Con el antifaz de oro de medio lao, los efectos del garrafón aún latentes y un par de contratos en el bolsillo, Mick Jagger se marcha de Cádiz tó flipao. Él, que creía poseer el mayor morro del mundo, marca registrada pa tatuajes cutres, no ha salido aún de la casapuerta del asombro. Aquí hay que mamar, le aseguraron en Puertatierra. Y "jocicá", pensaría el líder de sus Geriátricas Majestades, con un mosqueo del copón al presenciar el éxito de unos Beatles de Cádiz-Cádiz, memoria de Juan Lennon Juanito, gloria de Enrique Villegas. Obladí, obladá, Carnaval, Semana Santa y Rocanrol. Al garete lo de "sexo, drogas y canto gregoriano". Al fondo se escucha a Keith Richards mascullar algo sobre las dos manos.
"Atrinca" Cádiz músicas de allá, letras de acullá, y configura otra noche internacional. Homenaje a los picos ye-yés. Los Escarabajos de Pardo combinan lo sublime y lo bajuno, aportan las claves de la crisis según La Tacita, descienden al dudoso honor terrenal de ser los primeros en cantarle al ya-me-entiende de Obama, que ya pisha con garbo en la Casa Blanca mientras hace oídos sordos a no sé qué del calendiario de bomberos y la manguera del nuevo presi yanqui, y tributan su merecido tributo al preciado metal andaluz y a los hombres del campo del gran Villegas. Ya lo dice Ringo Estáte Quieto Ya, cuando en Cádiz se dejan de hablar de sí mismos y de mirarse al ombligo, lo bordan, ompare. Tal es el caso de los consejos prácticos para salir del atolladero de la crisis. Cádiz, cuna de la miseria, donde nunca expiran las hipotecas desde los fenicios, menos llorar, menos mendigar ayuda a Papá Estado y más "echar cohone, que mañana será otro día", viva la economía submarina. El FMI anda ya detrás de Rivas pa que aporte la fórmula mágica contra la crisis. Lástima que luego aparece otra vez el novio de Falete, oh, no. Menos mal que en Cádiz, capital del rocanrol en adobo, podemos liarla. "Podemos", podemos los árboles y la rutina insidiosa, we candemor, entonemos las salerosas alegorías de Cádiz, Ohio, junto a los intrépidos y sensacionales Stones del Gago, con tol Falla Square Garden empetao, o dejémonos llevar por el suave bamboleo de la creatividad insospechada. Aquí lo mismo se llena el Mercafalla de golpes buenos versus la crisis, vía el cómic cantado de cada año del Sheriff, que los temibles cuartetos recurren a lo políticamente incorrecto. A saber: las cajeras del ruinazo recorren el Cádiz monumental para concluir en La Caleta, donde Bolívar se queja de que el polémico quiosco le afea la vista; los Rolling sugieren a las enfermeras de las minifaldas que se tapen hasta el pescuezo, y aún se recuerda la pieza del Morera Quartet, los recortes de la crisis, recortes por todas partes, recortes hasta en los concursantes del Gran Hermano. "Po a la gente le gusta", exclamaba El Masa con sus Tres Notas Musicales. Cádiz se va a callar la boquita cuando los Beatles se pelen, Cádiz perderá la vergüenza mañana por la mañana, aro, aro, y cada noche se cargará de razones, dos o quince razones, pa tirar palante, que rima con Alicante, maldito penalti. Lo que ya tiene delito es emplear la música recitada de "La poesía es un arma cargada de futuro", como la chirigota que se está poniendo colorá, y no hacer reír ni siquiera de lástima a Paco Ibáñez. En Cádiz tiene delito no hacer reír ni llorar. Mick Jagger, los Calatrava Brothers, Gabriel Celaya, la Biblia en verso. Desde que Franco, ese hombre, secuestró las coplas en el Falla y pidió las letras de antemano, aquí se canta con una jartá de libertá. Sin ira. Mira cómo cantan los poetas andaluces.
"Atrinca" Cádiz músicas de allá, letras de acullá, y configura otra noche internacional. Homenaje a los picos ye-yés. Los Escarabajos de Pardo combinan lo sublime y lo bajuno, aportan las claves de la crisis según La Tacita, descienden al dudoso honor terrenal de ser los primeros en cantarle al ya-me-entiende de Obama, que ya pisha con garbo en la Casa Blanca mientras hace oídos sordos a no sé qué del calendiario de bomberos y la manguera del nuevo presi yanqui, y tributan su merecido tributo al preciado metal andaluz y a los hombres del campo del gran Villegas. Ya lo dice Ringo Estáte Quieto Ya, cuando en Cádiz se dejan de hablar de sí mismos y de mirarse al ombligo, lo bordan, ompare. Tal es el caso de los consejos prácticos para salir del atolladero de la crisis. Cádiz, cuna de la miseria, donde nunca expiran las hipotecas desde los fenicios, menos llorar, menos mendigar ayuda a Papá Estado y más "echar cohone, que mañana será otro día", viva la economía submarina. El FMI anda ya detrás de Rivas pa que aporte la fórmula mágica contra la crisis. Lástima que luego aparece otra vez el novio de Falete, oh, no. Menos mal que en Cádiz, capital del rocanrol en adobo, podemos liarla. "Podemos", podemos los árboles y la rutina insidiosa, we candemor, entonemos las salerosas alegorías de Cádiz, Ohio, junto a los intrépidos y sensacionales Stones del Gago, con tol Falla Square Garden empetao, o dejémonos llevar por el suave bamboleo de la creatividad insospechada. Aquí lo mismo se llena el Mercafalla de golpes buenos versus la crisis, vía el cómic cantado de cada año del Sheriff, que los temibles cuartetos recurren a lo políticamente incorrecto. A saber: las cajeras del ruinazo recorren el Cádiz monumental para concluir en La Caleta, donde Bolívar se queja de que el polémico quiosco le afea la vista; los Rolling sugieren a las enfermeras de las minifaldas que se tapen hasta el pescuezo, y aún se recuerda la pieza del Morera Quartet, los recortes de la crisis, recortes por todas partes, recortes hasta en los concursantes del Gran Hermano. "Po a la gente le gusta", exclamaba El Masa con sus Tres Notas Musicales. Cádiz se va a callar la boquita cuando los Beatles se pelen, Cádiz perderá la vergüenza mañana por la mañana, aro, aro, y cada noche se cargará de razones, dos o quince razones, pa tirar palante, que rima con Alicante, maldito penalti. Lo que ya tiene delito es emplear la música recitada de "La poesía es un arma cargada de futuro", como la chirigota que se está poniendo colorá, y no hacer reír ni siquiera de lástima a Paco Ibáñez. En Cádiz tiene delito no hacer reír ni llorar. Mick Jagger, los Calatrava Brothers, Gabriel Celaya, la Biblia en verso. Desde que Franco, ese hombre, secuestró las coplas en el Falla y pidió las letras de antemano, aquí se canta con una jartá de libertá. Sin ira. Mira cómo cantan los poetas andaluces.
Fotos de Lourdes de Vicente
Enero 09, Carnaval, Diario de Cádiz
4 comentarios:
La Fiesta se ha convertido en el Metacarnaval, pero no por imitar a los Kiss (versionado por el Yuyu) ni Twisted Sister (alías papas con aceite), sino por hablar de sí mismo, como el metalenguaje. La verdad, aburre, y eso que me gustan los temas localistas tirando a consumo interior, como los pisitos rehabilitados del casco antiguo.
Aunque siempre cae algo bueno y merece la pena la atención.
Salud, te seguiremos "espiando" cual Rajoy que no pierde la Esperanza (ni de coña).
Me pasa igual, Juan, cada noche busco algo bueno, siempre cae algo que te anima el día o te hace reflexionar a la jornada siguiente. Temas locales han caído pocos de momento. El concurso aburre un poco, la verdad, a mí por lo menos ya no me gusta tanto como antes. Me explico: antes las agrupaciones malas de solemnidad daban juego, había cachondeíto, era desesperante pero al menos había buenos y malos. Hoy, todo uniforme, hay muchos regulares, ni fu ni fa, y unos pocos muy buenos, pero incluso algunos de los punteros aburren a veces cuando se ponen así como dices con el metacarnaval, el metalenguaje y el metacrilato ... ya queda menos pa la calle (espero no llegar este año mu quemao de popurrís y cuplés sobre Falete) ... saludos
¡Guauuu...vaya "mejunje" -irónico- más bueno en esta entrada!
Lo de "jocicá", jaja...hacía tiempo que no "oía" -leía- esa expresión, me encanta!
He pasado un buen ratito leyendo tu Roncarol duduá...
Saludos.
Gracias, salió un mejunje una jartá rockero y campestre, por mor de las coplas que suenan en el Falla. Lo de jocicá fue sin querer, jeje, viene del reino animal y del túnel del tiempo ... saludos !!
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