"Pequeñas historias del vestir", el próximo libro de José Álvarez, rescata la memoria de La Pepa y el papel secundario y humillante de la mujer en Las Cortes de Cádiz
Dicho y hecho. José Álvarez, comerciante de los de antes, dos veces candidato a la Alcaldía, rebelde y viajero impenitente, saca de la cartera su libro "Dichos y hechos del comercio gaditano", la portada de su próxima publcación, "Pequeñas historias del vestir" y el borrador de lo que pretende ser el relato sincero y crítico de un trabajador autónomo y un hombre independiente. Tres en uno. "No soy historiador. Hoy abundan los estudiosos entre comillas. Prestigio, autobombo y dinero. Y de cara al Doce tenemos en Cádiz a los historiadores del Ayuntamiento y a los historiadores del Consorcio, consecuencia de la desunión entre administraciones. El Ayuntamiento va a quinta velocidad y el Consorcio un poco más lento, los esfuerzos se diluyen, los gaditanos podemos percibir que están trabajando en dos sentidos. Una pena, porque el Doce pasará por Cádiz el último tren para definir el futuro de la ciudad". Soterradamente, claro.
Más papeles. Álvarez despliega ahora un mapa de la Bahía y traza tres proyectos de tranvía, tres remotos objetos de deseo, tres maneras de llegar al fondo del mar. "El tranvía por el casco histórico supondría un cambio radical, transformaría la vida de la población. En Lisboa, por ejemplo, hay calles compatibles y tres medios de transporte. En La isla se ha desplazado la actividad económica a una vía paralela a la Calle Real. En Cádiz no hay alternativas".
"En Cádiz ha tocado la Lotería con el Doce, el Gobierno parece que ha captado la idea y hay que aprovechar. Las infraestructuras tienen su importancia, pero hay que trabajar más en la capitalidad cultural, en la cultura para Cádiz. Dicho sea simbólicamente, habría que prohibir hablar de Carnaval y de Semana Santa después de cada fiesta y fomentar en los colegios la creatividad y, por qué no, la mentalidad comercial, la cultura empresarial".
Pionero del asociacionismo comercial, conocedor de tres continentes, José Álvarez piensa en voz alta en torno a la crisis del gran capital, la oportunidad perdida, la agonía de un sistema ya fracasado, pero la conversación deriva de nuevo en La Pepa, hoy entregan a Álvarez las pruebas de su "libro feminista", "Pequeñas historias del vestir", donde analiza el papel de la mujer en los dos últimos siglos. Pura paradoja: La Pepa presumió de libertades y aboliciones, pero "la mujer no pudo votar hasta la II República, ni por supuesto asistir a las sesiones de Las Cortes de Cádiz", entre otras humillaciones. En función de su clase social, la mujer, si acaso, participaba en algunas tertulias o, en el caso de las damas de alta alcurnia, "se ocupaba de cuidar el vestuario de las tropas". Poco más. El autor no quiere desvelar el contenido del libro, aunque deja caer algunos episodios como las relaciones entre mujeres gaditanas y soldados franceses, glup, siempre hay sitio para el misterio,, y lamenta que hasta ahora nadie haya fijado la mirada del Doce en la mujer, en los indígenas, en los desheredados y en lo últimos de la fila del Bicentenario. No obstante, no olvida a la excepción, Rosario Cepeda, gaditana universal que se preocupó por la situación de las cárceles, el analfabetismo y la formación profesional. Carpe diem, la formación es tu futuro. Mujeres al rescate, memorias sonrojantes del Doce. El olvido y la no libertad.
Álvarez viajó a América con los Herederos de 1812 y comprobó el largo alcance de la Constitución de Cádiz. el monumento a Las Cortes en San Agustín de La Florida, levantado en 1813, que cuenta hasta con una fundación para su conservación en Estados Unidos, nacida para desobedecer la orden del veleidoso Fernando VII, cuando éste cambió de camisa engañó a La Pepa con otra. "Paseé por la calle Cádiz, vi más banderas españolas que en Andalucía y visité un castillo idéntico al de Santa Catalina, me impresionó todo mucho y pensé en la necesidad de fortalecer los lazos de unión con los hermanos americanos. Tenemos un importante 'embajador', Felipe González, a quien no aprovechamos como debiéramos, y mira que tiene casa en Cádiz ..."
De vuelta a la Piel de Toro, Álvarez se asoma de nuevo a "la gran oportunidad de ser una auténtica capital cultural y turística en el Doce. Hay que trabajar más en España, nos consta que en muchos rincones no conocen el Bicentenario".
Estado del Malestar
Historia de un autónomo. Su abuelo, fusilado en el 36, fue anarquista. Se quedó huérfano muy pronto, perdió a su padre en accidente laboral. Ejemplo de superación y lucha personal, José Álvarez lleva trabajando desde los once años, más de medio siglo en calidad de autónomo. "Si me jubilase ahora, cosa que no pienso hacer, mi pensión no superaría los setecientos euros", y abre un enorme signo de interrogación en torno al otrora Estado del Bienestar, reconvertido en Estado del Malestar General. "Hemos perdido el Estado del Bienestar en sucesivas crisis, sobre todo en la última. Inculcaron a la gente el sentido de la propiedad y endeudaron a la población hasta límites insoportables, vamos huyendo hacia adelante. Me adhiero a la opinión de Julio Anguita: habría que nacionalizar la Banca y educar en una nueva cultura empresarial, al margen del perverso sistema de lobbys". El lobby feroz.
"Vivíamos en el país con más consumidores de cemento de toda Europa, la Banca ha marginado a las Pymes en beneficio de las hipotecas personales, error garrafal que pagaremos caro. Ahora el ICO juega el papel de los bancos. Hemos vivido una fantasía, un espejismo de coches de lujo, la fábula del emperador. Y para colmo los ayuntamientos encabezan la lista de morosos, sin que nadie asuma responsabildades. La morosidad es como una cadena perpetua".
"Vivíamos en el país con más consumidores de cemento de toda Europa, la Banca ha marginado a las Pymes en beneficio de las hipotecas personales, error garrafal que pagaremos caro. Ahora el ICO juega el papel de los bancos. Hemos vivido una fantasía, un espejismo de coches de lujo, la fábula del emperador. Y para colmo los ayuntamientos encabezan la lista de morosos, sin que nadie asuma responsabildades. La morosidad es como una cadena perpetua".
Marzo 10, Cádiz, Diario de Cádiz
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