Los míticos Asfalto, supervivientes del rock urbano madrileño, intervendrán en el Festival Fatetar Folk de Espera, el próximo día 24 de julio. La banda liderada por Julio Castejón, que cuenta con más de treinta años de historial, se presentará en la localidad serrana tras grabar su primer disco en directo, el día tres en la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid, en pleno proceso de recuperación con nueva formación y claras influencias del rock progresivo. Castejón ha resucitado en varias ocasiones el legendario grupo que en 1978 debutó en el precursor sello Chapa Discos con una joya musical tan brillante como pésimamente producida. No corrían tiempos para florituras, Asfalto, que compartía honores en la noche mesetaria con Leño, Burning, Coz o Ñu, antes de que explosionara la mal llamada movida, se desgajó en cuestión de meses. José Luis Jiménez y Lele Laina se despidieron de Castejón para constituir otra franquicia madrileña de postín, Topo, en la que volcaron su gusto por el folk rock combinadas con maestría con historias de ciudad. Castejón mantuvo el tipo. Asfalto posee una irregular pero atractiva discografía, diez álbumes en treinta años, desde el trabajo que contenía las inolvidables "Rocinante", "Capitán Trueno" y "Días de escuela" hasta el reciente "Utopía". Parte de su labor no ha sido suficientemente valorada, acaso porque Asfalto, la primera banda de rock español en actuar en el Marquee Club de Londres, nunca perteneció a clanes y se desmarcó de etiquetas. Rock, sinfonismo, pop de calidad, un poco de todo abunda en su obra.
Completarán el cartel de Espera los madrileños Tea, figuras del blues rock europeo con una rica trayectoria, los catalanes Dealan, especializados en ritmos exóticos, y la banda de Olvera llamada Chiveca.
Tea, puro blues rock jalonado de rock duro, lleva quince años en la carretera. Ha tocado tres veces con Deep Purple, y participado en festivales de prestigio junto a leyendas como Dr. Feelgood o Jethro Tull. Su carrera, de prestigio aunque sin el reconocimiento masivo que merecen sus músicos, ha paseado por Europa una montaña de versatilidad e inspiración. Músicos de alta graduación, sonidos de lujo para una formación ya clásica que camina por su cuarto disco.
La música sin fronteras de Dealan, que cultivan las cuerdas y los ritmos remotos, desde lo celta a lo hindú, se dará la mano con los olvereños de Chiveca, que respiran por la misma herida sin prejuicios, abierta al mundo.
Junio 09, Cultura, Diario de Cádiz
domingo, 28 de junio de 2009
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