viernes, 28 de marzo de 2008

Hago lo que pidas

En un chat de soledad aparece un mensaje directo al mentón: "Busco un hombre para legalizar mi situación. Hago lo que pidas". Las nuevas tecnologías al servicio del ser humano, una llamada perdida al amor imposible, el móvil del matrimonio inconveniente, las cosas claras, cruda realidad intercalada en ciencia ficción. El telegrama urgente de una mujer ilegal dispuesta a (casi) todo vuela a ras de hielo al final de un día que arrojó otra agria victoria del morbo. Victoria y víctima tienen nombre de mujer. Verdugo no tiene nombre. El fanatismo en directo, el alimento de las bajas pasiones, tó por los suelos. Palabras enormes frente a vacíos mínimos. La vergüenza de jueces y políticos al aire, igual que la vergüenza de periodistas y espectadores. Desde "lo" de Lady Di, se buscan emociones teledirigidas para exprimir los corazones de la gente. No estamos locos, qué va, y sabemos lo que queremos: caminar sobre el alambre.

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