jueves, 14 de enero de 2010

Los Coronas surfean en Cádiz

En plena forma, con un nombre forjado a nivel internacional a base de talento y trabajo, Los Coronas aparecen por Cádiz en el momento justo, acaso dispuestos a practicar el surf instrumental que les caracteriza de charco en charco, menudo temporal de rocanrol espera a quienes se enfrenten con ellos esta noche en la Sala W, antigua Woodstock. "Nos lo hemos ganado cuando lo hemos merecido", rubrica el guitarrista Fernando Pardo. Encumbrados por la crítica, jaleados por el público, a punto de editar su nuevo disco en Estados Unidos, a través del sello de Steve Van Zandt, nada más y nada menos, el legendario guitarrista de la E Street Band, y captando fieles en su última gira mexicana, Los Coronas amplían su prestigio sin precipitarse, sin caer en concesiones baratas, revisando estilos, combinando ideas aparentemente opuestas y poniendo patas arriba los locales nocturnos. "Hemos tardado tiempo en cogerle el punto y dar el paso definitivo de aprovechar nuestras nociones y nuestro amor al rock instrumental clásico y decir: vamos a hacerlo a nuestra manera". De aquella manera Los Shadows pasados por la turmix, las raíces hispanas del surf con más veras, el sello inconfundible de Los Coronas encantó a Van Zandt. Fernando relata lo que ocurrió: "Steve ya nos había puesto en la radio, nos conocía de antes, le llamaba la atención nuestra visión del rock clásico más hispana de lo habitual, y las vueltas de rosca, el uso de la trompeta como si tocase a clarines. Nos preguntó por las escalas, por detalles acerca de nuestro estilo y le pareció que tenemos un sonido propio pero hermanado con los clásicos". El piropo surtió efecto.
El sexto álbum de la banda madrileña funciona como una banda sonora original de cierta película imaginaria, bajo el título de "El baile final". Los Coronas apuran al máximo su condición de conjunto orquestal a la antigua usanza, y no vea cómo surfean en playas y desiertos virtuales. En Madrid no hay playa, ni desiertos que valgan, pero Los Coronas construyen lindas quimeras desde el año 91, al ritmo del rocanrol universal. "Hemos mamado la música que cautivó a nuestros padres y tíos. Mi madre se quedó en Roy Orbison, por ejemplo, y otros no engancharon con los años setenta". Los Coronas han originado su propio público, en constante movimiento, no sin esfuerzo, pues los aficionados mayores ya no van a conciertos. "Hasta que apareció Tarantino" y renovó la pasión por el rock mestizo.
El flamante trabajo del peculiar supercombo destila también aires fronterizos, trompetas que barruntan crímenes en la calle, pasodobles, tangos, western y hasta desplantes electrónicos, de tal manera que ha cautivado al mismísimo Van Zandt, mano derecha del Boss Springsteen, y los moverá por los Usa como se merecen, mediante su compañía discográfica Wicked Cool Records. Como también cuentan con notable predicamento en México, si Norteamérica se rinde a los atributos musicales y el sentido del humor de Los Coronas, un milagro se producirá en la faz de la tierra, un milagro justo y necesario.
Los Corones rinden tributo a Fernando Fernán Gómez en un peculiar tema que contiene un guiño tan real como el genio del autor, que exclama durante la canción: "¡A la mierda!".

Enero 10, Cultura, Diario de Cádiz

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