Vuelve el circo del rocanrol. Javier Gurruchaga rompe su silencio. La Orquesta Mondragón, tras más de una década de ostracismo, edita un nuevo álbum, "El maquinista de la General", en homenaje al padre del cantante, que fue ferroviario, y anuncia gira hispana a tutiplén. El disco se iba a titular "¿Por qué no te callas?", en alusión al ya célebre enfrentamiento entre el Rey y Chaves, pero con el tiempo ha modificado sus planteamientos. Gurruchaga y su inseparable Popotxo, el pequeño cómico surrealista, han grabado dieciséis temas nuevos, algunos de ellos con compañeros de postín como el grupo Molotov y la incombustible Sara Montiel. Habrá de todo. Rock, blues, cabaret, baladas y jazz, bajo el particular prisma del histriónico personaje que el siglo pasado reinó en los escenarios y las pantallas hispanas hasta caer en desgracia y marcharse a México.
El cantante, actor y presentador donostiarra, que fundó la Mondragón casi de casualidad en un programa de radio en San Sebastián, allá por 1976, supo combinar, como nadie lo había hecho antes, el rock, el teatro y el humor absurdo, el vodevil, el cine en blanco y negro y el circo, las pelis de Fellini y los caderazos de Mick Jagger, el morbo de Lou Reed y las hipérboles del espectáculo sin fin. Los primeros discos de la Mondragón cambiaron en cierto modo el panorama del rock hispano, merced al descaro del cantante, las guitarras de Jaime Stinus y las letras de Eduardo Haro Ibars, que hoy en día serían consideradas políticamente incorrectas o sucumbirían directamente en la polémica infinita, la hoguera de la censura global o el olvido.
Gurruchaga y compañía practicaban la provocación y divertían a un público variopinto. Lástima que años después casi todos sus discos se encuentren descatalogados, tan sólo hallaron una cinta del grupo en una de las furgonetas del 11-M, en increíble episodio de la España cañí. Lo que le faltaba a la Mondragón, que a su líder le atribuyesen amistades peligrosas. Gurruchaga, que en su época de esplendor dirigió programas de televisión en primera línea de popularidad, se vio envuelto después en historias de malas famas, infundios televisivos y algunas revanchas personales. Pero ahora retorna con el carnavalesco Popotxo, que no ha crecido ni un milímetro pero mantiene su cara de cine mudo, a rendir tributo a Vicente Gurruchaga, el maquinista, y a recuperar el tiempo, que nunca es perdido.
Abril 10, Cultura, Diario de Cádiz
jueves, 22 de abril de 2010
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3 comentarios:
Una buena noticia. Disfruté mucho con esa orquesta.
lo pasamos bien con esta gente, es verdad, Charo, recuerdo algunos conciertos suyos y por supuesto la musiquita en las fiestas
Ya era hora!!!Gracias Javier, gracias popotcho, gracias stinus..la orquesta suena mega bien.. como siempre.
Peaso Voz, buen sonido buenos textos y mejores vibraciones..
Que este arranque no se pare y el hijo del maquinista de la general siga regalandonos genialidades y mas creaciones y verdaderos brotes verdes!!! Gracias de nuevo salud y buen viaje!! Antoniovrp
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