Los peores años de nuestra vida

Ya está bien. Prendes la tele y aparece la ex del matador muriendo en directo, la prima de la amante del futbolista echando espuma por la boca, el viudo de la equilibrista de sensaciones poniendo a caldo a sus hijas, los músicos del alma haciendo mutis por el foro. Todos los días igual, pura carroña, con lo digno que pudiera ser el periodismo de cotilleros y variedades, traiga usted a un/una artista, ponga una canción, cuénteme la vida de alguna celebridad, pero no me pise los zapatos de gamuza azul, no me dé el coñazo con los mismos de siempre, negocio asqueroso casi siempre con andaluces tras el telón de fondo, una vergüenza que nadie parece atisbar. Ya vale. A ciertas cadenas privadas ya las conocemos, igual que a las revistillas de colorines, pero que cometa tales tropelías la Primera, la cadena estatal, que anuncia calidad y suprimirá los anuncios, pasa de castaño oscuro. Con la música, tres cuartos de lo mismo. Insultan a la música con un programa patético, mejor que disparen al pianista en tol cráneo y al menos tengamos sangre fresquita en lugar de comentarios pamplinosos de los tontos locutores de turno, que para colmo van de listos, por no hablar de los Peores años de nuestra vida, ese bodrio impuesto por la empresa basura de triunfitos, sardás y mierdecillas varias, patente de corso para estos malandrines, que cada semana dan de comer a esos cantamañanas de ediciones anteriores del concurso, imponen a cantantes en programas, por no hablar de eurovisión, y la verdadera música no aparece ni soñando en los canales que pagamos todos.
Semanas atrás, con motivo de la final de la Copa del Rey, invitaron a cantar a Estopa y Fito y Fitipaldis en el estadio, durante la festiva previa del encuentro, y ambos artistas aceptaron de buen grado, gratis total. Pero a última hora alguien endilgó en el mismo programa a uno de los profesores de la nefasta academia de los cohone y ambos grupos, los rumberos catalanes y los roncanroleros vascos, puseron el grito en el cielo y se negaron a tocar. Dignidad por encima de todo. Escribo esto mientras el coñazo de la ex del torero siguen gritando dentro del televisor, el aparato está apagado, pero ella sigue graznando. Pues eso, los músicos de verdad pasaron de la Copa del Rey, enviaron incluso comunicados de prensa que nadie publicó. En fin, que se sepa.

Ah, más insultos a la música, esta vez a través de la publicidad de coches o de móviles. Puedes elegir 207 canciones de serie para tu bugatti, puedes bajarte todos los temas que quieras, quiero tal y cual, me la bajo ...