García Gil viajó el pasado verano a Bruselas, donde se halla la fundación Brel, y se empapó de documentación, vivencias y vestigios del artista para escribir un texto indispensable que sólo cuenta con un antecedente en este país, el libro editado por Juglares. Llega más allá el escritor gaditano, que ahonda en la relevancia de Brel como escritor y cantante, tan ligado a la música como a la poesía de Rimbaud o Baudelaire. Y confirma que "en España no amamos a nuestros artistas como ocurre en otros países. María del Mar Bonet, una de las más grandes, dice que este país no cuida a sus músicos, y es cierto, sufrimos la ignorancia musical impuesta por algunos medios de difusión masivos". Ya se sabe, la radio machaca con lo mismo, la tele recurre al play back, si acaso, y en la prensa tiene que morirse o algo, mejor matarse, para que aparezca un cantante.
El autor ha conocido in situ las raíces belgas de Brel, las claves de su infancia y adolescencia, en el texto se advierte el recorrido vivencial, la ruta Brel. García Gil conoció el restaurante que el artista frecuentaba cada noche, su tasca favorita, donde aún sirven la cerveza Muerte Súbita y los cñelebres mejillones al vapor. "Tildaban a Brel de antipatriota, la ultraderecha le acusaba de renegar de su país, pero no era cierto".
García Gil relata el tortuoso camino de Brel al éxito. "Fue perseverante, pese a la oposición familiar, rompe ataduras con su formación religiosa, con la burguesía flamenca, y marcha a París, donde ya se sabe que triunfó por todo lo alto con su estilo melancólico y desgarrador, tierno y contundente a la vez. "Ne me quite pas" está considerada la canción de amor y desamor del siglo XX, hasta los rockeros votan por ella en las encuestas. García Gil abunda también en la infliuencia de Brel en España: amén de Serrat, ahí están Sabina, Raphael, Amancio Prada o Patxi Andión, sin olvidar a Hilario Camacho, Aute, Mari Trini o el mismo Javier Krahe, que rinde pleitesía a los franceses, sobre todo a Brassens.
El libro desvela que Brel, en contra de lo que han apuntado algunos biógrafos, sí cantó en España, en el año 60 en Barcelona, aunque de un modo casi clandestino y exclusivo.
Noviembre 09, Cultura, Diario de Cádiz
0 comentarios:
Publicar un comentario