Este verano se ven menos mosquitos, ¿será la crisis? Ancaconí triunfaban con alevosía y nocturnidad cuando el planeta tenía el cuerpo cortao, ni frío ni calor. Hoy los mosquitos arrastran pesadas maletas cargadas de autodestrucción, y mucha mala leche reconcentrá. Lo dicho: las casas se llenan de bichos y los mosquitos brillan por su ausencia, salvo excepciones serranas o marismeñas, caldos de cultivo del picotazo de pasión, aquí te pillo aquí te mato y al ataque siempre en defensa propia. Sibilinos, una mijita joputas, más pendencieros que el ser humano, pa mí que el mosquito común pasa ya un kilo de la sangre colorada, por su baja calidad, o será que ha tirado directamente hacia el oriente estreñío y se ha encajado en Pekín pa disfrutar de sangre fresca y joven. Mosquitos chinos hasta en sueños, mosquitos en diferido, mosquitos dando por saco, hijos de la gran china los mosquitos zancudos oriundos y tremebundos, aquí huele a tigre y a desodorante ambiental con sabor a manzana. La crisis del mosquito asesino no se ha hecho esperar, habrá que tomar medidas. O crear una comisión. El mosquito kamikaze se está perdiendo y es una pena. Mosquito hablador, mosquito falso y justiciero, mosquito que inyecta sustancias psicotrópicas a los ya de por sí colgados humanoides, que van como las cabras, abandonan a sus perros como si fueran personas ancianas y sin embargo acogen en su seno familiar a cerdos, sí, cerdos. Algo tendrá el veneno que su picazón atrae a propios y extraños, dame veneno que quiero morir, verano chunguito pa tirar cohetes de espaldas, ¡alehop!
Agosto 08, Verano (Diario de Cádiz)
viernes, 15 de agosto de 2008
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