Nadie

En tierra de nadie, en año de nadie, entre saltos de esquí y batutas del director de la orquesta criminal del mundo hipócrita, despertó el consumidor consumido de tanto consumirse con su mismo afán de trascender más allá de su propia existencia. La ciudad no existe. En una pared perdida, alguien escribe el menú de este año, bajo el epígrafe "La que te espera". Conviene matizar que si pronuncias tus mejores deseos en italiano sale una cosa un poco fea pero acorde con todo lo que te espera: "Feliz ano". Sin eñe, leñe. Esto es, que te vayan dando. En verdad, llevan tela de tiempo dándonos por ahí, así que el usuario común tiene el cuerpo hecho, con perdón. Y a lo hecho, pecho. Todo lo que sube, baja, mira el euríbor, mira la cuenta de resultados del cariño recíproco, mira qué cosa más linda. Resacoso, cautivo y desarmado, el mundo portuense duerme el sueño de los injustos. Nada cambia. Nadie escucha. Hasta Obama sabe ya que la cosa está muy judía, hasta los metafóricos niños-bomba de la tierra jamás prometida arrojan petardos al aire conociendo su paradero final. Explótame, explótame el corazón. Los tiempos estaban cambiando, los tiempos sólo cambian hoy por mor del viento. La esperanza, a por viento fresco. Feliz ano. Happy Vaselina.Tierra de nadie. Año de nadie. La ciudad canta el rocanrol de los llaneros solitarios. Obras por hacer. Rotondas por abrir. Roscón de Reyes con premio paradójico incorporado, magos republicanos hasta el corvejón de tanta insidia, ya están aquí los impostores, ¡a por ellos! Del portal de Belén sale el niño con la cara desencajá, metralleta en mano, clamando justicia humana, como Barenboim, un músico en tierra de nadie. Los pastorcillos, que causalmente pasaban por aquí, desenfundan sus armas de camuflaje, ratatatá, y la estrella de Oriente, tras grabar un anuncio de zarzaparrilla, pone rumbo a lo desconocido. A tomar por saco la "bijicleta". El viaje.

La foto es de José M. Oneto
Enero 09, El Puerto, Diario de Cádiz