Cádiz sabe mucho de la inercia, del viento y de las horas muertas. Manuel Carrasco sabe de Carnaval, no en vano dirigió numerosas agrupaciones en su Isla Cristina natal y "muere" por las coplas gaditanas. Esta noche, el cantante onubense se enfrenta al paraíso del Falla en excelente estado de forma, dorado por discos de éxitos, encumbrado por una variopinta afición y acaso huyendo despavorido de los perniciosos efectos de la susodicha operación del fracaso. Bastante tiene el cantautor con soportar a los mercachifles de la mercadotecnia, que siguen exprimiendo su talento. Vuela Carrasco mientras configura su particular estilo, emparentado con las baladas de Alejandro Sanz, el color de Manolo García y el "sonido de la sonrisa" que tanto recuerda a Triana. Pero Carrasco ha dado un paso adelante con "Inercia", su disco más reciente, donde flirtea con otras influencias, acaso el rock de los setenta y el folk intimista, y se muestra más guitarrero, enérgico y fresco. "Que nadie te calle", la pieza que se escucha cada día en las emisoras y los parlantes de los coches a escape libre, admite varias interpretaciones y camina por el lado salvaje del amor y la droga, amén de convertirse en canto de esperanza y lucha. El cantante aún no se ha desprendido de todo el lastre, pero camina firme hacia su propia libertad musical, navega hacia mar abierto este hijo predilecto de su pueblo marinero que se rifan en el azaroso mundo del dueto: si grabó uno con Malú, ahora lo hace con Pastora Soler. Esta noche, en el Falla, Carrasco, que fue pintor de rodillo antes que compositor de paisajes sentimentales, se cita con sus incondicionales y con la gente que acaba de descubrir su elegante sencillez. Qué importa su origen y el destino, lo importante es el camino.
Noviembre 09, Cultura, Diario de Cádiz
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1 comentarios:
Carnaval, Cai, Dylan = Blog amigo de cabeza.
Hoy toca a Bilbao con Rickie!
Un abrazo,
Joserra
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