Ya "semos" de Champions. La peligrosa secta colchonera, tras diez años de inmolación, retorna a Europa gracias al yerno de Dios, el Kun Agüero, que pronto le dará un nieto a Maradona. Grandes. Mira la cara de niño chico de Diego, con la corbata de medio lao y unas ganas locas de saltar a la cancha. Buen Agüero, al garete el fatalismo, vaya equipazo presenta el Atleti este año, una selección mundial. Ya volveremos a la cruda realidad, de momento que nos quiten lo bailao a los sufridores. Nos tocó un grupo potente, no íbamos a tener suerte a estas alturas, pero viviremos seis partidazos ante Liverpool, PSV Eindhoven y Olimpique de Marsella. Yo soñaba con medirnos al Bayern Munich para saldar remotas cuentas, pero tagüeno lo güeno, Kun Agüero. Como canta Sabina en el disco del centenariazo colchonero, qué manera de sentir, qué manera de palmar, qué manera de vivir. Pasamos del cielo del doblete al infierno de Segunda en un suspiro, curita de humildad, rubicón del balón envenenado, elogio de la derrota, ninguneo a diario, lunes tenebrosos, miércoles en el olvido, una afición de categoría, muchas tardes en el limbo del infortunio, y hoy sale el sol. Hemos vuelto. Qué alegría. Mi padre está tó contento.
viernes, 29 de agosto de 2008
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