Otra vez el cielo cuadrado. La tierra de las tres cárceles y el antiguo Penal de la leyenda negra, el futuro mangoneado y el pasado palaciego, depara estos días noticias nacionales de liberación personal y transfuguismo político. Un inocente de larga duración, preso del docudrama por capítulos y legajos de incomprensión, y un montón de culpables sueltos. La vida y sus secuaces. Hay quien escapa del cielo cuadrado con la imaginación, otros emplean las malas artes para huir hacia adelante y pringar al prójimo más próximo. Verano de marrones de ida y vuelta.
Por darle la vuelta al destino, por capricho divino,sale por la puerta de la luz otra verdad incómoda y, al tiempo, entra por la ventana la sospecha del ayer. Trece años son demasiados para un cautivo, pero pocos para la libertad. Tocata y fuga del sol aritmético. Las personas, muy por delante de los políticos, caminan solas. Los políticos van juntos al cuarto-baño, a la salud del pueblo, y acuñan eufemismos por vergüenza ajena e interés propio. Al transfuguismo del tirón. Reinventan a los chaqueteros, renace la amnesia colectiva, ríase la gente de las calenturientas e hipócritas mentes que señalan con el dedo a sus tránsfugas semejantes. En El Puerto, mismamente, nadie osaría a tirar la primera piedra. Aquí los primeros tránsfugas de la memoria histórica reciente, los polos opuestos que hoy porfían sobre la mediocridad reinante, son precisamente quienes acusan o se defienden en esta suerte de novelería política. Es decir, socialistas y populares se aliaron un día para cargarse a los comunistas, y luego pactaron con el diablo, y luego ocurrió todo lo que usted ya sabe, sopa de siglas, cambios de formato, más cara que espalda, títeres en manos del poder absoluto y mucha suciedad bajo las alfombras. Causa asombro escuchar a quienes regalaron el poder a sus propios demonios tildar de fulleros a los que ganaron unas elecciones de forma holgada. El pasado se ruboriza. Lo de Gago es caso aparte. Gago no fue socialista, ni independiente, ni popular. Gago es Gago. Villanos somos todos. Comsión de transfuguismo, qué risa. El Puerto practica el transfuguismo desde tiempos inmemoriales. El cielo cuadrado debe esperar.
Agosto 08, El Puerto (Diario de Cádiz)
La foto de Fito Carreto pertenece a la serie Paseantes
viernes, 1 de agosto de 2008
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4 comentarios:
Qué bien Enrique, pisha. Lapidario y bíblico a la vez, aquí sólo se tiran piedras encima del propio tejado. En los cuartos de baño todos son iguales, sin distinción de colores ni credos, hoy invito yo que mañana ya veremos, por cierto, hasta el turulo lo pone siempre el pueblo. Tantos años de falso-democracia y qué poquita variedad en la alternancia. O unos u otros, unos son malos y los otros peor. Qué cruz. Tanto quejarnos del caciquismo ilustrado y al final para esto. Coge el dinero y corre. Salud
Salud, Juan. No creo que todos los políticos sean iguales, pero en El Puerto se parecen sospechosamente. Todo parece repetido, como en un flashback. Eso sí, que no monten escándalos, que ya ni nos escandalizamos. Transfuguismo siempre hubo, siempre lo habrá. Pecados capitales mucho mayores veo en la vida pública, hay gente que se traiciona a sí misma, no sé cómo se llamará el delito ... Y la gente, anestesiá. Un abrazooo
No te esfuerces, Tajaíta, D. Joaquín como tu dices, no te va a responder. Se piensa que ignorando la mayor las cosas se olvidan. Y no reflesionará d. Joaquín que todo queda, pera recordárselo, en su momento.
Mí no entender, pa mí que la caló está haciendo mella en el personal. ¿No se habrá equivocao usted? ¿Por quién pregunta? ¿Tajaíta? Aquí no vive nadie con ese nombre, un saludo surrealista
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