o Monkey Week. Lo dicho, un momento dulce. Gas Drummers grabaron su último disco con Paco Loco e incluyeron a colaboradores como Paul Lazar, de los Gotan Project, o Muni Camón. Aquellos jovencitos que tronaron el siglo pasado con escuetas y vehementes piezas punkies han sabido evolucionar sin perder un ápice de frescura.
Abril 10, Cultura, Diario de Cádiz
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario