Seis personajes en busca de Dylan. Vi la película I'm not there solo con mis recuerdos en sesión golfa, las cinco de la tarde en el cortinglé. Mejor dicho: entró un tipo en la sala con la cinta avanzada y se marchó a los diez minutos. Me canté todos los títulos, algunos originales y otros en versión inesperada, desde Stuck Inside of Mobile a Like a Rolling Stone, entre los blues de Memphis y el rock de mercurio del 65. Cate Blanchet borda el papel del Bob en la cúspide, el trovador electrificado que viaja al Reino Unido con todas las consecuencias. Una mujer al otro lado del yo del Dylan andrógino y surrealista. Un niño negro representa al primer Dylan. Y ya metieron preso a quien se le ocurrió conceder el papel del Dylan maduro y aislado a Richard Gere, por Dios, qué crimen. La peli resulta tan caótica y paradójica como la misma vida del artista, que dio el visto bueno al proyecto, no me extraña. La peli se acerca al músico, nadie podrá jamás acercarse demasiado al mito, pero retrata al espectador más fiel a la obra del genio de Duluth. Multitud de claves ocultas, constantes guiños a letras célebres, la locura del tiempo, ya se sabe que el futuro ya es pasado, y mucha música, la peli ofrece mil caras diversas y tal vez enamore a los dylanitas y choque un poco a los no iniciados. De todos modos, si no conociera los entresijos del cantante, también me habría quedado prendado de la película, si tuviese quince años me habría lanzado a comprar los discos del tío, como hice de chavalito pa completar la discografía que hallé en el salón paterno. Bueno, a lo que iba, la película menciona explícitamente a algunos artistas relacionados con Dylan y transforma a otros, se pueden atisbar certezas y adivinar secretos, intuir cuestiones y evitar respuestas. Emociona de veras la etapa del divorcio de Bob y Sara, coincidiendo con el memorable Blood on the Tracks. No me gustan algunas hipérboles en torno a la droga y a otras presuntas incoherencias del personaje, no parece fácil situar a éste en una historcia convencional, así que la cinta se desenvuelve algo confusa, pero al mismo tiempo refleja con honestidad muchos acontecimientos de la vida de Dylan, no sé si me explico, las sensaciones a posteriori también son muy variadas y profundas. Lo pasé bien, lo pasé muy mal, fui incapaz de escuchar a Dylan durante días, todavía camino aturdido por la vida, la mía y la de mi escritor de canciones favorito. Dejo caer una de las frases sublimes, "quién sabe lo que nos deparará el pasado", pronunciada por el niño Dylan negro, que en su fuero interno sólo buscaba una cosa, ser como Elvis.
I'm not there se estrena en España con casi tres años de retraso, un insulto a la inteligencia. Recomiendo la banda sonora, que no se ajusta a la historia pero contiene dos docenas de versiones increíbles, prueba de que existen muchos Dylan.
viernes, 5 de marzo de 2010
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2 comentarios:
Querido Enrique,
Tenía muchas ganas de ver la peli y con tu estupenda reseña me han entrado todavía más ganas. Fuerte abrazo dylaniano.
un abrazo, Luis, espero que ya hayas ido a verla, ya nos contarás qué te ha parecido la película. Lo bueno de estar solo en el cine es que pude "espatarrarme" a gusto y canturrear por bajini mientras pasaban los subtítulos.
He encontrado este artículo sobre la peli, algo así como Desmontando a Dylan, el autor salió igual de desnortao, apunta cosas interesantes http://lacomunidad.elpais.com/ruta-norteamericana/posts
salud !!
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