No hay entradas. El teatro Falla acoge mañana un espectáculo único, el homenaje que brindan a Carlos Cano, figura irrepetible de la música española, el cantante de fados Juan Santamaría, el coro de Julio Pardo y la Orquesta Sinfónica del Aljarafe. Carlos Cano, por siempre, eterno, en la península de la memoria. "Una pequeña locura que me propuso Juan y que se plasmará en un disco precioso, Coplas del Vaivén", apuntó ayer Julio Pardo, excitado y emocionado, no en vano su agrupación acompañó al artista granadino, tan vinculado a Cádiz, durante más de tres lustros. Mañana, el tiempo frenará en seco y se detendrá en el extraordinario repertorio de Cano revisitado por tamaño elenco, amén de un par de poemas de García Lorca para completar la función. Una oportunidad para acercar Cádiz al "lejano" e incomensurable Portugal.
Será elegante y diferente. Julio Pardo anuncia una gala sin precedentes. "La sensacional y melancólica voz de Juan Santamaría, cuyo timbre de graves recuerda tanto a Cádiz, aportará calidad y estilo, su sentimiento se puede equiparar al de Carlos Cano. Se trata de un gran profesional que aportará una visión especial". Juan Santamaría, onubense de Ayamonte con quince años de carrera a sus espaldas, se estrenó en la televisión lusa precisamente con "María la Portuguesa", conquistó al público con la célebre copla de Cano y desde entonces no ha cesado. Para Pardo, el disco recién registrado "no será el típico álbum fugaz con dos o tres meses de vida, sino que quedará en la mente de la gente durante años". Portugal, Cádiz, Huelva, Sevilla, al sur del sur, al sol de la música y la poesía libres. Y en el Falla, "un sueño cumplido, el coliseo de los pelotazos", según Pardo, que elogia, cómo no, la acústica del teatro. Magia y precisión.
Juan Santamaría fue monje benedictino. "Estuve un año en el convento y así conocí mi verdadera vocación de cantante". El prior, que cantaba fado como los ángeles, mostró a Juan el camino y le presentó a la legendaria Amalia Rodríguez, la impulsora del fado, de quien Juan se considera discípulo aventajado. "No se puede cantar fado sin vivirlo interiormente", dijo ayer en Cádiz. "Practico la fusión entre Andalucía y Portugal, y para cantar vivo la tragedia que contiene cada poema. A veces me olvido que existo. El fado es un misterio que no tiene explicación, como el flamenco o el blues. Herencia de los árabes, en la Península compartimos ese quejío en la voz".
Enamorado de Cádiz y de su luz, Juan destaca que los gaditanos y andaluces conocen con mayor profundidad el fado, en parte gracias a la labor de difusión de Amalia Rodríguez y de los nuevos valores portugueses. "Ella me lanzó por todo el mundo, ella decía que somos ibéricos", en la frontera del tiempo quieto y el arte descomunal. El abuelo de Juan infundió sangre lusa a la familia, "Amalia pensaba que yo era gitano, quizá tenga alguna costilla". Juan consdiera un privilegio estrenar el espectáculo en el Falla, "un teatro de leyenda". Mañana sonarán "Luna de abril", "Sin ti no puedo vivir" o la misma "María la Portuguesa", entre otras piezas históricas de Carlos Cano, habrá un capítulo dedicado al fado y Santamaría cantará junto al coro gaditano y a la orquesta sevillana, en fusión de sentires y hechuras musicales.
Noviembre 09, Cultura, Diario de Cádiz
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