Con la intención de permanecer en el tiempo y de rodar el proyecto por las salas de la provincia, la banda de homenaje a Elvis ha preparado un repertorio ambicioso y muy completo, con la ayuda de una de las coristas, californiana afincada en Rota que corrige textos y traduce hechuras musicales y expresiones genuinas. "Nunca nos vamos a parecer a Elvis, porque es inimitable y único, se trata de llevar el legado del rey del rock & roll a sus admiradores y a la gente que por su edad no lo conoce a fondo. Cantaremos sus temas emblemáticos, los situaremos en su contexto explicando cada canción, iremos del rock & roll puro a sus éxitos en el cine, pasando por su reaparición en el 68 y otros hitos de su carrera". Y cita temas memorables como "Suspicious mind", "In the ghetto", "Don't be cruel" o "I got a woman", prueba fehaciente de la versatilidad del artista, capaz de emocionar con rock, blues, country, gospel, baladas y todo lo que se le ponía por delante. "Mucha gente desconoce las múltiples facetas de Elvis, que fue la primera estrella del rock y del pop, todo lo demás vino gracias a él, que pregunten a los grandes de los sesenta y setenta, comenzando por John Lennon. Hay mucho prejuicios en torno a Elvis, y una aureola de tío raro" que no siempre se corresponde a la realidad. De todos modos, conviene leer el doble volumen, la biografía de marras, para comprender al personaje, que cayó en el ostracismo con la llegada de los Beatles, cuando tener treinta y tantos años significaba caer en la vejez. Resurgió Elvis del olvido y se convirtió en leyenda atemporal, como su música. Algunos amigos de Juan Carlos han visitado Graceland; él no quiere morir sin conocer la casa de Elvis en Memphis. "Mi hija, que tiene catorce años, me llama antiguo, pero quiere ir a nuestros conciertos porque sabe que algo hay en su música. Será un espectáculo sencillo pero impactante, haremos algunos guiños a los movimientos característicos de Elvis, habrá algo de "vintage", pero no explotaremos la imagen de Elvis para que sirva de mofa o parodia, para eso se queda el Carnaval, lo nuestro será un tributo con respeto y cariño". Y la ilusión de un tipo divertido, acostumbrado a hacer feliz a la gente a bordo de las orquestas de baile, en ferias, bodas y fiestas de guardar. Viajó con Ciclos por media España, cambió la orquesta por un trío, sigue actuando en bodas, pero admite que éstas "son ahora un infierno, con las barras libres, y además los dj's están arrebatando el trabajo a los grupos de baile". Para bailar, nada mejor que un golpe de cadera de Elvis, el rey. Elvis vive en Cádiz, acaso jaleado por los fantasmas del Mora, danzando el rock de Valcárcel. Juan Carlos y los suyos rememorarán incluso la etapa de censura televisiva, cuando no mostraban la pelvis de Elvis, menuda obscenidad, y el cantante se rebelaba en directo moviendo el meñique, agitando los cuerpos de medio mundo. Las siguientes generaciones abrieron la mente de la gente, pero al ritmo que popularizó el chico del tupé.
Noviembre 09, Cultura, Diario de Cádiz
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